CARTUJA DE ESCALADEI (TURISMO TARRAGONA PRIORATO CATALUÑA)
- Nombre: Cartuja de Escaladei
- Dirección: Camí de la Cartoixa, s/n. 43379 Escaladei
- Teléfono: 977 827 006
- E-mail: escaladei.cultura@gencat.cat
Dice la leyenda que el rey Alfonso II de Aragón decidió hacer donación de unas tierras a la Orden de los Cartujos para que construyeran un monasterio. La casa madre envió unos monjes a buscar el lugar más adecuado a sus necesidades. Durante la investigación, encontraron un pastor que les explicó que en sueños veía unos ángeles que subían al cielo por unas escaleras apoyadas en la cepa de un pino que había en el lugar donde él pastaba sus rebaños. Los monjes lo interpretaron como una señal de Dios y allí mismo construyeron un pequeño claustro que sería el origen de la Cartuja de Santa Maria de Escaladei, que significa "escalera hacia Dios".
La cartuja de Escaladei o Scala Dei fue un monasterio cartujo situado en la comarca del Priorato (Tarragona). Fundada en el siglo XII, se considera que fue la primera cartuja de la Península Ibérica. Su origen se remonta al año 1194 en el que el rey Alfonso II el Casto donó las tierras en las que más tarde se levantó la cartuja. Posteriormente se realizaron sucesivas remodelaciones hasta llegar al Siglo XVIII en el que había tres claustros y hasta 30 celdas. Fue un centro de interés religioso y contaba con una importante escuela pictórica encabezada por Joaquín Juncosa. El nombre actual de la comarca, Priorato, procede de la existencia de esta cartuja, aunque el territorio actual es menos extenso que los dominios originales de la cartuja. En 1835 tras la desamortización se abandonó la comunidad lo que derivó en la destrucción del conjunto.
En la actualidad, es posible visitar las ruinas en las que se puede contemplar el portal barroco de la Madre de Dios, la iglesia y una celda reconstruida que cuenta con el mobiliario y los utensilios propios de la vida monástica, lo que nos permite imaginar el modo de vida de los monjes cartujos. Está ubicada al pie de la Sierra de Montsant, lugar de gran belleza paisajística.
La cartuja de Escaladei se encuentra situada en el pueblo de mismo nombre, término municipal de La Morera de Montsant. En 1990 sus propietarios, la familia de viticultores "Peyra", la donaron a la Generalidad de Cataluña y se puede visitar desde 1993. El cenobio, declarado bien cultural de interés nacional, data del siglo XII y fue el primero de la orden de San Bruno en la Península Ibérica.
La cartuja de Escaladei participó activamente en la fundación de las cartujas de San Pol de Mar (1269) en Cataluña, Vall de Cristo (1385) en el Reino de Valencia, de Nuestra Señora de las Fuentes en (1507) en Aragón, y de las cartujas de El Paular (1390) y Miraflores (1442) en Castilla. También participó en la fundación de otra cartuja llamada Escaladei cerca de Évora, Portugal fundada en (1585) y que fue la primera cartuja portuguesa.
Escaladei fue un punto de referencia para los monasterios en el proceso que, en el siglo XVIII condujo a la creación de la Congregación Nacional de Cartujas Españolas independiente de la Grande Chartreuse, casa central de la orden en Grenoble, (Francia). La cartuja fue fundamental en el origen del cultivo de la vid en la región que actualmente conforma la "Denominación de Origen Calificada Priorato". La cartuja cuenta todavía con una bodega.
La Cartuja subsistió hasta el 1835 atravesando épocas de gran esplendor. Durante siete siglos los monjes hicieron poblar campos, construir molinos y difundieron el cultivo de la viña. El Prior, de aquí el nombre de la comarca, podía ejercer justicia y era el alcalde general de todos los pueblos de la zona centro de la actual comarca, que coinciden aproximadamente con los de la Denominación de Origen vinícola Priorat.
Con la desamortización de Mendizábal (1835) los monjes se vieron forzados a huir, privados por decreto de sus tierras, y abandonaron celdas y claustros, la iglesia y la hospedería. En tan sólo dos años la majestuosa cartuja quedó convertida en un montón de escombros debido a los saqueos y exploio constante.
Hoy día se pueden visitar sus ruinas recorriendo el exterior de los 3 claustros, la iglesia y el refectorio, así como una celda reconstruida con todo detalle. La Cartuja de Escaladei es, pues, una visita obligada para todos aquellos que quieran hacer un viaje a los orígenes de la comarca del Priorat.
VISITAS GUIADAS
- Visitas Guiadas: Información y reserva previa en el 977 638 329 o bien reservesmonuments.acdpc@gencat.cat
- Precios: Entrada general: 3,50 €
- Entrada reducida: (personas de 65 años o más, menores de 25 años, pensionistas acreditados, familias (2 adultos y un niño o más), personas con certificado de discapacidad, Carnet jove: 2,50 €
- Entrada reducida especial: (grupos de estudiantes con profesor que hayan hecho reserva previa en monumentos y yacimientos entre el 1 de mayo y el 31 de agosto, personas con carnet de familia numerosa o monoparental): 1,50 €
- Entrada gratuita: (menores de 8 años, personas paradas debidamente acreditadas, grupos escolares acompañados de profesorado que hayan hecho reserva previa (a excepción del mNACTEC), docentes y guías turísticos acreditados, miembros de la Asociación de Museólogos de Cataluña, del ICOM y del ICOMOS debidamente acreditados y Carnet Súper 3).
- Entrada general con visita guiada: 6,50 €
- Entrada reducida con visita guiada: 5,50 €
- Entrada reducida especial con visita guiada: 4,50 €
- Entrada gratuita: cada último martes de mes de octubre a junio
Visitas concertadas (catalán y castellano): 65 € + entradas
Visitas concertadas (otros idiomas): 81 € + entradas
Horarios:
- Del 1 de octubre al 15 de diciembre y del 1 de marzo al 31 de mayo: De 10:00 h a 17:00 h
- Del 16 de diciembre al 28 de febrero: De 10:00 h a 15:30 h
- Del 1 de junio al 30 de septiembre: De 10:00 h a 19:30 h
- Cerrado los lunes no festivos, el 1 y 6 de enero y el 25 y 26 de diciembre
¿QUE ES UN MONASTERIO CARTUJO?
Una cartuja o monasterio cartujo es un monasterio de la orden religiosa de los cartujos. La palabra cartuja proviene del nombre de la Chartreuse, un macizo situado en Francia, al norte de Grenoble, donde San Bruno fundó la primera casa Cartuja.
- Hisotria: San Bruno fue el fundador del primer monasterio llamado "la Chartreuse". Fue edificado en 1084 con la ayuda de otros seis compañeros, en unos terrenos montañosos y solitarios que les había ofrecido Hugo, obispo de Grenoble (Francia), a poca distancia de esa ciudad. Construyen cabañas de madera individuales que unen a la zona de vida en común (iglesia, refectorio y sala capitular) a través de una galería, también de madera.
El lugar elegido pasó a lo largo del tiempo por varios desastres naturales como avalanchas de nieve y rocas, que afectaron al monasterio. Uno de los sucesores de San Bruno, Guido I, trasladó la comunidad algo más abajo de la gran montaña y fundó La Grande Chartreuse.
Guido I redactó en 1127 80 capítulos para una regla que tituló Consuetudines Cartusiae. El papa Inocencio II la aprobó en 1133. Se fundamenta en la regla benedictina más las normativas añadidas para la orden cartuja. Los monjes debían ser 12 y más adelante se llegó al número de 24. Vivían en celdas individuales con acceso a un pequeño huerto que cultivaba cada uno. Las celdas estaban dispuestas en torno al claustro. Para poder comunicarse con el resto del mundo se ayudaban de los hermanos, que también vivían en el monasterio pero apartados de los padres. Los hermanos tenían contacto con exterior.
Los cartujos llevaban una vida de contemplación y de retiro pero no necesariamente sus monasterios estaban construidos en lugares apartados y recónditos. El aislamiento lo daba el propio edificio y sus dependencias estructuradas especialmente con este fin. Durante los siglos XI, XII y XIII hubo muy pocas cartujas. En 1200 había sólo 37, mientras que Europa tenía centenares de monasterios benedictinos y premostratenses. En los siglos XIV y XV llegan a ser 195. Es el momento de máximo esplendor y el momento en que se transforman los edificios, que pasan de tener una arquitectura funcional a ser centros de creación de arte.
Es en estos siglos cuando los poderosos de la tierra, los reyes, la nobleza y la burguesía se fijan en esta orden de vida contemplativa y sobria. Entonces quieren asegurarse de que las oraciones de los monjes cartujos les sirvan como intermediarias para la salvación de su alma. A cambio de las oraciones, dotan a los monasterios de grandes obras de arte. No se concive en la época que los edificios donde habitan gentes tan santas sean austeros y pobres.
- Arquitectura de una cartuja: Se puede saber cómo estaba estructurada arquitectónicamente una cartuja gracias al completo plano de la cartuja de Clermont dibujado por Viollet-le-Duc, historiador y arquitecto francés del siglo XIX. En este plano se pueden distinguir dos áreas bien diferenciadas: una de mayor extensión que comprende el verdadero monasterio, destinada a la vida comunitaria, y otra de servicios y comunicación con el exterior.
La zona de servicios consta de un gran patio donde se distribuyen los aposentos. Cualquier persona no perteneciente a la comunidad tiene acceso a esta zona, a la que entra por la portería instalada en el lado sur. Junto a ella están las habitaciones para huéspedes. En el centro del patio se encuentra la residencia del prior (no la celda) que a su vez tiene un pequeño patio con una fuente. En este espacio el prior podía trabajar y recibir visitas. En el lado norte están los almacenes o cilla para guardar el grano y el heno. Al oeste se hallan las habitaciones de los trabajadores y las estancias destinadas a establos. En el lado este no hay dependencias, pues es el muro que separa la zona de servicios con la de la comunidad. En este muro se encuentran los vanos de acceso al monasterio propiamente dicho. Por el centro se entra a la iglesia.
La iglesia está dividida en dos tramos: el primero es el coro para los conversos (converso es el lego sin opción al sacerdocio) y donados (hermanos o novicios), y el segundo es el de los monjes o padres. A veces existía otro espacio entre la entrada y el coro de conversos, destinado a los visitantes y gente del exterior. Pegadas a la nave norte de la iglesia estaban la sacristía y algunas capillas; junto al muro norte de dichas capillas puede verse en el plano la celda del prior con acceso a su pequeño huerto. Junto al muro de la nave sur se ve un pequeño claustro llamado claustrum minus que servía de articulación para las estancias del refectorio (o comedor), sala capitular y cocina. Estas dependencias no tenían la importancia de los monasterios de otras órdenes religiosas y se usaban en contadas ocasiones (salvo la cocina). En este mismo muro de la iglesia y colindando con la zona de servicios puede verse otra dependencia a la que se entraba desde dicha zona o desde el claustro: es una capilla destinada a los protectores de la cartuja de Clermont, la familia Pontgibaud.
Hacia la izquierda, junto a la celda del prior se halla un corredor que conduce al gran patio o claustro mayor, distribuidor de las celdas de los monjes. Todas las celdas tenían el mismo tamaño salvo las de las esquinas cuyo huerto era algo más grande con el único propósito de equilibrar la arquitectura. Los cartujos enterraban a sus monjes en este patio, en un recinto acotado, para tener siempre presente la fugacidad de la vida y la inminente muerte.
- Descripción de una celda: La celda de un cartujo tenía como mobiliario un camastro de madera con un saco de paja y dos mantas más almohada, un banco, una mesa y una estantería con dos únicos libros de que podían disponer. En la pared podían tener colgado un crucifijo o un cuadro de devoción. La celda tenía un pequeño añadido que servía como cuarto de estar. Desde ella se accedía al huerto. Por uno de sus lados había un corredor que la aislaba de la panda del claustro, para evitar posibles turbaciones. Este corredor tenía a su vez un pequeño pórtico por el que podía entrar el prior al huerto para inspeccionarlo y dar el visto bueno. Todos los huertos estaban protegidos por un muro que rodeaba el conjunto monástico. Por el otro lado había otro corredor que conducía hasta la letrina que se encontraba al fondo. En el lado opuesto había una estrecha abertura que daba a la panda del claustro. Por esta abertura un hermano o converso depositaba la comida que solía consistir en pan, jarra de vino y alguna otra cosa que no produjese el huerto. Las celdas de los cartujos se mantuvieron siempre sobrias y pobres sin que la suntuosidad de la iglesia o del resto del monasterio (cuando la hubiera) las contaminase en ningún sentido.
- El arte en una cartuja: Durante los siglos XIV y XV los reyes, nobles, príncipes de la iglesia, burgueses, etc., dotaron a los cartujos de grandes obras de arte. Los reyes de Castilla favorecieron en este sentido a los cartujos de Miraflores en Burgos (España) y el Paular en Madrid. Pueden verse fabulosos sepulcros, magníficos escudos y gran ornamentación en las iglesias. Los duques de Borgoña hicieron otro tanto con la cartuja de Champmol en Dijon, donde se conservan obras de los mejores artistas de la época: Jean de Marville (escultor), Claus Sluter, escultor representativo de esta época que influyó en la escultura gótica del siglo XV y cuya obra maestra en esta cartuja es el gran Calvario del que se conserva el alto pedestal conocido como El pozo de Moisés, con representaciones de Moisés, David, Jeremías, Zacarías, Isaías y Daniel. Le ayudó su sobrino Claus de Werwe, autor del sepulcro de Felipe II de Borgoña en esta misma cartuja.
El arquitecto responsable de la obra fue Drouet de Dammartin que llevó a cabo una total transformación, convirtiendo un humilde monasterio en otro de aspecto suntuoso. Los pintores consagrados fueron Broederlam (1394-1399) cuyas tablas están en el museo de Dijon y Simone Martini (1283-1344), artista del trecento italiano.
El arte funerario en las cartujas se manifiesta de manera muy especial pues era este tema el que impulsaba a los patrocinadores a ensalzar y enriquecer los monasterios de esta orden religiosa tan dedicada a la oración. Así surgió la moda desde Champmol de construir los monumentos funerarios en mitad de la iglesia para que las oraciones de los cartujos, dirigidas al altar mayor, no tuvieran más remedio que tropezar con los enterramientos. Tal era la fe en estas oraciones por la salvación del alma. El monumento funerario estaba acompañado por las estatuas de los monjes en pleno rezo afligido (los llamados pleurants), con el rostro oculto por la capucha. Fue una moda que se extendió por toda Europa. En la cartuja de Miraflores de Burgos, Isabel la Católica mandó erigir un monumento funerario a sus padres, también en medio de la iglesia. La diferencia con el de Champmol está en la ausencia de todo aire fúnebre y dramático. En este caso del autor Gil de Siloé al hacer su obra casi un siglo después de la francesa y ateniéndose a otras modas, dota a sus personajes de un aire dulce y sereno.
MONASTERIOS CARTUJOS EN ESPAÑA
De todos los monasterios cartujos que existen en España sólo seis continúan siendo monasterios de la orden y de esos seis solamente tres permanecen habitados por monjes. El más antiguo en España posiblemente fue la Cartuja de Scala Dei y el más antiguo aún habitado por monjes es el de Porta Coeli. Hay 23 cartujas (18 de monjes y 5 de monjas) en todo el mundo,2 con un total de unos 270 monjes y 60 monjas, repartidos por en Europa (18), América (3) y Asia (2). Las últimas cartujas creadas son las de Corea del Sur (2008).
- Andalucía: Cartuja de Sevilla; Cartuja de Granada; Cartuja de Cazalla de la Sierra; Cartuja de Jerez de la Frontera.
- Aragón: Cartuja de Aula Dei; Cartuja de la Inmaculada Concepción; Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes.
- Castilla y León: Cartuja de Miraflores en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Aniago.
- Cataluña: Cartuja de Montalegre en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Scala Dei; Cartuja de san Pablo de Maresme; Cartuja de San Jaime de Valparaíso.
- Madrid: Cartuja de Santa María de El Paular.
- Valencia: Cartuja de Porta Coeli en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Vall de Cristo; Cartuja de Ara Christi; Cartuja de Via Coeli.
- Baleares: Cartuja de Valldemosa.
MONASTERIOS CARTUJOS FUERA DE ESPAÑA
- Francia: Cartuja de Champmol; La Grande Chartreuse en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Montrieux en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Portes en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Clermont; Cartuja de Valbonne; y muchas más antiguas cartujas.
- Alemania: Cartuja de Friburgo; Cartuja de Marienau en la actualidad con monjes cartujos; y muchas más antiguas cartujas.
- Italia: Cartuja de Pavía; Cartuja de San Martino; Cartuja de Serra San Bruno en la actualidad con monjes cartujos; Cartuja de Farneta en la actualidad con monjes cartujos; y muchas más antiguas cartujas.
- Argentina: Cartuja San José (Deán Funes)en la actualidad con monjes cartujos.
- Brasil: Cartuja de María Medianera en el Estado del Rio Grande do Sul, en la actualidad con monjes cartujos.
- Estados Unidos de América: Cartuja de la Transfiguración en el Estado de Vermont, en la actualidad con monjes cartujos.
- Eslovenia: Cartuja de Pleterje en la actualidad con monjes cartujos.
- Corea del Sur: Cartuja de Nuestra Señora de Corea en la actualidad con monjes cartujos.
- Suiza: Cartuja de La Valsainte en el cantón de Friburgo, en la actualidad con monjes cartujos.
- Inglaterra: Cartuja de Parkminster en West Sussex, en la actualidad con monjes cartujos.
¿QUE ES LA ORDEN DE LOS CARTUJOS?
La Orden de los Cartujos (en francés Ordre des Chartreux y en latín Ordo Cartusiensis, abreviado "OCart") es una orden contemplativa de la Iglesia católica, fundada por San Bruno en el año 1084. Su lema es en palabras latinas Stat Crux dum volvitur orbis (La Cruz estable mientras el mundo da vueltas, o, Cruz constante mientras el mundo cambia). Las órdenes contemplativas, incluyendo a los cartujos, son la espiritualidad con menor número de miembros (Las monjas son mayoría en las órdenes contemplativas).
La orden cartuja es de las más austeras en la práctica, esto es, caracterizada por la sencillez y moderación, además de rigurosa en el cumplimiento de las normas morales. A lo largo de su historia ha permanecido en la pobreza sin dejarse tentar por el lujo. Los monasterios de los cartujos son conocidos como cartujas y en ellos buscan los monjes una vida de contemplación y oración. La regla o regula de los cartujos recibe el nombre de Estatutos, que se basan en la Regla de San Benito, pero con añadidos propios.