BURRATA IN CARROZZA FRITA TORRIJA RECETA
Rallar una zanahoria fina. Añadir un toque de sal, semillas de sésamo, un buen toque de comino molido y un chorro de aceite de oliva virgen extra. Cortar la mozzarella a la mitad, pero sin llegar hasta el final. Añadir una buena cantidad de zanahoria dentro y volver a cerrarla. Añadir el snack y las avellanas tostadas a una trituradora y moler hasta que quede una textura más liviana. Añadir a esta mezcla un buen toque de canela y mezclar.
Cascar y batir dos huevos, añadir un toque de sal y unas semillas de sésamo. Pasar la mozzarella por harina, con mucho cuidado y de forma que se empape bien, y luego pasarla por el huevo. De aquí directamente al 'pan' que previamente hemos creado. Freírla en aceite de oliva virgen extra cuando esté caliente y no humeante. Cuando esté dorada, sacarla y escurrir el aceite con papel secante.
Corta un limón, exprímelo por encima de la mozzarella y añade un chorrazo de aceite de oliva y unas semillas de sésamo para terminar. Para maridar un Vino Rosado de Bodegas Urbina, que es una de sus gamas más personales, llena de matices florales y frutales, con un color asalmonado y hecho con la variedad de uva tempranillo. Elevando los vinos rosados al extremo de sus posibilidades. Transmitiéndonos sensaciones elegantes y equilibradas.
MOZARELLA IN CARROZZA
La mozzarella in carrozza es un aperitivo típico de la cocina napolitana. El plato consiste en láminas de mozzarella envueltas por dos rebanadas de pan de molde (que hace el efecto "carroza") rebozadas en huevo, leche y fritas. También se puede añadir a la tostada harina o pan rallado antes de freírla. Igualmente se pueden utilizar rebanadas de pan casero. La receta surgió en Nápoles como un modo de aprovechamiento de la mozzarella que se estaba quedando seca.
En Venecia es muy popular en sus bàcari (pequeñas tascas) una variante local del plato, de forma rectangular y elaborada con media rebanada de pan de molde cortada por la mitad en sentido vertical a la que se le añade una anchoa o una loncha de jamón cocido, mozzarella y la otra mitad de la rebanada de pan. Se baña el conjunto en una mezcla de harina, agua y levadura y se fríe. La MnC a la veneciana tiene un aspecto dorado e inflado por el efecto de la levadura.
TORRIJA (FRENCH TOAST)
La torrija o torreja, también llamada tostada francesa, es un plato hecho de una rebanada de pan (habitualmente de varios días) que es empapada en leche, almíbar o vino y, tras ser rebozada en huevo, se fríe en una sartén con aceite. Se endulza con miel, melaza o azúcar y es aromatizada con canela.
Para hacerlas con leche, se calienta leche con azúcar y canela en un cazo. Antes de que llegue a hervir se retira y se echa sobre las rebanadas de pan, dispuestas en una fuente. Se deja el pan en remojo durante media hora. Transcurrido ese tiempo se rebozan en harina y huevo y se fríen en abundante aceite caliente. Cuando estén doradas se escurren y se pasan a una fuente donde se espolvorean con azúcar y canela. Se sirven calientes.
Otra forma de prepararlas es humedecer el pan con agua con un poco de sal y dejarlo reposar unas horas. Posteriormente, se esponjan las rebanadas en una fuente con vino una a una para que se empapen bien. Luego se bate el huevo y se rebozan en harina para freírlas por ambos lados en una sartén con aceite de oliva. Posteriormente las torrijas se escurren y se disponen en el plato. Cuando se emplea vino en la preparación, suele ser vino blanco, vino dulce de moscatel o vino dulce de pasas.
Se puede hacer un almíbar calentado agua con miel, azúcar y melaza a partes iguales y removiendo bien la mezcla para dejarla homogénea. Cuando este aderezo está terminado se echa a las torrijas. Se pueden tomar calientes o frescas. Suelen conservarse solamente un par de días, ya que la leche fermenta. No obstante, las torrijas de vino suelen mantenerse en buen estado por más tiempo. Pueden hacerse con pan del día anterior o con una masa especial preparada para ello.
La primera referencia conocida a un producto parecido está en la obra de Apicio, quien compiló recetas latinas de los siglos IV o V. En el recetario, menciona que la rebanada de pan debe sumergirse en leche, pero no habla del huevo y no le da un nombre especial. Se limita a llamarla aliter dulcia (otro plato dulce).
El pan mojado en leche y endulzado fue ampliamente conocido en la Europa medieval con los nombres de "suppe dorate", "soupys yn dorye", "tostées dorées" o "pain perdu" en Francia, que dio "payn purdyeu" (pan perdido) en el Reino Unido. Martino da Como escribió una receta. Este pan jugoso era servido con aves de caza y otras carnes. La palabra soup o suppe en los nombres citados se refiere a que ha sido sumergida en un líquido, una "sopa".
Ya en el siglo XIV, el recetario Le viandier de Taillevent presentaba la receta de las "tostadas doradas" (tostées dorées), que se rebañaban en yema de huevo batido antes de pasarlas por la sartén y espolvorearlas con azúcar.
En la misma época, un recetario alemán usa la denominación arme ritter (caballero pobre), un nombre usado en inglés como "poor knight" y en las lenguas nórdicas. También en el siglo XIV Taillevent presentó una receta para las tostées dorées.
En España, el término "torrija" o "torreja" aparece ya documentado en el siglo XV. Juan del Encina utiliza "torreja" en un villancico de su Cancionero (1496) "miel y muchos huevos para hacer torrejas", al parecer como plato indicado para parturientas.
El cocinero Domingo Hernández de Maceras en su recetario Libro de Cozina (1607) usa el término "torrija" en un elaborado plato de manos rebozadas, como una especie de torta endulzada con azúcar y canela, aunque no explica su elaboración.
Francisco Martínez Motiño, escritor y cocinero de palacio de Felipe II, incluye en su Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería (1611) una receta de torrijas que consiste en pan mojado en leche, huevo, frito hasta que quede un poco moreno, endulzado con almíbar o miel y espolvoreado con azúcar.
Lope de Vega también menciona las torrijas en sus obras. En su trilogía dedicada al patrono de Madrid, San Isidro Labrador, Relación de las fiestas que la insigne villa de Madrid hizo en la canonización de su bienaventurado hijo y patrón San Isidro. Uno de los personajes dice: "Si haziendo torrijas andan, sera para la parida".
La torrija era a comienzos de siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino (chatos). Su asociación a la Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad.
Desde 2013, la Academia Leonesa de Gastronomía organiza el Concurso Nacional de Torrijas para cocineros profesionales en la ciudad española de León. Son cuatro las categorías establecidas para este concurso: tradicional, innovadora, salada y stevia.
En otros países, el consumo de las tostadas francesas puede ser diario. En Estados Unidos es un plato típico del desayuno, y cada 28 de noviembre se celebra el National French Toast Day.