EXPOSICIÓN DE ARTE CONTEMPORÁNEO 2018 EN LOGROÑO
- Exposición de Arte Contemporáneo 2018 : 'El Rioja y los 5 Sentidos', de La Rioja Capital, en colaboración con la Fundación Ámbito Arte, entidad gestora del proyecto del Museo de Arte Contemporáneo del Camino (MACC), ha impulsado la creación de una exposición de arte contemporáneo de escultura temática, centrada en los 5 Sentidos con cinco artistas: Teresa Rodríguez (vista), Pablo Sáinz Villegas (oído), Marta Fernández (gusto), Demetrio Navaridas (olfato) y José Carlos Balanza (tacto).
- Cata de Vino: El público, además, podrá disfrutar de dos catas dirigidas por Pedro Benito Sáez de Bodegas Urbina, a las 20:30 horas por un precio de 10 €, en combinación con un recorrido guiado por la exposición, con aforo limitado. Pedro Benito trabaja en Bodegas Urbina de Cuzcurrita (La Rioja), un negocio familiar que ostenta la cuarta generación. Licenciado en Empresariales, estudio Viticultura y Enología en Estados Unidos y en La Rioja. Sus especialidades son las Catas de Vinos, la Enología, la Viticultura, la comunicación y los Idiomas.
- Cata y recorrido guiado: 20.30 h, 10 €
- Horario de jueves a domingo: Entrada libre de 11:00h a 14:00h y de 18:00h a 21:00h en el Calado de San Gregorio
- Dirección:"Calado de San Gregorio". Entrada por calle San Gregorio.
ARTISTAS RIOJANOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO
- José Carlos Balanza (tacto): Irrealizada, una Escultura de Bronce que pretende realizarse a través del tiempo, a través de la erosión producida por las miles de personas que la tocarán a lo largo del tiempo, e Intangible, en la que se muestra la palabra 'tangible' a través de las ocho letras en hierro, dejando libres los dos huecos primeros.
- Demetrio Navaridas (olfato): Proyecto Aromas y Hedores, que consta de dos proyecciones: Hedores, con la proyección de nombres sobre ellos, y captura de aromas, una sucesión de imágenes que evocan el sentido del olfato.
- Pablo Sáinz Villegas (oído): Creación de una cúpula de la que cuelgan boca abajo cuencos de meditación en diferentes alturas que el espectador puede tocar con una baqueta para sentir el espacio sonoro.
- Teresa Rodríguez (vista): Obra 'Por lo visto', una muestra de fotografías basada en el concepto de que la cámara se asemeja al ojo humano, capturando y proyectando una serie de imágenes, consiguiendo que el espectador sea quien interprete las obras mostradas.
- Marta Fernández (gusto): Con la obra Rosquillas de María, dedicada al sentido del gusto, Marta Fernández pretende recuperar las recetas de su abuela, en concreto la de las rosquillas, y la tradición oral de las mismas, mediante una escultura y los utensilios necesarios para elaborar la receta.
CALADO DE SAN GREGORIO EN LOGROÑO
En La Rioja se denomina calados a las antiguas bodegas subterráneas, excavadas bajo el suelo en unos casos y en otros construidas al aire libre y recubiertas con posterioridad. Los calados poseen tipologías diversas, con muros de roca natural, de piedra de sillería o de ladrillo, y abundan en el subsuelo de los municipios vitivinícolas de tradición centenaria.
En el casco histórico de Logroño abundan los calados, lagares y vestigios de antiguas infraestructuras vitivinícolas, en unos casos identificados y restaurados y en otros todavía ocultos bajo los edificios de la zona. Hasta el punto de que una ordenanza del año 1583 impidió el paso de carruajes herrados por la calle Rúa Vieja, una de las más antiguas de la ciudad, para no perturbar el reposo de los vinos que descansaban debajo.
El "calado de San Gregorio", recuperado en 2009 y gestionado por el departamento de Turismo del Ayuntamiento logroñés, permite conocer una de estas bodegas centenarias. De piedra de sillería y bóveda de cañón, tiene 30 metros de largo y va desde la calle Rúa Vieja hasta la calle San Gregorio, cuyas fachadas se asientan sobre la antigua muralla de la ciudad. Las visitas son guiadas y comienzan en una sala al nivel de la calle Rúa Vieja, que contiene una gran maqueta de Logroño en el siglo XVI. En otra sala ubicada en un nivel inferior se proyecta un vídeo divulgativo sobre los calados de la capital de La Rioja. Finalmente se desciende hasta el calado propiamente dicho, que alberga pequeñas exposiciones temporales y cuenta con un curioso pozo construido con cantos rodados.
EXPOSICION "EL RIOJA LOS 5 SENTIDOS"
La información que aportan los cinco sentidos al cerebro parece ser el material con el que los humanos construimos la realidad. La realidad es una creación y el cerebro es el encargado de interpretar los datos que percibimos para construir la imagen del mundo. Es un acto genuino que debe de ser realizado por cada uno de nosotros de manera individual. Esto nos llevará, qué maravilla, a que pueda haber tantas realidades como relatos seamos capaces de construir sobre ella.
Creo que este proceso fascinante en el que empleamos nuestras vidas, ese acto creativo del cerebro, es un intento continuo para conseguir que la realidad no nos resulte tan escurridiza, tan líquida, y podamos darle forma con nuestro lenguaje que, a su vez, hemos creado para reconocerla, explorarla y, poder así, nombrarla y aprenderla.
Somos capaces, de manera admirable, de aislar y atender a lo que más nos interesa de la realidad para, posteriormente, provocar en nuestro cerebro aquello que nos hace únicos. Algunas veces, pienso que colectivamente hemos confiado excesivamente en la ciencia, es indudable que aporta muchísima realidad a nuestra existencia, pero, por lo general, creo que podemos consolidar nuestra realidad con algunos de los descubrimientos que nos brindan ciertas personas que no son científicos. A través del gusto, del oído, del olfato, del tacto y de la vista, los artistas son competentes para generar realidades que habitamos, una vez descubiertas, con una naturalidad asombrosa. No necesitamos más que pensar en la música, en la gastronomía, en la pintura, el cine, la fotografía... en cualquier creación artística en general, para darnos cuenta de cómo nos transportan a realidades prodigiosas que antes ni tan siquiera podíamos intuir. Son otros mundos.
La escritora americana Muriel Rukeyser describe, cómo no, poéticamen¬te, algo que me parece una verdad absoluta. ‘El mundo está hecho de historias, no de átomos.’ Me gusta pensar que tiene razón.
Incluso cuando la ciencia descubre algo aparentemente objetivo, es necesario construir un relato, una historia para que nos resulte creíble. No sé gran cosa sobre ciencia, pero en un artículo del investigador Ernesto Nungesser, he leído su comentario sobre la teoría del Big Bang, que plantea que el universo se generó en una gran explosión hace unos 14.000 millones de años y la revolución que supuso en el pensamiento humano. Ir más allá del Big Bang, comenta, requiere mucho esfuerzo: ¿qué sucedió antes de esa gran explosión? En la llamada teoría estándar, el Big Bang no solo es el origen del Universo, sino el del espacio y el tiempo, de manera que no tiene sentido preguntarse qué hubo antes de él. Pero aquí, el autor del artículo, introduce una opinión contrapuesta a esta teoría que me parece igual de poética que la planteada por Rukeyser, el matemático y físico Roger Penrose propone en su teoría cíclica un modelo en el que se sucede un universo tras otro, de manera infinita. Así que, además de en nuestro cerebro, en la realidad exterior también parece que podrían crearse tantas versiones del mundo como seamos capaces de imaginar. Me gusta pensar que Penrose también tiene razón.
Creo que la información que nos ofrecen muchos de los actos artísticos a los que prestamos atención son suficientemente consistentes como para poder generar espacios verdaderos. Todo lo que existe hasta aho¬ra, es solo una pequeña parte de lo que es posible. Será el pensamiento, y muchas veces el arte, lo que nos permita crear y recrear todo lo que seamos capaces de imaginar para que exista. Solo necesitamos convocar esa realidad.
Algunas expresiones llaman la atención porque parece que dan legitimidad a ciertos individuos para su competencia en algunos campos. Expresiones como, tener buen olfato, tener tacto... y así, de forma parecida con cada uno de nuestros cinco sentidos, sugieren una capacitación, al menos verbal, de alguien especialmente hábil con algún aspecto de los que nos ayudan a crear nuevos mundos.
En esta exposición, hemos propuesto a cinco artistas que reflexionen y trabajen cada uno con uno de los cinco sentidos y que realicen una obra exclusiva para exponerla en el Calado de San Gregorio de Logroño. Son Marta Fernández, que ha trabajado con el gusto; Pablo Sáinz-Villegas, con el oído; Demetrio Navaridas, con el olfato; Teresa Rodríguez, con la vista y José C. Balanza, con el tacto, los que nos invitan ahora a que re-flexionemos nosotros. No quisiera que parezca un fácil juego de palabras, pero el resultado ha tenido mucho sentido. Sus cinco obras nos evocan, con sus diferentes sensibilidades, tantas razones, que se convierten en el vehículo que nos permite hacer crecer nuestra realidad. A partir de ahora mismo, en el momento en el que les estamos prestando toda nuestra atención. Confiando en ellos y en nuestros cinco sentidos.
1. OLFATO (AROMAS Y HEDORES) DEMETRIO NAVARIDAS
Prescindir de la vulgaridad de la simple realidad y dar paso a la fantástica ilusión de la memoria son las premisas con las que he decidido abordar este proyecto en torno al sentido del olfato.
No habrá cajas ni recipientes aprisionando sustancias esperando a ser destapadas. No serán, por tanto, las diferentes moléculas ni las partículas en suspensión en el aire las que penetren por nuestra nariz, recorriendo los recovecos de nuestro órgano nasal para ser captadas por los odorantes y traducidas por los receptores, que por medio de impulsos eléctricos transmitan al cerebro la información de los distintos olores.
Si descubrimos un olor es porque previamente lo tenemos codificado en el cerebro y la memoria nos permite tenerlo asociado a su nombre, aspecto, forma y color. Éste es el fundamento en el que baso el proyecto Aromas y hedores integrado en la exposición El Rioja y los 5 sentidos que consta de dos proyecciones:
Una se titula Hedores impresos en la que van apareciendo y desapareciendo paulatinamente los nombres de los diferentes hedores escritos con neón y velados por la traducción visual de la voluptuosidad de los vapores:
Brea, benzol, petróleo, gasoil, sudor, grasa, sebo, pus, cadáver, podrido, mofeta, orín, amoniaco, heces, estramonio, fósforo, azufre, sulfhídrico, moho, mercaptano, cloaca, seroma, metano, acorchado, estiércol, guano, flatulencia, hidrógeno, helio, butano, metano, grisú, acético, fenol, benceno, estireno, tolueno, carroña, halitosis, garum, indol, escatol, triptófano, tioacetona, metilcarptano, espermina, alpechín, alperujo, etc.
La otra se titula Captura de aromas en la que una serie de diapositivas de larga exposición de flores y plantas se suceden fundiéndose una tras otra evocando los diferentes aromas: Rosa, jazmín, narciso, violeta, clavel, glicina, ciclamen, lílium, madreselva, jacinto, plumaria, dondiego, gardenia, lirio, pasión, magnolia, lavanda, freesia, lilas, clarines, madreselva, azalea, eneldo, citronela, limón, salvia, albahaca, menta, melisa, naranja, limón, mandarina, melocotón, fresa, cereza, melón, frambuesa, maracuyá, etc.
2. TACTO (IRREALIZADA) JOSÉ C. BALANZA
Irrealizada es una obra que alberga una paradoja. Por una parte, el concepto que muestra mediante la forma de la palabra ‘Irrealizada’ alude a aquello que aún no es, y por otra parte, su materialidad y legibilidad le confieren
la realidad de lo que es.
De este modo Irrealizada concilia estos dos aspectos: el de ser el continente de todo aquello que aún, preso de esa condición y forma, guarda la posibilidad de ser otra cosa, y, a la vez, el de ser el contenido de aquello que desarrollará esa potencialidad en el futuro, cuando, una vez concluido el proceso de liberación se convierta, a través de la caótica dispersión de sus moléculas, en la obra realizada: la que aparecerá y será en el momento en que la última molécula de Irrealizada quede liberada por la acción del desgaste y la erosión.
De modo que podría concluir que esta obra, configurada por lo que es y lo que aún no es, en sí, son dos obras en una, o mejor, una obra que muta en otra: Irrealizada (Balanza, 2018) que dará paso, mediante la acción de tocar y desgastar hasta la total desaparición de la palabra ‘irrealizada’, a la realidad de la obra que, en su momento, podríamos titular Realizada (todos los que la tocamos, 9-2018 a ...)
Para realizar Realizada es necesario que Iirrealizada sea tocada por miles de personas durante un largo, muy largo, periodo de tiempo. Esto implica la acción (artística) colectiva y un tiempo que puede sobrepasar el de cualquier vida.
3. GUSTO (ROSQUILLAS MARÍA) MARTA FERNÁNDEZ
A Rut, por intuir un destino para este recetario. A mi abuelo le encantaba el dulce. Le gustaba tanto que en el pueblo uno de sus dos apodos era ‘golmajo’.
Mi yaya era una repostera increíble. Garrapiñaba sus almendras mejor que nadie, obsequiaba a las visitas con guirlache, volvía del pueblo con sobadas que hacía en el horno de la cocina económica de leña y llegaba a todos los cumpleaños con un rosco de bizcocho relleno de nata y cubierto de chocolate. Era un bizcocho que se hacía en una cazuela con un hueco en el centro y se cocinaba en el fuego.
En las comidas familiares, recuerdo reptar desde el salón hasta la cómoda de su dormitorio para alcanzar una bandeja de petisús rellenos de chocolate antes de la hora de comer.
Cuando falleció mi abuelo, ella olvidó todas sus recetas.
Unas semanas después del día de la Virgen de agosto catorce años después, al vaciar su casa, apareció una carpetita amarilla con todas ellas.
En la carpeta amarilla había tres recetas de rosquillas. Cada una lleva el nombre de una vecina del pueblo. Aquellas mujeres que, antes de Semana Santa, se reunían en la cocina que tenía la mesa más grande para hacer rosquillas y chapapas. Decían que las chapapas son como las rosquillas ‘pero más sosas’ y les daban forma de paloma apretando uno de los extremos para que pareciera un pico.
A los pocos meses de que el recetario cayera en mis manos Félix José Reyes me llamó para invitarme a que trabajara sobre el sentido del gusto para esta exposición. Pensé en este recetario, y en la importancia de abordar el sentido del gusto desde la puesta en valor de la transmisión oral de conocimiento en torno a una mesa, de una sensibilidad (femenina) y de la extinción de unos modos de hacer y de una manera de vivir extraídos de nuestros valles.
La reanimación del saber popular y la noción de que una persona puede funcionar como archivo son el motor de esta pieza. En ella conviven el amor, el duelo y la intuición de otras mujeres para recuperar y reactivar un legado y un relato.
Para la inauguración activaré este recetario cocinando las Rosquillas María. Los restos de esta acción, y pequeños gestos en cerámica y encaje, completarán la instalación.
Reconciliación de la tierra y el cielo sobre el centro de los cuatro puntos cardinales en un punto de equilibrio, luz y verdad dentro de uno mismo.
El cielo como símbolo de nuestro corazón, de lo etéreo, de lo que no tocamos ni vemos, pero sentimos... el sonido de las emociones, la virtud, la espiritualidad... expresiones de nuestra existencia que nos envuelve, nos rodea, nos traspasa, poesía invisible del aire que respiramos.
La tierra como símbolo de nuestra razón, de lo pragmático, de lo concreto, lo racional y lo medible... la palabra, los pensamientos, los números, las acciones... medios que nos ayudan a categorizar, ordenar, crear, construir, crecer, evolucionar.
Los puntos cardinales representados por el cuadrado de la base como expresión de multiculturalidad, de lo humano y de los diferentes puntos de vista de este mundo expresados a través de una doble dualidad, Norte-Sur y Este-Oeste.
Tú, despierto, como expresión y testigo de vida, situado en el centro de la divinidad del triángulo con el don de reconciliar el amor y el miedo de tus pensamientos (tierra) y el amor y el miedo de tus emociones (aire).
Reconcilio el amor y el miedo de la tierra
Reconcilio el amor y el miedo del cielo
Reconcilio la tierra y el cielo
Soy divinidad, soy humanidad, soy unidad.
Experiencia:
1. Descalzo sitúate en el centro de la tierra del triángulo y lleva la percepción a la mente, a tus pensamientos, a tus pies en contacto con la tierra. Tus dudas y tus certezas reconciliadas.
2. Lleva después la percepción a tu corazón y haz sonar los cuencos, fúndete en sus sonidos, poesía de tus emociones. Tu amor y tu miedo reconciliados.
3. Cierra los ojos, inspira profundamente y siente los pensamientos y las emociones reconciliados en ti. Unidad.
5. VISTA (POR LO VISTO) TERESA RODRIGUEZ MIGUEL
Ver es un estado consciente que antecede al sueño. Quizás lo hacemos de manera mecánica. Quizás necesitemos hacerlo para las tareas más sencillas de nuestra vida. Ver es vital, un sentido vital que nos hace la vida más cómoda.
Cualquier fotografía deriva del acto de ver, pero lo que importa no es el sentido de la vista sino el acto, a modo de acción con intención. El acto de ver es
un acto de presencia intensamente vital y la foto que se hace se convierte en un acto de ausencia, así lo sugiere en su escrito Modos de ver, John Berger,
‘Las imágenes se hicieron al principio para evocar la apariencia de algo ausente’.
Ahora bien, lo que me interesa en mi obra Por lo Visto es indagar en el acto de ver. Mientras miro, vivo y fotografío. Fotografío a la gente cuando mira. Miro y veo cuando miran y me interrogo: ¿por qué miran? ¿qué ven? ¿qué viven?
Dos definiciones que me interesan como fotógrafa:
- Ver: Percibir algo por medio del sentido de la vista.
- Mirar: Dirigir la vista hacia algo y fijar la atención en ello.
El acto de ver y el acto de mirar, en una dirección con dos sentidos. Hablemos del instante en que presiono el disparador. Un momento que es ese instante en que mi ojo se conecta con mi cerebro a través del corazón, de la emoción. Ese arco obra la magia: la imagen esta capturada. Ya tenemos la fotografía. El acto de ver se ha hecho presente, intensamente presente. Pero aquí no acaba todo. Aún existe una prolongación de mi acto de ver. La fotografía ha sido conseguida, seleccionada, procesada. Se ha realizado una copia y es expuesta en esta pared. Sola o en serie, como es el caso, Por lo Visto. Es el momento en que entra en juego otro personaje importante, imprescindible, impredecible: la persona que mira, aquella que dirige su atención a mi fotografía. La ve, la mira, la observa y la hace suya. Ya no me pertenece. Adoro ese momento. Como decía Marcel Duchamp: ‘quien mira es quien hace el cuadro’. Es lo quiero para mis fotografías.
Conectar a través del acto de ver la memoria y la emoción. E incitar a soñar.
‘La fotografía no apunta a agradar y a sugerir, sino a entregar una experiencia y una enseñanza’ afirma Walter Benjamín en su Pequeña historia de la fotografía. En mi caso es una experiencia de ver.
Por lo Visto es una serie que esta compuesta por 10 fotografías tomadas a lo largo de este verano. Agrupadas en pares, como los ojos, juegan a relacionarse entre ellas estableciendo una relación, un juego al que el espectador debe dar significado. Cada una de ellas es una unidad fotográfica, pero cuando se une a otra cambia el significado de ambas para crear uno nuevo. En algunas hay gente que mira y ve, y la fotografía te da la solución. ¿Y tú qué ves? ¡Brindemos, pues, por lo visto!