IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO (ESTELLA - NAVARRA)
La fachada de la iglesia es espectacular, gran portada gótica y esculturas son muy bonitas. Aunque quizás algo deterioradas, sería interesante realizar una restauración. Dicen que su extraño aspecto se debe a que quedó inacabada. Y ahora la imaginación del visitante es la que se sumerge en la Edad Media para reconstruir aquel edificio. Sobre ella afanosos escultores tallaron con delicadeza a los apóstoles y relataron con originalidad diversas escenas de la vida de Jesús. Se encuentra situada junto al paseo del río y un parque, hace que el entorno tenga un encanto especial.
La iglesia del Santo Sepulcro de Estella (Navarra, España) está situada en la antigua Rúa de los Peregrinos, actual calle de Curtidores, y es una de las parroquias antiguas de la ciudad. Consta que ya en 1123 era sede de la cofradía del Santo Sepulcro. Su fábrica muestra huellas de un largo proceso constructivo, iniciado en el románico y no concluido hasta el siglo XVI. En 1881 dejó de ser parroquia.
Del original (c. 1200) se conserva en alzado la nave del Evangelio con ábside semicircular. En el siglo XIV se edificaron las cabeceras de la capilla central y la del lado de la Epístola, poligonales las dos. Todavía se conservan parte de los muros de la capilla mayor, mientras que de la capilla meridional no quedan más que los cimientos. El templo comenzó a construirse en el siglo XII. Las obras se interrumpieron en el XIV, dejando inacabado el ambicioso proyecto original que pretendía edificar una iglesia de tres naves, similar a San Pedro de la Rúa, San Juan o San Miguel, construidas a finales del Románico en Estella-Lizarra.
Se accede al interior a través de una importante portada gótica de principios del siglo XIV. Consta de doce arquivoltas abocinadas que descansan en columnillas rematadas en capitel corrido decorado con motivos vegetales y zoomórficos. El tímpano de la portada se divide en tres niveles. En el inferior se representa "La Última Cena", en la superior "La crucifixión", mientras que el central presenta tres escenas: a la izquierda "Las tres Marías junto al sepulcro", en la central "El rescate de los inocentes" y a la derecha el "Noli me tangere".
El Santo Sepulcro contiene una combinación de elementos arquitectónicos de diferentes épocas. El ábside de la nave del Evangelio es románico, de finales del siglo XII. En el siglo XIV se inició la construcción de las cabeceras de la nave central y de la Epístola, mediante ábsides pentagonales. La obra quedó inconclusa especialmente en la planta y en la cubierta de la nave de la Epístola.
La única nave finalizada fue la del Evangelio. Cuenta con una fachada gótica de finales del siglo XIII, pero con rasgos propios de la primera mitad del XIV. En ella destaca su gran portada, el mayor atractivo de la iglesia y una de las mejores muestras de escultura gótica de Navarra. La portada está coronada por grupos de seis hornacinas a cada lado, que dan cobijo a un apostolado y, ante la puerta, las figuras de Santiago (en hábito de peregrino jacobeo) y de san Martín de Tours (vestido de obispo y en actitud de bendecir).
ESTELLA-LIZARRA NAVARRA ESPAÑA
A mitad de camino entre Pamplona y Logroño, en una zona de transición entre la Montaña y la Ribera, se encuentra Estella-Lizarra, ciudad monumental nacida en el Camino de Santiago. En el siglo XV se la conocía como "Estella la bella" y en la actualidad sigue haciendo honor a este adagio: es ciudad románica que atesora palacios, casas señoriales, iglesias, conventos, puentes y hermosos edificios que le han valido el sobrenombre de "la Toledo del norte".
La influencia del Camino de Santiago y de la judería (fue la tercera en importancia después de las aljamas de Tudela y Pamplona), envuelve toda la ciudad. Fundada en el año 1090 por Sancho Ramírez, vivió su máximo esplendor en los siglos XII y XIII. De esta época es el Palacio de los Reyes de Navarra, uno de los pocos legados de románico civil que quedan en España de esta época. Su interior alberga el Museo Gustavo de Maeztu, palacio ubicado entre la calle San Nicolás y la plaza San Martín, donde podrás beber de la fuente de los chorros, del siglo XVI.
El puente gótico del Azucarero, el románico reconstruído en el S.XX de la Cárcel, y la puerta medieval de Castilla, la única restante de las murallas que rodearon los burgos medievales, son otros ejemplos de arquitectura civil de la ciudad. Callejear tranquilamente por Estella-Lizarra te llevará a descubrir bellos palacetes y casonas.
Su nombre oficial es Estella en castellano y Lizarra (‘lugar de fresnos’) en euskera. Antiguamente el poblado recibía el nombre de Lizarrara, hasta la creación de la ciudad en 1076. El nombre castellano procede del latín stella (estrella), y se crea en el momento de la fundación de la ciudad por el rey de Pamplona Sancho Ramírez, como punto de atención al peregrino a su paso por el Camino de Santiago navarro (Campus Stellae).
El término Izar o Izarra en euskera se traduce al castellano como "estrella". De hecho, la presencia de una estrella de ocho puntas, en los monumentos de la ciudad se remonta a su estadio fundacional, punto que parece atestiguar esta etimología. La estrella ha permanecido hasta la actualidad como símbolo distintivo en el escudo de la ciudad.