COFRADÍA DEL VINO DE RIOJA (CATA BODEGAS URBINA)
La "Cofradía del Vino de Rioja" nació como Asociación el 30 de Junio de 1984 en el Monasterio de Yuso de San Millán de La Cogolla.
Sus objetivos son la exaltación de la importante riqueza vitivinícola riojana, dando a conocer y fomentando el consumo de la más variada y selecta gama de vinos que la integran, a través de manifestaciones artísticas, literarias, sociales, folklóricas, culturales, etc., y muy concretamente mediante la organización de actos periódicos en los que pueda enseñarse el arte del bien beber, aisladamente, o como complemento ideal e indispensable del bien comer.
Esta acogida expresamente al régimen jurídico de la Ley de Asociaciones 191/64 de 24 de diciembre y adaptándose a la Ley Orgánica 1/2002 de marzo. Habiendo sido inscrita en la Dirección General de Política Interior del Ministerio del mismo nombre, con fecha de Julio de 1982.
- Nombre: Cofradía del Vino de Rioja.
- Dirección: C/ Horno, 1. Apartado 455, 26001 Logroño – La Rioja (España)
- Teléfono: +34 941250852
- E-mail: cofradia@cofradiadelvinoderioja.com
- Web: www.cofradiadelvinoderioja.com
HISTORIA
Los primeros escritos existentes comienzan a hablar del germen de la Cofradía del Vino de Rioja en 1982. Fue entonces cuando Eugenio Narvaiza, junto con un grupo de gente relacionada con el vino, comenzaron a impulsar el proyecto. En ese grupo de enamorados del Rioja se encontraban Gerardo Sáenz de Cabezón Alvarez, Jesús Marrodán y Angel de Jaime, como recuerda el actual Gran Maestre de la Cofradía, Isidro José Nieto Girauta: “Por la amistad que nos une, vinieron a mi casa a proponerme que me integrase en la primera junta. Les dije que no disponía de tiempo. Volvieron a la carga y ya me convencieron. Y eso que a mí nunca me ha gustado figurar”. Prueba de ello es su resistencia a aparecer personalmente en entrevistas.
Nieto recuerda lo bien que lo hicieron todo, gracias a que Gerardo era muy meticuloso: “Tuvo un gran acierto al solicitar la propiedad intelectual del logotipo de la Cofradía, que data de 1560, cuando un grupo de criadores-exportadores decidió crear un sello, entrelazando las iniciales de sus nombres, para identificar a los auténticos vinos de Rioja". El 30 de junio de 1984 se constituyó la Cofradía, cuyo primer Gran Maestre fue Gerardo Sáenz de Cabezón Alvarez, a quien sustituyó Ramón Pérez Antón, a éste Angel de Jaime Baró y, desde 1990 Pepe Nieto, el actual presidente de la Cofradía del Vino es Javier Gracia Lería.
La Cofradía tiene dos objetivos fundamentales destacados en sus Estatutos, que resume su Gran Maestre: “La exaltación y difusión de la importante riqueza vitivinícola riojana y la transmisión del conocimiento del vino a través de la cultura”. Los estatutos también determinan que las relaciones con el Consejo Regulador deben ser excepcionales y lo son. Prueba de ello es que una de las vicepresidencias de la Cofradía está reservada al presidente del Consejo. Tanto con el Consejo como con la Consejería de Agricultura, la Cofradía tiene el compromiso de colaborar en todas las actividades de promoción del Rioja que se le soliciten, entre las cuales destaca El vino y los 5 sentidos.
En estos dos decenios de historia, la Cofradía ha pasado por muchos avatares, que han tenido una clara expresión en sus sucesivas sedes: la primera en el propio Consejo Regulador, luego un piso alquilado en Avenida de la Paz y, desde 1995, en una casa en la Calle Horno.
En el transcurso de los últimos 30 años, la Cofradía se ha hecho numerosa y mayor. Se han investido 8 Cofrades de Honor, 610 Cofrades de Mérito, 954 Cofrades de Número y 34 Amigos de la Cofradía del Vino de Rioja. En la actualidad la Cofradía está formada por 330 Cofrades Numerarios, de los que un 90% son riojanos. Para ser miembro sólo es necesario solicitarlo y pagar la cuota de 60 euros al año.
Además de estos cofrades numerarios, existen dos categorías más: los cofrades de mérito y los cofrades de honor, distinción reservada para muy contadas ocasiones. “Los cofrades numerarios tienen derechos y obligaciones, mientras que los de mérito y de honor sólo tienen derechos y una única obligación: defender al Rioja allá donde vayan".
La Cofradía sólo ha otorgado la distinción de cofrade de honor a la Estación Enológica de Haro, por su centenario, al velero Rioja de España, que participó en la Copa América, y a las Bodegas López de Heredia y Marqués de Murrieta, por su 125 y 150 aniversario, respectivamente. Entre los cofrades de mérito hay gente de la política, del periodismo, de la hostelería, de la Universidad, de la cultura, etc. Entre ellos se encuentran, por citar algunos, los periodistas José María Carrascal, Emilio Romero y Caius Apicius, el cantante Joaquín Sabina, el actor Paco Valladares, el restaurante Echaurren, el sumiller de Zalacaín, Custodio López Zamarra, o la rectora de la Universidad de La Rioja, Carmen Ortiz.
Pero, además de otorgar distinciones, la Cofradía ha recibido numerosos galardones entre los que destacan el Imagen del Rioja y los muchos entregados por Ayuntamientos de toda La Rioja y por otras instituciones.
Entre las actividades fijas que realiza la Cofradía destacan los hermanamientos con otros productos alimenticios de reconocido prestigio (como los quesos de Suiza y Francia, el salmón de Noruega, los jamones de Teruel y Guijuelo...) que desde 1986 se celebran coincidiendo con la Fiesta de la Vendimia; dos capítulos al año, que son reuniones festivas de los cofrades a las que se invita al resto de Cofradías de España, donde se producen nuevas investiduras y, sobre todo, constituyen punto de encuentro y confratemización; y las tertulias de la Cofradía, el último viernes de cada mes. “Cuando en nuestras tertulias se catan vinos, nosotros nunca los juzgamos. Invitamos a las personas de la bodega a que lo hagan. Además, aquí nunca se habla de política ni de temas como la evolución de las exportaciones y otros por el estilo. Ya dicen nuestros Estatutos que la Cofradía no tiene intereses económicos ni de clase'" para poder mostrar la independencia de la institución.
BODEGAS URBINA EN CUZCURRITA DE RÍO TIRÓN (LA RIOJA)
De las viñas de Cuzcurrita de Rio Tirón nacen mayoritariamente las uvas con las que se elaboran los vinos de las Bodegas Urbina, cuya calidad y sabor les ha permitido posicionarse como referente en la DO de La Rioja. Bodegas Urbina es una explotación familiar, con cuatro generaciones dedicadas al cultivo de la vid y a la elaboración de vino desde 1870. Antiguamente la elaboración realizaba en antiguos calados subterráneos de Cuzcurrita y el vino sé vendía a granel. La actual bodega, diseñada, construida y gestionada por la familia Urbina ha sido creada exclusivamente para facilitar la misión del enólogo a la hora de producir grandes vinos. El progenitor de los actuales responsables de la empresa, Pedro Benito Urbina, se formó como enólogo y posteriormente dio el paso para crear su propia bodega.
Una de las peculiaridades de esta empresa familiar es que únicamente trabaja con viñedo propio. Los viñedos de bodegas Urbina cuentan con 75 hectáreas de variedades autóctonas de Rioja, cuyo objetivo único es la calidad de sus vinos. Los vinos son una conjunción de uvas procedentes de Cuzcurrita, la zona más occidental de la Rioja Alta, que produce vinos con una gran capacidad de envejecimiento, aptos para los Grandes Reservas y de los viñedos de Uruñuela, situados en el corazón de la denominación y que producen vinos de gran consistencia, con cuerpo, muy agradables.
El responsable de la bodega, Pedro Benito Sáez, que se formó en el mundo de la enología con una experiencia de casi una década en California, explica que “nuestra bodega se ha especializado en una manera muy natural de hacer el vino" y apunta que “en la elaboración somos muy respetuosos con el medio ambiente con la finalidad de no tener que añadir levaduras posteriormente”. Pedro Benito Sáez subraya que “tratamos que haya el mínimo intervencionismo humano posible" un hecho, según el responsable de la bodega, que junto al clima de Cuzcurrita, su suelo calcario y su temperatura fresca, “proporciona una gran capacidad de envejecimiento a los vinos" Según el responsable de las Bodegas Urbina el gran potencial de envejecimiento de los vinos es precisamente una de las características más destacada de los caldos que elaboran en casa.
Las vides de las que se nutre la bodega para elaborar sus vinos tienen diversas características y antigüedades diferentes, desde los 85 años que pueden sumar las más viejas a 60 o 70 años. “Los viñedos los vamos renovando periódicamente. Esta es precisamente la magia de las bodegas pequeñas, que se pueden mimar los viñedos antiguos para conseguir vinos de mayor calidad”, explica Benito Sáez.
Bodegas Urbina tiene capacidad para producir 300.000 botellas de tinto crianza, reserva y gran reserva y 50.000 botellas de blanco y rosado, procedentes de las uvas de sus viñedos propios, que se cultivan con arreglo a las prácticas tradicionales, selección de levaduras autóctonas se aplican abonos orgánicos, no utilizando herbicidas y limitando el usó de pesticidas y fungicidas. “Es una cantidad interesante que se pueden producir con un equipo no demasiado grande”, explica el responsable de la bodega, que considera que otra de las ventajas de esta cantidad de producción es “que permite que la empresa sea sostenible y pueda vender sus vinos a unos precios razonables”. El cultivo se hace en vaso y cordón, y no se fuerza la producción, no sobrepasando los 4-500 kilos por hectárea. Dentro de los viñedos se realiza una selección de uvas con las que se elaborarán los vinos que serán calificados como Urbina.
Actualmente el 80% de los vinos que se elaboran en la bodega Urbina se destinan a la importación, una cifra muy notable comparada con la de otras empresas de la zona. “Cuando la bodega comenzó a funcionar, hace unos 35 años, las marcas de prestigio estaban muy implantadas en el mercado español y era difícil conseguir ocupar un lugar en este mercado en cambio había pocas que exportaran sus productos y resultó más sencillo exportar los vinos que colocarlos en el mercado español", recuerda Pedro Benito Saéz. El responsable de la bodega considera que el mantenimiento de los vinos en el mercado extranjero se debe a que
los clientes no están tan condicionados por el nombre de las marcas y se dejan llevar más por la calidad o el sabor a la hora de elegir un caldo. Los vinos que nacen de los campos de Cuzcurrita de Río Tirón tienen una gran aceptación en los mercados internacionales. Una prueba de ello es que estos caldos tienen más demanda y están más introducidos en los restaurantes franceses que en los españoles.
Las bodegas Urbina también colaboran a potenciar el turismo de la zona con la organización de visitas y catas en sus propias instalaciones en las que los asistentes pueden seguir el proceso de elaboración del vino desde la recolección de la uva hasta que se transforma en vino blanco, tinto o rosado. La visita se completa con un vídeo donde se ven los viñedos en sus diferentes fases de la vegetación, desde el letargo invernal hasta la vendimia y labores en bodega hasta obtener los vinos y su posterior envejecimiento, tanto en barrica como en botella.
CATA DE VINOS URBINA (TRADICIONAL) Y SALVA (INNOVACIÓN)
Dos conceptos distintos de vinos de la misma bodega: Urbina (Tradicional), frente a Salva, (Innovación).
1. Vino Blanco, 100% viura y crianza sobre lías.
2. Urbina Crianza 2008 que representa el 50% de las ventas de la bodega.
3. Salva Crianza 2011.
4. Urbina Reserva Especial 2001
5. Salva Reserva 2010
- Vinos clásicos: En este apartado se incluyen todos aquellos vinos que se han venido elaborando siguiendo la más estricta tradición riojana, denominados por más de un siglo como "vinos finos de Rioja".
Son vinos que se han conservado por la eterna fidelidad de algunos consumidores, independientemente de modas y tendencias. Afortunadamente, se mantienen como hace cien años, a pesar de haber sufrido, en cierta época, feroces ataques en su concepción por parte de algunos formadores de opinión nacionales e internacionales.
Es un estilo que ha hecho historia y que, a pesar de que las nuevas corrientes, arrastran todo lo que no es "moderno", tienen abierta una puerta permanente a todos aquellos amantes de los vinos elegantes, delicados y con clase.
En la cata responden al tipo de vinos etéreos, de color teja por el envejecimiento, algo frágiles, pero repletos de los más diversos aromas y sabores. Ofrecen un potente y evocador perfume fino de coco, fruta evolucionada, vainilla, té, especias y minerales. En boca son ligeros, sutiles, equilibrados y frescos, con un retrogusto muy largo lleno de sensaciones agradables.
- Vinos Renovados: Entendemos por este concepto un nuevo estilo de vino, independientemente de las clasificaciones oficiales, ya sea blanco o tinto. Son vinos cuya base fundamental son los vinos tradicionales, a los que se les ha modificado en cierta medida sus atributos, acordes con las nuevas tendencias y los nuevos gustos y en consonancia con los vinos que producen los llamados países emergentes o del Nuevo Mundo.
En este caso, el protagonismo está presente en la tecnología, en los modernos métodos de elaboración y en la forma de entender la viticultura.
Son vinos en los que la fruta adquiere una gran preponderancia, se procura extraer todo lo posible de una uva tecnológicamente madura, la crianza suele ser más corta, pero con madera nueva, y todo el proceso de elaboración está perfectamente controlado.
El resultado es un vino comercialmente aceptable, limpio, con fruta, de medio cuerpo, técnicamente bien hecho y muy del gusto actual.
- Vinos de vanguardia: También denominados vinos de "alta expresión", es una manera de definir una nueva concepción de elaborar vinos modernos y muy a la moda, son de gran intensidad aromática, de mucho color, con gran concentración fenólica y alta graduación; se intenta extraer lo mejor del viñedo, reivindicando el concepto de terruño, manteniendo la personalidad de la viña y, en definitiva, siguiendo la máxima de "hacer el mejor vino posible".
Los enólogos trabajan en la viña y en la bodega con la idea clara de selección: selección de la zona de producción, selección del viñedo, selección de las uvas, selección de las barricas; en definitiva, se realiza una vendimia muy seleccionada en toda su extensión.
Se les denomina también vinos de autor y vinos de cata, y es de resaltar que están siendo los mejor valorados por la prensa nacional e internacional.
Son vinos de alta gama y precio elevado, y están contribuyendo de manera decisiva, en algunos ambientes, a mejorar la imagen de Rioja en el mundo, con la particularidad de que suponen una punta de lanza importantísima para los demás vinos.
En cata son de color rojo picota, de gran capa y de alta intensidad. En nariz tienen una alta carga de fruta, frutos negros y rojos, tonos de barrica, que está presente e integrada procurando que el vino resalte por encima de la madera. Boca con buen cuerpo, acidez agradable, con astringencia y taninos potentes, grasos y de gran longitud final.