TURISMO EN CUDILLERO, EL PUEBLO PESQUERO MÁS BONITO DE ASTURIAS
Cudillero es un pintoresco pueblo de pescadores construido en las empinadas laderas de 3 montes que rodean a la ciudad a modo de anfiteatro y que miran al mar Cantábrico. El "anfiteatro" son sus admirables casas colgantes de diferentes colores, que invita a perderse por sus estrechas callejuelas.
La villa vive alrededor de su animado puerto y de la plaza de La Marina, donde abundan buenos restaurantes y bares. Es un placer para los sentidos pasear entre las casa de los pescadores, con sus redes de pesca y con los "curadillos", que son pequeños peces normalmente escualos, deshidratados al aire que era la forma de curación de antaño.
Aún hoy, cuando llegan los barcos, suele haber un camión frigorífico esperando en la lonja dispuesto a llevar el mejor pescado a otros puntos de España, principalmente Madrid.
Aunque no sólo la villa y sus playas tienen encanto en Cudillero, también es destacable el Palacio de los Selgas. Un palacete del siglo XIX, conocido como el Versalles asturiano, con mobiliario de época y jardín a medio camino entre racionalista francés y romántico inglés, con sus sendas, sus grutas artificiales, sus estanques, sus dioses y puentecillos.
Lo más admirado de las colecciones del palacio son los excelentes cuadros que cuelgan de sus paredes, entre los que hay dos obras de extraordinario interés: el general Ricardos, de Goya, y La Asunción, del Greco.
El interior es de gran luminosidad y posee una gran riqueza ornamental, con suelos de maderas nobles, techos pintados al fresco con alegorías de gusto modernista, salones con vitrinas y suntuoso mobiliario, objetos artísticos y una magnífica colección de libros de filosofía, ciencia e historia.
HOTELES
- Hotel Casona de la Paca (3 estrellas - El Pito S/N - 33155)
- Hotel Casona Selgas (2 estrellas - Calle San José 4 - 33150)
- Hotel Casa Prendes (2 estrellas - Calle San José 4 - 33150)
- Hotel La Casona de Pio (2 estrellas - Calle Riofrío 3 - 33150)
- Hotel Casa Vitorio (2 estrellas - Avenida Selgas S/N - 33154)
- Hotel Alvaro (1 estrella - Avenida Selgas S/N - 33154)
PLAYAS
- Playa del Silencio
- Playa de Gueirúa
- Playa de la Concha de Artedo
- Playa de San Pedro de la Rivera
RESTAURANTES
- Cabo Vidio (Dirección: Ovinana / Oviñana, 33156, Cudillero, España)
- El Rincon de Berto (Dirección: Calle Suarez Inclan 19, 33150, Cudillero, España)
- Bar Casa Julio (Dirección: Plaza la Marina 7, 33150, Cudillero, España)
- El Remo (Dirección: Calle Fuente de Abajo 9, 33150, Cudillero, España)
- Opera Cudillero (Dirección: Plaza de la Marina Nº3, 33150, Cudillero, España)
- El Pescador (Dirección: Calle 79, 33150, Cudillero, España)
- Restaurante El Cafe de Oviñana (Oviñana) (Dirección: La Plaza Oviñana s/n / Frente a la Iglesia, 33156 Oviñana, Cudillero, España)
- El Faro (Dirección: Calle Riofrio 4, 33150, Cudillero, España)
- Mesón El Carbayu (Dirección: La Atalaya, 8, 33154, Cudillero, España)
- Casa Mari - Sidrería (Dirección: Calle Riofrio 2, 33150, Cudillero, España)
FIESTAS Y TRADICIONES
- Feria de San Martín, que se celebra el 11 de noviembre.
- Jornadas de la Merluza del Pinchu, durante el mes de junio.
- Fiesta del Curadillo, que tiene lugar durante los meses estivales.
QUDILLERO QUE VER
- Cómo Llegar: Se debe acceder por la N-632 / E-70 tanto si se viene del oeste como del este. Si se llega en coche, es recomendable dejarlo en el amplio aparcamiento del puerto ya que las calles de Cudillero son empinadas y estrechas. El aeropuerto de Asturias se encuentra a tan solo 20 minutos en coche de Cudillero.
- Geografía: Su relieve se divide en tres partes. La primera es la rasa litoral que se eleva unos 100 metros sobre el nivel del mar con unos acantilados a veces rotos por numerosas playas o ensenadas, destacando en su geografía costera el Cabo Vidio (Cabu Vidíu en asturiano). En una segunda parte los valles interiores de gran fertilidad, atravesados por los ríos Esquieru, Uncín, Ferrera y Piñera. Su tercera parte más al sur, es la zona montañosa con sus picos Peñas de Cueto de 783 metros y Pico Paradiella de 720 metros que son las mayores altitudes de concejo.
Parte de su costa está declarada Paisaje Protegido y la turbera de las Dueñas está considerado Monumento Natural.
Tiene buenas comunicaciones como la N-632 y está a una distancia de 56 kilómetros de Oviedo.
- Evolución demográfica: Este concejo ha pasado por las mismas fases de emigración que todos los concejos que están situados en la misma zona de la costa Asturiana.
En las primeras décadas del siglo XX, alcanza su cota máxima con 11.150 habitantes, pasando luego a una época migratoria en la que pierde unas 1.000 personas y llegando a su última fase que es un éxodo de emigración, pero que se concretó en la población del campo, empezando una etapa de retroceso demográfico.
Las tres fases de emigración se movieron según las oportunidades de trabajo del momento. En la primera fase fue una emigración hacia Hispanoamérica, la segunda fase a los países centro europeos y la tercera a los centros industriales de la región.
Este concejo también conoció a las familias indianas, a quienes la suerte les fue propicia, siendo a su vez grandes benefactoras de su lugar de origen, colaborando en la construcción de edificios escolares, viviendas y en cualquier actividad sociocultural y recreativa.
Como casi todos los concejos costeros, la mayoría de sus núcleos están en las zonas rasas de la costa, siendo su núcleo más representativo la villa de Cudillero.
- El gentilicio: Su nombre de pixueto/a (del asturiano pixuetu -a -o) es debido a que es gente que ha vivido de la pesca (pix: pez, uetus: actividad) para que se diferencien del resto de habitantes del municipio que tienen actividades agrícolas o ganaderas. A los habitantes de la parte alta de la villa (La Cai), dedicados tradicionalmente en muchos casos a actividades comerciales, se les denominaba caízos/as.
Otra teoría afirma que este gentilicio proviene del término pixín, palabra asturiana para denominar al rape, pez muy pescado en el lugar.
- Economía: Su economía se basa en la agricultura y la ganadería, su flota pesquera fue más importante antes que ahora y otro sector que está creciendo en los últimos años es el turismo.
- Transportes / Ferrocarril: Por el concejo pasa la línea Ferrol - Gijón que cuenta con los apeaderos de Ballota, Santa Marina, Novellana, Valdredo, San Cosme, San Martín de Luiña, La Magdalena, Villademar y El Pito-Piñera, y las estaciones de Soto de Luiña y Cudillero. En todas ellas efectúan parada los regionales Ferrol - Oviedo, y además existe la línea de cercanías Gijón - Cudillero, con parada en "El Pito-Piñera" y en la propia estación de Cudillero.
PRINCIPALES OBRAS ARQUITECTÓNICAS DE CUDILLERO
- La capilla del Humilladero: Es gótica pero muy reformada. Su estructura es de planta cuadrada con contrafuertes y bóveda de ojivas. Tiene un retablo de los siglos XVI o XVII.
- La iglesia de San Pedro: Es gótica pero del siglo XVI, está costeada por las personas del pueblo. Su estructura es de nave única con bóveda de crucería y ábside semicircular. Durante la Guerra Civil fue incendiada y vuelta a construir. En fechas recientes ha sido sometida a un proceso de restauración.
- La iglesia de San Martín de Luiña: Del siglo XVIII, es de planta de cruz latina con tres naves, los muros son de mampostería revocados y sillar que queda a la vista en cornisas, arquerías y pilares. Todo se cubre con bóveda menos el crucero con cúpula. Tiene pórticos laterales que se abre en tres arcos de medio punto sobre pilares. La decoración esculpida está en la puerta con pilastras acanaladas y molduras de oreja. Tiene tres buenos retablos barrocos.
- La iglesia de Santa María de Soto de Luiña: Es Monumento Histórico Artístico, su estructura es de nave única, doble crucero y cabecera semicircular. Tiene una torre cuadrada de tres pisos, en los dos superiores con hornacinas y entre ellas ventanas rectangulares, la torre se completa con cornisa de piedra y con gárgolas en forma felina. Tiene retablos barrocos del siglo XVIII, el mayor dedicado a la Virgen de la Humildad que se adapta a la forma del ábside.
- La casa rectoral: Junto a la iglesia es Monumento Histórico Artístico, de planta rectangular y dos pisos de mampostería con enmarques de piedra. Su cornisa tiene triglifos y metopas. El edificio fue restaurado y se dedicó a casa de cultura y museo, donde se muestra una variada colección de escultura, ornamentos sagrados y orfebrería.
- La Quinta de Selgas: del siglo XIX, actualmente abierta como museo y gestionada por la Fundación Selgas-Fagalde; recibe unas 24.000 visitas al año. La quinta está totalmente cercada con dos puertas monumentales. La principal al sur, con un arco triunfal con tres vanos adintelados, uno de puerta y los otros a los lados, todos enrejados.
El entablamento está sostenido por pilastras y sobre él se colocan jarrones. En la puerta lateral predomina el trabajo de hierro forjado, dos grandes pilares delimitan la reja central y sostienen dos leones alados. El palacio es de planta rectangular de dos pisos, ático y un bajo que actúa de zócalo. La fachada principal se adelanta desembocando en una puerta hacia la escalinata central de piedra. Se abren tres puertas en cada piso dispuestas en arco con frontones curvos.
Su interior se ha comparado con un museo por la calidad y cantidad de todo su mobiliario, con algunas pinturas importantes como el primer cuadro de Goya que se conoce (Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes), una Asunción de la Virgen de El Greco, ejemplos de Luis de Morales, Luca Giordano y Corrado Giaquinto, y varios modelos reducidos de Vicente Carducho para el gran ciclo pictórico de la Cartuja de El Paular, sita a las afueras de Madrid. A los lados de la fachada posterior, se levantan dos pabellones de un piso sobre zócalo: el pabellón de Tapices y el palacete.
Su jardín es una mezcla francés y pintoresco. El edificio está en el punto central y dominante del jardín francés y un poco más alejado el pintoresco en el que parece que se impone la naturaleza. En el jardín hay caminos irregulares, grutas artificiales, estanques, ríos y puentecillos. Los planos de esta casa fueron del propio Fortunato Selgas. También fue el autor de los planos de las escuelas del Pito y de la iglesia de Jesús Nazareno, en cuyo altar se encuentra una importante pieza pétrea de época prerrománica, del siglo VIII, proveniente de la iglesia de Santianes de Pravia.
HISTORIA
- Prehistoria y romanización: La vida de este concejo siempre estuvo unida al de Pravia, hasta el siglo XVIII, por ello es muy difícil encontrar unos datos que se refieran sólo el actual concejo de Cudillero, ya que su término municipal no tiene vida autónoma hasta el siglo XIX.
No existen restos humanos prehistóricos en lo que entendemos por tierras actuales de este concejo, pero si los encontramos en los concejos limítrofes.
Es en la época castreña donde encontramos los primeros restos de este concejo, encontrándose dos castros que son: Los castros de La Garita y La Cavona. Hace relativamente poco se descubrió otro yacimiento, el de Gurión. Todos estos emplazamientos parecen de tipo prerromano.
Los restos de la época romana aquí, en esta zona están muy difuminados.
- Edad Media y Moderna: Los primeros datos los encontramos en la Edad Media, en lo referente a las actuales tierras de Cudillero. En el límite de dos poderosas entidades eclesiásticas la de Oviedo y la de Pravia es donde surgiría un pequeño puerto pesquero que hoy ostenta la capitalidad.
Será en el siglo XIII, cuando se iniciara un periodo de transformaciones en este sector. Es en esta época cuando se funda la puebla de Pravia y a partir de entonces todas las tierras del actual Cudillero estarán integradas en Pravia. La primera noticia relativa a la ya existencia de la localidad de Cudillero es la que se refiere a una donación al monasterio tinetense en 1285. Toda la población estaba volcada en la pesca y todo este desarrollo tuvo que estar mediatizado por la poderosa familia de Omaña, que ejercieron su poder en la región en esta época.
En el siglo XV, Cudillero ya estaba consolidado como puerto pesquero y solicitó la concesión del alfolí de la sal que la tenía monopolizada la capital praviana. La concesión no llega a efectuarse nunca.
En la Edad Moderna, Cudillero ya está consolidada, siendo el centro pesquero Asturiano y aparecen una serie de edificaciones como la iglesia de San Pedro edificada por sus habitantes. También se construye un muelle en el puerto y el castillo de San Juan para defenderse de las incursiones inglesas.
En el siglo XVIII, las gentes del lugar ofrecieron 1.000 doblones por segregarse de la jurisdicción del concejo de Pravia ya que no podían nombrar sus cargos, pero esto no llegaría hasta 100 años más tarde. En esta época sólo había un coto en este territorio que era perteneciente a un miembro de la poderosa familia Omaña.
- Siglo XIX en adelante: n el XIX, llega la deseada autonomía municipal de Cudillero, en parte debido a la importancia del puerto pesquero y se plantea la necesidad de ampliar el puerto, cosa que no llegaría hasta el siglo XX.
En el XX, se adjudicó la construcción de un nuevo puerto, los trabajos fueron en diferentes fases y acabaron en el ochenta. También se remodela la carretera a Galicia.
PLAYA DEL SILENCIO
La playa del Silencio, también conocida como El Gavieru, está situada en el concejo de Cudillero, Asturias, España. Forma parte de la Costa Occidental de Asturias y está catalogada como Paisaje protegido, ZEPA y LIC.
Es una playa paradisíaca a la que todavía no ha llegado la masificación. Tal es así que hasta hace diez años era frecuentada por personas que practicaban el nudismo. Pero en los últimos años parece que se invirtiera la situación, pues en los mejores días de verano puede estar abarrotado de coches aparcados durante todo el camino de acceso a la playa. Quizás una de las razones de esta tendencia esté en el fomento que se realiza desde el Principado de Asturias para mejorar los accesos a las playas. Sobre todo tras la aprobación del Plan de Ordenación del Litoral Asturiano (POLA) por parte de la Administración de esta Comunidad Autónoma, que contempla la realización de una serie de infraestructuras en este sentido: sendas costeras, aparcamientos, miradores, etc.
Pese a todo no cuenta todavía con servicio alguno. Para llegar a la playa hay que ir al pueblo de Castañeras en el concejo de Cudillero. La playa es de cantos rodados y en la parte derecha se puede ver una montaña con una parte de acantilado. Debido a la claridad de sus aguas se puede practicar el submarinismo o pesca submarina, actividad que para practicarla precisa de la correspondiente licencia del Principado de Asturias, en aras de preservar la riqueza de los ecosistemas de la que hace gala la mayor parte de la costa asturiana. Enrique Ros Wagener la ha fotografiado.
LA QUINTA - PALACIO DE LOS SELGAS
La Quinta de Selgas es un conjunto de palacio y finca ajardinada situado en El Pito, pequeña población del concejo de Cudillero (Asturias, España). Se construyó entre 1880 y 1895 por iniciativa de los hermanos Ezequiel y Fortunato de Selgas: el primero, empresario de éxito en Madrid, puso los medios económicos para realizar el proyecto, mientras que el segundo, historiador y aficionado al Arte, fue quien elaboró el trazado, de diseño historicista.
La mansión conserva casi intacta su decoración original, y alberga pinturas de grandes maestros como Goya, El Greco, Luca Giordano, Corrado Giaquinto y Vicente Carducho, las arropa un variado muestrario de muebles, textiles, objetos de orfebrería y vidrio, abanicos y porcelana europea y oriental. Un pabellón vecino remozado exhibe una colección de tapices y acoge exposiciones temporales. Los jardines de 90.000 metros cuadrados suponen un compendio del paisajismo europeo y se cuentan entre los más relevantes de España.
- Palacio, Pabellón de Tapices y jardines: La Quinta está cerrada con un muro en todo su perímetro y cuenta con dos puertas monumentales. La principal se orienta al sur y adopta la forma de un arco triunfal de notable altura rematado en semicírculo. Tiene tres vanos adintelados: Uno central más alto, que es la puerta practicable, y dos vanos a los lados que parecen ventanas, al cerrarse con reja sobre zócalo. Sobre la puerta central se ve una hornacina con un busto escultórico, y la flanquean dos relieves copiados de piezas antiguas conservadas en el Museo del Prado: un mármol helenístico de tema báquico, y una escena de niños diseñada por François Duquesnoy. El entablamento está sostenido por pilastras encastradas y sobre él se yerguen jarrones de piedra. Por su frente interior toda esta puerta ha sido pintada de colores blanco y verde, en un vistoso contraste. Desde este acceso arranca el llamado jardín francés, de gran longitud, que realza la vista del palacio a lo lejos mediante el efecto de perspectiva, al cual contribuyen las estatuas alineadas y las formas geométricas del césped y de los parterres de flores.
La puerta lateral, ubicada en otro punto del perímetro, da más énfasis al trabajo de hierro forjado; dos grandes pilares delimitan la reja central y los coronan sendos leones alados.
- El palacio: Exteriormente, la vivienda imita las mansiones francesas del primer Neoclasicismo, de acuerdo al revivalismo de estilos pasados que fue habitual en la Europa del siglo XIX. Es de planta rectangular y consta de planta baja, dos pisos y ático. La fachada principal se ordena verticalmente en tres planos, de los cuales el central avanza ligeramente hacia una escalinata de piedra que desciende al jardín. En cada piso se abren tres puertas: las de la planta baja se rematan en arco de medio punto y las superiores adinteladas (con balcones de forja) se realzan con frontones curvos.
Los interiores de la mansión se han comparado con un museo por la calidad y cantidad de su mobiliario, enseres y piezas artísticas. Los salones y dormitorios recrean estilos pasados, mayormente franceses; desde el más sobrio de la época de Luis XIII en el recibidor, hasta el estilo Luis XVI en el Salón de Baile. Diversos ornamentos se elaboraron por encargo y lucen la inicial S del apellido Selgas. Este es el caso de la vidriera que preside la escalera principal, y las tapicerías de los asientos del Salón de Baile. Este es sin duda el espacio más ostentoso de la casa; pensado para las grandes citas sociales, las hojas de sus puertas se cubren con grandes espejos y las paredes adoptan formas arquitectónicas mediante boiseries pintadas en oro y tonos claros.
En un recorrido por la casa, llaman la atención los techos pintados con motivos alegóricos por Casto Plasencia, los suelos de parqué con marquetería de colores, y los textiles de Aubusson; conforman ambientes lujosos en los que se despliegan abundante mobiliario (a destacar las camas con dosel), cerámicas chinas, porcelanas de Sèvres y del Buen Retiro, objetos de vidrio y orfebrería, abanicos y múltiples recuerdos de la época, como una colcha regalada a los Selgas por la reina Isabel II de España. La casa guarda además un fondo bibliográfico que ha sido estudiado por la Universidad de Oviedo.
Pero lo que da notoriedad a la Quinta es, junto con sus jardines, la colección de pinturas próxima a 200 piezas. Entre las más valiosas sobresale el primer cuadro importante que realizó el joven Goya: Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes, obra con la cual el maestro aragonés, todavía poco conocido, participó en un concurso en Parma en 1770. Fortunato de Selgas la adquirió a bajo precio, ignorando su autoría; que no sería desvelada hasta 1993. Durante un periodo de seis años, este cuadro está cedido en préstamo al Museo del Prado, como parte de un acuerdo que incluye la restauración de varias obras de la colección y la celebración en la Quinta de dos exposiciones con obras del museo madrileño. La mansión custodia un segundo ejemplo goyesco: una versión del Retrato del General Ricardos, del cual existe otra en el Prado.
Otra pintura a reseñar en la Quinta es una Asunción de la Virgen de El Greco, que fue sustraída de la mansión en 1936 y recuperada en Estados Unidos cuarenta años después. Cuelgan también ejemplos de Luis de Morales (Ecce Homo), Pieter Snayers (dos paisajes), Rosa de Tívoli, Luca Giordano (Diana curada por Endimión), Juan Carreño de Miranda (Retrato de Carlos II), José Antolínez y Corrado Giaquinto. Destacan también una gran Adoración de los magos de Theodoor van Loon y varias pinturas de pequeño formato pintadas por Vicente Carducho como modelos para el gran ciclo pictórico de la Cartuja de El Paular, sita a las afueras de Madrid. Una copia del Retrato de Felipe II que pintó Tiziano (Museo del Prado) parece del siglo XVII y algunas reseñas la atribuyen a Rubens.
- Pabellón de Tapices: A los lados de la fachada posterior, se levantan dos pabellones de un piso sobre zócalo: el Pabellón de Tapices y el Pabellón de Invitados. El primer edificio alberga diversos tapices, casullas y demás ejemplos de textiles antiguos. Remozado en fecha reciente, suele acoger muestras temporales entre las que destacan dos con préstamos del Prado: en 2012 albergó una exposición de bodegones de Luis Meléndez, y en 2016 otra con once retratos igualmente procedentes del Prado, de autores como El Greco, Alonso Sánchez Coello, Juan Carreño de Miranda y Joaquín Sorolla.
Seis de los tapices de la Quinta, de manufactura flamenca, han sido restaurados por la Real Fábrica de Tapices de Madrid, donde se exhibieron temporalmente una vez reparados.
- Jardines: A grandes rasgos, los jardines alternan el estilo geométrico francés del siglo XVIII, cuyo paradigma es Versalles, y el estilo romántico o pintoresco que se puso de moda en el Reino Unido durante el XIX. Ocupan una extensión de 90.000 metros cuadrados y los tachonan diversas especies arbóreas de origen exótico, como sequoias, palmeras, araucarias, cedros del Atlas... En 2006, el conjunto de jardines de La Quinta de Selgas fue elegido como «El mejor jardín español» por la Fundación Amigos del Real Jardín Botánico de Madrid.
El palacio está en el punto central y dominante del jardín francés, y un poco más alejado se halla el jardín pintoresco, en el que parece que se impone la naturaleza. En él hay caminos irregulares, grutas artificiales, estanques, ríos y puentecillos. Los diseños de jardinería corrieron a cargo de un experto muy solicitado en Madrid, el francés Henri Rigoreau Jouvert, pero los planos de la casa fueron ideados por el propio Fortunato Selgas. También él fue el autor de los planos de las escuelas del Pito y de la iglesia de Jesús Nazareno, en cuyo altar se encuentra una importante pieza pétrea de época prerrománica, del siglo VIII, proveniente de la iglesia de Santianes de Pravia.
El jardín se estructura en tres zonas, cada una de ellas desarrollada con los preceptos de los tres principales estilos jardinísticos de época moderna, italiano, francés e inglés, por lo que la finca es un verdadero compendio de la historia de la jardinería en Europa.
El jardín francés se sitúa frente a la fachada sur del palacio, con una amplia avenida versallesca a modo de tapis vert, bordeada de setos de camellia japonica y decorada con fuentes, estatuas y jarrones.
El jardín italiano se encuentra en la parte posterior del palacio, delimitado por cuatro pabellones en los ángulos, con un estanque cuadrilobulado en el centro, y un conjunto de terrazas, escalinatas y balaustradas.
Por último, el jardín inglés se halla en la zona oriental del recinto, con un trazado más irregular y plantaciones de árboles exóticos, junto a amplias praderas; recorre este espacio un río que va formando lagos, y acoge también un templete clásico sobre una gruta de rocalla con acuarios en su interior.
- Apertura como museo: La Quinta fue propiedad de la familia Selgas hasta 1992, en que pasó a ser propiedad de la Fundación Selgas-Fagalde. Este organismo está compuesto por miembros de la familia y responsables públicos. La Quinta se abrió como museo en 2002 y ha llegado a recibir unas 24.000 visitas al año. Debido a reparaciones graduales y cuestiones logísticas no suele abrir de manera continuada, por lo cual se recomienda a los visitantes consultar fechas y horarios antes de acudir.