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Cata de Vino Zonificación de los Vinos de Rioja - Asociación Sumilleres de Rioja

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CATA DE VINOS PROCEDENTES DE SUELO ARCILLO FERROSO (COLOR ROJIZO) D.O.C. RIOJA ALTA (ALTO NAJERILLA)

Cata y extensa presentación de vinos procedentes de suelos arcillo ferrosos de color rojizo, dirigida por Angel Villar Santamaría:
- Miembro destacado de la "Asociación Cultural de Sumilleres de La Rioja"
- Propietario de "Vinoteca Angel Villar" situada en la Carretera Burgos N121 (Gasolinera Las Brujas) en la localidad de Nájera (La Rioja).
- Además de viticultor y artesano elaborador de vinos peculiares, elaborados con las variedades de uva garnacha y monastel de rioja.

Los tres principales suelos de cultivo de la vid en La Rioja Alta son:
- Arcillo Ferroso (Arcillas Rojas).
- Arcillo Calcáreo (Arcillas Blancas).
- Aluvial Pedregoso (Cascajos).

- Diferenciación: En cada uno de ellos la vid se comporta de manera diversa, por lo que el fruto también es diferente. Existiendo diferentes variedades que se sienten más cómodas en uno u otro tipo de suelo. No existiendo un terruño ideal que pueda aplicarse a todas las variedades de vid.

- Conclusión: A causa de la globalización de los vinos, hoy en día el consumidor se encuentra con miles de referencias muy parecidas entre ellas, donde la oferta se ha reducido a un estilo muy homogéneo, sin personalidad propia, independientemente de su procedencia o varietal. Todo esto es debido a la utilización de técnicas enológicas iguales (como pueden ser la utilización de levaduras y enzimas seleccionadas). En el caso de la viticultura también existe una increíble obsesión por plantar variedades foráneas (normalmente de origen francés) despreciando las que han estado siempre en la zona.

De este modo muchos pequeños elaboradores están creando grandes vinos que buscan estudiar lo que les diferencia empezando por el principio:

1. Clima.
2. Suelo.
3. Variedades de uva.
4. Forma de cultivo de la vid.
5. Elaboración del vino.

- Suelo: De esta forma dar la importancia que se merece al suelo, tiene como objetivo obtener un vino que mejor refleje el lugar y el alma de donde procede. También hay que tener en cuenta que la vid tiene raíces hondas, por lo que explora y explota no sólo la capa superficial de tierra arable sino también horizontes más profundos.

Las características de de los suelos:Composición; Estructura; Textura; Térmicas; Nutricionales; Alcalinidad; Contenido en calcáreo, etc. juegan un papel decisivo en la producción del viñedo y elaboración de los vinos.


DIFERENTES TIPOS DE SUELO PARA EL CULTIVO DE LA VID

- Arcillosos: Un tipo de suelo muy común en el cultivo de la vid. Los vinos son estructurados, ligeros, finos y aromáticos. Una alta pluviometría da como resultado una mayor producción por la retención del agua.

Los suelos arcillosos o pesados, son generalmente más fríos, retrasando la maduración de la uva, pero cuando no existe una excesiva acumulación de agua, pueden comunicar a los vinos más extracto, cuerpo y color. Dan vinos ricos en extracto, buen color, buena acidez, muy aptos para crianza y conservación.

Aunque si favorece la acumulación de agua en exceso, no será especialmente indicado para la producción de grandes vinos. Si los suelos son demasiado arcillosos pueden dar vinos más groseros y bastos.

- Ferrosos: Donde el desarrollo y penetración de las raíces es lento, pues suele tratarse de una tierra compacta y arcillosa. Son suelos que dan vinos muy aromáticos y de toque floral. Si favorece la acumulación de agua en exceso, dará vinos con un cierto toque rústico.

- Calcáreos: Donde las raíces van creciendo progresivamente hasta que aparece la primera roca en torno a un metro, que atraviesa sin problemas. Por ello son ideales para la viticultura, porque además de ofrecer esa facilidad de crecimiento a las raíces de las viñas, refleja la luz solar y almacena su calor para el período nocturno, es favorable para obtener vinos blancos y tintos bien estructurados, complejos y elegantes.

Los suelos calizos, pueden en algunos porta injertos producir problemas de clorosis (amarilleo de las partes verdes de una planta debido a la falta de actividad de sus cloroplastos, formación de clorofila y capacidad de formar carbohidratos). Pero en general de ellos se obtienen vinos aromáticos, de gran bouquet y finura. La caliza se considera un factor de calidad, aportando al vino aromas finos y elegantes.

- Pedregosos o cantos rodados: Dan vinos de calidad de fruta muy madura y grado elevado. En estos suelos el agua drena fácilmente, aunque en algunos casos también aseguran una mejor permeabilidad de la misma, una mejor aireación del suelo y actúan de acumulador térmico mejorando la maduración, debido al calentamiento de las piedras por el sol.

- Pizarrosos: Producen vinos minerales, concentrados, de baja producción y alcohólicos. En estos suelos el agua drena fácilmente, aunque en algunos casos, también aseguran una mejor permeabilidad al agua, una mejor aireación del suelo y actúan de acumulador térmico mejorando la maduración. Que además por su color oscuro, acumulan todavía más el calor del sol.

- Arenosos: Dan vinos brillantes, suaves, finos, poco alcohólicos y en algunos casos pobres en extracto. Son suelos con poca retención de la humedad. Los suelos arenosos o sueltos, siempre son más calientes, adelantando la maduración, obteniéndose cosechas de calidad más regular, pero sufriendo en años de poca pluviometría una insuficiencia de agua, que se puede traducir en una falta de maduración.

- Albarizas: Tierras blancas muy ricas en cal. En ellas se pueden producir vinos de alta graduación. Los terrenos de color más claro reflejan el calor y la iluminación más fácilmente hacia la vegetación, lográndose una mejor maduración, especialmente en las variedades tintas, pues los contrastes de temperatura entre el día y la noche son más acusados, incrementándose la síntesis de polifenoles. Sin embargo durante la primavera son más propensos a las heladas de irradiación, por no retener el calor de las reducidas horas diurnas de sol. A los terrenos de color más oscuro, les sucede todo lo contrario.

- Salinos: Los suelos salinos no son los más adecuados para la vid, pues es en general la vid es poco tolerante a la salinidad, ya que para vencer el elevado potencial osmótico que provocan las sales, la planta debe incrementar notablemente su intensidad respiratoria para conseguir la energía necesaria. Esto produce una disminución del vigor, una maduración precoz, mayor síntesis de azúcares, pero no de polifenoles, una disminución de la acidez, de potasio y de magnesio. Y por el contrario un aumento en calcio y cloro.

- Silíceos: Generan en vinos blancos frescura, ligereza y elegancia.

- Graníticos: Salvo excepciones, no suelen producir buenos vinos tintos y sí excelentes blancos.

- Volcánicos: El suelo volcánico es propio para la producción de vinos con mucho cuerpo, con intensos aromas minerales.

- Fértiles y compactos: Vinos poco finos y de escasa conservación.

- Húmedos y pesados: Cantidad y poca calidad.

- Humíferos: No vegeta


DIFERENTES CLIMAS PARA EL CULTIVO DE LA VID

Es el resultado de las condiciones atmosféricas generales anuales donde se asienta el viñedo, pudiendo ser éste de carácter Continental, Mediterráneo, Atlántico, etc. Aunque la climatología también puede variar de un año a otro.

Los orígenes de la Vitis vinífera en la cuenca del Mediterráneo y Oriente Próximo, hacen que sea una planta muy rústica de clima cálido, estando especialmente adaptada al calor y resistente a las condiciones de sequía, aunque también es capaz de vegetar en otras zonas de más frías y húmedas de influencia marítima o atlántica.

Se trata de una planta que posee una especial adaptación a las condiciones de sequía, siendo capaz de producir con solo 280 a 300 litros de agua un Kg. de materia seca, aunque también puede vegetar en situaciones de mayor humedad, siempre y cuando no exista una excesiva acumulación de agua en el suelo, pues es bastante sensible a la asfixia radicular. En cuanto a la altitud de cultivo, este valor depende del régimen de temperaturas que se produce durante el período vegetativo y especialmente frente a las posibles heladas primaverales, elevándose la cota de posibilidad de cultivo a medida que este se sitúa en zonas más meridionales.

La vid en los climas cálidos produce vendimias ricas en azúcares y pobres en acidez, sucediendo lo contrario en los climas fríos. En estos últimos se adaptan mejor las variedades de ciclo de maduración corto, especialmente las blancas, pues las tintas precisan de una insolación más intensa para la síntesis de los polifenoles. La elección de la variedad en función del clima de cultivo, es una cuestión de gran importancia de cara a obtener vendimias bien maduras y equilibradas. En climas cálidos, se tiende a cultivar variedades de ciclo tardío, de tercera o cuarta época, mientras que en los de clima templado, se deben utilizar viníferas de segunda época. Lo deseable es ajustar a cada clima, las variedades con posibilidades de madurar casi exactamente en el período de climatología favorable, pues en caso de existir un desequilibrio entre  este período y el ciclo de maduración de la vid, las vendimias pueden resultar inmaduras o en caso contrario con un exceso de posibilidades de maduración, que suele traducirse en una pérdida de la calidad y de su tipicidad varietal, motivados por una maduración brusca y rápida.

Con el conjunto y calculo de factores, como temperatura, iluminación y humedad o pluviometría. Se puede llegar a deducir si un determinado lugar puede tener o no aptitudes climáticas para su cultivo, así como también las condiciones necesarias para producir vendimias y vinos de calidad.


CLIMA DEL VIÑEDO RIOJANO

Podemos decir que La Rioja es un enclave extraordinario para el desarrollo del cultivo de la vid en todas sus comarcas. Ya que en general, el cultivo no puede sobrevivir en ambientes húmedos, climas fríos ni cálidos, tiene gran adaptación a climas templados con lluvias moderadas de 400-600 mm y suaves temperaturas y una alta insolación, fundamentalmente en el período de maduración de la uva.

El sector riojano del valle del Ebro presenta características de un clima mediterráneo, atlántico, con ciertos rasgos de continentalización. Pudiéndose hacer una distribución, por zonas climáticas, de la siguiente manera:
- Zona de influencia oceánica-atlántica: En los cursos altos de los valles del Iregua, Oja y Najerilla.
- Zona de transición: Correspondiente a cursos medios de los valles del Iregua, Oja, Najerilla y Leza.
- Zona mediterránea: Comprende la depresión del Ebro y parte de los valles del Cidacos y Alhama.

En líneas generales, la subzona más occidental, Rioja Alta, está más expuesta a condiciones atlánticas, como la entrada de masas húmedas, por lo que el clima será más lluvioso y la regulación de las temperaturas será mayor, con inviernos más fríos y veranos con calor moderado.

Por el contrario, en la parte más oriental, Rioja Baja, la sequedad atmosférica se debe a su localización en el centro de la depresión y los contrastes en sus temperaturas son más acusados, dando lugar a inviernos menos fríos y veranos más cálidos y secos con amplitudes térmicas mayores, acercándose a condiciones semiáridas.

- Orografía: Las montañas del norte (Cordillera Cantábrica) frena frecuentemente el paso de masas de aire húmedo y las montañas del sur (Sierra de la Demanda) ejercen un papel de barrera contra los vientos calurosos, produciendo rasgos continentales de la meseta.

Así, podemos distinguir en La Rioja dos gradientes climáticos:
- De norte a sur, es decir, de la montaña al valle.
- De oeste a este, o desde Rioja Alta a Rioja Baja.

- Temperatura: Afecta directamente a todos los periodos de su ciclo vegetativo. En el valle del Ebro la media anual oscila entre los 12-13 °C, en comparación con los 6 °C de la zona de montaña. Determinados ambientes hacen que sea posible el cultivo de vid, por ejemplo, en zonas altas dentro del valle, como es el caso de laderas con exposición al sol (solanas), y no así en las de umbría.

Las temperaturas mínimas se alcanzan en el mes de enero y las máximas en el mes de julio, trasladándose en ocasiones al mes de agosto. Entre comarcas es más fuerte el contraste en verano que en invierno, los veranos en Rioja Baja son más áridos.

- En Rioja Alta (Haro) la media anual es de unos 12 °C.
- Rioja Media (Logroño) 13 °C.
- Rioja Baja (Alfaro) alrededor de los 14 °C

No es frecuente ya que la rioja es un valle muy bien protegido climatológicamente, pero en ocasiones esporádicas puede existir un riesgo heladas (días donde la temperatura es inferior a 0 °C) en primavera, que son dañinas para el cultivo, puesto que en esta época la planta se activa después de la parada inverna empieza su desarrollo.

- Luminosidad: Tanto las nieblas como las nubes pueden según impedimento para que la superficie de las hojas reciba la cantidad de insolación suficiente y completar así el ciclo vegetativo del cultivo de vid. Siendo realmente importante en la fase de maduración de la uva.

Gran parte del territorio riojano recibe del 40 al 50% de la insolación posible, registrándose los valores más altos en el centro de la ribera del Ebro (Logroño) y decreciendo paulatinamente hacia los extremos, siendo menor el número de horas de sol al año en Rioja Alta que en Rioja Baja.

Un fenómeno que se puede contemplar a lo largo del valle por efecto de la propia topografía de la región son las nieblas propiamente encajadas en la ribera del Ebro. En el lecho del río se evapora parte del agua de la superficie, el aire húmedo, al ascender, se enfría y se condensa, dando lugar a nubes bajas. Lo mismo ocurre en los valles de los río afluentes del Ebro. En ocasiones, estas nieblas se presentan incluso en verano cuando las diferencias entre las temperaturas del día y la noche son muy acusadas (amplitud térmica).

- Pluviometría: Las precipitaciones disminuyen de Rioja Alta a Rioja Baja debido al descenso altitudinal, provocando el secado de las masas de aire húmedo que entran por el oeste durante su recorrido por el valle del Ebro. Por efecto de la altitud también disminuyen de la montaña al valle.

La primavera es el periodo más lluvioso, matizando, en el caso de Rioja Alta, la importancia de las lluvias de invierno por efecto de la cercanía de masas oceánicas y, en el caso de Rioja Baja, las lluvias de otoño por la influencia mediterránea. Generalmente, el mes más seco del año es septiembre, que en ocasiones se puede prolongar, según zonas, hasta noviembre.

La precipitación media anual en el valle del Ebro no supera los 500 mm y puede llegar a descender por debajo de los 350 mm en la parte más oriental de la Comunidad. Existe una mayor irregularidad en la distribución de las lluvias en Rioja Baja, ya que el efecto oceánico en este punto desaparece. Por la morfología del valle del Ebro, es característica de La Rioja la probabilidad de tormentas de gran intensidad en un espacio de tiempo muy corto. Dichas tormentas son en cierto modo perjudiciales para los cultivos, especialmente cuando la descarga es en forma de granizo. Pueden ocurrir tormentas de verano muy localizadas, acompañadas de pedrisco cuando ya han brotado los racimos, provocando desastres en la cosecha vitícola y afectando directamente a la calidad de los vinos.

- Vientos: Los vientos dominantes recorren el valle del Ebro adquiriendo dos componentes principales. De oeste-noroeste, denominado cierzo, siendo éste el más representativo de la zona, y el este-sureste, denominado bochorno (viento seco y cálido).


SUBZONAS ACTUALES DE LA D.O.Ca. RIOJA: ALTA, ALAVESA Y BAJA

- Rioja Alta: Se encuentra en el borde más occidental de la región, y a una mayor elevación, teniendo un clima más Atlántico. Aquí podemos encontrar una gran diversidad de suelos, la mayoría de ellos de piedra caliza y arcilla, pero en algunos lugares el suelo puede ser rico en hierro o llena de guijarros.

Esta elevación más alta prolonga la maduración de la uva, que a su vez, produce más acidez, sabores más frescos, menos alcohol, y un gran potencial de envejecimiento, y la intensidad de color más claro. Algunos asocian su estilo con la 'vieja escuela' del vino.

- Rioja Alavesa: En el borde norte de la región, tiene la elevación más alta, con un suelo arcilloso calcáreo-piedra caliza distintivo y paisaje muy inclinado.

La Rioja Alavesa produce vinos con más cuerpo, buena acidez, con aromas florales y muy fragantes en su juventud.

Debido a las condiciones relativamente pobres de la tierra los viñedos tienen una densidad más baja, con un amplio espacio entre filas. Ya que las vides necesitan más distancia unas de otras, para encontrar menos competencia por los nutrientes y agua en el suelo circundante.

- Rioja Baja: Situada en el borde sureste de la región y con una menor elevación. La zona está fuertemente influenciada por un clima mediterráneo, de carácter más cálido y más seco.

Las temperaturas en el verano suelen alcanzar los 35°C. En los meses de verano y durante la temporada de crecimiento, la sequía puede ser un problema; Por otro lado, desde finales de 1990 se ha permitido el riego.

Tiene muchos suelos aluviales fértiles y está cargado de sedimentos. Aquí los vinos tienen buena capa de color. En boca son rico, jugosos. En el pasado esto vinos no tenían mucha acidez o aroma y se utilizan generalmente como componentes de mezcla con vinos de otras partes de la Rioja.


POSIBLE NUEVA ZONIFICACIÓN DE LOS VINOS DE RIOJA

La suma de los factores como el clima y el suelo, constituyen el concepto del terroir o terruño. Que es el principal factor de la calidad y tipicidad de un vino. Este concepto puede abarcar desde un determinado viñedo, como unidad elemental de producción, hasta una comarca más amplia, donde se agrupan los viñedos y las bodegas bajo una Denominación de Origen u organismo similar.

Un planteamiento viable seria establecer unas "Comarcas de Rioja" o "Valles de Rioja", que agrupasen los viñedos y los vinos que tengan un carácter similar, gracias a las condiciones del medio de cultivo tan cambiantes en una denominación de origen, con más de cien kilómetros de longitud y unas importantes diferencias de alturas, desde las orillas del río Ebro hasta las cotas más elevadas de Sierra Cantabria o del Sistema Ibérico dentro de la zona productora Rioja. Además de contar con suelos de diferente naturaleza y profundidad.

Podríamos diferenciar a grosso modo nueve zonas, atendiendo a criterios tan importantes como la naturaleza del suelo de cultivo (nutrición, fertilidad y disponibilidad de agua), el clima (mesoclima), la orografía (altitud y orientación).

1. Riberas del Oja y Tirón: Suelos Arcillo Calcáreos (Arcillas Blancas), y Aluvial Pedregoso (Cascajos).
2. La Sonsierra: Suelos Arcillo Calcáreos (Arcillas Blancas).
3. Alto Najerilla: Suelos Arcillo Ferrosos (Arcillas Rojas)
4. Ribera Occidental del Ebro
5. Ribera Oriental del Ebro
6. Laderas de Cameros Viejo
7. Ribera Alta del Cidacos
8. Monte Yerga
9. Cuenca alta del Alhama


VALLES DE LA RIOJA

La Rioja es un ente geográfico diferenciado dentro de la cuenca del Ebro. Unas murallas montañosas separan este trozo de la cuenca del gran río Ebro de las tierras sitas a Norte y Sur de su cuenca. Pero, La Rioja es también un trozo de cuenca distinto de una zona a otra. Debido a esto y frente a la tradicional división de la zona vitivinícola Rioja, en Rioja Alta, Baja y Alavesa, hemos querido aportar una visión más enfocada a la realidad del terruño, zonificación, comarcal, cultural y humana.

Por el lado Oeste del río no hay la menor duda. Las montañas se estrechan, a Norte y Sur, acercándose tanto al río que éste ha de pasar por un desfiladero: el de "Conchas de Haro". Es decir, que una muralla lo separa netamente de la parte de cuenca del Ebro sita más al Oeste, la correspondiente a la provincia de Burgos.

Más difícil es marcar el límite oriental, pues las tierras son más llanas, el clima más igual si se considera la parte que suele llamarse Rioja Baja, y la que más hacia el Este se denomina Ribera de Navarra. Pero si se tiene en cuenta que la línea del Ebro está formada por terrazas escalonadas, no ha sido difícil para los estudiosos encontrar líneas de separación entre La Rioja Baja y la Ribera Navarra aunque no cuadren exactamente con los límites administrativos.

Nos encontramos, pues, con una región natural formada por una serie de terrazas escalonadas, separada a Norte y Sur de las otras regiones naturales españolas por altas montañas, al Oeste por un desfiladero y al Este simplemente por pequeñas diferencias de nivel en algunas terrazas. Corriendo de Oeste a Este como una especie de gran columna vertebral: El río Ebro.

Ahora bien, en un estudio detallado conviene despiezar esta región y hacer las descripciones separando en alguna forma las comarcas. Y para ello se ha encontrado como mejor solución ir considerando los valles de los afluentes del Ebro dentro de La Rioja.

En el lado Norte del río no hay afluentes de importancia, por lo que la comarca que recibe el nombre de Rioja Alavesa en su mayor extensión se habrá de estudiar de una sola vez.

En el lado Sur, mucho más ancho, por estar los montes muy alejados entre sí, se suelen considerar siete afluentes dan lugar a siete valles, cada uno
con características peculiares, unas veces geográficas, otras históricas, otras simplemente turísticas.

Son estos siete valles en el mismo orden de la marcha del río, es decir de Oeste a Este:

- Valle del Oja: Que ha dado nombre a la región entera según algunos filólogos, aunque otro grupo no esté de acuerdo, no llega hasta el Ebro, pues el Oja no es afluente del Ebro sino subafluente, y termina en el río Tirón.

- Valle del Tirón: Que tal vez sea el que dio origen a los mejores y más antiguos vinos de Rioja, y que aún hoy tiene bodegas de las de más fama.

- Valle del Najerilla: Famoso históricamente ya que hubo en una ocasión un reino, el de Navarra, cuya capital o residencia real fue un poco itinerante. Los sepulcros de los reyes de Navarra se encuentran en Nájera, que fue una de las capitales del tal reino.

- Valle del Iregua: Un valle que en su mayor parte es montañoso, pasando a la parte más llana por una especie de pequeño cañón, de gran belleza; en la parte llana, ya en el Ebro, se encuentra la ciudad de Logroño, hoy capital administrativa.

- Valle del Leza: Pertenece ya a la plena Rioja Baja, que como su nombre indica, tiene menos altura que las comarcas situadas más al Oeste. Las huertas de este valle tuvieron mucha fama.

- Valle del Cidacos: Que contiene tierras feracísimas, donde lo mismo se producen hortalizas que espárragos, frutas que vino. Las mayores cooperativas de La Rioja se encuentran en este valle.

- Valle del Alhama: En cuanto se refiere a La Rioja, la impresión de que se trata de una entidad geográfica mutilada por las conveniencias administrativas. También tiene abundante vino.

De esta forma La Rioja, es ese trozo de cuenca del Ebro, tierra de transición, tierra de cruce de mentalidades distintas, tierra de hidalgos, tierra de trabajadores de la tierra, llena de monumentos valiosos y en la que se ha ido realizando una síntesis de los modos de ser de los habitantes de las regiones limítrofes: aragoneses, navarros, castellanos, vascos, dando lugar al riojano, abierto y cordial y, tal vez por lo rico de su tierra, amante de la gastronomía.

Paralelamente al estudio de las comarcas riojanas, naturalmente el de su producción vitivinícola antigua, pero a la vez moderna, con viñedos tradicionales y mecanizados y con bodegas más que centenarias, junto con otras creadas recientemente.


Vino Distercio Roble Riojano. Bodega Florentino Martínez Rubio. 2010. Tempranillo

- Bodega: Florentino Martínez Rubio C.B.
- D.O./Zona: D.O.Ca Rioja (España)
- Tipo de vino: Tinto con crianza
- Graduación (vol): 14%
- Varietales: Tempranillo
- Precio aproximado: 10,00 €

- Elaboración: Envejecido en barrica de roble riojano. El Distercio, nuevo vino de Bodegas Florentino Martínez, elaborado y criado en barricas de roble autóctono de los montes próximos a la bodega situada en la localidad de Cordovín en las estribaciones de la Sierra de la Demanda (Montes Distercios).

- Notas de Cata: Es un vino de color intenso con ribete de color picota. En nariz encontramos aromas dulces de la madera, vainillas, coco y canela, sobre un fondo de frutas rojas bien maduras y de repostería. En boca es un vino contundente y estructurado, donde degustamos las mismas sensaciones que anteriormente descubrimos con el olfato.


Vino Nada que Ver. Bodega Martínez Alesanco. 2014. Maturana Tinta

- Bodega: Martínez Alesanco
- D.O./Zona:D.O.Ca Rioja (España)
- Tipo de vino: Tinto con crianza
- Graduación (vol): 13,5%
- Varietales: Maturana Tinta 100%
- Precio aproximado: 6,50 €

- Elaboración: Es un vino original, diseñado a pie de viña ya que la variedad Maturana Tinta utilizada procede de la finca “el Hombo” en Badarán, La Rioja. Plantada sobre un suelo arcillo-calcáreo y una altitud de 700m. Fermentación y maceración en barricas de 225 lts. Después de una meticulosa elaboración y un delicado prensado el vino reposa en barricas de roble americano hasta su afinado, buscando con ello el equilibrio y la personalidad del “terroir”, además de un paso posterior a barricas nuevas de robles europeos donde tendrá lugar la fermentación maloláctica y su envejecimiento.

- Notas de Cata: Presenta un color rojo cereza picota muy intenso con reminiscencias violáceas que indica que todavía el vino mantiene su juventud. A copa parada encontramos matices y sutiles fragancias, a medida que se oxigena el vino aparecen aromas frutales, fruta madura y negra como grosella negra, mora, finas notas de flor de violeta, todo ello acompañado por dulces ahumados y acompañado por un fondo de hierbas aromáticas. En boca encontramos una entrada amplia y voluminosa, fresca y afrutada. Notas golosas, cacao, mentoladas, tanino graso y dulce muy fundido con la madera y un final largo y persistente que te invita a seguir bebiendo.


Vino Toluche Blanco Reserva. Bodegas y Viñedos Moral. 2008. Viura

- Bodega: Bodegas y Viñedos Moral, S.L:
- D.O./Zona: D.O.Ca Rioja (España)
- Tipo de vino: Blanco con crianza
- Graduación (vol): 13,5%
- Varietales: 100% Viura
- Precio aproximado: 

- Elaboración: Bodegas y Viñedos Moral elabora actualmente, bajo la marca Toluche. Vinos blancos monovarietales con las últimas tecnologías para extraer los máximos aromas de la fruta. Vinos tintos jóvenes, crianzas y reservas, finos y elegantes.

- Notas de Cata: Vino blanco seco, de color amarillo dorado brillante e intenso. Su aroma combina la fruta madura con tostados de la madera. Estructura equilibrada en boca, con buena acidez que le da frescura y persistencia. Servir entre 10º a 14º C.


Octogenarius. Bodegas Gama C.B (Cardenas) 2013. Garnacha

- Bodega: Bodegas Gama C.B (Cardenas)
- D.O./Zona: D.O.Ca Rioja (España)
- Tipo de vino: Tinto con crianza
- Graduación (vol): 14,5%
- Varietales: 100% Garnacha
- Precio aproximado: 44,00 €

- Elaboración: Éste es un proyecto muy personal de dos pequeños viticultores que intentamos salvar las pocas cepas casi centenarias en peligro de extinción. Este vino es fruto del trabajo de sus antepasados y refleja toda la tradición e historia de las cepas que han hecho grande a esta región. Año de plantación: 1930; Vendimia en cajas de 10Kgs; Despalillado grano a grano; Producción: 1.748 botellas; Maduración: 12 meses en barrica de roble nuevo. Es un vino único, que muy pocos podrán probar, por ser escaso de producción con menos de 2.000 botellas, en edición numerada.

- Notas de Cata: Octogenarius expresa todos los sabores y aromas de la Garnacha centenaria del los valles del Najerilla y del Cárdenas.


Vino Familia Villar Santamaría 2012 Monastel de Rioja

- Bodega: Familia Villar Santamaría
- D.O./Zona: D.O.Ca Rioja (España)
- Tipo de vino: Tinto con crianza
- Graduación (vol): 13,5%

- Varietales: Monastel 100%
- Precio aproximado: 11,00 €

- Elaboración: Las cepas de monastel se encuentran en parcelas pequeñas y dispersas entre cepas de tempranillo y garnacha, diseminadas por los cerros del terreno dificultando mucho la vendimia manual. Se plantaron las cepas de monastel a principios del siglo XX después de la filoxera y en ellas se encuentran otras variedades de uva muy extrañas.

El suelo es arcillo ferroso (color rojizo) con profundidad media. Pluviometría de 400 a 650 litros/m2 por año. Producción muy escasa (900 kilos por hectárea) con granos sueltos y uvas poco pesadas.

Hacienda pequeña de 7 hectáreas en el pueblo de Camprovin al que los pobladores romanos en el siglo IV le pusieron el nombre de “Campo para viña”, “Campus pro vinae”. Se encuentra en la Rioja Alta lindando con la sierra de Cameros a una altitud entre 600 y 750metros sobre el nivel del mar, siendo de los viñedos más altos de D.O.C. Rioja.

- Notas de cata: Color granate muy cubierto, limpio y muy brillante. Aromas melosos, dominando los frutos negros maduros, sobre todo las moras. En boca tiene una entrada potente y golosa, posteriormente aparecen minerales, sales y frutas negras, terminando con un final largo y ligeramente ácido que ayuda a salivar.

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