POZAS DE ARNEDILLO AGUAS TERMALES EN LA RIOJA
A 60 kilómetros de Logroño, en el municipio riojano de Arnedillo, encontramos las Pozas de Arnedillo. Se trata de unas construcciones de piedra en el mismo margen del río Cidacos, de las que manan unas aguas termales con propiedades medicinales. Ya en los tiempos en los que los romanos se asentaban en La Rioja, las aguas de estas termas eran empleadas para el baño y apreciadas por sus características y composición beneficiosa para la salud.
Recientemente restauradas, las pozas son tres y se alinean en paralelo al cauce del río. El agua va fluyendo de forma constante desde una de las pozas, que riega a su vez a las otras dos. Mientras que la temperatura con la que estas aguas afloran a la superficie es de 52°C, a su paso por cada una de las tres pozas va perdiendo temperatura, bajando hasta los 35-40°C.
Se trata de una piscina natural que se encuentra permanentemente abierta, por lo que es posible darse un baño durante las 24 horas de cualquier día del año. La entrada a las pozas es gratis y el acceso es muy sencillo. Existen varios aparcamientos públicos a pocos metros del lugar. Las instalaciones cuentan además con duchas, así como con carteles informativos en los que se indican los tiempos máximos recomendados de estancia en las pozas.
Para llegar a Arnedo desde Logroño también se puede coger la N-232 y en El Villar de Arnedo la LR-123 dirección Arnedo. Una vez en Arnedo continuar por la LR-115 dirección Soria, pasando por Herce, Santa Eulalia Bajera y Santa Eulalia Somera hasta llegar a Arnedillo. También desde Logroño por la AP-68 dirección Zaragoza, tomar la salida 15 por la LR-134 dirección Arnedo.
El agua termal proviene del interior de la tierra, lo que le aporta un alto contenido mineral y un incremento de la temperatura. Es por ello que, esta agua tiene unas características tan especiales. Para que se creen estas aguas, la lluvia penetra en la tierra en grietas y fallas que, al entrar en la profundidad se calienta naturalmente gracias al espacio magmático. Es como si se tratara de una verdadera infusión de los elementos que va a contener esa tierra.
Dependiendo de la tierra de donde salga va a contener unos u otros minerales, además de CO2, y estos van a ser los que aporten los beneficios de las aguas termales para la salud y los diferentes usos terapéuticos. Al ser una agua profunda igualmente se ha filtrado y la hace extremadamente pura de bacterias y otros contaminantes. De hecho, la Organización Mundial de la Salud reconoce desde 1986 como terapias médicas el uso de aguas termales.
A lo largo de este viaje las aguas del río Cidacos se nutren de diferentes minerales que resultan beneficiosos para la salud, y principalmente para la piel. Esta agua es rica en sodio, cloro, calcio, bromuro, hierro, silicio, rubidio e iones de magnesio. Destacar que antes de llegar a las pozas, el agua realiza un pequeño viaje hacia el interior de la tierra. A medida que va filtrándose por la arenisca, su temperatura aumenta a razón de 3°C cada 100 metros de profundidad.
La temperatura máxima de 120°C la alcanza a los 3.500 metros de profundidad al llegar a un manto de roca caliza, después continúa bajando 500 metros más hasta llegar a una capa impermeable de arcilla, para volver a encontrarse finalmente con otra pared de caliza que la obliga a subir a la superficie.
Si quieres mejorar la circulación, nada mejor que alternar el baño entre las pozas y las frías aguas del Cidacos. Los cambios bruscos de temperatura te ayudarán a activar y a mejorar el torrente sanguíneo. También cabe destacar que en época veraniega quizá lo más recomendable sean los baños nocturnos, cuando la temperatura del ambiente ya ha bajado con respecto a la del día y comienza a refrescar. Es entonces cuando las aguas calientes de las termas resultan más agradables al baño en contraste con una temperatura más baja en el exterior.
Y todo ello al aire libre, pudiendo disfrutar directamente de las vistas del firmamento estrellado. Disfrutarás del silencio de la noche y verás las estrellas y sus constelaciones. Las montañas y la naturaleza a vuestro alrededor en un baño de agua templada y no puedes dejar de bañarte en estas pozas una noche de luna llena con el cielo despejado. Si quieres completar tus baños con algún tratamiento termal, cruzando el río nos encontramos con el Balneario de Arnedillo, en el que podrás relajarte al máximo con masajes y otros tratamientos especializados.
QUE VER Y HACER EN ARNEDILLO
Es un municipio que se encuentra en la Rioja Baja, a pocos kilómetros de Arnedo, entre las sierras de la Hez y Peñalmonte. Es atravesado por el río Cidacos. Son muy conocidas las aguas termales naturales que surgen en la superficie después de haberse filtrado a gran profundidad adquiriendo una alta temperatura (unos 52,5 °C). Estas son aprovechadas por el balneario ubicado en la orilla derecha del río, a la salida del pueblo. Santa Eulalia Somera es una pedanía situada a 5 km de Arnedillo, junto a Santa Eulalia Bajera, pero perteneciente al municipio de Arnedillo.
Castillo: Se encuentra al norte de la villa junto a un puente ubicado en el camino que conducía de Yanguas a Arnedo. Su construcción es probablemente del siglo X y su función sería la de vigilar el paso entre el alto valle del río con la tierra de Arnedo. Fue residencia de verano de los Obispos de Calahorra y posteriormente cárcel de clérigos rebeldes.
A mediado del siglo XIX se le llamaba castillo Lombera. Realizado en sillarejo y mampostería, de él se conserva una torre de planta cuadrada, una muralla que la une con las rocas del monte y el comienzo de otro muro. Además en la base del cementerio que junto a él se encuentra, hay vestigios de antiguos muros que serían de la antigua fortaleza.
Iglesia de San Servando y San Germán: Fue construida a principios del siglo XVI sobre una iglesia gótica anterior. El pórtico y el coro alto fueron realizados a finales del mismo siglo o comienzos del siguiente. La sacristía y la parte superior de la torre son del siglo XVIII. El retablo mayor de 1560 es renacentista y está dedicado a San Servando y San Germán.
Cuenta también con los retablos laterales barrocos de la Virgen del Carmen, San Joaquín y Santa Ana. Destaca una talla románica del siglo XIII, procedente de la ermita de la Virgen de Peñalba, a la que se la cortó la cabeza, siendo repuesta en el siglo XVIII. El órgano es del siglo XVII con añadidos de los siglos XVIII y XIX. Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento en 1984.
Ermita Virgen de la Torre: originalmente del siglo XVI, fue rehecha posteriormente en ladrillo. Tiene un retablo romanista de principios del siglo XVII, con tallas góticas de la Virgen de la Torre, San Bartolomé, San José y Santa Bárbara. A los lados del altar se encuentran las imágenes de los patrones de las de Arnedillo; de Peroblasco San Sebastián y de Antoñanzas Santa Lucía, ambas del siglo XVI.
Eremita San Tirso: es una bonita cueva excavada en roca en el 869 a dos kilómetros del pueblo. Ermita Peñalba: mozárabe del siglo X, es un edificio de mampostería con dos naves de dos tramos, con un pilar central del que parten cuatro arcos de medio punto. Tiene incoado expediente como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento desde 1979.
Vía verde del Cidacos: en 1997 se recuperó el trazado del ferrocarril de vía estrecha que unía Calahorra con Arnedillo, dejándolo como vía verde, para el tránsito a pie, bicicleta o caballo. Un túnel de 700 metros de longitud discurre por debajo del pueblo como parte de la vía verde, aunque puede ser evitado mediante una variante exterior que rodea el pueblo junto al río. Trujal de aceite: construido en el siglo XIX para la elaboración de aceite aprovechando la fuerza motriz del agua.
Conserva la maquinaria que se utilizaba.
Mirador del buitre: lugar desde el que se puede observar habitualmente la colonia de buitres leonados que habita los montes. Gurugús: miradores cubiertos con un tejado de planta octogonal abierto por los laterales y soportado por ocho pilares de madera. Dos de ellos se encuentran en la subida al Corazón de Jesús desde el balneario y un tercero junto a las pozas de aguas termales.
Icnitas: Durante el periodo Cretácico inferior formó parte de una llanura encharcada que se desecaba periódicamente, dejando atrás zonas fangosas en las que las huellas de dinosaurio quedaban marcadas a su paso. Con el tiempo éstas se secaban y cubrían con nuevos sedimentos cuyo peso prensaba las capas inferiores, haciéndolas solidificar en rocas con el paso de millones de años. La erosión ha ido desgastando las capas superiores haciendo visibles muchas de estas formaciones rocosas, permitiendo observar las icnitas. En el municipio se encuentran los yacimientos de "Las hoyas" y "La mata".
El primero se sitúa cerca de Arnedillo, junto al barranco Vadillo y es de fácil acceso. En él se observan 10 huellas aisladas de dinosaurios probablemente carnívoros. De ellas siete son de tres dedos y las otras tres son huecos redondeados. Las tres mejor conservadas pueden ser un rastro. El segundo yacimiento se encuentra cerca de Peroblasco, en el paraje que le da nombre y es de acceso fácil. Contiene 19 huellas de carnívoro poco profundas pero bien formadas, de las que cuatro forman un rastro.
Parque eólico: dentro del término municipal, en la sierra de la Hez, junto al alto de Cabimonteros, lindando con los municipios de Robres del Castillo y Ocón, se encuentra un parque eólico que cuenta con varios aerogeneradores dispuestos en hilera. La explotación de este parque eólico dentro del término municipal de Arnedillo, aunque de titularidad privada, supone una importante fuente de ingresos para el pueblo.
Por la complicada orografía de la superficie del municipio, hay poco terreno para la proliferación de cultivos y la cría de ganado, por lo que la mayoría de sus recursos económicos provienen del turismo, gracias a la gente que se acerca durante todo el año a disfrutar de su balneario y pozas termales.