José Ramón Lissarrague García-Gutiérrez y Pilar Baeza Trujillo
(Grupo de investigación en Viticultura UPM)
OBJETIVOS DEL LABOREO DEL VIÑEDO
. Mejora propiedades del suelo (físicas, químicas y biológicas)
. Desarrollo de la plantación
. Control de malas hierbas (y parásitos).
EFECTOS FAVORABLES
- Suelo:
. Resulta fácil el enterrado de enmiendas y abonos
. Airea el perfil labrado
. Mejora la estructura del perfil labrado
. Rompe la costra superficial
. Favorece la infiltración de agua
. No contamina
. Buena estética
- Planta:
. Favorece el desarrollo en profundidad del sistema radicular
. Protege del frío el cuello de las cepas mediante el aporcado otoñal
. Control temporal de las malas hierbas
. Elimina galerías de roedores que podrían dañar el sistema radicular o comerse los brotes de las plantas.
EFECTOS DESFAVORABLES
Un inconveniente de los suelos labrados es que sus desventajas no son claramente visibles y en muchos casos, como es la formación de la suela de labor o la erosión, tardan bastante tiempo en manifestarse.
- Suelo:
. Favorece la mineralización de la materia orgánica, por lo que son necesarios aportes regulares de materia orgánica pues las aportaciones po enterrado de malas hierbas son variables y difíciles de evaluar.
. Degradación de la estructura por debajo del perfil labrado, debido a la formación de la suela de labor
. Formación de charcos y barro por baja infiltración de la suela de labor
. Favorece la erosión al disgregar las partículas de suelo
. Riesgos de sequía en déficit hídrico al no aprovecharse las lluvias de baja cuantía
- Planta:
. Mutilación del sistema radicular superficial
. Heridas al tronco al acercarse demasiado a la línea para eliminar las malas hierbas
. Favorecen las heladas primaverales. En un suelo recientemente trabajado, la capa superficial que contiene aire, es la que presenta peor conducción al calor en profundidad. De hecho, la capa superficial se calienta más rápidamente y más intensamente. El desecamiento superficial se acelera y el subsuelo queda un poco más fresco. De día, la vegetación se puede beneficiar de la ganancia de calor sensible que es irradiado en forma de infrarrojo, debido a la temperatura más alta de la superficie. De noche, la capa superficial actúa de aislante, transmite peor el calor el suelo más profundo hacia la superficie y ésta se enfría rápidamente. El riesgo de heladas primaverales aumenta. A lo largo de la estación o tras una fuerte lluvia, se reconstituye la cohesión del suelo y la influencia de la capa superficial disminuye (Calame, 1993).
- Control de Malas Hierbas:
. Efectos temporales
. Afloran semillas y facilita la germinación de malas hierbas anuales
. Favorece la dispersión de malas hierba vivaces por multiplicación y transporte (grama, corregüela, etc.)
- Cultivo:
. Difícil acceso a la parcela en periodos lluviosos
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA Y GENERALIDADES
El mantenimiento del suelo mediante laboreo consiste en una sucesión de labores de cultivo, ejecutadas fundamentalmente con medios mecánicos, cuyo fin es remover el suelo, más o menos profundamente, eliminando la vegetación espontánea.
Con frecuencia, el laboreo se combina con otras técnicas.
Aunque en general se habla de suelo desnudo mantenido con labores, lo más normal es practicarlo fundamentalmente de la salida del invierno al comienzo del otoño, permitiendo que, durante el tiempo restante, se desarrolle la vegetación espontánea, que es en este época menos competitiva.
- Hay que evitar al máximo las labores profundas, sobre todo durante el período activo (primavera-verano), no superar 10/12 cm. En otoño invierno se debe hacer algo más profundo (no superando los 20 cm), antes de que se reanude la actividad de las raíces.
Las condiciones de humedad han de ser las adecuadas para cada tipo de apero o labor.
- Reducir al mínimo el número de labores, valorando correctamente las malas hierbas presentes, los efectos del mullido, etc., ya que:
. No favorece la actividad biológica del suelo
. No favorece la estructura del suelo no es recomendable en suelos con estabilidad estructural débil.
Resulta sencillo cuando se realiza únicamente en las calles, en cuyo caso conviene alternar el sentido.
- El laboreo de la línea o del ruedo es delicado; precisa elegir bien el apero dentro de una gama adecuada a este fín. Se puede llegar a realizar manualmente, lo cual cuestionaría la técnica.
Si la plantación lo permite, las sucesivas labores se ejecutarán cruzadas.
En cualquier caso, se procurará evitar la presencia de terrones grandes, así como el excesivo desmenuzamiendo de terrones.
CALENDARIO DE LABORES
Fundamentalmente, las labores se ejecutan en el período de mayor competencia de las malas hierbas, esto es durante el período de actividad de la cepa, en la primavera y el verano.
Es frecuente complementar las anteriores, con alguna labor de otoño/invierno.
Labor de invierno: controla las malas hierbas desarrolladas en otoño e invierno, el mullido que se consigue favorece el intercambio gaseoso, mejora la infiltración, se aprovecha para incorporar abonos, etc.
En caso de heladas, será conveniente retrasarla.
Labores durante el período activo: Sirven fundamentalmente para eliminar competencia, control del régimen hídrico, etc. El número de labores dependerá del régimen climático, de la densidad de malas hierbas desarrolladas, de la práctica del riego, etc.
Por término medio, se dan de 2 a 4 labores, aunque con frecuencia se realizan muchas más.
Labor de otoño: Se practica en algunas ocasiones para reducir el apelmazamiento producido durante el cultivo (recolección, fundamentalmente), favorece la recepción de lluvia y sirve para incorporar fertilizantes, etc.
Las labores en la línea conviene reducirlas, debido al riesgo de daños mecánicos y la dificultad de su realización. Se dan de una a dos labores.
MAQUINARIA EMPLEADA
Tipos de aperos:, según su labor:
a) Los que entierran las adventicias (tipo vertedera), que cortan y voltean. Favorecen la formación de suela, invierten las capas de tierra. El acabado no es bueno, se debe realizar en buenas condiciones, es profundo, etc.
b) Los que actúan arrancando las malas hierbas (tipo cultivador o útiles de dientes), descompactan y airean. Son los más utilizados aunque pueden provocar salida de terrones, algo que puede corregirse acoplando tras el cultivador un rodillo de barras, rastras de púas, etc.
c) Aperos rotativos (tipo fresa), fragmentan y entierran a la vez; pulverizan excesivamente, rompiendo la estructura y favoreciendo la formación de suela de labor.
d) Gradas de discos: Actúan por compresión y rotación, incorporando parcialmente los residuos o vegetación superficial. Con suelo semiplástico favorecen la formación de suela. En suelo arcilloso y seco penetra mal.
e) Aperos intercepas, individualizados o incorporados a alguno de los aperos descritos, pueden actuar de forma semejante. Poseen mecanismos de accionamiento manual, mecánico, hidráulico o electrónico. Permiten la entrada y salida del apero en la línea de cepas para realizar la labor.
Se debe procurar emplear cada vez menos los aperos volteadores y rotativos en las plantaciones, usando cada vez más los cultivadores, o aperos dentados, cuidándonos de evitar la formación de terrones. La grada de discos, en ciertas situaciones, puede ser el apero adecuado.