TRADICIONES NAVIDEÑAS EN ESPAÑA
El día de Navidad 25 de Dicimbre es festivo en España, y las fiestas duran desde la Nochebuena, el 24 de diciembre, hasta la Epifanía o día de los Reyes Magos, el 6 de enero, aunque oficiosamente se dan por comenzadas el 22 de diciembre, con el sorteo de la lotería navideña. Es típico decorar la casa con un belén, un árbol de Navidad o ambos.
- En Nochebuena (24-25 de Diciembre) se celebra un banquete familiar que dura hasta altas horas de la madrugada. Hay una enorme variedad de platos típicos para esta cena, ya que cada región tiene sus especialidades. No obstante es bastante común comenzar la cena con un plato de verdura o sopa, seguir con pescado o marisco y terminar con pavo relleno asado como plato principal. De postre se sirven el típico turrón, dulce de origen árabe hecho a base de miel y almendra molida, polvorones, mazapán, "orejones" de albaricoque o melocotón, higos, dátiles, ciruelas, pasas y frutos secos.
Aunque en muchas iglesias se celebra la tradicional Misa de Gallo, son cada vez menos los españoles que siguen observando esta vieja costumbre.
Los niños suelen recibir algunos regalos de parte de Papá Noel tras la cena de Nochebuena (24 de Diciembre) o en la mañana del día de Navidad (25 de Dicimbre). El el País Vasco y Navarra, es el Olentzero el que trae los regalos. En Galicia, sin embargo, el que trae los regalos es el Apalpador. El día de Navidad, las familias suelen reunirse también para celebrar un banquete.
- El (28 de Diciembre) se celebra el "día de los Santos Inocentes", que conmemora la matanza de niños ordenada por el rey Herodes. Ese día, los españoles se gastan bromas llamadas "inocentadas", similares a las del 1 de abril en otros países occidentales. Incluso algunos periódicos y cadenas de televisión entran en el juego publicando noticias falsas para embromar a su público.
- El (31 de Diciembre), Nochevieja, también es día de grandes festejos. Muchas personas celebran el fin de año en casa, mientras que otras lo hacen en "cotillones" públicos. A las 12 de la noche, los españoles dan la bienvenida al año nuevo comiendo 12 uvas, una por cada campanada del reloj, para invocar la suerte en el año que comienza. La fiesta acaba a menudo de madrugada, con un desayuno a base de chocolate con churros en algún bar que no cierre en toda la noche. El día de Año Nuevo es tradición celebrar con otra gran comida familiar el principio del año.
- En la tarde del (5 de Enero), los españoles dan la bienvenida a los tres Reyes Magos, que desfilan en espectaculares cabalgatas por las calles de las ciudades españolas. Esa noche, los Reyes traen regalos a los niños buenos y carbón a los malos, aunque este carbón suele ser de azúcar. Los niños dejan algunos dulces para los reyes y sus pajes, y un poco de leche para sus camellos. La comida familiar del día de Reyes acaba con el típico roscón en el que se suelen esconder una figurita y un haba. Quien encuentre la figurita será coronado rey del día, y quien encuentre el haba tendrá que pagar el roscón. Esta comida de Reyes pone fin a las fiestas navideñas en España.
EL CAVA Y LA NAVIDAD EN ESPAÑA
En la mayoría de las casas españolas en navidad se descorcha alguna botella de cava, la bebida por excelencia de estas fiestas. Al igual que tenemos en cuenta todos los diferentes vinos no espumosos del país y del extranjero, deberíamos tener en cuenta las diferencias entre cavas, ya que es una bebida muy versátil y que pone a nuestra disposición opciones muy variadas.
Por ejemplo en Cataluña y algunas partes del Levante, el cava es una bebida muy apreciada en el aperitivo y para acompañar todo tipo de comidas. En el resto de España, sin embargo, la bebida suele relegarse a los postres y el mercado está dominado por las grandes bodegas, algo que limita mucho el disfrute de productos de calidad.
Para escoger un cava tenemos que tener en cuenta al menos cuatro parámetros:
- Elaboración: Leyendo la etiqueta podemos averiguar si se trata de un vino elaborado con el método champenoise o tradicional, o con otros procesos como el método granvas que permite ofrecer espumosos muy económicos, ya que la segunda fermentación se realiza en un gigantesco depósito y en la botella.
- Crianza: El tiempo de crianza marca las características de un espumoso. Un cava debe tener un tiempo mínimo de crianza con sus lías o sedimento de 9 meses. Para que se considere un cava reserva, la crianza debe ser al menos de 15 meses para ser cava gran reserva a partir de crianzas de 30 meses. Todo esto para que gane en matices, cremosidad y complejidad.
- Dulzura: Es importante tener en cuenta la cantidad de azúcar que contiene. Ya que el brut nature es el cava más seco, pero también tenemos otros tipos, cómo son: brut, extra seco, seco, semiseco y dulce.
- Territorio: El cava se produce principalmente en la comarca catalana del Penedés (provincias de Barcelona y Tarragona). Allí Sant Sadurní d’Anoia es el centro de producción más importante y sede del consejo regulador.
Pero también se elabora cava con denominación de origen en otros muchos puntos de España. El Consejo Regulador del Cava determina como Región del Cava a la formada por un total de 159 municipios de las provincias de Barcelona (63), Tarragona (52), La Rioja (18), Lérida (12), Gerona (5), Álava (3), Zaragoza (2), Navarra (2), Badajoz (1) y Valencia (1), que en su conjunto configuran la zona de producción delimitada del Cava y, por tanto, son los únicos con plena capacidad legal para producir este tipo de vino espumoso y comercializarlo bajo este nombre.
Estadisticas del consumo del cava en España:
El 53% del consumo de cava de todo el año se realiza durante las fiestas Navideñas, fechas en las que se quintuplica el consumo de esta bebida, según datos proporcionados por el Consejo Regulador del Cava.
El Brut con un 40% de las ventas anuales y el Semi-Seco con un 34% son las variedades preferidas por parte de los consumidores nacionales.
Las zonas del noreste, el área metropolitana de Barcelona y el norte de España son las que más cava toman durante todo el año con un 26%, un 24% y un 12% respectivamente.
VINOS SUPURADOS (VINOS DULCES) EN LA RIOJA
La cultura del vino siempre ha sido el hilo conductor de la Denominación de Origen Rioja, por eso algunos viticultores y bodegeros se han propuesto en los ultimos años recuperar una de las tradiciones más arraigadas antiguamente en La Rioja y que habían quedado en el olvido: la elaboración de vinos dulces, los conocidos en la región como "Vinos Supurados". Con esta intención, algunos viticultores realizan la vendimia en enero, de las uvas destinadas a este Vino Supurado.
La tradición de los Vinos Supurados riojanos se remonta a las uvas que guardaban los viticultores en casa y se comían pasificadas hasta Navidad. Para ello se elegían los frutos más maduros, con los granos más sueltos (habitualmente de la variedad garnacha) que después de varios meses quedaban deshidratados (de ahí el nombre de supurado). En Navidad, los racimos sobrantes se prensaban y se sometían a un proceso de fermentación en garrafones u otros recipientes. Después de varios meses, y finalizada la fermentación, se obtenía un vino con un muy alto contenido en azúcar residual. Este vino, dulce pero fresco debido a la acidez que conservaba, se utilizaba como vino de postre o como vino medicinal, debido a su alto valor como reconstituyente.
Los mejores Vinos Supurados permanecen en el viñedo en busca de los beneficios que pueda aportar la podredumbre noble (Botrytis). Precursora de algunos de los vinos más prestigiosos del mundo (Sauternes), esta podredumbre noble, es favorecida por las nieblas matinales que se producen por la cercanía de algunos viñedos a los río, aportando al vino obtenido una mayor complejidad y longevidad.
¿CÓMO ESCOGER UN VINO PARA LA CENA DE NAVIDAD?
Las viandas que desfilan por la mesa durante la cena de navidad, son sin duda uno de los grandes protagonistas de la noche, pero también lo son los vinos, personajes fundamentales y complementarios de una gran velada.
La gama de combinaciones plato-vino que se pueden realizar es muy amplia a la vez de subjetiva, por ello se debe evitar la imposición de normas rígidas. A pesar de ello, la experiencia y el sentido común permiten elaborar algunos criterios que pueden servir de orientación:
- Vinos blancos secos y jóvenes: aperitivos y entremeses, verdura y legumbres ligeras, ostras y mariscos, pescados, quesos de cabra.
- Vinos blancos fermentados en barrica: platos de pescado, cangrejos, menestras, hojaldres de verduras.
- Vinos blancos secos de crianza: pescado sustancioso, asados de carne blanca, comida ahumada.
- Vinos blancos dulces: postres, platos fríos, los semi-dulces son la mejor opción para los postres con frutas. Los quesos fuertes, tipo roquefort o cabrales, se combinan bien con vinos dulces y licorosos, ya que así se obtiene un interesante y delicioso contraste entre los salado y lo dulce. La canela si se utiliza en postres o repostería, se la potencia con una copa de moscatel joven.
- Vinos rosados: entremeses, platos ligeros, carne blanca, en realidad combinan perfectamente con la mayoría de platos.
- Vinos tintos jóvenes: arroz, pasta, legumbres, verduras, carne blanca asada o en salsa, carne roja, pescados de río como la trucha asalmonada, salmón fresco y quesos semiduros y con moho.
- Vinos tintos Crianza y Reserva: legumbres sustanciosas, carne blanca rellena, carne de vaca, cordero, ternera, cerdo, quesos de oveja y pasta fermentada.
- Vinos tintos Gran Reserva: grandes asados de carne roja, platos de caza, quesos muy curados, recios y especiados.
- Cavas: aperitivos con brut frío, postres con semisecos o dulces.