LABOREO, ARADO, LABRADO, Y CULTIVO DEL VIÑEDO (BODEGAS URBINA)
Estos son los nombres genéricos que reciben las actividades encaminadas a preparar el suelo o terreno para el cultivo de la vid, tales como arado, labrado, cultivo, escardado de las malas hierbas, mejorando su oxigenación y drenaje, tratando enfermedades y plagas, abriendo zanjas para la plantación y el abonado, etc.
Son los trabajos aplicados a terreno del viñedo, generalmente destinados a facilitar la acumulación de agua en el subsuelo y evitar su pérdida por evaporación, consumo de la vegetación espontánea, o de malas hierbas. En las situaciones donde el exceso de agua es un problema, haremos lo contrario, procurando que el terreno pierda agua, o incluso manteniendo una cubierta vegetal que consuma agua y que contribuya a desecar el suelo de cultivo.
Con estas labores, también se consigue mejorar la aireación del terreno, manteniendo el suelo con una estructura determinada, que sea estímulo de las principales condiciones bióticas del suelo, mejorando las condiciones de vida de las plantas cultivadas. Regulando la nutrición de las cepas y minimizando la competencia por el agua en los momentos en que las cepas necesitan más aporte hídrico si este no puede ser suplementado de forma natural.
El "tempero" es el grado de humedad del suelo con el que se consigue una estructura glomerular del terreno adecuada. Pudiendo realizar las labores de cultivo sin que la tierra llegue adherirse a los aperos. El terreno debe estar con tempero, bien labrado, mullido, sin terrones ni restos de cosechas anteriores, si queremos realizar una plantación.
MULA MECANICA MOTOCULTOR AGRIA 3001
Las fresas de los motocultores de dos ruedas levantan las piedras de tamaño pequeño y es necesario que disponga de un sistema de protección para evitar daños al operario. Las malezas altas acaban enroscándose en torno de las fresas y hay que sacarlas manualmente con el motor parado. El motocultor sustituye el tradicional método de remover la tierra con la azada o pala. Con las fresas deja la tierra muy fina pero también deja un suelo de trabajo endurecido a una determinada profundidad.
Un motocultor o tractor de un solo eje es un vehículo especial autopropulsado sobre un eje hexagonal, dirigible por manceras por un conductor que marche a pie. Utilizada para la labor superficial del suelo. Principalmente se utiliza para labrar pequeñas superficies en la horticultura y la jardinería. Ciertos motocultores pueden también ser dirigidos desde un asiento incorporado a un remolque o a un apero. Los tractores de gran tamaño pueden incorporar una fresadora que hace el mismo trabajo que las fresas de los motocultores pero a gran escala.
Los motocultores tienen generalmente una potencia no superior a los 15 kW y se guían y se hacen maniobrar generalmente por un conductor que va a pie. Tienen varias marchas hacia adelante y hacia atrás. Están dotados de un motor de gasolina o diesel. Se diferencian con las motoazadas (con tracción transmitida a través de las fresas), dado que los motocultores propiamente dichos tienen dos ruedas tractoras (tractores de dos ruedas) y estos, si tienen suficiente potencia, pueden circular con un pequeño remolque y con el conductor sentado. Los motocultores de dos ruedas llevan una toma de fuerza que permite accionar otros mecanismos (por ejemplo una bomba hidráulica).
La gama de aperos que se puede añadir a un motocultor de dos ruedas es amplia: arados, fresa, sembradoras, sistemas de riego, remolques entre otros. Los tractores con ruedas de mayor potencia pueden incorporar un asiento y unas ruedas traseras que los convierten en pequeños tractores.
ROTOCULTOR MAQUINARIA AGRÍCOLA
El rotocultor, fresadora, rotovátor o rotocultivador es una máquina agrícola de labranza que mediante azadas montadas sobre un eje accionado por la toma de potencia del tractor desmenuzan el suelo al girar. Los más difundidos son de eje horizontal con azadas generalmente en forma de L, si bien también las hay de eje vertical. Logran una pulverización del suelo que acelera la descomposición de la materia orgánica, especialmente en suelos duros y secos. Puede decirse que en una sola labor cumplen las funciones de la labranza primaria y la secundaria, dejando el suelo preparado para la siembra.
El movimiento de giro del eje del rotocultor es tomado de la toma de potencia del tractor, al que se une mediante un eje cardánico. La rotación del eje generalmente es en el sentido de marcha, de modo que proporciona un empuje adicional a las ruedas del tractor. El eje horizontal de las fresadoras gira entre 150 a 300 rpm. El grado de pulverización del suelo se halla en relación directa con la velocidad tangencial del rotor y en relación inversa con la velocidad de avance. Requieren una potencia del tractor entre 35 y 45 CV por metro de ancho de trabajo (25-35 kW/m). La energía consumida es sensiblemente superior a la del arado de reja y vertedera hallándose entre el doble al triple de éste.
El rotocultor está muy extendido en horticultura como máquina de labranza. Hay rotocultores formando una unidad con un tractor de un eje o motocultor, llamados frecuentemente rototiller, que fue el nombre de una marca bastante conocida que llegó a dar su nombre al implemento. Su tamaño relativamente pequeño permite trabajar incluso dentro de invernáculos. La potencia de sus motores (de ciclo Otto) no suele sobrepasar los 10 CV (7 kW).
PODA DE INVIERNO EN LA VID
Otra de las labores del viñedo en invierno es la poda. En el hemisferio norte, la tradición fija una fecha simbólica, el 22 de enero (día de San Vicente, patrón de los viticultores), para marcar el inicio oficial de la poda. Aunque en realidad, esta labor puede comenzar a mediados de diciembre. La poda es la eliminación de partes del sistema vegetativo de la vid, con el fin de que tengamos uvas más maduras y de mejor calidad. En general es una práctica agresiva para la panta, que paradójicamente reacciona concentrando todo su vigor en los brotes y frutos que no son eliminados.
Además, la poda se realiza para modificar la disposición de la planta a fin de que se faciliten todas las demás operaciones en el viñedo. Si las vides no fueran podadas no conducidas serían rastreras o trepadoras, tendrían mucha masa foliar y muy pocos racimos, con uvas pequeñas. La poda de invierno, que se desarrolla sobre partes lignificadas o agostadas de la planta (sarmientos, brazos y excepcionalmente, tronco) está interrelacionada con los sistemas de conducción y éstos, a su vez, con la gestión de la copa.
Las podas de invierno tienen lugar todos los años durante el período de reposo vegetativo y persiguen limitar el número de yemas productivas que habitualmente es objeto de regulación por las denominaciones de origen. Básicamente hay dos tipos. Las podas cortas o a pulgares (generan poca madera y se dejan sólo 2 yemas por pulgar) y las podas largas o en varas (generan mucha madera, se dejan entre 4 y 10 yemas por vara). Varas y pulgares pueden además combinarse, en lo que usualmente se denomina una poda mixta.