CATA DE VINOS DEL MEDITERRÁNEO EN ESPAÑA O LEVANTE
Excelente cata y extensa presentación de "Vinos del Mediterráneo en España", dirigida por un técnico en vitivinicultura a estudiantes, enólogos, viticultores y sumilleres en el instituto de I.E.S La Laboral en Lardero (La Rioja). Llegamos a la conclusión de que el Mediterráneo o Levante español es una zona amplia, de gran producción vinícola y vocación fundamentalmente exportadora, que cuenta con variedades de uva autóctonas, alguna de ellas notables por sus resultados. El Levante se extiende a lo largo de la costa e incluye las comunidades autónomas de Valencia, Murcia y, en el caso de Jumilla, parte de Albacete, y Almansa en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
Las Denominaciones levantinas suelen ser áreas demarcadas de gran tamaño, con varias subzonas, situadas en las Comunidades Autónomas de Valencia, Murcia y en la zona este de Castilla-la Mancha. Su climatología es claramente mediterránea, con lluvias escasas, abundantes horas de sol despejado, gran luminosidad y temperaturas medias agradables y cálidas, si bien las comarcas interiores pueden presentar rasgos climáticos de tipo continental, moderados por la influencia del mar. Algunas de estas Denominaciones tienen un carácter claramente autonómico y regional. Agrupan viñedos muy diferentes entre sí, sin un carácter homogéneo o demasiados rasgos de tipicidad común, sobre todo las situadas en la Comunidad Autónoma de Valencia.
- Mestizaje Blanco 2016 Bodegas Mustiguillo. Merseguera 100%
- Cullerot 2016 Bodegas Celler del Roure. D.O. Valencia.
- Pedrera Alta 2015 D.O.P Jumilla. Monastrell 100%
- Castaño Colección 2014 Bodega Familia Castaño. D.O. Yecla
- Parotet 2015 Bodega Celler del Roure. D.O. Valencia.
- Imagine 2012. Bodegas Gutiérrez de la Vega. Giró 100%. D.O. Alicante.
- Bobos Bodega Finca Casa la Borracha 2016. Bodegas Hispanc+Suizas. Bobal 100%. D.O. Utiel-Requena.
- Paraje Tornel 2014. Bobal 100%. D.O. Utiel-Requena.
Los vinos del "Mediterráneo en España" o "Levante español", son aquellos que proceden de la zona de España cercana a la costa mediterránea y que comprende los territorios de Cataluña (excepto la provincia de Lérida), Islas Baleares, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, mitad oriental de la provincia de Almería (zona que va desde la capital almeriense hasta la Región de Murcia) y extremo más oriental de la provincia de Granada, Castilla-La Mancha (mitad oriental de la provincia de Albacete incluida la capital albaceteña y extremo oriental de la provincia de Cuenca) y Aragón (extremo oriental de la provincia de Teruel).
Actualmente en el Levante Español, no existe ninguna entidad política, territorio o administración que englobe o se ocupe de esa zona. Aunque lo realmente cierto y constatable, desde el punto de vista de la toponimia oficial, es que el único territorio conocido como Levante es el comprendido en la provincia de Almería desde cabo de Gata hasta Pulpí. Según la Real Academia Española, el término Levante se refiere al: "Nombre genérico de las comarcas mediterráneas de España, y especialmente las correspondientes a los antiguos reinos de Murcia y Valencia." El término se usa para referirse a algún aspecto común en esta zona de España, ya sea social, meteorológico o de cualquier otro tipo.
El término Levante apareció en España para designar algunas comarcas de las actuales provincias de Almería y Región de Murcia, visto desde la perspectiva de la metrópolis sevillana, cuando esta ciudad era el centro gravitacional de la economía española. El motivo es que por el este sale el sol, donde se levanta, y de ahí denominarlo el levante, de la misma manera que se pone por el Oeste, atribuyéndole el término poniente. Por ello, en algunos lugares de Andalucía aún es utilizado el gentilicio "levantisco" para aludir a los almerienses.
Las expresiones más importantes de la cultura levantina son: los "cantes de Levante", expresión folclórica que nace con los cantes mineros almerienses, extendidos más adelante a Murcia y Jaén. El Arte Rupestre Levantino, por su valor inestimable como documento de la Prehistoria determinó a la Unesco su declaración como Patrimonio de la Humanidad, en 1998, formando parte de la nomenclatura administrativa del Arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica.
El levante español se ha caracterizado siempre sus condiciones naturales para obtener intensos vinos tintos, rosados frutales y dulces golosos. Buena parte de esa gloriosa historia se vio truncada durante muchas décadas a causa de la sobreproducción y los graneles (con una imagen de vinos fuertes y recios de calidad media razonable, a precios muy económicos, principalmente para la exportación y el tetrabrik), de todo esto queda el vestigio cuasi fósil del vino llamado doble pasta: Un tinto de grado alto y color impenetrable, fermentado con el doble de hollejos que de mosto y destinado a ser un vino medicinal para otros más débiles, y no para su consumo tal cual. Aún se elabora alguno que se puede comprar a granel en bodegas de estas zonas. Pero hoy todo eso ha cambiado, y mucho, ya que algunas marcas clásicas y ciertas bodegas de nuevo cuño cuyos vinos están luchando con verdadera pasión por recuperar ese merecido prestigio. En la actualidad, en el levante español se han empezado a elaborar unos vinos más modernos, frescos, equilibrados, elegante y al gusto del mercado actual.
La existencia de grandes y pequeñas bodegas exportadoras bien dirigidas y capitalizadas está siendo un factor de desarrollo para las Denominaciones levantinas. La reconversión a los vinos de calidad y prestigio está siendo eficaz y rápida. En los últimos tiempos se están haciendo en la zona vinos de imagen y composición varietal claramente propias del “Nuevo Mundo", pero también otros que van mucho más allá de la tipicidad standard y que buscan las mejores características de las variedades autóctonas. Es la primera vez en la historia reciente del vino español en que las bodegas locales se dirigen claramente hacia el segmento alto del mercado.
Las Denominaciones murcianas (Yecla, Jumilla, Bullas) son notables por ser las pioneras y por sus buenos resultados en este esfuerzo, pero también los bodegueros alicantinos, de Utiel-Requena o Valencia, están produciendo hoy vinos originales y notables y, entre ellos, destacan unos tintos que, aunque aún no hacen sombra comercial a los Rioja y Ribera del Duero en los estantes de supermercados, tiendas especializadas y cartas de restaurantes, sí tienen un prestigio creciente entre los aficionados bien informados y, cuando se ofrecen, son señal de estar a la última.
En la comunidad de Valencia hay tres denominaciones de origen reconocidas. La más meridional, en la provincia de Alicante pero con parte de un municipio de Murcia, es la DO del mismo nombre, que destaca especialmente por su curioso fondillón y sus moscateles, aunque se elaboran tintos y blancos interesantes. La DO Valencia está emplazada en la provincia de Valencia y es una comarca muy heterogénea, que elabora una gran diversidad de estilos de vino. La casi totalidad era hasta hace poco tiempo graneles destinados a la exportación. Por último, Utiel-Requena, en la zona occidental de la provincia de Valencia, es también una comarca de grandes producciones para la exportación.
Murcia dispone asimismo de tres denominaciones de origen de características similares a las de Valencia, en cuanto a calidades y sistemas de comercialización centrados en los graneles de exportación. Un único municipio compone la DO Yecla, que ha ido viendo como desaparecía poco a poco gran parte de su viñedo. Al noroeste de la comunidad, y con una gran parte de su territorio en Albacete, se extiende la DO Jumilla, otra comarca que elabora principalmente vinos comentes y que está intentando cambiar su orientación ante la caída de la demanda de este tipo de productos. Por último Bullas, más al sur, es una denominación creada en 1994.
PRINCIPALES VAREIEDADES DE UVA DEL LEVANTE
- Monastrell / Mourvédre / Matará: Muchos de los mejores tintos de esta región soleada y cálida basan su carácter en la uva Monastrell. Esta variedad de uva no ocupa una gran extensión geográfica dentro del viñedo español, pero su cultivo es cuantitativamente muy importante en una región clara a caballo entre las Comunidades Autónomas de Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha que comprendería las Denominaciones Almansa, Bullas, Alicante, Jumilla, Yecla y parte de la Denominación Valencia, concretamente la subzona Claríano. Su peso global dentro de la producción nacional se basa casi exclusivamente en su presencia en esta zona, con algunos viñedos dispersos en otras como Cataluña y Baleares (Ibiza). En algunas de estas Denominaciones es prácticamente un monocultivo.
Es interesante destacar que la Monastrell es una de las variedades españolas más internacionales y con más futuro: bajo el nombre Mourvédre es conocida y apreciada en el Mediterráneo francés, particularmente en las Denominaciones del Ródano Sur y Provenza, donde tiene un importante enclave en la villa costera de Bandol. Con este mismo nombre, o con su sinonimia Matará, está comenzando a extenderse a los viñedos del "Nuevo Mundo", particularmente a los australianos. Es una variedad de productividad media o algo corta y maduración tardía, que conviene podar en vaso y que se adapta muy bien a zonas con pocas lluvias, clima mediterráneo y abundantes horas de sol despejado. Sus uvas son pequeñas y oscuras, con el hollejo grueso; por ello, tiende a producir mostos subidos de color, con un alto grado alcohólico potencial y abundantes taninos.
La variedad Monastrell, con una buena maduración de las uvas y elaborada con una vinificación cuidada, es capaz de originar tintos bien armados pero muy distinguidos, poderosos y equilibrados a la vez, de acidez algo justa y boca un punto golosa, buena estructura y amplitud de sabor con taninos suaves y un carácter frutal complejo que recuerda a las frutas de hueso (particularmente ciruelas negras, grosella y cerezas) con un dejo de característica dulcedumbre aromática, a compotas y almíbares: También notas minerales y rasgos balsámicos.
- Bobal: La otra variedad tinta importante en la región es la Bobal. Es la tercera tinta de España por extensión de cultivo y la más plantada en la Denominación Utiel-Requena y en la subzona Valentino de la D.O. Valencia. También tiene bastante peso en la recientemente denominada Manchuela que es (como Almansa) una región en las imprecisas lindes entre la Mancha y el Levante. Es una variedad muy productiva, que da racimos de tamaño medio con bayas de piel oscura y gruesa. Los tintos elaborados con ella tienen color sostenido y buena acidez. A diferencia de los que se elaboran con Monastrell, sus puntos fuertes no son la concentración y el cuerpo, sino la frescura, la ligereza, y un aroma a fruta roja dulce, de media intensidad. No ha sido hasta hace muy poco que han empezado a verse en el mercado tintos de Bobal concentrados y carnosos.
Hoy existe un esfuerzo en las zonas productoras destinado a prestigiar esta variedad que les distingue. Hay jóvenes enólogos trabajando con entusiasmo y los resultados de los últimos cuatro o cinco años permiten ver el futuro con optimismo: los tintos de Bobal de nuevo cuño son vinos con su propia personalidad, en los que destaca el carácter amable y las sensaciones de fruta roja madura y golosa, matizadas por una buena acidez que atempera su carácter mediterráneo.
EGIONES VITÍCOLAS DE LEVANTE ESPAÑOL
- Valencia: La Comunidad autónoma de Valencia, la zona vitícola en torno a la tercera ciudad de España. La superficie de viñedos es de más de 17.000 hectáreas y la mayor parte de ellos producen vino blanco. Nos encontramos ante los típicos vinos licorosos elaborados con uva de la variedad moscatel, y la mayor parte de la producción se comercializa a granel. Las variedades principales son las blancas merseguera, con 7.500 hectáreas, y la moscatel, con 2.200 hectáreas. La variedad tinta más extendida es la monastrell, con 1.200 hectáreas. Los vinos de merseguera, con una elaboración limpia, tienen el correspondiente tono afrutado que recuerda a la lima y a la manzana, y deben beberse jóvenes. Lo mismo sucede con los vinos tintos de calidad, elaborados a partir de diferentes mezclas de vinos de bobal, monastrell, tempranillo y garnacha. Algunos vinos de crianza, en la mayoría de los cuales la variedad bobal proporciona el tono básico, ofrecen un nivel un poco más elevado. Para compensar la falta de tintos en Valencia, algunos de los municipios fronterizos de región vecina de Utiel-Requena comercializan su vino tinto bajo la DO Valencia.
- Utiel-Requena: La excepción en el Levante español es Utiel-Requena, comarca valenciana del interior, a unos 70 km del Mediterráneo, y con elevaciones superiores a los 700 metros, donde predomina la uva tinta bobal, con la que se están elaborando en los últimos años interesantes vinos rosados. Exactamente situada al oeste de la subzona del moscatel valenciano se sitúa la reserva de vinos tintos la Comunidad Autónoma de Valencia. En las 40.000 hectáreas de viñedos pertenecientes a la DO Utiel-Requena predomina la variedad bobal, que ocupa por sí sola 32.000 hectáreas. La zona debe su nombre a dos ciudades pequeñas que distan 15 km entre sí, Utiel y Requena. Están situadas en el centro de una especie de altiplano que forma la DO.
La mitad de los viñedos están plantados en torno a Requena. Además de la bobal y otras variedades tintas, existen pequeñas cantidades de la blanca macabeo. Lamentablemente en el pasado, el vino de bobal fue utilizado como vino de refuerzo o de base para rosados o vinos tintos jóvenes, con lo que nunca se investigaron a fondo las posibilidades de la variedad. En la meseta de Valencia pueden producirse heladas otoñales tempranas, de modo que los viticultores, que por lo general están más interesados en la cantidad que en la calidad, vendimian muy pronto por temor a las inclemencias del tiempo. Estas uvas de vendimias tan tempranas contienen pocos taninos y sus vinos presentan poco cuerpo, por lo cual no es de extrañar que resistan poco tiempo en las barricas. Actualmente algunos viticultores pioneros dejan la cosecha más tiempo en la planta y mezclan los vinos de esta uva con los de tempranillo o cabernet sauvignon, lo que proporciona excelentes resultados, puesto que la variedad bobal desarrolla aromas exquisitos de bayas negras, como por ejemplo de saúco. Según muchos expertos, Utiel-Requena alberga un gran potencial para que en el futuro se obtengan buenos vinos de crianza.
En el pasado esta denominación de origen suministraba un gran volumen de vinos de refuerzo o simplemente tintos a granel, que llegaban a sus clientes a través del cercano puerto de Valencia, por el cual se llevaba a cabo prácticamente toda la exportación de vinos a granel de España. Por otra parte, Utiel-Requena era la patria de los vinos de refuerzo de doble pasta. Para elaborar este vino rosado, los hollejos se retiran del mosto al cabo de pocas horas. A continuación el mosto restante se mezcla con el de otras cubas para que fermenten conjuntamente. El vino prensado resultante es muy concentrado y tiene un color muy intenso. Esto explica por qué Utiel-Requena era conocido en el pasado solamente por sus vinos rosados.
- Alicante: Más al sur, encontramos la Denominación de Origen Alicante, cuyo origen data de los fenicios, y que se divide en dos comarcas. En la costa, entre Denia y Calpe, se encuentra la Marina Alta, favorecida por las brisas marinas que refrescan las altas temperaturas veraniegas, y sus mejores vinos son los dulces de moscatel de Alejandría. En el interior de la provincia de Alicante se encuentra la comarca del Vinalopó, tierra de corpóreos vinos tintos principalmente de la variedad monastrell. La mayoría de los turistas que visitan la Costa Blanca no conocen la DO Alicante. Sin embargo, son muy visibles los viñedos de la subzona de La Marina, aproximadamente a 75 km al norte de Alicante, la capital de la región. En la zona crecen sobre todo uvas moscatel en una lengua de terreno muy amplia que se extiende entre Denia y Calpe, y se adentra en el mar. A causa de las temperaturas muy elevadas, nunca se ha intentado cultivar uvas para producir vinos tintos de calidad. La mayor parte de la superficie de los viñedos se halla en el interior, a una altura de entre 500 y 650 m. Allí las cepas están expuestas a las heladas en enero y febrero. El corazón del cultivo vitícola alicantino se concentra en las ciudades de Villena y Pinoso.
En esta zona del suroeste, que algunos denominan simplemente Alicante y que abarca cuatro quintas partes de las 14.000 hectáreas de la DO, así como también en las zonas vitícolas vecinas de Jumilla y Yecla, predomina el tinto de monastrell. La diferencia entre las zonas vecinas, extremadamente áridas, radica en los suelos profundos y fecundos, que favorecerían mejor el cultivo de la viña si cayeran precipitaciones con más regularidad. La variedad monastrell se utiliza principalmente para elaborar vinos rosados o vinos jóvenes frescos. Los pocos viticultores de la región han empezado a elaborar también vinos con tempranillo, pinot noir, cabernet sauvignon o merlot. A causa de su madurez y de su carácter especiado, algunos de estos vinos de calidad se han colocado en la primera línea de los tintos españoles. Alicante es conocida por sus tradicionales vinos de moscatel. Por una parte sigue existiendo la mistela de moscatel o el vino licoroso de moscatel, aunque no se trate de un vino propiamente dicho, puesto que el mosto dulce no fermenta sino que se le da fuerza mediante la adición de alcohol vínico, la mayoría de ocasiones con una proporción de mezcla de aproximadamente un 85% de mosto y un 15% de alcohol. Para lograr este vino se deshojan los sarmientos antes de la vendimia, de forma que la radiación solar resulte óptima. La moscatel romana, nombre que recibe la muscat de Alejandría en esta zona, se vendimia cuando tiene un elevado grado de madurez. Gracias al alcohol añadido este tipo de moscatel se conserva excelentemente.
La versión actualizada del moscatel se pone a macerar en frío y se deja fermentar con un contenido de residuo azucarado de entre 80 y lOOg/L. Sólo entonces se neutraliza con alcohol etílico. Además (como en Valencia) también se dejan fermentar vinos sencillos de moscatel secos o semisecos, elaborados con uvas de vendimias tempranas que contienen un máximo de 5 g de residuo azucarado. Estos vinos ligeros bien refrigerados ofrecen un placer fresco y simple. Un pilar básico es el Fondillón, una auténtica reliquia de la historia del vino en Alicante. Por suerte para los amantes de lo auténtico y genuino, este monumento al vino está ganando cada vez adeptos. El Fondillón, comparable con los vinos de pedro ximénez de Montilla-Moriles, es un vino dulce natural, elaborado con uvas de monastrell (en parte también con garnacha) procedentes de una vendimia tardía y con un volumen de alcohol de entre un 16 y un 18%. Durante su proceso de maduración en cubas, que dura como mínimo ocho años, desarrolla una gran complejidad que lo convierte en un vino perfecto para postres.
MURCIA Y SUS DENOMINACIONES
Las zonas vitícolas de la comunidad autónoma de Murcia pueden considerarse como el área interior de Levante. Las tres D.O. (Bullas, Yecla y Jumilla) no son muy conocidas hasta ahora ni en España ni en Europa. Sin embargo, en la zona se obtuvieron beneficios considerables en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el mercado francés buscaba vinos poderosos con mucho color para llenar los huecos que los estragos de la filoxera habían causado en los viñedos. Esto llevó a los viticultores a plantar la variedad de uva tinta monastrell, que cumplía exactamente esas condiciones. Esta variedad predomina en los viñedos del interior levantino, por lo que esta región también es conocida como el imperio de la variedad monastrell. Hasta hace poco existía la creencia (también en España) de que los vinos de Levante ayudaban a aumentar la tonalidad de los vinos de la España central, pobres en color, y también su grado de alcohol. Actualmente las cooperativas, cuya producción aún no se comercializa por completo como vino de la D.O., siguen vendiendo una parte de sus cosechas a los grandes embotelladores de vinos de mesa de toda España y de la UE.
Murcia es una de las regiones más cálidas de Europa, con unos paisajes muy secos, en algunos tramos parecidos a desiertos. El sol brilla 2.900 horas al año y sólo llueve en primavera y en otoño. Los paisajes presentan tonos ocres y marrones. Cuando no hay ningún pueblo a la vista, se tiene la sensación de estar en el escenario de una película del oeste. Por otra parte, la región de Murcia disputa a la costa catalana el honor de haber elaborado el primer vino de la Península. Los yacimientos arqueológicos parecen demostrar que en Murcia, ya a finales del Neolítico, se dejaba fermentar mosto para convertirlo en vino. Posteriormente Cartagena, la ciudad portuaria de la provincia, constituyó para los cartagineses, los descendientes de los fenicios, el punto de apoyo más importante de la península Ibérica.
- Bullas: La variedad monastrell y el clima son lo único que tienen en común las tres D.O., que se encuentran en fases de desarrollo muy diferentes. La D.O. Bullas, creada en 1994, está aún en sus inicios. Esta región se extiende desde las zonas interiores de Murcia hasta la costa, y comprende unas 2.500 hectáreas de viñedos. Las variedades autorizadas son la tinta monastrell, así como la tempranillo y las uvas blancas airén y macabeo. Existen pocos viticultores registrados, de los que sólo la mitad embotella vino con DO. Los vinos típicos de la zona, que produce unos 30.000 hl y de los que sólo una décima parte se comercializa como vino de calidad, son los tintos frutales, elaborados con la uva tinta monastrell. Por muy interesante que sea el bouquet típico del monastrell, incluso en los vinos jóvenes, normalmente no es adecuado para la crianza en roble, puesto que tiende a una oxidación muy rápida. Sólo con uvas de la mejor calidad es posible la crianza en roble de vinos varietales elaborados con monastrell. La posición de monopolio de esta variedad principal se limita sobre todo a la zona más importante, en torno a Bullas y Caravaca de la Cruz, pero cada vez se está plantando más tempranillo. En la actualidad algunos viticultores están empezando a sondear el potencial de los numerosos viñedos viejos de monastell disponibles. Esta uva supone todavía el 94% del total de cepas.
- Jumilla: Jumilla posee casi 40.000 hectáreas de viñedos que se extienden hacia Albacete y algunas zonas de Murcia. Es una de los denominaciones más significativas del país, no sólo desde el punto de vista de la cantidad. Aunque aquí la variedad predominante es también la monastrell, algunos viticultores cuidadosos han conseguido situarse entre los productores más importantes de España, y se considera que la zona tiene muchas posibilidades. Ya a finales de la década de 1980 se establecieron en la zona varios viticultores franceses que lograron extraer del suelo calcáreo y seco unos vinos de gran calidad. Se consiguieron resultados sorprendentes con la monastrell. Adelantando el momento de la vendimia se elaboran vinos tintos elegantes y ligeros, caracterizados por un delicado tono frutal. Y es que con un sol tan intenso, en esta zona no hay que preocuparse en absoluto por la madurez de las uvas.
Como en casi ninguna otra DO, la variedad tinta syrah, que alcanzó su fama sobre todo en el valle del Ródano, despliega todo su noble carácter frutal y especiado en mesetas ligeramente onduladas, rodeadas por todas partes de cadenas montañosas calcáreas y agrestes. La vanguardia de los bodegueros establecidos en la zona, que son pocos pero amantes de los experimentos y las innovaciones, utiliza la syrah con resultados notables. Las uvas cabernet y merlot tienen también unos rendimientos bajos pero de mucha calidad. Algunos de los tintos de crianza más expresivos de la mitad sur del país se elaboran en Jumilla a partir de la mezcla de monastrell con las variedades foráneas mencionadas, lo cual prueba el potencial que posee la zona. Cabe mencionar además los vinos dulces elaborados tradicionalmente con la uva monastrell, cuyo bouquet, intenso tras la crianza por oxidación, combina aromas complejos como cacao, café y especias orientales.
- Yecla: Yecla es la única zona vitícola de España que está formada por un solo municipio. En total, en torno a la ciudad se ubican unas 20.000 hectáreas de cepas que contienen en parte antiguas variedades españolas. También se encuentran allí viñedos muy antiguos que no fueron afectados por la filoxera. La extrema sequedad del clima, los suelos muy áridos y las montañas que separan la zona de la costa y del norte, evitaron el avance de la catástrofe. Actualmente casi la mitad de todos los viñedos procede de cepas auténticas que reproducen el carácter varietal mejor que las cepas injertadas. Cuando se creó la D.O. Yecla se decidió inscribir sólo 3.500 hectáreas como productoras de vinos de calidad para poder mantener el comercio de vino a granel a precios competitivos. En ciertas zonas se tomó la decisión, que después se confirmó como acertada, de eliminar variedades utilizadas para vinos de refuerzo, como la garnacha tintorera o la forcallat. La monastrell, como en el resto de zonas interiores de Levante, es la variedad principal y ocupa más del 60% de la superficie. También se han plantado cabernet sauvignon, merlot y tempranillo. Respecto a las uvas blancas, podemos encontrar las variedades macabeo y airén. Con el fin de elaborar vinos tintos, que también puedan beberse jóvenes, las uvas de monastrell se suelen someter a la técnica de maceración carbónica, para la que resultan muy indicadas. En la región, el método se basa en las técnicas tradicionales de vinificación. Las uvas se dejaban fermentar sin prensar y sin despalillar. Para aumentar la complejidad se preparan coupages de cabernet sauvignon, tempranillo y monastrell. Esta ultima estabiliza la mezcla que se suele convertir en un vino opulento y muy aromático.