DIFERENCIA ENTRE VINOS ITALIANOS, ESPAÑOLES Y GASTRONOMÍA
Se conoce como dieta mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos, especialmente: Italia, España, sur de Francia, Portugal, Grecia y norte de África Malta. El 16 de noviembre de 2010 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en Nairobi, Kenya.
Las características principales de esta alimentación son un alto consumo de productos vegetales (frutas, verduras, legumbres, frutos secos), pan y otros cereales (siendo el trigo el alimento base), el aceite de oliva como grasa principal y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
Las propiedades saludables que se le atribuyen se basan en la constatación de que, aunque en los países mediterráneos se consume más grasa que en los Estados Unidos, la incidencia de enfermedades cardiovasculares es mucho menor. Las causas de tales propiedades parecen estar en el mayor consumo de productos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, presentes en el aceite de oliva (que reduce el nivel de colesterol en sangre). También se atribuye al consumo de pescado, en especial pescado azul, rico en ácidos grasos ω-3 y, finalmente, al consumo moderado de vino tinto (por sus antocianos).
El vino también está asociado a otro efecto cardioprotector denominado la paradoja francesa. Parece ser que la dieta mediterránea está asociada con un menor riesgo de deterioro cognitivo leve tanto durante el envejecimiento como durante la etapa de transición entre la demencia o deterioro cognitivo leve a la enfermedad de Alzheimer.
El vino también ofrece otros beneficios para la salud como cuando se dice que el vino hace buena la sangre, esto no solo se trata de una expresión popular, sino que el vino contiene entre 5 y 10 mg/l de hierro, y el hierro es un componente fundamental de la hemoglobina que transporta a todos los tejidos del cuerpo el oxígeno que necesitamos día tras día.
El vio también contiene otros elementos minerales útiles para el organismo como cobre, potasio (que contrarresta la retención de agua), magnesio (que es purgante, diurético y refuerza las defensas inmunitarias), cromo, magnesio, zinc.
Si bien es cierto que el vino en grandes cantidades daña gravemente el aparato digestivo, en cantidades moderadas, por el contrario, contribuye a la digestión. El alcohol del vino estimula la producción de saliva, que contiene ptialina, una enzima responsable de una primera e importante acción digestiva sobre los alimentos. Además los polifenoles del vino aportan una función protectora de la mucosa gástrica, desarrollando, entre otras, una acción preventiva sobre las úlceras provocadas por el uso de fármacos a base de ácido acetilsalicílico. Junto a esto, se puede añadir que el vino favorece el metabolismo de las grasas, las proteínas y los azúcares.
El vino ayuda a reforzar las defensas inmunitarias, porque sus propiedades antisépticas que actúan contra numerosas bacterias y propiedades antivirales gracias a sus taninos. También debido a su contenido en polifenoles, el vino cuenta con propiedades antioxidantes que contrarrestan el proceso de envejecimiento de las células.
Para finalizar, el vino produce bienestar su color, sabor y aromas despiertan en muchos amantes del vino sensaciones placenteras y de bienestar que estimulan la producción de endorfinas por parte del cerebro y ayudando al organismo a reaccionar más rápidamente frente a las enfermedades.
- ¿Cómo somos los españoles y los italianos en la cocina?: La Dieta Mediterránea se conoce en todo el mundo por sus propiedades saludables y beneficios para nuestro organismo, debido principalmente a la calidad y frescura de nuestros alimentos usados en cocina. Ambas gastronomías están inspiradas en platos españoles e italianos pero, con algunas variedades y aportaciones de otras gastronomías como las de Grecia o Marruecos. No obstante, existen algunas diferencias entre estos países.
- ¿Qué podemos decir sobre la pasta?: La pasta es uno de los alimentos más usados y famosos en la comida italiana, no existe duda al respecto. Aunque, la forma de cocinar la pasta en Italia es diferente a la española. En España se suele dejar hervir durante bastante tiempo la pasta, hasta que está suave o mucho más blanda; los italianos adoran cocinar la pasta un poco más dura, tal y como ellos dicen “al dente”. Otra de las especialidades en Italia es la conocida pizza, este es el símbolo de Italia, como lo es la paella en España.
- ¿Cuál es el orden de los platos o del menú?: El menú en Italia o España consta de tres platos principales, para comenzar el entrante, el plato principal y el postre en todas las raciones, en cambio estas suelen ser más pequeñas, por ejemplo, en países como Reino Unido.
Los entrantes españoles más tradicionales son las tapas. La cultura española utiliza las tapas como acto social en muchas ocasiones, para comer en familia o con los amigos, ya que se trata de un momentos más sociales que de propia alimentación por necesidad, podríamos decir. Así pues, las tapas españolas permiten compartir comida con otras personas, creando un vínculo de afecto mediante la cocina. Las tapas más populares podrían ser la tortilla de patatas, las aceitunas, los calamares a la planca o romana, el jamón Serrano o la adorada tapa de ensaladilla rusa.
Respecto a Italia, podemos encontrar el “antipasti”, servido previo al primer plato para ir “abriendo boca”. El antipasti incluye carnes y derivados y vegetales encurtidos, tales como el prosciutto, los embutidos y los pepinillos o cebolletas.
- Para picar entre horas: Los italianos tienen por costumbre reunirse con gran frecuencia después del trabajo o antes de ir cenar para tomar un ligero aperitivo y socializarse con los suyos. Lo más típico en Italia es pedir un Spritz, se trata de un cóctel típico del noroeste de Italia aunque muy popular en toda Italia. El Aperol también es muy famoso, un vino blanco con un poquito de soda, con una aceituna y un hielo, este es la alternativa a la famosa caña en España.
- Los platos principales: Una vez terminados los entrantes, en ambos países se tienen una gran variedad de platos principales a elegir. Debemos decir que la gastronomía o cocina italiana no está basada solamente en pastas o pizzas como muchos creen, sino que Italia posee gran variedad de platos deliciosos elaborados con cereales, verduras, carnes o pescados. El arroz es consumido en abundancia, así como la carne, entre los que encontramos platos como el Ossobuco, el bistec a la Fiorentina. Y como no, el Tiramisú y los helados son los postres más consumidos, así como los sabrosos y deliciosos cafés italianos.
En España, los platos elaborados con legumbres son muy consumidos, como los cocidos o potajes. Por norma general, las legumbres se conservan secas y se ponen en remojo para hidratarlas la noche antes de cocinarlas. Los cereales también conforman gran parte de nuestra cocina, dando lugar a magníficos arroces. La paella es probablemente uno de los platos más conocidos de la cocina española en el mundo entero, además de la sangría.
En lo que respecta a las carnes, comentaremos que España es una de las grandes productoras en Europa y, posee una carne autóctona de gran valor, el carne ibérica.
Finalmente, en lo referido a la bebida española por excelencia y adorada en el extranjero es la Sangría.
- Los horarios y hábitos: Respecto a las horas para comer, los españoles comemos más tarde que los italianos, suele ser entre las 14:00 y 15:00h tres mientras que los italianos lo suelen hacer un poquito antes, sobre las 13.00h aproximadamente. Lo mismo sucede a la hora de cenar, en Italia suele ser un poco más temprano, sobre las 19:00 y las 20:00h, a diferencia de España, donde normalmente cenamos sobre las 21:00h los que antes lo hacen.
Para concluir, la comida juega un papel muy importante como hemos podido ver en ambas culturas. Para ambos la sobremesa y el acto de socializar es una forma de ser.