CONCURSO PODA DE LA VID EN ESPALDERA LA RIOJA
Un viticultor que domine perfectamente el arte de la poda manual logrará ejecutar con exactitud en una cepa con radio de pulgares no superior a 60 centímetros y altura no mayor a un metro, una vez situado frente a ella, todas las operaciones de corte sin mover los pies de sitio. Es prueba de escasa práctica cuando necesita dar rodeos circunvalatorios y como muestra suficiente bastará comprobar visualmente, después de la poda, el aspecto que ofrece el porte de un viñedo.
En la viticultura Riojana, la poda de invierno o poda en seco se realiza después de la caída de las hojas y antes de que vuelvan a salir los nuevos brotes. Cuando la planta se encuentra en estado vegetativo dormante y la circulación de la savia ha bajado. Sirve para eliminar los sarmientos de la temporada anterior y recortar las maderas de dos años y más, favoreciendo la regeneración de la planta. No se debe podar con temperaturas demasiado bajas debido a que las heladas vuelven la madera quebradiza y ésta se puede astillar con los cortes. Además, con temperaturas bajo cero la madera tarda más en cicatrizar y corre más riesgos de sufrir enfermedades como la yesca y la eutipiosis.
Es una práctica que consiste en reducir la parte vegetativa de la vid a fin de limitar su crecimiento natural y de mejorar su rendimiento y la calidad de las uvas. En su estado natural la vid es una liana trepadora cuyas ramas, llamados sarmientos, pueden alcanzar hasta 30 metros de longitud. Sólo prosperan las yemas situadas en los extremos porque reciben más sabia, y las yemas situadas más cerca del tronco no brotan. Si bien produce numerosos racimos, las uvas tienen un tamaño reducido y maduran difícilmente, por lo que su calidad es deficiente.
El sitema Royat, es el sistema de poda en espaldera más utilizado en La Rioja, consiste en formar la cepa con dos brazos, con 3 pulgares cada brazo. Cada pulgar tendrá dos yemas de las que brotarán los sarmientos. Para garantizar la calidad se restringe la cantidad a 6.500 kg/ha para variedades tintas y 9.000 kg/ha para blancas. El objetivo de la poda consiste en reducir el número y la longitud de los sarmientos para que la vid produzca menos racimos, pero de más grosor y más calidad. También permite adaptar el tamaño de la planta al espacio donde se cultiva para facilitar las tareas del viticultor.
La carga es el número de yemas francas o fértiles dejadas en la cepa en el momento de la poda. Sin embargo, no todas estas yemas tienen la misma fertilidad. Por eso el podador tiene en cuenta el número y grosor de los sarmientos que tiene la cepa. Si dicho número es similar al que tuvo el año anterior, comprobará el grosor que tuvieron los de la vegetación anterior, y de esta comparación deducirá si hay ganancia (si son más gruesos), pérdida (si son más delgados), o si son de igual grosor. Esto indica, respectivamente, que el vigor crece, disminuye o se estaciona. En primavera el podador tiene en cuenta el mayor o menor número de chupones o pámpanos no productivos, eliminados en el espergurado. Si ese número es elevado significará que han brotado muchas yemas y por lo tanto el vigor es elevado.
Los cortes deben ser limpios, de la menor sección posible y lisos. Se deben realizar de una sola vez, para lo cual las tijeras deben estar siempre limpias y bien afiladas. Los cortes sobre sarmientos se darán por encima de la última yema respetada, salvo que su longitud sea excesiva, caso en el que el corte se dará unos tres centímetros por encima de esta. Los cortes sobre madera vieja se deberán dar en dirección opuesta a la posición ocupada por el órgano elegido para sustituir a dicha madera vieja y se dejará un pequeño tocón de longitud aproximadamente igual al diámetro. Los cortes sobre los chupones deben ser limpios y por su base pero sin afectar a la madera vieja.
No deben elegirse los pulgares simplemente por su tamaño, sino por su mejor base de inserción y, en esta condición, aquéllos que queden mejor situados no solamente para el desarrollo vegetativo, sino, a su vez, por la continuidad de corte va viva y en la misma dirección del brazo. Ya que una serie de lesiones secas contrapuestas, donde la corteza es inerte y sin vida, puede crear un tapón de botella y dificultar el paso de la savia.
El sistema de poda Royat, denominado poda en cordón en español, es una poda en pulgares para vides anudadas en espaldera. De esta manera, todos los pulgares están insertados en uno o en dos brazos de la cepa (según sea poda simple o doble) y colocados horizontalmente a lo largo de los alambres de sujeción. Por otra parte en el sistema de poda Guyot no se dejan varios pulgares, sino solo uno y un sarmiento con entre 5 y 10 yemas. La poda Guyot recibe en España el nombre de daga y espada. El sistema busca mejorar el rendimiento de las viñas que producen pocos racimos por yema, o bien, producen racimos muy pequeños. Para ello, se deja crecer un sarmiento largo que irá dando lugar a brazos que se colocan sobre un empalizado.