CATA DE LOS MEJORES VINOS TINTOS GALLEGOS
Cata y extensa presentación sobre "Vinos Tintos Gallegos", elaborados por "pequeños productores" y exclusivamente con "variedades autóctonas", muchas de ellas minoritarias. Fue dirigida por el técnico en vitivinicultura Hugo Fernández, a enólogos, viticultores y sumilleres del instituto de I.E.S La Laboral en Lardero (La Rioja). Galicia está situada en el noreste de España, gozando de un clima más fresco y más húmedo que el resto de España. Debido a esta influencia del Atlántico, nos encontramos con muchos de los mejores vinos blancos del mundo y en la actualidad también buenos tintos, aunque poco conocidos.
El futuro de los tintos gallegos está en los plurivarietales con variedades minoritarias. Pequeños elaboradores qué apuestan por la potenciación de las variedades autóctonas minoritarias y por una viticultura en equilibrio con el medioambiente. Sousón, Caiño, Brancellao, Castañal, etc. Son solo algunas de las variedades autóctonas casi desaparecidas hasta hace unos años y sustituidas por cepas más resistentes y productivas. Garnacha Tintorera y Mencía buenas variedades también, pero por suerte, bien trabajadas por los viticultores gallegos.
- Rías Baixas: Attis Pedral 2015. 28,90€.
- No acogido a DO: Goliardo Finca Genoveva Caiño 2015. Forjas del Salnés 27,45€. 96 Parker
- Ribeiro: Hush 2015 (Sousón). Xose Lois Sebio Viños de Encostas. 41€.
- Monterrei: Gorvia Tinto 2015 (Mencia, Bastardo, Sousón). Quinta da Muradella. 32,95€. 93 Parker
- Valdeorras: O Tresouro 2016 (Brancellao) Viña Somoza. 92 puntos Parker. 25 €.
- Ribeira Sacra: Lacima 2013 (Mencia, Brancellao, otras). 32,9€. Dominio do Bibei. 92 puntos Parker
- Ribeira Sacra: Divina Clementina 2014 (Mencia, Garnacha Tintorera). 18,7€. 93 puntos Parker.
- No acogido a DO: La Penitencia 2015 (Mencia, Caiño, Bastardo). Raúl Pérez 44,55€. 95 Parker.
- Clima y Geografía: Ubicada a lo largo de la costa Atlántica, Galicia tiene un clima variado siendo en las Rías Baixas y Norte muy húmedo con una pluviosidad media de más de 1300 mm al año, mientras que el Ribeiro y las zonas vitivinícolas de la provincia de Ourense son menos húmedas y más soleadas y secas. La cadena montañosa Sierra de los Ancares forma el límite con Castilla y León al este y el río Miño forma parte de la frontera con Portugal al sur. La cercanía de la región con Portugal y su aislamiento con el resto de España marcó la influencia en el estilo de vinos de Galicia, siendo muchos de ellos más cercanos a los vinos portugueses que al resto de vinos españoles.
- Historia: Entre los siglos IX y XVII Galicia exportaba vinos gracias a la calidad del vino de Ribadavia y Ourense (Ribeiro) a otras ciudades de Europa europeos. En el siglo XVII, por la prohibición de la exportación de vinos del Ribeiro a Gran Bretaña, toda la región sufrió una economía deprimida y muchos viñedos se abandonaron por la despoblación al emigrar los trabajadores. Los trabajadores gallegos del Ribeiro fueron en parte los que contribuyeron con su labor a desarrollar los viñedos en bancales de la región del vino de Oporto del Duero.
Después de las plagas de vid, Mildiu y Oidium en el siglo XIX, Galicia se recuperó y abanderó la exportación de vino a América, donde el Ribeiro acaparó gran fama. Después de la Guerra Civil la región acusó años de carestía y abandono de viñedo, produciéndose la salida de miles de gallegos a la emigración con destino a Europa y América. Cuando España entró a formar parte de la Unión Europea en 1985, comenzaron a llegar fondos a Galicia que ayudaron al resurgimiento de la industria vitivinícola.
- Viticultura y Vinos: La región de Galicia ha demostrado un gran éxito en la vendimia de uvas y regularmente produce algunas de las mayores cosechas en Europa con una media de 100 hectolitros por hectárea. La mayoría de los viñedos de la región se encuentran en la parte sur, en las provincias de Orense y Pontevedra, aunque hay algunas significativas plantaciones en Lugo, al este.
Las regiones más cercanas al río Miño a menudo producen vinos de mezcla de albariño, loureira y caíño blanco. Más hacia el interior, en el Ribeiro los vinos blancos son una mezcla de torrontés, albariño, lado, loureira y treixadura. También hay vinos blancos dominados por la uva godello. Los ligeros vinos tintos están producidos principalmente con uva mencía.
DENOMINACIONES DE ORIGEN
El vino que se elabora en las provincias de La Coruña, Orense, Pontevedra y Lugo. Dentro de Galicia se distingue en cinco denominaciones de origen: 1. Monterrei, 2. Rías Baixas, 3. Ribeira Sacra, 4. Ribeiro y 5. Valdeorras.
RIBEIRO
La Denominación de Origen Ribeiro, que significa "ribera del río" en gallego, es una de las cinco denominaciones de origen de vinos existentes en Galicia. La zona de producción está situada en la parte meridional de Galicia, en el borde noroccidental de la provincia de Orense, en las confluencias de los valles formados por los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño. Los bordes montañosos aislan esta comarca de la influencia marítima atlántica, lo que determina su menor pluviosidad. El clima es templado y húmedo, con temperaturas medias de 14,5 grados centígrados. Las tierras son mayoritariamente de origen granítico y, en general, ácidas.
En 1925 tenía cerca de 6000 hectáreas de viñedos, noventa años después, en 2016, tenía una extensión total de 2646 hectáreas de viñedo están constituidas por los terrenos que se encuentran en los términos municipales y lugares siguientes: ayuntamientos de Ribadavia, Arnoia, Beade, Carballeda de Avia, Castrelo de Miño, Cenlle, Cortegada, Leiro y Punxín; las parroquias de Banga, Cabanelas y O Barón, en el ayuntamiento de O Carballiño; las parroquias de Pazos de Arenteiro, Albarellos, Laxas, Cameixa y Moldes en el ayuntamiento de Boborás; los lugares de Santa Cruz de Arrabaldo y Untes en el ayuntamiento de Orense, y del ayuntamiento de Toén los lugares de Puga, A Eirexa de Puga, O Olivar, el pueblo de Feá y Celeirón y la parroquia de Alongos; y el pueblo de A Touza del ayuntamiento de San Amaro.
Los vinos de esta denominación responden a una serie de combinaciones de exquisitos aromas afrutados y florales, que casi siempre resultan sorprendentes al elaborarse con variedades autóctonas tradicionales (Treixadura, Torrontés, Loureira, Caíño tinto, Brancellao, Sousón) y poseen una acusada personalidad que los convierte en incomparables. Los vinos blancos de Ribeiro son ligeros, frescos, secos, afrutados, de color pajizo pálido, elevada acidez fija y con una graduación alcohólica mínima de 11º (Ribeiro Castes).1 Los vinos tintos de Ribeiro son de color rojizo morado y compensados de acidez, on una graduación alcohólica mínima de 11º (Ribeiro Castes).1 La graduación mínima de los vinos con barrica se fija en 12º.
- Historia: La historia del vino Ribeiro se remonta a la implantación del cultivo de la vid de forma intensiva en los primeros siglos del período imperial romano, S. I d.C. Las plantas de origen mediterráneo introducidas por estos no encontraron en estas zonas las condiciones climáticas necesarias para un óptimo desarrollo, sufriendo a lo largo de la historia múltiples hibridaciones con vides locales, obteniéndose finalmente las actuales variedades autóctonas mejor adaptadas a las condiciones del entorno. Así, en el siglo III, en el Ribeiro ya se dispondría de un complejo varietal relativamente bien ajustado a sus condiciones eco climáticas.
Posteriormente, las invasiones germánicas supusieron un fuerte retroceso en la historia de la viticultura en la comarca, aunque el cultivo de la vid no desapareció. Tras esta etapa, en la Alta Edad Media volvió a resurgir con fuerza el cultivo de la vid en el Ribeiro, constituyendo uno de los principales cultivos a las puertas del año mil. Durante esta etapa, los más importantes centros eclesiásticos gallegos asentaron en el Ribeiro granjas y prioratos para proveer de vino Ribeiro a las bodegas de sus sedes principales. Los monasterios fueron los grandes impulsores del viñedo, incentivando su plantación por medio de contratos forales. Lo mismo ocurre con importantes familias aristocráticas, grandes y medianos propietarios, que mostraron interés por adquirir viñedos en el Ribeiro en el siglo XI.
El floreciente comercio y el aprecio por los vinos del Ribeiro quedan reflejados en la aprobación de un decreto en el que figuran los precios de los víveres que se comercializaban en Santiago de Compostela en 1.133. Entre ellos, se detalla el vino Ribeiro como el más caro de cuantos se vendían en la población. Unos siglos más tarde los ingleses se convertirían en los principales clientes para el producto fuera de la península. Para su comercialización, el vino se llevaba a caballo, en odres, hacia Ourense, Santiago, Tui o Pontevedra, centros de consumo pero también de redistribución, siendo el de Pontevedra el principal puerto para su transporte marítimo, seguido de los de Vigo, Baiona y A Coruña. Desde estos puertos, salía en dirección al Golfo de Vizcaya, llegando a Bretaña, Flandes y, principalmente, Inglaterra. Pero los Ribeiro aún fueron más lejos. Los vinos de la comarca también navegaron en los barcos que llevaron a los primeros colonos a América, siendo unos de los primeros degustados en el Nuevo Mundo.
Ante el intenso flujo económico generado empieza a surgir el comercio fraudulento por lo que para garantizar la calidad y proteger el producto, ya en 1.579 las ordenanzas Municipales de Ribadavia especificaban zonas de cultivo (parroquias) y aspectos relacionados con la producción del vino y su comercialización, tratando de evitar la adulteración del mismo y la picaresca que pretendía hacer pasar por Ribeiro otros productos de cuestionable procedencia. Dichas Ordenanzas son un precedente de los Reglamentos de las actuales denominaciones de origen. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual las reconoce como los primeros indicios de protección de una indicación geográfica en el derecho español.
Durante todo el siglo XVI y la primera mitad del XVII, el Ribeiro gozaba de un comercio floreciente, siendo una de las mayores riquezas de Galicia, hasta que las plagas de procedencia americana asolaron la comarca durante el siglo XIX. En 1.853 llegó el Oidium; la segunda plaga, en 1.886, fue el Mildium; y la tercera, desde 1.890, fue la Filoxera, lo que hizo necesario injertar las vides en pies americanos y propició la introducción de variedades foráneas, más resistentes y productivas en detrimento de la calidad y que aún ahora -aunque en recesión-persisten en la zona.
En 1.932 la Denominación de Origen Ribeiro queda protegida con la publicación del Estatuto del Vino, que fue elevado a ley el 26 de mayo de 1.933. Posteriormente se constituiría el Consejo Regulador mediante la orden del 6 de diciembre de 1.956, siendo aprobado el primer Reglamento del Ribeiro el 31 de julio de 1.957. El segundo reglamento fue aprobado por la Orden de 2 de febrero de 1.976, la cual fue modificada mediante la Orden del 19 de abril de 2.004, publicada en el Diario Oficial de Galicia el 28 de abril de 2.004.
Dicha modificación se realizó para incluir como producto amparado el vino Tostado del Ribeiro sobre la base de su histórica elaboración en esta denominación de origen y por tratarse de un vino naturalmente dulce que constituye una de las máximas expresiones de los grandes vinos del Ribeiro. Actualmente la Denominación de Origen Ribeiro se rige por un tercer reglamento, del 31 de julio del 2.009.
- Zona Geográfica: Un factor importante, determinante, para que se implantara desde hace tantos siglos y con tal intensidad el cultivo de la vid en la Denominación de Origen Ribeiro es el peculiar clima del entorno, que permite la obtención de uva para la producción de vino de alta calidad sin necesidad de sofisticadas tecnologías enológicas:
El clima de la D.O. Ribeiro es un factor clave para su vocación vitícola, determinando su agronomía, variedades de uva, tipos y características de sus vinos. La denominación de origen se localiza en el área establecida por Wagner como templada con cuatro estaciones bien diferenciadas y propicias para la producción de vinos de calidad. Entre estas líneas se da una moderación en las temperaturas, aridez y ciclo termolumínico urante el perio do de maduración de los racimos que dan lugar a vinos con graduaciones alcohólicas moderadas y equilibradas con la acidez, obteniéndose vinos con aromas intensos y personales.
En cuanto al índice Winkler, que diferencia las zonas por la integral térmica eficaz, la D.O. Ribeiro se encuentra en su mayoría en la zona II, ascendiendo en las cotas u orientaciones menos soleadas domina la zona I y en las cotas más bajas e insoladas se acerca a la zona III, lo que nos indica que desde un punto de vista térmico se encuentra en un entorno muy apropiado para la producción de vinos de la más alta calidad.
Para valorar la iluminación se considera el índice heliotérmico de Branas, que establece que el límite septentrional para un valor de I = 2,60, obteniéndose en la D.O. Ribeiro un valor medio de 3.9, lo que confirma la aptitud heliotérmica para la viticultura con la valoración conjunta de la iluminación y las temperaturas eficaces de la zona geográfica.
Por otro lado, en cuanto a la viabilidad de la producción por su posible afección de enfermedades criptógamas, principalmente por mildiu (Plasmopara vitícola), se considera el Índice hidrotérmico de Branas, Bernon y Levadoux, que nos proporciona un valor medio entorno a los 3.500, muy por debajo del máximo de 5.200, lo que si bien indica la viabilidad productiva, también nos dice que la viticultura en la zona estará supeditada a un control constante sobre este tipo de enfermedades.
La D.O. Ribeiro se sitúa en la denominada zona de transición de Galicia y presenta un clima muy peculiar que, como ya se indicó anteriormente, es muy apropiado para la producción de vinos de calidad basados en la viticultura. Exactamente se sitúa donde empieza la zona de transición de manera que presenta un carácter mediterráneo suavizado en su justa medida por la influencia atlántica y viceversa. La influencia atlántica es debida a una escasa distancia al océano de 45 Km hacia el oeste.
De hecho, esta distancia debería de suponer un mayor carácter atlántico del entorno, pero la orografía de cadenas montañosas que limita por el oeste la denominación ejerce un importante efecto protector, generando así una viticultura en situación casi marginal, donde la planta tiene cierta dificultad para madurar el fruto, consiguiendo la necesaria maduración alcohólica de forma paralela a la maduración fenólica y conservando un equilibrado frescor propiciado por la acidez natural con un dominio del tartárico sobre el málico.
El carácter ligeramente continental, en conjunción con las corrientes de aire dominantes, provocan una importante diferencia térmica entre el día y la noche, lo que favorece la lenta maduración, consiguiendo de esta forma crear y respetar el componente aromático y frescor natural. La influencia marítima que penetra principalmente por la cuenca del río Miño, crea bandas de ecotonía climática sobre las laderas, generándose un mayor carácter atlántico según asciende en la cota lo que limita el cultivo aproximadamente a los 450 metros de altura para las variedades cultivadas en la denominación de origen. Otro factor también importante son los suelos y orografía que dominan el entorno de la Denominación de Origen Ribeiro, que en muchos casos además de ser propicios casi obligan al cultivo del viñedo debido a su agreste carácter.
Los Suelos de la D.O. Ribeiro se caracterizan por estar englobados en tres tipos principales: la mayoría de ellos se desarrollan a partir de materiales graníticos y en menor proporción encontramos los que lo hacen a partir de materiales metamórficos y los desarrollados a partir de materiales sedimentarios. De entre los materiales graníticos encontramos las granodioritas y granitos tardíos, que ocupan toda la parte central de la denominación extendiéndose también hacia el sur; las granodioritas precoces que abundan por la parte oeste, y los granitos de dos micas que aparecen distribuidos por todas las zonas.
En el caso de los materiales metamórficos tenemos que los micaesquistos aparecen en los sectores del oeste y norte, mientras que los esquistos verdes lo hacen en las zonas sur y este. Aunque con poca importancia en su proporción y concretamente en la explotación vitícola, también aparecen suelos derivados de materiales sedimentarios, que aparecen tradición de agricultura comercial en Galicia y en ellos la fertilización se practica de forma intensiva y desde hace mucho tiempo.
Además también hay que tener en cuenta que prácticamente todos los suelos de cultivo de la zona están abancalados para aumentar su espesor y disminuir la pendiente facilitando así su laboreo y el aprovechamiento de las laderas y consecuente insolación. Suelos con constantes labores agrícolas y técnicas para la construcción de bancales, lo que a su vez favoreció la aparición de particulares condiciones agroclimáticas, que han influido en sus propiedades y en su evolución.
En general los suelos dedicados a la explotación vitícola se caracterizan por ser antrosoles cumúlicos asociados a cambisoles o regosoles dístricos, que se distribuyen por los tramos finales de los taludes y vertientes y los piedemontes que marcan la transición hacia las vegas. Por lo general son suelos abancalados, en los que se hacen patentes las transformaciones ocasionadas por el manejo agrícola que se refleja en la frecuencia con que aparecen los horizontes A móllicos (a veces ócricos), que puede descansar o no sobre un B cámbico más o menos desarrollado, que da paso a horizontes de un ciclo más antiguo.
Desde el punto de vista de sus propiedades y aptitud agronómica, diremos que por lo general los suelos de cultivo disponen de una profundidad media efectiva que oscila entre 70 y 100 cm y que apenas presentan diferenciación de horizontes en el seno del perfil. Sus elevados contenidos en arena, sobre todo en el horizonte superficial, contrastan con el escaso contenido en arcilla (por debajo del 20%), por lo que predominarán las texturas franco-arenosas e incluso areno-francosas, salvo en los sectores en que aparecen desarrollados a partir de sedimentos aluviales, que suelen dar texturas francas, o rocas metamórficas de texturas más finas.
Su carácter arenoso es un factor importante por minimizar la capacidad de campo ya que si bien la integral pluviométrica en la D.O. Ribeiro es relativamente alta, ésta se minimiza significativamente desde la floración hasta la maduración, lo que propicia cierto estrés hídrico que favorece significativamente la calidad final de la uva. Normalmente son suelos de reacción ácida, pobres en materia orgánica porque en ellos el viñedo suele sucederse a sí mismo desde hace muchas generaciones, muy desaturados, con un contenido en Calcio que tiende a ser bajo.
Las uvas autóctonas de la denominación de origen Ribeiro son:
- Uva blanca: Treixadura, Torrontés, Godello, Loureira, Albariño, Lado y Caíño blanco.
- Uva tinta: Caíño tinto, Sousón, Ferrón, Mencía y Brancellao.
- Están también autorizadas, pese a no ser autóctonas, las uvas: Garnacha tintorera, Tempranillo, Palomino y Albillo.
- La producción de la denominación de origen Ribeiro se divide en un 93% de uva blanca y un 7% de uva tinta.
Dentro de la denominación de origen se produce el vino tostado. El cúal solo puede ser elaborador con uvas autóctonas y tiene un grado alcohólico total natural mínimo de 20.6º y un contenido mínimo de azúcares totales de 120 g/l (expresado en glucosa más fructosa).
VALDEORRAS
Fue reconocida como denominación de origen en 1977. Esta denominación de origen es la que está más al este de las de Galicia, en la provincia de Orense. Los 8 municipios que componen la D.O. Valdeorras son los siguientes: El Barco de Valdeorras, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, Larouco, Petín, A Rúa, Rubiá y Vilamartín de Valdeorras.
Regada por el río Sil, obtuvo la calificación de denominación de origen en el año 1945. Está dominada por la tinta garnacha tintorera y la blanca palomino. Antes de la epidemia de filoxera del siglo XIX, la vid godello local estaba muy plantada y sólo recientemente ha comenzado a regresar a la región. La uva mencía está también ganando terreno debido al carácter afrutado y fácil de beber de los tintos que produce.
La altitud media de los viñedos es de 500 metros sobre el nivel del mar, los suelos son pizarrosos. El clima es mediterráneo-oceánico, con influencia atlántica, la temperatura media anual es de 11º y las precipitaciones van de 850 a 1.000 mm.
Las variedades autorizadas por el último Reglamento aprobado por el Consejo Regulador en 2009 son:
Variedades tintas:
- Preferentes: Mencía, Tempranillo, Brancellao, Merenzao, Sousón, Caíño tinto, Espadeiro y Ferrón.
- Autorizadas: Grao negro (Gran negro), Garnacha tintorera y Negreda (mouratón o Juan García)
Variedades blancas:
- Preferentes: Godello, Dona Branca, Loureira, Treixadura, Albariño, Torrontés y Lado.
- Autorizadas: Palomino fino
RÍAS BAIXAS
Se creó en 1980 como denominación específica y en 1988 fue reconocida como denominación de origen. Los viñedos ocupan una superficie de alrededor de 2.700 hectáreas, que pertenecen a 180 bodegas. Esta denominación es la mayor productora gallega, ya que 55 de sus bodegas producen más de 25.000 litros y unas veinte superan los 75.000. La producción total supera los 10 millones de litros.
- Historia: Originaria de climas húmedos y con poca insolación, se especulaba con que la uva Albariño(las más utilizada en la producción de esta DO) fuese importada desde la cuenca del Rin por monjes del Monasterio de Armenteira pertenecientes a la Orden del Císter en el siglo XII. Esa teoría ha sido prácticamente descartada, e incluso hubo quien opinara dada la cantidad de clones distintos que había de la variedad albariña que el camino de las cepas fuel el contrario, de Galicia a Alemania. Hoy en día exámenes genéticos descartan cualquiera de las dos teorías.
- Viticultura: Las vides se plantan sobre pérgolas de granito llamadas parrales con el objetivo de protegerlas de la humedad y ofrecer mayor superficie de la planta a la insolación.
- Subzonas: Se divide en cinco subzonas: Valle de Salnés, Condado de Tea, El Rosal, Sotomayor y Ribera del Ulla. La uva albariño es su producción monovarietal de más éxito. La producción es de baja graduación, de vino blanco y sin crianza, y se exporta cada a mercados como los de Alemania, Estados Unidos, México, Reino Unido, Francia, Suiza, Japón y Suecia, aparte del resto de España.
- Rías Baixas Albariño: Vino monovarietal elaborado con el 100% de uvas de la variedad Albariño.
- Rías Baixas Condado de Tea: Elaborado con uvas de las variedades Albariño y Treixadura en 70% como mínimo, siendo el resto de las demás variedades admitidas, todas ellas producidas en la subzona del Condado do Tea.
- Rías Baixas Rosal: Elaborado a partir de uvas de las variedades de Albariño y Loureira en un 70% como mínimo, siendo el resto de las demás variedades admitidas, todas ellas producidas en la subzona de O Rosal.
- Rías Baixas Val do Salnés: Elaborado a partir de uvas de las variedades de Albariño en un 70% como mínimo, siendo el resto de las demás variedades admitidas, todas ellas producidas en la subzona Val do Salnés.
- Rías Baixas Ribeira do Ulla: Elaborado a partir de uvas de las variedades de Albariño en un 70% como mínimo, siendo el resto de las demás variedades admitidas, todas ellas producidas en la subzona Ribeira do Ulla.
- Rías Baixas: Elaborado a partir de las variedades blancas reconocidas, producidas en cualquiera de las subzonas, utilizando al menos un 70% de uvas de las variedades preferentes.
- Rías Baixas Barrica: Procedente de vinos definidos anteriormente, que en su proceso de elaboración permanece en envases de madera de roble, por un periodo mínimo de tres meses.
- Rías Baixas Tinto: Elaborado a partir de las variedades tintas reconocidas, producidas en cualquiera de las subzonas, y en las proporciones que se estimen adecuadas.
- Rías Baixas Espumoso: Elaborado a partir de las variedades reconocidas, producidas en cualquiera de las subzonas, cumpliendo los límites analíticos estipulados en el Reglamento del Consejo Regulador, la normativa nacional y comunitaria referente a los vinos espumosos de calidad y los que se establezcan en el Manual de calidad.
MONTERREI
Monterrei es una de las cinco denominaciones de origen de vinos que existen en Galicia. La zona de producción se extiende a lo largo del valle del río Támega, con una superficie ligeramente inferior a las 700 hectáreas, repartidos entre los municipios de Castrelo do Val, Monterrei, Oímbra, Vilardevós y Verín. Hay otras 13.000 hectáreas que también se dedican al cultivo de la vid en esta región, pero están excluidas de la propia D.O. Monterrei. Las 14 bodegas, que dan trabajo a más de 500 trabajadores de la zona, producen cerca de 800.000 litros de vino al año.
Las variedades de uva que encontramos en la D.O. Monterrei son:
- Uva blanca preferente: Godello, Dona Branca, Treixadura.
- Uva tinta preferente: Mencía, Merenzao.
- Uva blanca autorizada: Albariño, Branca de Monterrei, Caíño Branco y Loureira.
- Uva tinta autorizada: Araúxa, Caíño tinto y Sousón.
Esta zona vinícola del la provincia de Orense, a pesar de su larga historia, no se vio reonocida como D.O. hasta 1995. Aquí, como en toda Galicia, la expansión de la viña se debió a las órdenes religiosas. Algunos monasterios, como Celanova y Montederramo, contribuyeron dexisivamente a la colonización vitícola del valle de Monterrei, hoy dividido en cuatro municipios (Verín, Monterrei, Oimbra y Castrelo do Val). En el siglo XVI ya se elavoraba la calidad de los vinos de esta comarca, que defendía su identidad prohibiendo las mezclas con vinos venidos de fuera.
El clima es suave y húmedo, con lluvias abundantes, hasta 1.500 l anuales. La situación interior del viñedo determina una influencia continental, con temperaturas extremas en invierno con fuertes heladas y verano. La temperatura media anual es de 15ºC. Los suelos, fundamentalmente arcillosos y arenosos, ofrecen buen drenaje. Son pobres en materia orgánica, sueltos y ácidos, con buena calidad esta para la viña.
En la D.O. se cultivan las variedades blancas godello o verdello, doña blanca, treixadura y loureira, y las tintas mencía, bastardo, tempranillo, y garnacha tintorera. Los blancos exhiben agradables notas frutales (manzana reineta) y vegetales (matoral, hinojo) y tienen un cuerpo glicérico, bien sostenido por una acidez frutal elegante. Los tintos jóvenes ofrecen agradable fruta.
RIBEIRA SACRA
Ribeira Sacra es una denominación de origen establecida en 1997. El Consejo Regulador de la Ribeira Sacra que tiene tres cometidos esenciales: garantizar el origen del producto, asegurar la calidad del mismo y promocionar los vinos producidos al amparo de la denominación de origen (D.O.). La D.O. Ribeira Sacra está dividida en cinco subzonas: Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras do Sil.
- Producción: En el año 2005 ya había registradas 99 bodegas con un total de 1.300 Hectáreas de viñedos con una producción 4.698.000 kg de uvas, de los que 4.461.532 kg eran de la variedad de uva mencía y el resto repartido entre las variedades tintas merenzao, brancellao, sousón, caiño tinto y tempranillo como preferentes y como autorizadas mouratón y garnacha tintorera y las blancas godello, loureira, treixadura, dona branca, albariño y torrentés. La cantidad de vino producido está alrededor de 45.000 Hectolitros de tinto y 5.000 de blanco.
- Entorno: El amparo de los ríos aporta un microclima a la zona, que con la orientación sur de las pronunciadas laderas favorecen la correcta maduración que las uvas necesitan para la elaboración de unos caldos que en ya en época de los romanos eran descritos como Oro líquido del Sil. El clima general es atlántico, aunque con influencias continentales, con una temperatura media de 13ºC. El valle del Miño es algo más húmedo (900 L anuales) que el del Sil (700 L). Los microclimas vienen, además, determinados por la altura a que se cultiva la viña, a veces en cotas que alcanzan de 200 a 500 m:
De origen granítico, con horizontes arenosos y limosos, en el valle del Sil dominan las arcillas. Las viñas se mantienen en un precario equilibrio en estrechos bancales y algunas tienen que ser trabajadas desde el río, de forma que los viticultores permanecen a bordo de barquitas. La tradición vinícola de esta zona es antigua y se sabe que los romanos ya bebían lso vinos de Amandi y los exportaban a Roma, Juntamente con la lamprea del Argo. Más tarde, los monjes propagarón dundaciones religiosas (San Pelagio de Diomondi, San Esteban de Atán, Santa Cristina y San Esteban de Ribas de Sil, Santa María de Belmonte, Panton, Pombeiro, Ribas de Miño, etc.) que cultivan pequeños viñedos. Y los condes de Lemos, propietarios de estas tierras, en la Edad Media ya exportaban sus vinos. Pero la zona de producción, muy pequeña, no podía competir con otras comarcas más produtivas, de forma que la viticultura pasó a desempeñar un papel local.
La aprobacción, en 1996, de la nueva DO Ribera Sacra devolvió a esta comarca histórica su nombre en el mapa del vino gallego. Hoy la Ribera Sacra mantiene el espíritu de la viticultura ancestral. En tintos, predomina la mencía, aunque tiambién se cultiva garnacha, brancellao, caiño, loureira tinta, sousón, merenzao, espadeiro y negreda. En blancos, destacan godello y albariño, con menor presencia de treixadura, doña blanca y torrontés, sin olvidar la palomino, siempre presente en alguna parcela del viñedo gallego.
Ácidos, aromáticos, ligeros y frutales, los vinos blancos de la Ribera Sacra seducen por su frescura juvenil. Más interesantes aún son los tintos jóvenes de mencia, muy frutales, a veces acompañados por la sendual garnacha. Vinos tintos de color púrpura, tienen una fina y elegante estructura tánica