RIOJA CLÁSICO VERSUS RIOJA MODERNO - BODEGAS URBINA
- Vinos clásicos: Con largas crianzas en botella, uso de barrica americana más usada, con muy buena acidez, que mejoran a lo largo del tiempo, ganando en complejidad y bouquet.
En la elaboración temperaturas de fermentación de (27 a 30ºC) con la finalidad de conseguir un un máximo consumo de azúcares, y una máxima extracción de extractos y polifenóles que ayuden al vino a envejecer en el tiempo.
Vendimia prolongada con una buena madurez fenólica, es decir del hollejo y las pepitas, teniendo en cuanta que la formación de antocianos y taninos no necesariamente va pareja durante la maduración.
El estilo clásico se basa en hacer vinos de no mucha extracción, suelen tener una capa no muy cubierta (se ve bien el fondo de la copa o a través del vino) con lo que son menos tánicos y más fáciles de beber. También suelen tener un aporte considerable de madera que resta un tanto de protagonismo a la fruta.
- Vinos modernos: Con crianzas más cortas en botella, uso de de barricas preferiblemente francesas y más nuevas.
Buscan más los aromas y sabores de la fruta fresca, la expresión del varietal y de la zona.
En la elaboración se utilizan bajas temperaturas de fermentación de (25 a 27ºC), evitando perdidas de aromas frutales y florales. Vendimia madura, poco ácida, coloreada, aromática, es decir un poquito antes que la fenólica, que es donde se encuentran los mayores precursores varietales y frutales.
Los de corte moderno son más cubiertos, colores cereza picota, ribetes menos atejados y más violáceos, al tener más extracción de fruta y más contacto con los hollejos son más tánicos, pero a la vez más carnosos, en cambio en nariz gana peso la fruta y la madera sólo aparece para aportar suaves aromas avainillados y especiados y un punto de cremosidad.
¿CUAL ES MEJOR UN VINO CLÁSICO O MODERNO?
Bodegas Urbina, en el club de catas de lomejordelvinoderioja (www.lomejordelvinoderioja.com). Pedro Benito enfrento la elaboración más clásica con la moderna en una cata brillante con discurso y la personalidad del viñedo de una de las zonas más frías de Rioja.
A mí me encantan tanto unos como otros, y pienso que tanto en uno u otro "estilo" hay vinos buenos y otros no tanto. Además cada persona percibimos la calidad de los vinos de diferente manera, hay personas que perciben la calidad en vinos voluptuosos, carnosos, afrutados, jóvenes y hay otras personas que perciben la calidad en vinos más ligeros, aterciopelados, delicados, complejos, añejos y todos estos matices también pueden ser combinados de muchas maneras. ¿Cuál es mejor? Eso depende de cada persona, no debería ser una cosa dogmática.
Tanto en un estilo de elaboración cómo en otro puede que haya quienes exageran con los tiempos de crianza, con los tostados de las maderas, y con las extracciones, y vinos muy flojitos. Por eso y videntemente también hay ciertos parámetros mínimos para considerar un vino de calidad aceptable o no. Por eso para mí un vino de calidad debería ser redondo, que no tenga aristas, que no domine la madera, la acidez, el alcohol, el amargor, el dulce, lo afrutado, es decir que estén todas estas sensaciones bien ensambladas, armoniosamente conjugadas y equilibradas. También debería ser original, que tenga un toque de particularidad que le haga destacar y sobresalir del resto. Me gusta que los vinos expresen el terruño o el lugar de donde proceden que no sea uno de esos vinos que se podría hacer o clonar en cualquier parte del mundo.
También es cierto que la gente joven que empieza a beber vinos empiezan con vinos jóvenes afrutados y fáciles de reconocer, a medida que tu paladar evoluciona buscas cosas que no sean tan predecibles y cuando alcanzas un nivel avanzado de cata los vinos de crianza, reserva, alta expresión, diseño o autor son el deleite de tus sentidos.
En Rioja muchas bodegas llevan unos pocos años elaborando esos vinos "de estilo moderno" porque se supone que son más del gusto "internacional" de ahora. Y se supone que son también más del gusto de los prescriptores. Pero también es curioso que la crítica de vinos españoles, empieza otra vea a alabar ahora los reservas y grandes reservas más tradicionales de Rioja. Así que, como en este mercado hay bastante de modas y de seguir tendencias, no me extrañaría que los Riojas clásicos se empezaran a revalorizar.
¿QUÉ ES UN VINO DE AUTOR O BOUTIQUE WINE?
En mi opinión la mejor traducción en ingles seria a "signature wine" o "author wine" aunque es más comúnmente utilizada la expresión vino de garaje "garage wine" o vino de boutique "boutique wine".
El origen de estos términos procede de Francia, utilizados para designar un vino que es caro y supuestamente de calidad, elaborado en una bodega de reciente creación y generalmente con medios escasos. En no pocos casos han llegado a alcanzar precios extraordinarios en el mercado, normalmente con la ayuda de una valoración positiva de algún reputado crítico internacional y la mediación de un enólogo famoso.
En la actualidad, para mí un vino de autor es un vino elaborado con las mejores uvas que se puedan conseguir, principalmente de viñedos viejos, que producen pocas uvas pero donde todo se encuentra más concentrado, con gran capacidad de envejecimiento y que en el pasado se utilizaban para elaborar vinos de Gran Reserva, dejándolos mucho tiempo en botella. Pero ahora ese mismo vino es comercializado con mucho menos tiempo en botella.
La filosofía de los vinos de autor también reside en escapar de las normativas que exigen los consejos reguladores y hacer lo que a uno de viene en gana, o estilo libre "free style", como por ejemplo menos tiempos en barrica, pero que estas sean más nuevas etc.
Para diferenciar uno de otro tienes que documentarte, saber qué crianza tienen los vinos y demás. Pero un truco es que los "vinos clásicos" siguen manteniendo la nomenclatura del consejo regulador y califican a sus vinos como Reserva o Gran Reserva. Cuando veas vinos de rioja así, es probable que han seguido o han conseguido un estilo clásico. En cambio los vinos de corte moderno, como no se amoldan a los tiempos de crianza estipulados por el consejo regulador, etiquetan los vinos como genéricos, es decir, como vinos jóvenes, sin indicar en la contra etiqueta crianza alguna, cuando muchos de ellos tienen crianza suficiente como para etiquetarlos como mínimo como crianza.
CATA DE VINOS Y VIAJE ATRAVES DEL TIEMPO
Bodegas Urbina elabora únicamente uvas de sus 60 hectáreas de viñedo, unas 200.000 botellas anuales y en un 95% del entorno de Cuzcurrita. Vinos de pueblo, de una de las zonas más frías de Rioja y con una personalidad clara que responde también al carácter del propio autor: vinos pausados, tranquilos para tomar relajados, como las propias explicaciones de uno de los mejores comunicadores con que cuenta actualmente el vino de Rioja.
“Los vinos de Rioja por naturaleza son finos, con una maduración lenta que, en la zona noroccidental es más patente; ésa es la regla principal que seguimos en Urbina”. Así definió Pedro Benito la filosofía de una bodega que mantiene una personalidad y una identidad propia y que, a la contra de los sucedido en las últimas dos décadas en el sector, saca sus vinos al mercado después de muchos años de estancia en bodega.
En este sentido, el bodeguero de Cuzcurrita enfrentó la elaboración clásica de la marca Urbina en una cata de vinos por parejas frente a la nueva gama Salva (que hace referencia al bisabuelo de la saga de viticultores), en la que la fruta primaria y la intensidad son las notas dominantes: “Prácticamente, estamos hablando de los mismos vinos, que salen ahora al mercado como Salva y que volverán a lanzarse como Urbina dentro de unos cuantos años después de un largo tiempo de estancia en botella y en depósitos”, avanzó Benito. “Es como cuando vas a un restaurante y pides el solomillo: la mejor materia prima poco, al punto o muy hecha”.
- Urbina Crianza 2009 y Salva Crianza 2011: Fueron la primera pareja de cata. Prácticamente el mismo vino, con un poco más de roble francés aunque también mayoritariamente americano para el segundo, pero con diferentes tiempos de 'cocción': “Ambos estuvieron un año en barrica, pero el Salva sólo un año en botella mientras que el Urbina ha estado tres”. En ambos casos, los vinos, como toda la gama, pasan largas temporadas en depósito de acero inoxidable: “No hemos inventado nada, pero, de la misma forma que un vino en mágnum envejece mejor que en una botella convencional porque evoluciona menos, cuanto mayor es el depósito que contiene el vino mejor se conserva”, explicó Pedro Benito. “Es lo que hace Vega Sicilia, con su Único, que pasa diez años en una tina grande antes de ser embotellado, y a nosotros nos permite estabilizar los vinos y eliminar los sedimentos sin clarificados ni filtrados, siguiendo la filosofía Urbina de intervenir lo menos posible en campo y en bodega”. Sobre los gustos, pues eso, como el solomillo: hay quien optó por el carácter más joven y frutal y quienes, incluido el cronista, se inclinaron por la finura del Urbina 2009.
- Salva Reserva 2010 y Urbina Reserva Especial 1997: La siguiente pareja ahonda en las diferencias: “Estamos para ofrecer felicidad y tenemos por un lado un vino fresco, en su primera etapa de vida y un vino mucho más delicado, con ese bouquet que ha caracterizado los históricos de Rioja hasta finales de los años 70 del siglo pasado”. De nuevo en el auditorio, división de opiniones: “El Salva será dentro de 13 años el Urbina Reserva Especial 2010, pero de momento, el que quiera ya lo puede disfrutar en su juventud”. La acidez natural de la comarca sujeta a la perfección ambos vinos que, evidentemente, muestran perfiles casi opuestos, pero con elegancia y finura, primaria en el primer caso y terciaria en el segundo.
- Urbina Reserva Especial 2001 y Urbina Gran Reserva 1994: El primero es un exponente de la magia de aquella cosecha. Redondo, equilibrado, elegante, muy rico aromáticamente y delicado. El segundo es una nueva vuelta de tuerca hacia esos grandes vinos que explica por qué Rioja es una de las grandes regiones vitícolas del mundo (el mejor de la cata para el que escribe): “En España se hacen grandes vinos en muchas zonas, pero sólo Rioja ha sido históricamente capaz de garantizar un buen envejecimiento, como sucede en Borgoña, Burdeos o Barolo, y por eso son las regiones históricas porque antes, sin carreteras ni transporte, únicamente los vinos que se podían guardar servían para comerciar”.
Y, finalmente, los precios: entre 8 y 9 euros para los crianzas, 17 para los reservas y 21 para el gran reserva que, después de 22 de guarda en la bodega, apenas supone un euro al año por el 'garaje': “Evidentemente, si no tienes una historia y una tradición detrás en este tipo de elaboraciones, sería imposible plantear un negocio así con una nueva bodega”, concluye Pedro Benito.