ELECCIÓN DEL SISTEMA DE PODA VID
La adecuación del sistema de poda depende en gran parte de la fertilidad de las yemas y el hábito de brotación que tengan. En su búsqueda por el equilibrio, el viticultor hará una poda más o menos estricta de acuerdo con la fertilidad de las diferentes variedades. Dependiendo de qué yemas sean más fértiles, algunas variedades prefieren uno u otro tipo de poda:
- Las variedades cuya fertilidad se concentra en las yemas del medio se adaptan bien a la poda mixta: carménére, chenin blanc, gewürztraminer, nebbiolo, riesling o friulano.
- Las variedades cuyas yemas básales presentan una buena fertilidad se adaptan mejor a la poda corta: chardonnay, garnacha, malbec, moscatel, petit verdot, pinot noir, sangiovese, sauvignon blanc, sémillon, syrah, torrontés, tannat, tempranillo, ugni blanc o viognier.
La fertilidad de las yemas se refiere al número y tamaño de los racimos que saldrán de cada yema. Lo normal es que cada brote produzca dos racimos, pero existen variedades con una mayor fertilidad que son capaces de dar un mayor número de racimos y otras cuya fertilidad es menor. Las condiciones climáticas también afectan a esta fertilidad natural.
SISTEMAS DE CONDUCCIÓN MÁS UTILIZADOS
- Royat: Los sistemas más utilizados a nivel global son de conducción en espaldera baja como el sistema Royat, tanto en su variante simple como de cordón doble. Sus ventajas son muchas y se adapta a la gran mayoría de variedades internacionales, permitiendo, además, una sencilla mecanización y manejo de la vegetación. El tronco debe tener una altura ligeramente inferior a la del alambre portor (el más bajo), que sujetará los brazos. Hay dos variantes: royat simple (con un solo brazo) y royat doble, con dos brazos. La poda se realiza dejando pulgares (de 3 a 5) en cada brazo, con una distancia de unos 12 centímetros entre ellos, y se podan los sarmientos a dos yemas.
- Vaso: El sistema de vaso también es ampliamente utilizado debido a su barata implantación y por estar muy bien adaptado a las condiciones climáticas propias de un clima mediterráneo, mayoritario en gran parte de las regiones vinícolas actuales. Consiste en el crecimiento del tronco sin apoyos, a baja altura y dejando crecer tres o cuatro brazos en los que se deja uno o dos pulgares podados a dos yemas. El objetivo principal es dejar que la planta brote hacia el exterior, de forma que quede un espacio central interno que permita una buena aireación y entrada de sol.
- Guyot: El sistema Guyot también es muy utilizado. Es un sistema en espaldera que permite la mecanización de muchas de las tareas, como la poda en verde, la aplicación de productos fitosanitarios o la propia vendimia. Resulta muy adecuado para variedades de baja fertilidad en las yemas básales, y con mayor producción en yemas altas, a partir de la tercera o cuarta. Además, al tener una baja cantidad de madera permanente, concentrada en el tronco y las raíces, no consume tantos recursos nutritivos como los sistemas con troncos más largos y puede destinarlos a la producción de la uva.
La cepa se conduce con uno o dos brazos en un mismo plano. Pero no se dejan varios pulgares, sino solo uno y un sarmiento con entre 5 y 10 yemas. Esto se conoce como poda de daga y espada. Durante la renovación anual, el sarmiento brotado de la yema inferior del pulgar se cortará a dos yemas y quedará como nuevo pulgar. Mientras que el brote de la yema superior será la nueva vara productiva.