MARIDAJE VINO TINTO CON HAMBURGUESAS
Deja atrás el refresco y prueba nuevas bebidas. El maridaje que mejor va con una hamburguesa no es la cerveza, sino el vino. El vino y la carne van muy bien, mucho mejor que la cerveza, que da una sensación de saciedad en lugar de ayudar a digerir las grasas. Con el vino, se digiere mucho más fácil. Por la grasa de la carne picada y de los demás ingredientes de la hamburguesa, un vino tinto de crianza o reserva de rioja puede ser el ideal para equilibrar este plato. Los vinos con un poco más de taninos las hamburguesas de queso cremoso van a la perfección.
Además ahora está de moda comer una hamburguesa gourmet o casera, es decir no de las cadenas de comidas rápidas y además muchos van más allá de las clásicas versiones con queso, tomate y lechuga, probando con ingredientes exóticos. Si la hamburguesa es especiada, un vino con menos taninos y alcohol, por ejemplo rosados. Con hongos y roquefort, vinos añejos o criados en barricas que no son nuevas. Para una hamburguesa con salsa bbq y beicon, una bomba de sabor y por sus características ahumadas, ligeramente dulces y saladas, un vino tinto de uva syrah del Ródano.
Si eres más del lado de lo experimental o no te gusta el vino tinto, hay ciertos vinos blancos o rosados que harán un festival de sabores en tu boca. Un buen ejemplo es combinar un chardonnay y una hamburguesa con mucho queso. Ya sea que prefieras un maridaje tradicional (por similitud) o uno más experimental (por contraste), lo importante es crear armonía.
Urbina Crianza es un vino elaborado mayoritariamente con la uva Tempranillo. El Crianza es uno de los vinos más consolidados entre los aficionados a los tintos riojanos. Destacando por sus taninos maduros y golosos, gracias a una ejemplar crianza en roble francés y americano. A la vista es tiene un color cereza picota con un borde lijeramente teja. En nariz encontramos suaves notas especias y madera fina sobre un fondo untuoso de frutitos rojos. En boca es elegante, con buena acidez, equilibrado, taninos redondos que se funden con la fruta madura y fresca. Largo, sabroso en final de cata. Tendrá una magnifica evolución en botella si se conserva en buenas condiciones.
HAMBURGUESA ORIGINAL GOURMET CASERA RECETA
Se puede decir que una hamburguesa es un sándwich de carne picada (en forma de filete cocinado a la parrilla o a la plancha, aunque también puede freírse u hornearse) al que se le han ido añadiendo poco a poco diversos atributos, condimentos, guarniciones y otros. La evolución de este alimento ha hecho que sea tomada al final en un conjunto, y además a lo largo de su historia se ha ido añadiendo diferentes contenidos, como es la panceta, el queso estadounidense, la lechuga, los encurtidos, etc. Todo ello hoy en día hace que la hamburguesa sea entendida a veces más como un menú que como un alimento compuesto de ingredientes. Su popularidad se debe, en gran medida, a la facilidad de elaboración, a la sencillez a la hora de ser ingerida, sin necesidad de platos o cubertería especial.
Fuera del ámbito de habla hispana, es más común encontrar la denominación estadounidense burger, acortamiento de hamburger. Se presenta en un pan ligero partido en dos que posee forma de óvalo. Suele estar acompañada de aros de cebolla, hojas de lechuga, alguna rodaja de tomate, láminas de encurtidos y patatas fritas. Se suele aliñar con algún condimento, como puede ser la salsa de tomate, la mostaza, el relish, el kétchup o la mayonesa, entre otros. En el caso de que se ponga una lámina de queso procesado, se convierte en una hamburguesa con queso (cheeseburger), denominada a veces hamburguesa amarilla.
A la carne picada suele añadírsele alguna sustancia ligante para que se compacte adecuadamente y pueda ser más fácil de ingerir, como el huevo o el pan rallado. La carne picada debe manipularse con extremo cuidado, debido a que puede tener bacterias que contaminan la carne y provocar intoxicaciones alimentarias, tal y como puede ser la causada por la Escherichia coli. Es por esto por lo que conviene hacer la carne lo más posible y que alcance una temperatura de 90 ºC en su interior.
Las tendencias de cocinado de la carne picada de la hamburguesa pasan por dos procesos diferentes, que de forma mayoritaria son. Fritas, generalmente se vierten los pedazos en una sartén que contenga aceite caliente y se dejan freír hasta que la carne picada logre tener el punto deseado. Es el método que emplea la cadena de restauración rápida McDonalds. A la parrilla, en este caso se suele hacer la carne directamente sobre el calor de una fuente. Es el método más habitual en las barbacoas familiares. Este método de cocinado es el que emplea la cadena Burger King.
La diferencia estriba en el sabor final. Dependiendo de los gustos, se prefiere un método sobre otro. Cabe pensar que la fritura es más grasienta, pero permite distinguir y realzar los sabores finales. En la actualidad se emplea también el horno microondas, sobre todo en las hamburguesas congeladas. En la mayoría de los casos suele emplearse unas láminas de cebolla puestas en su superficie para que sus aromas se mezclen con la carne, intensificando sabores.
La misión del pan en la hamburguesa es doble. Por un lado, permite que sea un alimento portable, debido a que es posible llevar la carne sujeta entre las dos rebanadas, y por otra parte, las rebanadas permiten retener los sabores y aromas de su interior. En algunas ocasiones, sobre todo cuando se sirve en un plato, la hamburguesa se ofrece abierta y con uno de los panes (a veces con los dos). En otras ocasiones se sirve la hamburguesa insertada en un largo palillo (similar a un palillo de cóctel) con el objeto de proporcionar estabilidad al conjunto.
El pan de hamburguesa se elabora con levadura para que logre esponjarse y un alto contenido de agua (superior al 50 % de harina de trigo). Lo característico del pan de hamburguesa es la forma en que se decora su superficie. A menudo, se le incluyen semillas de sésamo (no siempre). Por regla general, la masa de este pan es muy similar a la del pan de molde. En el caso de la Big Mac, se incluye un disco de pan entre medias de las dos porciones de carne picada con el fin de estabilizar la hamburguesa en su conjunto.
El queso se suele colocar en forma de finas láminas de unos escasos milímetros de espesor cuando la carne está en su última fase de calentamiento, se deja que se derrita ligeramente sobre ella. La importancia de elegir un tipo de queso que sea sabroso tras su fundido es fundamental a la hora de elaborar una cheeeseburger. Suele emplearse por regla general queso procesado por ser el que mejor soporta las condiciones de fundido Por regla general es cheddar o Pepper jack. En algunas ocasiones se suele emplear queso azul como el Maytag. Existe una variante de hamburguesa denominada Jucy Lucy (es decir la jugosa Lucía) que contiene queso fundido dentro de la carne picada. El empleo de variedades de queso locales es muy habitual.
La carne picada cocinada ofrece al paladar un aspecto seco, es por esta razón por la que se suele acompañar con diferentes verduras que aporten texturas más húmedas a la carne de la hamburguesa. Una de las verduras más clásicas es la cebolla que finamente picada en aros, se pone a veces en las últimas fases de tostado o fritura de la carne. De esta forma los azúcares naturales y los aromas de la cebolla se mezclan con los de la carne proporcionando un agradable sabor. Otra de las verduras empleadas de forma más generalizada es la hoja de lechuga así como el apio, el tomate, el pepino, los champiñones laminados, etc.
A veces uno de los añadidos más solicitados es una rodaja de alguna verdura encurtida como puede ser pepinillos e incluso en algunos casos un relish. Puede encontrarse diversos pimientos, como pueden ser unos jalapeños. En algunas ocasiones para dar carácter a la hamburguesa se le añade cebolla caramelizada crujiente, baked beans, y a veces es común encontrar sauerkraut (col fermentada) y guacamole, así como ciertos relishes. Es posible que se añada avocado o guacamole, piña.
Algunas de las verduras pueden presentarse fritas: pakoras, aros de cebolla, etc. Las patatas fritas son desde los comienzos de la hamburguesa uno de sus acompañamientos clásicos. Las cadenas de restaurantes las ofrecen en una especie de sobre. Antes del advenimiento de la hamburguesa las patatas fritas se servían en locales diversos como un aperitivo. Puede incluirse una cebolla frita, y en algunos casos el chili con carne, o unas judías pintas, unos tortilla chips.
La hamburguesa toma un carácter regional dependiendo de los condimentos que se le añadan, uno de los más frecuentes y populares desde sus comienzos es el kétchup y la mostaza en salsa. Se puede encontrar acompañada con salsa Worcestershire (habitual en las lonchas de queso de la cheeseburger). Con salsas más locales como la alioli, la salsa mil islas (thousand island dressing), sopa de cebolla, mayonesa, queso fundido (al estilo de Cheez Whiz), cole slaw, etc. En algunos países suele añadirse a la hamburguesa un huevo frito (generalmente sobre la carne) y su preparación se sirve en una especie de plato combinado acompañado de cubertería.
HISTORIA Y ORGIEN DE LAS HAMBURUESAS
La invención del bocadillo de hamburguesa en el siglo XIX es polémica, ya que diversos autores se atribuyen haber sido los primeros en haber puesto un filete de carne molida (hamburger steak) entre dos panecillos. La hamburguesa creció durante el siglo XX junto con la aparición del concepto fast food y durante ese siglo fue adquiriendo un simbolismo especial. Forma parte de uno de los alimentos icono de la cocina estadounidense (junto con el pollo frito y la tarta de manzana).
La primera cadena de restaurantes que puso en circulación la hamburguesa como un alimento de comida rápida fue White Castle en la década de 1920 (cuyo ideólogo fue Edgar Waldo "Billy" Ingram), y posteriormente durante la década de 1940 con McDonald's (asumida por el ejecutivo Ray Kroc), así como Burger King. La hamburguesa es, en la actualidad, un alimento tan popular que aparece con sus diversas variantes en casi todas las culturas de la tierra, al igual que otros alimentos, como pueden ser la pizza, el perro caliente y los tacos.
Ya los patricios romanos poseían su versión de la hamburguesa. Los siguientes datos históricos acerca de la receta de la primera hamburguesa proceden de la gastronomía de las tribus mongolas y turcas, que en el siglo XIV ya picaban en tiras la carne de los ganado de baja calidad para hacerla muy comestible. La receta de la carne picada llega a Alemania a través de los tártaros de origen ruso (steak tartar), que comen la carne cruda y condimentada con especias.
Se tiene conocimiento de un plato similar más antiguo del Imperio romano, que consistía en un tipo de hamburguesa elaborado con carne de res picada con piñones, sal y vino pasado, y servida en el interior de un pan. Hay que resaltar que no fue hasta la invención de la máquina de picar carne cuando la carne picada tomó la posibilidad de ser elaborada en grandes cantidades, pudiendo combinar grasa y otros tejidos con carne magra.
La palabra proviene de la ciudad de Hamburgo, en Alemania, el puerto más grande de Europa en tal época. Posteriormente fueron los inmigrantes alemanes de finales del siglo XIX quienes introdujeron en los Estados Unidos el plato llamado filete estadounidense al estilo Hamburgo (en Alemania existe todavía en Hamburgo lo que se denomina frikadelle y se trata de una protohamburguesa). Un alimento muy similar es el rundstück warm. El documento más antiguo que hace referencia a este plato es una carta del Delmonico's Restaurant, que en 1834 ya la ofrecía a su clientela. En 1895 un chef llamado Louis Lassen, de Connecticut, Estados Unidos, elabora la primera hamburguesa en Norteamérica. La receta se la dieron unos marineros provenientes del puerto de Hamburgo.
Hoy en día su origen es discutido, puesto que diferentes comarcas de los Estados Unidos reclaman ser los inventores de la hamburguesa moderna. Una de las historias proviene de la ciudad de Seymour, Wisconsin, donde en 1885 a Charlie Nagreen, cuando tenía quince años de edad, trabajando en su puesto de comida de la Feria Estatal se le ocurre resolver un problema. Sus clientes querían pasear por la feria mientras comían y necesitaban una forma práctica para hacerlo. Charlie colocó la carne entre dos rebanadas de pan, denominándola hamburguesa. El éxito fue tal que pronto aparecieron más inventores, como Frank Menches en 1892 durante la Feria del Condado Akron, Ohio. Lo único cierto es que, en la Feria Mundial de San Louis de 1904, la hamburguesa ya era muy famosa y deliciosa.
El pan es el segundo ingrediente básico de la hamburguesa. Es cierto que antes existió el sándwich como elemento entre dos panes y al que se le otorgó este nombre alrededor del año 1765 en honor de un aristócrata inglés llamado John Montagu, IV Conde de Sándwich, a quien le gustaba comer de esa forma para poder jugar a las cartas sin mancharse los dedos. En la mayoría de los casos es un panecillo en forma esférica (en inglés se menciona como bun) puede poseer un diámetro que oscila entre los ocho y diez centímetros. Aunque cabe destacar que hay cadenas de restaurantes que lo ofrecen panecillos de forma rectangular (White Castle denominados sliders o Krystal, ambas en EE. UU.).
Big Boy, que en el año 1936 empieza a operar mediante el cocinero Bob Wian en Glendale, California con un restaurante al que denomina Bob's Big Boy. Esta cadena protagoniza un tipo de hamburguesas de gran tamaño, que denomina en sus menús double cheeseburger (hamburguesa doble con queso). Esta cadena es la primera en hacer posible una hamburguesa con dos pisos. Esto es posible poniendo entre los dos pedazos de carne un pedazo de pan en forma de disco. Esta idea la realizó posteriormente McDonalds y puso en funcionamiento del Big Mac. En algunos casos se suele emplear pan de centeno en rodajas. Un ejemplo es el patty melt.
El queso se empleó por primera vez a finales de los años veinte. Su uso se hizo exclusivo en lo que se denomina cheeseburger. La autoría de la hamburguesa con queso ha sido reclamada por varios cocineros, uno de ellos es Lionel Sternberger de Rite Spot en Pasadena (California) que afirma que en el periodo de 1924 y 1926 vendía hamburguesas con queso, siendo por esta razón que se le atribuye la invención de esta variante tan popular de la hamburguesa. Se sabe, por un menú de la época, que en 1928 el restaurante O'Dell servía a sus clientes de Los Ángeles hamburguesas con queso. El queso, ligeramente fundido, ya aparece unido a la hamburguesa en las primeras décadas desde su invención.