LA BOMBI RESTAURANTE EN SANTANDER (CANTABRIA - ESPAÑA)
- Dirección: Casimiro Sáinz, 15. Santander, Cantabria 39004 España
- Especialidad/Recomendación: Almejas a la plancha, pescados y mariscos, preparados de forma tradicional.
- Bueno para: Grupos grandes, Negocios, Cocina local, Entretener a clientes
- Bodega: La carta de vino es extensa, bien estructurada y con unos precios que permiten disfrutar del vino.
- Capacidad aproximada: 120/130
- Gerente: Bonifacio Movellán
- Jefe Cocina: Ramón Arriarán
- Jefe Sala: Fernando López Huidobro
- Horarios: De 13,00 a 16,00 y de 20,00 a 24,00
- Días de descanso - Vacaciones: Domingo - 15 días febrero y 15 días noviembre.
- Precio medio carta: 36-50 €
- Precio menú degustación: 36-50 €
- Ubicación: El restaurante La Bombi se halla situado en la zona de Puerto Chico de la capital santanderina, a escasos 100 metros de la sede central del gobierno de Cantabria.
- Cocina: Según la gente local uno de los mejores restaurantes de Santander y un referente de calidad. Este establecimiento presenta una oferta gastronómica eminentemente marinera sin olvidar otros platos de la casera y tradicional cocina cántabra. Destacar que el punto más fuerte de este local es su excelente selección de las materias primas utilizadas, generalmente de la zona ya sean pescados, carnes u hortalizas. Quizás en la elaboración se utiliza un poco más de ajo de lo habitual pero muy bueno todo.
Y es que la naturaleza ha dotado a Cantabria, a sus ríos, montañas y valles, con materias primas de una riqueza, de una calidad alimentaria, excepcionales. Hacen falta personajes, hosteleros, que asuman esta herencia, estos tesoros, y magnifiquen la gastronomía de la región. Para ello "La Bombi" adquiere el compromiso con los proveedores más acreditados, con los que le garantizan ese nivel de primerísima calidad.
Además de beneficiarse de la prioridad de numerosos pescadores y mariscadores que le dan preferencia en sus capturas, este negocio cuenta con un barco de pesca de bajura en propiedad, el "Alejandro José", que aporta la frescura y el tamaño adecuados para sus platos emblemáticos, los más solicitados: las cocochas, el besugo, las almejas, el rodaballo. Las anchoas empapadas en aceite (elaboradas, después del proceso apropiado de maduración, por el personal de la casa).
- Filosofía: Según el gerente del restaurante las líneas maestras de un restaurante son la cocina y la sala. Otra de las fijaciones de Boni Movellán (Gerente) fue encontrar a las personas que interpretaran sus objetivos: una cocina sin artificios, las cosas, los sabores que se identifican, como ayer, como siempre. Una comida visible, donde las planchas, las cazuelas, las sartenes, hierven, crepitan, dando su tiempo justo, a la merluza, a los maganos (chipirones), al solomillo, a lo más sabroso del repertorio.
Al poco de abrir consigue la eficiente colaboración de Ramón Arriarán (Jefe Cocina) que atesora el secreto, el arte culinario hecho de los frutos del mar y de la tierra, de tradiciones, aderezado con la profesionalidad y modestia de quien solamente busca cada día, sin vaivenes, el deleite de los clientes.
Resuelta la dirección de los fogones el proyecto continuaba con la creación de un ambiente, una atmósfera, un encanto especial en el comedor y en la barra (apartado importantísimo, tiempo de aperitivo, tertulia y espera). Efectivamente, y al margen de la elaboración de los platos, un restaurante tiene que ser animado, ameno. Había que formar un equipo que practicase el protocolo de la recepción: la amabilidad, la cordialidad, la discreción, acomodar, recomendar. En este cometido esencial cuenta con el concurso de Fernando López Huidobro (Jefe Sala) dirigiendo un equipo cualificado de profesionales, que ofrecen un servicio cordial e interesado en satisfacer las necesidades de sus comensales.
- Establecimiento: El ambiente es amplio, luminoso y bien montado, con varios comedores. Elegantes , acogedores y limpios comedores con una decoración marinera junto a un servicio atento y amable que hacen del restaurante La Bombi un buen punto de encuentro para celebraciones de familia, comidas de grupos, de negocios, cenas románticas, etc.
- Ambiente: Buena atmósfera, con un ambiente elegante y gente guapa. El servicio es bueno, atento y simpático, es aconsejable dejarse asesorar. También se aprecia un ambiente financiero, inicio o cierre de negocios, etc. Para Brillant Savarin, el reputado gastronómico francés, "la mesa establece un vínculo especial entre los comensales y facilita que se puedan percibir impresiones y sensaciones positivas y favorables. De ahí su importancia en los negocios y la política." En este establecimiento parece que se concilian las obligaciones profesionales con los placeres de la buena mesa, de la compañía agradable y de la comunicación, todo ello en un marco elegante y de carácter marinero.
- Historia: Puertochico, en el Santander de 1935. Latido, tic-tac, aparejos, remos, voces de pescadoras pregonando su mercancía, salitre y leyendas de marinos que en las abarrotadas bodegas relataban los mayores. Carga y descarga, movimiento y brío. En aquella arteria santanderina, Antonio del Ojo y su esposa Bernardina Pérez, abrían una taberna que llamaron "La Bombilla", abreviada por el decir popular como "La Bombi" apenas a cincuenta metros de la lonja donde se subastaba el pescado fresco, fresco.
Una taberna reducida, que constaba de una barra y un rincón donde asentaban los pellejos de vino. Lo que años más tarde fue el comedor, otro inquilino lo aprovechaba para la salazón de anchoa, sardina o besugo en barriles bordeleses. Era la despensa para los inviernos de escasas capturas.
La dedicación y la esperanza del matrimonio con una creciente popularidad consolidarían el angosto establecimiento. Allí acudían los pescadores a pesar los peces que les correspondían del reparto y que luego vendían o condimentaban en la calle, sobre rústicos barreños, al carbón.
En "La Bombi" repartían las tripulaciones las soldadas, se aprovisionaban para las faenas de la mar, compartían alegrías, penas y recuerdos de temporales y tragedias, entonaban sus canciones a ritmo de ola y saboreaban la anchoa en aceite o las sardinas recién pescada en el abra, con el vino en porrón.
La afluencia era cada vez más numerosa, por lo que decidieron, con la ayuda de su hijo Chili, adquirir la bodega y cuadra adosadas e instalar cocina y mesas donde servir las comidas más cómodamente. Fueron pasando los años, llegó la jubilación y recogió el testigo otro hijo, Mario, quien, junto a su esposa Carmina, se embarcó en otra reforma y la taberna pasó a ser el Mesón "La Bombi". La clientela, atraía por la fama de sus pescados y carnes, ya no eran solamente los pescadores.
En 1985, cincuenta años después de que Antonio y Bernardina abrieran la taberna ("La Bombilla") en aquella calle que era el latido marinero, el espíritu del Puertochico, redes, cestos y cadencia de habaneras que traían los barcos ultramarinos, Boni Movellán adquiere el negocio. Comenzaba otra historia, un apasionante reto empresarial.
LA GASTRONOMÍA DE SANTANDER
Santander ofrece una magnífica selección de productos del mar que la han dado un gran prestigio en la península de la "buena cocina". Destacan productos como los amayuelas y morgueras entre los mariscos y panchos, salmonetes, bocartes, lubinas y sardinas entre los pescados, así como calamares y cachones.
La gastronomía de Santander está fundamentada principalmente en sus pescados. El recorrido gastronómico podría empezar por el Barrio Pesquero, continuando por Puerto chico, El Sardinero y para terminar por el área de Corbán.
Santander también se abastece en su parte gastronómica de otros municipios de Cantabria en sus pescados y mariscos como: las almejas de Pedreña, el bonito y las anchoas de Santoña, el besugo de Castro Urdiales, etc. Pero también merece mención especial la gran variedad de verduras, frutas y legumbres que produce la región de Liébana, así como las tablas de diferentes clases de quesos de calidad que produce Cantabria y que surte a la ciudad de Santander.
Las carnes de las que se nutre también Santander, proviene del ganado vacuno que se cría en Cantabria. Criadas con pastos naturales, tales como la ternera, añojo, novilla y buey, gozan de una gran reputación por su calidad y sabor. Los restaurantes de Santander ofrecen una cocina con gran carisma, y que se basan en su variada y exquisita cocina.
Unos platos típicos de la ciudad son sus rabas y sus rosquillas dobles, además del destacado cocido montañés y los mencionados platos de pescado y marisco, que van desde la lubina y la sardina hasta productos como la morguera.
LA CARTA Y SU PLATOS MÁS REPRESENTATIVOS
Entrantes:
- Lubina Marinada
- Bonito Marinado
- Sopa de pescado
- Ensalada mixta
- Menestra de verduras
- Espárragos
- Cogollos de Tudela y Anchoas
- Alubias Rojas
- Huevos revueltos al foie
- Revuelto de erizos
- Croquetas de gambas
- Jamón de bellota
- Puding de cabracho
- Anchoas, pimientos y bonito
- Rabas de calamar fresco
- Salpicón de marisco Almejas a la Sartén
- Almejas a la marinera
- Ostras Nécoras
- Centollo del país
- Changurro frío o al homo
- Gambas frescas
- Langostinos frescos
- Cigalas (medianas) Cigalas (grandes)
- Langosta Bogavante
Pescados:
- Merluza romana
- Merluza cocida
- Troncos de merluza
- Lomos de merluza
- Cocochas de merluza
- Dorada
- Lubina
- Jargo
- Rodaballo
- Lenguado
- Salmonetes
- Besugo
- Cabracho
- Rape
- Mero
- Maganos encebollados
- Maganos troceados en tinta
- Maganos rellenos en tinta
- Maganos guadañeta encebollados
- Pimientos de marisco en salsa de nécoras
Carnes:
- Foie fresco de oca a las uvas
- Solomillo a la plancha
- Solomillo al queso
- Solomillo a la pimienta
- Solomillo a la sal
- Solomillo mantequilla de anchoas
- Chuletón
- Bistec
- Escalope
- Chuletillas de lechazo
- Mollejas de lechazo
- Riñones de lechazo
- Sesos de lechazo
- Rabo de toro estofado
- Manitas de lechazo
- Carrilleras de ibérico