LEQUEITIO (LEKEITIO) QUE VER FOTOS PLAYA
Es uno de los pueblos más bonitos de la costa Basca, ubicado a 55 kilómetros de Bilbao, tiene un casco histórico muy bonito, especialmente alrededor de ‘Gamarra Enparantza’, lugar que desde la antigüedad se usó como mercado y que hoy une al viejo barrio de Dendari con el de Arranegi, habitado por gente marinera. Es un lugar tranquilo, dónde se puede pasear tranquilamente por sus estrechas calles, tomar unos buenos pintxos, relajarse en sus plazas y disfrutar de su atractivo puerto pesquero.
- Puerto de Lekeitio: Pequeño y muy pintoresco, lleno de barcas de pesca pintadas de colores. Por la mañana es fascinante ver regresar a los pesqueros con su captura, seleccionar y separar los pescados y mariscos y prepararlos para la subasta en la lonja. La tarde suele ser tranquila, los pescadores, al sol, reparan redes y se preparan para salir temprano a la mañana siguiente. Por la noche los restaurantes y mesones marineros tienen mucho ambiente, lleno de turistas y vecinos de la villa para disfrutar de sabrosos platos de mar.
- Isla de San Nicolás: También llamada Garraitz, es una de las cosas que hace que Lekeitio sea uno de los lugares más originales de la costa. Situada no muy lejos de la orilla, se puede acceder a pie en marea baja, por la arena o bien por encima del malecón, aunque resbala bastante y hay que tener cuidado. También hay que tener cuidado con las horas de la marea, ya que cada 6 horas cambia y no podrás entrar o salir porque el agua cubre la pasarela. Es un fallo muy común que los turistas cometen. Suben a la isla a pasar el día con comida y se olvidan de la marea. Cuando llega la hora de marcharse no pueden hacerlo si no es nadando. Esto también es peligroso ya que alrededor de la isla hay rocas y se forman bastantes corrientes. Actualmente también se están exponiendo obras de arte y hay un espectacular mirador en lo alto de la isla.
El nombre de San Nicolás hace honor a la antigua ermita que fue erigida en el islote dedicada a los Santos San Nicolás y San Sebastián en el siglo XVI. Además, el conjunto monástico estuvo compuesto por un beaterio y una sacristía. Posteriormente, en el siglo XVII, se instalaron los frailes franciscanos durante cuatro décadas. Los restos de la ermita de San Nicolás se localizan en la zona sur de la isla. A menudo, se confunden con la vegetación. Los monjes tras su estancia en este islote, decidieron abandonarlo al no ser viable la vida por la carencia de agua dulce. Además, cuenta la leyenda que en el complejo monástico dieron refugio a los enfermos de lepra para de este modo salvaguardar la salubridad del resto de la población. Los otros vestigios arqueológicos se encuentran en la parte más alta de la isla. Estos son de origen militar y fueron utilizados por los franceses a comienzos del siglo XIX. Perduran estructuras de paredes a modo de baterías vigías que controlaban todo el tráfico marítimo.
- Faro de Santa Catalina: Tiene un pequeño bar y una terraza con bonitas vistas al mar. También hay un agradable paseo desde el centro del pueblo hasta llegar allí. Se ubica en un acantilado del cabo de Santa Catalina, a 46 metros sobre el nivel del mar en su plano focal. Nació como faro de recalada en 1862, con una óptica de 5º orden. En 1935 se amplía su alcance a 12 millas gracias a una instalación de acetileno que sustituye a la lámpara de petróleo, pero mantiene la óptica y la linterna. Al ser una zona de frecuentes nieblas, en 1956 se instaló una sirena eléctrica con 6 millas de radio de actuación. Las 24 millas de alcance actual se consiguieron con la electrificación y reforma de 1957, que recreció la torre y cambió la óptica y lámpara. Por su orientación norte y su ubicación en la ladera del monte, es un lugar frío y húmedo al que suelen llegar, con mal tiempo, los rociones de las olas.
- Talako Bar: Es uno de los puntos de interés más importantes en la vida nocturna de Lekeitio. Cuenta con programas de conciertos en vivo los fines de semana. Lugar muy agradable, variedad, buena música y atención excelente. También encontramos una de las mejores vistas. Desde allí se puede contemplar la isla de San Nicolás, también se encuentra uno de los faros que indica a los pesqueros la entrada al puerto. Esta el rompeolas de Amandarri, las olas que entraban hacia las playas, rompían allí y los chavales jóvenes del pueblo aprovechaban todo el agua que saltaba para refrescarse en verano. Luego con la llegada de los nuevos tiempos, se empezó a prohibir por su peligrosidad, ya que el salto de la ola llega con mucha fuerza y es fácil que te arrastre a las rocas. Ya se han dado casos de accidentes de esos, incluso con animales. Muchas cuadrillas se reúnen allí para charlas de sus cosas. En verano es un punto de reunión bastante frecuentado. Dada su posición también hay un helipuerto debido a la lejanía de los hospitales (a 40-50 min. aproximadamente el más cercano), las emergencias se hacen por aire.
- Arranegi Kalea: Calle muy bonita y pintoresca la imagen del puerto con sus balcones de madera. Desde sus inicios se formó como una población marinera de ahí que tuviese un barrio de los pescadores, como todas las poblaciones de este tipo. Arranegi kalea junto con la calle Ezpeleta es el barrio de los pescadores de Lekeitio. Un conjunto de pequeños pisos muy estrechos, con habitaciones no muy grandes y con los techos bajos. Una serie de viviendas cuya parte de atrás da a estas calles y su fachada mira al puerto y ofrece una de las mejores vistas en el día de Gansos (el día grande de las fiestas).
En esta calle se encuentra la antigua Cofradía de Pescadores de San Pedro, un edificio de estilo neoclásico de principios del s. XIX junto con la imagen de San Pedro. Más adelante esta calle va a desembocar a Arranegiko zabala que es la plaza donde se vende el pescado desde siempre. Las pescaderas del pueblo reciben el pescado fresco en el mismo puerto y lo trasladan aquí a tan solo unos metros para venderlo. Esta es la imagen más tradicional de la villa. Antiguamente las mujeres relacionadas con el oficio, llamaban de madrugada a los pescadores a voces para que se prepararan para ir a la mar. Simplemente con una lámpara de aceite por la calle y sus voces, llamándoles en nombre de dios. Hoy en día en las fiestas de San Pedro se hace una representación de dicho oficio por esta calle.
- Basílica Asunción de Nuestra Señora: del siglo XV, reemplazando un edificio más antiguo y con posteriores añadidos en los siglos XVII y XVIII, es uno de los más bellos ejemplos del gótico en el País Vasco. A la iglesia medieval se le añadieron elementos importantes, como la torre y la girola, en siglos posteriores. El templo siempre ha llamado la atención por su magnífica fábrica gótica, la escultura de su fachada occidental y la riqueza de su mobiliario, del que sobresale el grandioso Retablo Mayor de estilo gótico. Su ubicación, marcando un extremo del casco urbano, constituye otro de los valores destacables de la Basílica. El protagonismo que esta adquiere en el paisaje de la villa lo confieren su tamaño y su situación en el centro del arco que describe la bahía, como enorme navío anclado en la misma orilla del Golfo de Vizcaya.
- Playa de Isuntza: Es el sitio perfecto para ir a pasar el día con la familia. Generalmente el agua está bastante en calma por eso es que casi nunca haya problemas. Está bastante equipada con varios grupos de duchas, equipo de socorristas. Estos son los que atienden también a las personas de la playa La Salvaje que está justo cruzando la ría. Accedes a Isuntza casi desde la misma plaza principal del pueblo. Destacar que el gobierno vasco ha habilitado una serie de equipos y personal para que los discapacitados se puedan bañar con bastante comodidad. El personal se encarga perfectamente de ellos, por lo general suele ser gente joven y dinámica. Si a mitad de la tarde te apetece tomar algo, en la punta de la playa, al lado de los socorristas hay un bar que se llama Astillero J. R. Mendieta, en el que puedes comer pintxos, helados o incluso algún bocadillo. Tiene la terraza montada en la misma playa. En el mismo edificio se pueden alquilar piraguas.