PRODUCTOS FITOSANITARIOS CLASIFICACIÓN VIÑEDO
Los productos fitosanitarios son aquellos que se utilizan para combatir a los agentes que pueden enfermar a los plantas. Se pueden aplicar de manera preventiva para evitar que aparezcan o se desarrollen estas enfermedades, o de manera prescriptiva cuando el viñedo ya ha sido afectado. Existen fitosanitarios específicos para la mayoría de enfermedades: fungicidas, insecticidas, bactericidas, nematicidas, herbicidas, feromonas, acaricidas, etc.
Pueden ser de síntesis química, creados químicamente de manera industrial o biológicos (bioplaguicidas), cuyo origen procede de algún organismo vivo (plantas, hongos y bacterias principalmente). Los productos naturales, biológicos y ecológicos son una alternativa a los productos fitosanitarios químicos. Todas estas sustancias autorizadas se encuentran enumeradas en el II del Reglamento CE 889/2008
Los fitosanitarios funcionan a partir de un agente activo o materia activa que actúa de forma directa sobre la enfermedad. Estos agentes interfieren en alguna función metabólica o fisiológica y afecta al funcionamiento del ser vivo o plaga. El mismo agente activo se puede encontrar en muchos productos comerciales y con diferentes concentraciones, al igual que pasa con las medicinas.
MECANISMOS DE PENETRACIÓN Y ACCIÓN
- Contacto: La acción sobre la plaga o enfermedad se produce por contacto sobre la plaga o enfermedad. Ejercen su acción cuando se encuentran sobre la planta antes de que se produzca la infección. No crean resistencias. Se deben emplear en tratamientos preventivos. No penetran en el interior de la planta, por lo que son lavados por la lluvia. Se pueden repetir sus tratamientos, cuando hay lavado por lluvias o, cuando se produce un crecimiento muy rápido de la planta. La persistencia de la efectividad del producto, varía de 4 a 8 días (consultar la etiqueta de cada producto).
- Penetrantes: Tienen la propiedad de penetrar en el interior de los tejidos de la planta pasando de una célula a otra, translaminarmente, no en la savia. Ejerciendo su acción únicamente en el sitio donde fueron aplicados. Son preventivos pero también curativos en los primeros días de incubación de la enfermedad (fungicidas). Su persistencia es de 8 a 10 días (consultar la etiqueta de cada producto). Para evitar la aparición de resistencias se aconseja no realizar al año más de 2 o 3 tratamientos seguidos con productos de un mismo grupo.
- Sistémicos: penetran en el interior de la planta y circulan por la savia hacía todos los órganos. Son preventivos, pero también curativos, en los días de incubación de la enfermedad (fungicidas). Protege los nuevos órganos formados después del tratamiento. Su persistencia de la efectividad del producto, es de unos 12 a 14 días (consultar las etiquetas correspondientes). Con estos productos hay que limitar los tratamientos ya que pueden aparecer resistencias.
MAQUINARIA DE APLICACIÓN DE FITOSANITARIOS
Las maquinas y equipos de tratamientos tienen como objetivo obtener la máxima eficacia para repartirlos. Existiendo diferentes tipos cómo los "pulverizadores", para aplicar de forma líquida, los "espolvoreadores", aplicando el producto sólido en forma de polvo, y los "inyectores", introduciendo el producto, normalmente líquido en las proximidades de las raíces, pudiendo introducir abonos, enmiendas correctoras, insecticidas, etc.
- Pulverizador o Atomizador: es un utensilio que se emplea para producir una fina pulverización de un líquido, mediante una bomba (de pera de goma o de émbolo), basándose en la aspiración debida al efecto Venturi. La diferencia que hay entre atomizador y pulverizador. En realidad las boquillas suelen ser las mismas, solo que en el caso del atomizador se colocan dentro de toberas o en la envolvente del ventilador para recibir la corriente de aire.
Los pulverizadores van suspendidos del tractor o más frecuentemente arrastrados y accionados mediante la toma de fuerza (también pueden ser automotrices). Constan de un depósito, de diferentes capacidades, que puede ser de polietileno de alta densidad o estratificado con fibra de vidrio, pero nunca metálico. Una bomba, accionada por la toma de fuerza, que impulsa el líquido, el cual sale proyectado por las boquillas pulverizadoras, normalmente de pistón-membrana.
Un agitador (hidráulico, mecánico o hidromecánico) para mantener homogénea la mezcla del líquido con el producto que se aplica, impidiendo que se formen sedimentos. Un sistema de filtros, manómetros, griferías, etc., a mano del conductor, para abrir y cerrar el paso del líquido a voluntad. Unas boquillas adecuadas para cada tipo de producto y de un material adecuado. Un sistema de brazos, que hacen de soporte de las boquillas por las que sale el líquido a presión.
En los pulverizadores neumáticos o impropiamente denominados atomizadores. El líquido llega al órgano pulverizador aspirado por la fuerte corriente de aire del ventilador y en parte también empujado por una ligera presión sobre el líquido del depósito. El líquido se mezcla con el aire al mismo tiempo que se divide en pequeñas partículas, que son proyectadas sobre la vegetación. La considerable masa de aire expulsada contribuye a agitar los sarmientos, facilitando la penetración del líquido, así como su perfecta distribución.
Para el viñedo la presión óptima de trabajo es la de 15 atmósferas (para fungicidas o insecticidas), lo que permite realizar el tratamiento con la máxima eficacia, utilizando boquillas cónicas. La presión en la máquina se gradúa con un regulador para que sea constante. Con este pulverizador se tratan dos hileras completas de cepas de una sola vez, y el gasto de caldo por hectárea puede variar, según la vegetación, de 500 a 800 litros.
Para los tratamientos herbicidas es suficiente con una presión máxima de 2 atmósferas y un gasto de 200 L/ha, y se utilizan boquillas de abanico. Como referencia se puede señalar que con el pulverizador mecánico a presión, en una jornada normal de diez horas de trabajo, puede tratar entre cinco y diez hectáreas, dependiendo del sistema de alimentación.
- Esplovoreadores: constan de dos circuitos, uno para el producto y otro para el aire. Entre el depósito y la turbina hay un dispositivo que regula la cantidad de polvo que ha de aspirar la turbina, y, a la salida de esta turbina, hay otro dispositivo que regula la salida de polvo hacia cada uno de los dispositivos de espolvoreo. Se deben aprovechar los momentos que haga poco aire, de lo contrario el producto es arrastrado con facilidad y el tratamiento será defectuoso.
Ventajas, sobre la pulverización: Mejor penetración del producto, no necesita agua para su distribución, y mejora la eficacia de algunos productos como el azufre. Pero también tiene ciertos inconvenientes, como la dificultad de adherencia de algunas materias activas, el tratamiento es muy sensible al viento, dificultad de regulación, se estima que solo se aprovecha entre un 5 al 25% del producto.
- Inyectores: Consta de los mismos mecanismos de propulsión pero solo tiene dos salidas de líquido. Cada una de ellas va situada en un rejón, que se introduce al lado de la línea de las vides, con la finalidad de inyectar los abonos líquidos, las enmiendas o correctores de carencias, o los diferentes fitosanitarios, que necesitan colocarse, lo más cerca posible de las raíces de las cepas. Permiten dar los tratamientos con viento, pero necesitan tempero en el suelo, para que se pueda introducir bien los rejones.
CONTROL INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
El tratamiento de las enfermedades y plagas puede responder a diferentes estrategias que son decisión del viticultor. Tanto la comercialización como el uso de productos fitosanitarios están altamente regulados y legislados y su uso en viñedos es una preocupación incipiente entre algunos consumidores que valoran que los productos se cultiven de forma menos intervencionista.
La viticultura convencional o prescriptiva se basa en seguir un calendario estandarizado con el uso de plaguicidas de manera sistemática. La viticultura que aplica una gestión integrada de plagas. Es la estrategia adoptada por la gran mayoría de viticultores de calidad que permite reducir el uso de productos químicos, mediante la observación, el conocimiento y sobre todo prevención la aparición de plagas. En Francia se conoce como "Lutte raisonée" (Lucha razonada) y en países anglosajones como "Integrated Pests Management (IPM)".
En la actualidad se puede recurrir al control químico que es un buen método para eliminar epidemias, aunque no siempre, es la mejor forma de control, ya que un mal uso o mala aplicación de los pesticidas puede resultar dañino para el hombre y su medio ambiente, o conllevar efectos colaterales negativos de resistencias. Por esta razón el control integrado, se basa en usar todos los métodos para combatir enfermedades y plagas. Los productos químicos, no son el único sistema de eliminación, sino solo un componente más en dicho control.
- Aplicar siempre que sea posible tratamientos biológicos, biotecnológicos o culturales por encima de los métodos químicos.
- Observar los niveles de población de las plagas y las condiciones climáticas aplicando tratamientos directos sólo cuando los niveles superen el umbral recomendado para la intervención.
- Se recomienda establecer áreas no cultivadas cerca del viñedo para favorecer la biodiversidad.
- Se prohíbe el uso de calendarios sistemáticos de tratamientos.
- Aplicar plaguicidas en condiciones climáticas desfavorables.
El control integrado de plagas y enfermedades, está basado en elegir racionalmente, entre los sistemas más adecuados, ecológicos, eficaces y rentables, que tenemos a nuestra disposición. Los "sistemas culturales", pretenden una buena preparación de terreno, una época de plantación y riego adecuados, un buen control de malas hierbas, fertilidad adecuada del suelo, y plantar variedades libres de enfermedades. El "control genético", es ideal para controlar enfermedades viróticas en el viñedo.
El "control biológico", con depredadores naturales, como son algunos insectos útiles (Coccinella septempunctata, Adalia bipunctata, etc., para el control de áfidos, o el Bacillus thuringiensis o Trichoderma viride, para controlar ciertos hongos). El "control químico", siendo necesario conocer perfectamente el fitofármaco, para que sea muy efectivo, sin un coste excesivo. Ya que un mal uso acarreará posibles problemas (daños a la población humana, resistencias a fitofármacos de enfermedades o plagas, etc.).
PLAGAS Y ENFERMEDADES CLASIFICACIÓN
- Hongos: Los hongos son organismos pequeños, frecuentemente microscópicos, multicelulares o filamentosos que carecen de clorofila. Al carecer de clorofila, necesitan obtener su energía de animales muertos o de residuos vegetales, como saprofitos o bien de plantas o animales vivos como parásitos o patógenos. Los hongos pueden infectar las plantas mediante penetración directa del tejido o a través de una herida o una apertura natural, tal como los estomas, hidatodos y lenticelas.
- Bacterias: Las bacterias son organismos procariotes microscópicos, con forma de bastoncitos o esféricos. Sobreviven de una estación a otra en el suelo, en residuos de plantas, semillas, insectos o plastas infectadas y se propagan por salpicaduras de lluvia o agua corriente, por el viento, a través de insectos u otros anímales, o por el hombre (transporte de suelo, material vegetal infectado o herramientas de poda).
Entran en las plantas a través de heridas o aperturas naturales (estomas, hidatodos, lenticelas). Algunas bacterias están confinadas en ciertos tejidos de la planta, tales como los vasos de xilema y son transmitidos mediante insectos chupadores o por injerto. Las bacterias se identifican generalmente por test fisiológicos, bioquímicos y serológicos.
- Micoplasmas: Los micoplasmas son organismos pequeños, a veces submicroscópicos semejantes a las bacterias, excepto que tienen una sola membrana celular. Varían en la forma y, por lo general, no son motiles. Frecuentemente están asociados con enfermedades de tipo amarilleamientos que inducen disfunción del floema. Son transmitidos por insectos vectores y por injerto.
- Virus: Los virus de las plantas son partículas submicroscópicas que usualmente consisten en ácido ribonucleico (RNA) envuelto en una cubierta de proteína (cápsida). Las partículas de virus son poliédricas o en forma de bastoncito (de corto y rígido a largo y flexuoso).
Los virus no se reproducen por sí solos. En cambio, inducen al huésped a producir más partículas de virus. Son transmitidos por vectores insectos o nematodos, por contacto mecánico a través de heridas y por el hombre mediante la propagación de estaquillas o yemas infectadas.
En la propagación de vides injertadas tanto el portainjerto como el cultivar pueden ser una fuente de virus. Algunos virus pueden propagarse a través de las semillas y el polen. Las partículas de virus pueden ser detectadas a veces por técnicas serológicas, pero las enfermedades producidas por virus en plantas perennes tales como las vides se diagnostican, por lo general, basándose en los síntomas del huésped infectado o mediante inoculación en plantas indicadoras sensibles.
- Nematodos: Los nematodos son organismos pequeños (15-35 x 300 - 1.000 Mn) de aspecto semejante a los gusanos y que viven en las raíces o en el suelo. En sección transversal son redondos y su cuerpo es liso y no segmentado, sin apéndices. En algunas especies la hembra engruesa en la madurez adquiriendo forma de pera o esferoide. Los nematodos parásitos tienen estiletes para perforar las células del huésped y alimentarse.
Pueden alimentarse sólo de las células superficiales de las raíces y no entrar en ellas (ectoparásitos) o bien entrar en las raíces y alimentarse dentro de ellas (endoparásitos). Pueden ser sedentarios o moverse lentamente en el suelo. Pueden ser diseminados por el viento, el agua y por el movimiento de suelos infectados, plantas o maquinaria.