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Carta de Vinos del Restaurante "El Lagar" en Logroño (La Rioja)

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RESTAURANTE EL LAGAR EN LOGROÑO (LA RIOJA)

- Nombre: El Lagar de Carlos y Elena.
- Teléfono: 941 58 80 54
- Precio medio a la carta: 25-36 €
- Dirección: Calle Huesca, 13 bajo, 26002 Logroño, España
- Tipo de cocina: De mercado - Creativa - Raciones de temporada - Riojana


- La carta de vinos: Es muy extensa intentado satisfacer las necesidades de todos los paladares y visitantes.
- Especialidades: Sopa de melón con helado de yogur y frutos rojos. Boletus con morcilla y crema de cebolla. Tataki de atún rojo. Carpaccio de solomillo de vacuno mayor con virutas de foie y sal negra. Ortiguillas. Delicia de mousse de chocolate con fresas. Bodega destacable.
- TripAdvisor: Los usuarios le premiaron a este lugar con 4.5 estrellas. Puedes ir tú mismo a comprobarlo. Muchos visitantes mencionan que los precios son asequibles para lo que te dan. Cocina elaborada de máxima calidad. Precio medio alto para Lograrlo. Buena decoración moderna. Amplia carta de vinos. Buena oferta gastronómica. Buen producto y buena cocina. Platos para compartir.


Horarios de apertura:
lunes: 13:00 - 16:30 h.20:30 - 23:00 h.
martes: 13:00 - 16:30 h.20:30 - 23:00 h.
miércoles: 13:00 - 16:30 h.20:30 - 23:00 h.
jueves: 13:00 - 16:30 h.20:30 - 23:00 h.
viernes: 13:00 - 16:30 h.20:30 - 23:00 h.
sábado: 13:00 - 16:30 h.20:30 - 23:00 h.
domingo: Cerrado.


"El lagar", situado en la calle Huesca de la capital riojana (Logroño). Se trata de un restaurante con barra, terraza, con una gran carta de platos y vinos. Ideal para compartir buenos platos y tapas en compañía de familiares y amigos. Mezcla de comida casera y moderna con una buena presentación y sobre todo gran sabor. Se come bien y el trato es bueno.


El Lagar es un restaurante sorprendente en todos los sentidos por que no solo ofrece un ambiente moderno y elegante junto con una carta de recetas tradicionales elaboradas y presentadas con creatividad. En El Lagar podréis degustar platos con pescados y marisco de la lonja y carnes del ganado autóctono. Todo ello acompañado con cualquiera de los vinos con denominación de origen que ofrece este restaurante de Logroño.


Producto, producto y producto!! Sin duda éste es el lema del restaurante ‘El Lagar’ de Logroño. Un local que mantiene el nombre del mítico espacio cerrado hace unos años, que prosigue su línea de exquisita cocina riojana pero que ha renacido con un diseño especial de la mano de sus nuevos propietarios, Carlos Martínez Bujanda y Elena Álvarez, "El lagar" se reformó y reinauguró en 2014 y ofrece a diario una carta de cocina tradicional riojana que se caracteriza por el cuidado de la materia prima, el producto de temporada, cierta predilección por el pescado y una gran selección de vino con más de 250 referencias.


La carta de El Lagar cuenta con una docena de entrantes para compartir con varios platos de casquería como callos y morros a la riojana (10 €) o las patitas “al estilo de su madre” (10 €) y otras opciones carnívoras pero en las sugerencias del día y en los segundos también hay cabida para las verduras, los platos de temporada como los boletus (16 €) o el pescado salvaje como la dorada o el rodaballo (25 €). Por encargo también preparan marisco.


CARTA DE VINOS DEL RESTAURANTE EL LAGAR

Si hay alguna capital de provincia en España que está profundamente ligada al vino, esa es sin duda es Logroño y como tal, la lista de bares y tabernas donde probar vinos es enorme. Sin embargo, cantidad no equivale a calidad y encontrar lugares con cartas originales y referencias interesantes para los amantes del vino más allá de las marcas más comerciales y habituales (como tristemente ocurre en la mayor parte de España) no es tarea fácil.


Por suerte, hay gente empeñada en mejorar la oferta vinícola de la ciudad y que sueña con convertirla poquito a poco en la gran capital del vino de la zona que debería ser, no sólo con vinos de la región sino ampliando miras hacia otras zonas tanto españolas como extranjeras.


Carlos Martínez-Bujanda: "Con mi trabajo en la bodega he tenido la oportunidad de conocer muchas cocinas y restaurantes en el mundo y crearme mi propia idea de lo que me gusta. Siempre me ha emocionado el mundo de la restauración y con ‘El Lagar’ quiero poner en práctica todos mis anhelos".


Este lugar es famoso por su excelente vino, su cerveza lager o su correcto fino. Carlos Martínez-Bujanda, es un hombre del vino que ha sido capaz de dejarlo todo y apostar por un sueño gastronómico que merece la pena tener muy en cuenta por la calidad que persigue, ofrece y el trato de excelencia que dispensa al vino, y no sólo a La Rioja, sino a los del resto del mundo, y que en este establecimiento gozan de un protagonismo especialmente relevante.


Carlos Martínez Bujanda, que trabajó durante 20 años en Valdemar, la bodega de Oion propiedad de su familia. En 2014 Carlos y su mujer decidieron dar un rumbo diferente a sus vidas y se lanzaron a la aventura de abrir un restaurante donde se prestara atención al vino, uno como los que a Carlos le gustaba visitar cuando viajaba por el mundo con los vinos de la bodega familiar. A pesar no tener experiencia en hostelería, tenían claro qué querían ofrecer. “Nos propusimos ser un referente del vino en Logroño con precios razonables y ofrecer comida tradicional pero desenfadada y con buena materia prima”.


En la entrada del restaurante tienen una barra en la que sirven pinchos y raciones a diario, pero llama la atención la enorme cava de cristal en la que Carlos guarda parte de las 260 referencias que ofrece a los comensales, incluidos algunos bodegueros de la zona. “Dentro del sector, hay gente con inquietud que quiere probar cosas de fuera y por eso tenemos vinos de muchas denominaciones de origen de España y de otras regiones extranjeras, incluidos unos 20 champanes”.


La mayoría de los clientes de fuera prefieren beber Rioja y por eso tiene una buena representación de vinos con diferentes estilos y precios que rota tres veces al año. “Suelo quitar unos 40 y pongo otros 40 nuevos para que haya variedad”, la carta de vinos esta ordenada por orden de precio. En línea con su filosofía inicial, los precios están muy contenidos, especialmente en la gama alta (Artadi Valdeginés 40€, Barón de Chirel 56 € o Castillo de Ygay Gran Reserva 73 € a precios más bajos que en muchas tiendas.


Es difícil resistirse a pedir una botella a esos precios, pero El Lagar, decorado con fotografías de Rioja en sus paredes blancas, también ofrece una veintena de vinos por copas que va cambiando con regularidad y que no suelen subir de los 2 €. Y.O.A.


IMPORTANCIA DE LA CARTA DE VINOS EN UN RESTAURANTE
El menú es la base sobre la que se apoya toda la actividad del restaurante. Pero también dependerán precisamente de él, la carta de vinos, la atmósfera del local, la mantelería, la cubertería, la cristalería, la actitud del personal, la disponibilidad de materias primas (teniendo en cuenta la estacionalidad), la capacidad para ejecutar determinados platos y las exigencias de la clientela.


La carta de vinos es la tarjeta de visita a la bodega del restaurante y el instrumento con el que el sumiller o camarero de vinos, consigue que el cliente la conozca. De esta forma, la carta de vinos representa la fusión y unión de un determinado modo de concebir el placer de la gastronomía. Siendo crucial la colaboración del sumiller y el cocinero para conseguir la mejor combinación posible entre la comida y el vino, ya que un maridaje feliz entre comida y vino puede llegar a ser una experiencia única y producir un placer inolvidable.


La carta de vinos puede redactarse y organizarse de diferentes modos, pero sin olvidar que debe ser fácil de leer y atractiva de consultar. En el caso de tener una carta con un gran número de páginas, es aconsejable contar con un índice de las referencias de la carta, e  incorporar subdivisiones como, por ejemplo, el país, lugar de origen, provincias, etilos, etc.


- Gustos del Mercado: Depende de la localización de los restaurantes, en la carta de vinos se tiende a predominar los vinos de la zona por encima de otras Denominaciones de Origen y otros países. Por ejemplo en la Rioja, Navarra, o Ribera del Duero la carta está dominada principalmente por vinos locales.  Las capitales del mundo cómo Londres, New York y ciudades situadas en lugares no productoras de vino. Tendrán una vocación internacional permitiendo el poder tener cartas muy variadas, el resto de ciudades tiene que adaptarse a la zona donde trabajan.

  
- Cocina que se practica: Vinos que vayan acordes con el estilo de cocina que se practica. Si el restaurante es especialista en mariscos, pescados y productos del mar los vinos blancos deberían predominar. Si el establecimiento es un asador los vinos tintos dominaran la carta. La palabra maridaje deriva del francés marriage (matrimonio) que es el que se debe conseguir entre los dos protagonistas que son el vino y el plato.


En el maridaje por afinidad la clave es identificar sabores y sensaciones similares en ambas partes y proporcionarles un nexo de unión. Los sabores del vino y de los alimentos son parecidos, por lo tanto se refuerza la gama de ambos sabores. Por ejemplo, un alimento suave intensifica el sabor de un vino suave y viceversa. Dentro de las afinidades hay que considerar aquella que relaciona platos y vinos de la misma región o la conocida armonía tierra-pasto en alusión al vino  con el queso de la zona, al igual que aquella de acompañar platos que en su composición lleve el mismo vino como ingrediente.


 En el maridaje por contraste la clave es buscar la chispa entre los dos polos opuestos, lo dulce y lo salado, lo cremoso y lo ligero, lo acido con lo graso, con el fin de crear un equilibrio entre los excesos y cadencias de ambos. Subyace un contraste que se reequilibra al combinarse. Buscaremos un vino que complemente y equilibre en la mayoría de los aspectos las posibles carencias del plato. Así por ejemplo, a una elaboración de sabor neutro y textura cremosa lo complementará un vino rico en matices, suave y con la acidez necesaria para aportarle frescura, siempre teniendo en cuenta que el predominio de uno sobre otro quede difuminado o no se llegue a producir.


De esta forma podemos definir maridaje como la unión perfecta del vino y la comida, cuando se consigue casar un determinado vino con un determinado plato, se crea en el paladar una sensación de armonía y una de las experiencias gastronómicas más placenteras. El maridaje siempre debe buscar la máxima satisfacción y la fusión de placeres.

  
- Organización y Estructura: Por regiones o países, variedades de uva, tipologías, orden alfabético, añadas, precio, del más liviano al más corpulento, del más simple al más complejo y elegante, de los vinos secos a los más dulces, etc. Y siempre manteniendo la subdivisión de los distintos tipos de vinos: espumosos, blancos, rosados y tintos.


Los vinos se colocarán en función del objetivo de la carta, o de la experiencia de la persona que la organice. Sugerencias:
- Deben ponerse los vinos sencillos antes que los vinos complejos, es decir, los jóvenes antes que los vinos con madera. Los poco aromáticos antes que los vinos de intensidad olorosa.
- Se pondrán antes los que tienen poco grado alcohólico y se continuará en orden creciente de grado.
- Dentro de los vinos sometidos a envejecimiento, deben colocarse en un orden creciente de edad. Esto a veces puede generar un problema, ya que es frecuente encontrar vinos de larga crianza poco estructurados, que se verían perjudicados si se catan después de otros con de menos crianza, pero con más volumen y complejidad.
- Deben ponerse los vinos más ligeros antes que los más corpulentos. Los pobres en taninos antes que los que poseen más cantidad. Así primero los blancos, luego los rosados y después los tintos. Puede invertirse el orden de los rosados con los blancos si éstos son muy aromáticos o fermentados en barrica.
- Se pondrán los vinos tranquilos antes que los de aguja, y éstos antes que los espumosos.
- Los vinos secos antes que los dulces, estableciendo una escala creciente de contenido en azúcares. En el caso de los espumosos hay un problema, ya que los más complejos y estructurados suelen ser los brut, extrabrut o brut nature que, a su vez, son los más secos. En estos casos, el orden de carta debe dejarse al criterio de quien la organice.


- Información: En las columnas deben indicarse el nombre específico de cada vino, la denominación (DOCG, DOC, IGT, VDT), el año de la vendimia, la razón social del productor, la región de procedencia, el tipo de cepa o los viñedos de los que proviene, su contenido alcohólico y su precio.
- Limitada en la oferta: Si es de carácter local, tiene que ser fácil de consultar y especialmente adecuada para pequeños restaurantes situados en zonas de producción. Pero si se propone elaborar una carta internacional una alternativa es dividirla en dos secciones: una dedicada a la oferta nacional y otra a la producción internacional.

Para que un restaurante tenga una buena carta de vinos, no ha de tener infinitas referencias como más de mil referencias que tienen los restaurantes de tres estrellas michelín, con 50 o 60 se puede hacer una carta muy digna. Lo que sí es necesario es estar actualizado y mínimamente informado de lo que se tiene y más importante todavía que no falten en la bodega las botellas listadas en la carta de vinos.


- Vinos por copas: Consiste en la oferta de vinos servidos por copa, permitiendo elegir una o más copas de un gran vino con el plato que elige cada comensal. La oferta por copas tiene que ser variada y sugestiva, como si de la carta de vinos se tratara. Es una buena forma de hacer rotar los vinos de la bodega y cubrir sus márgenes de beneficio, ya que aumenta el volumen total de vino vendido, especialmente de los vinos de gama alta.
Esta nueva oferta es debida a una serie de circunstancias y variables como son. Menos tiempo dedicado a la acción de comer fuera. El no arriesgarse a pedir una botella que no puede terminarse de beber. El ir a comer solo. Ir acompañado pero solo uno de los comensales toma vino. Control en el consumo de alcohol por parte de cada cliente (consumo responsable); Abordar vinos de muy alto precio, etc.

La problemática de este sistema puede incurrir en pérdidas de botellas que una vez abiertas se oxidan al poco tiempo. Pero hoy día existe una fácil solución, ya que en el mercado existen diversos sistemas para proteger al vino de su oxidación, pudiendo conservar el vino un período de entre 2 y 5 semanas, todo ello con la protección de un gas inerte que provoca una atmósfera de protección sobre la superficie del vino que queda en la botella, sin alterar sus aromas y sabores.


Una oferta de vinos por copas nos puede permitir el enganchar y atraer más clientes, ofreciendo sugerencias más novedosas y sugestivas. Por ejemplo: - Dando la posibilidad de catar un mismo vino de 3 ó 4 añadas diferentes (cata vertical).
- Diversos vinos de una misma variedad de uva, de la misma o diferente zona vitícola y que compartan la misma añada.
- Vinos con altas puntuaciones en las principales Guías Especializadas o Premiados en los Mejores Concursos internacionales.
- Propuestas de maridaje.
- Dar a probar muestras ante la duda de un cliente ante la posible elección de un vino, etc.

Cómo orientación general, los precios medios de venta de una copa de VCPRD pueden oscilar entre 2 € y 3,5 €. Es difícil vender una copa de vino por encima de 5 €.  Es importante priorizar el consumo rápido de la botella abierta frente al exceso de beneficio por copa que pueda implicar merma, especialmente en vinos espumosos y generosos. En los vinos tranquilos, las 2 primeras copas deben pagar el precio de la botella. En los vinos Espumosos, las 3 primeras copas deben pagar el precio de la botella.En los vinos Generosos y Dulces, las 3 primeras copas deben pagar el precio de la botella.


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