DESAPORCADO, DESCALCE, DESACOLLAR EN VITICULTURA
Desaporcado, Descalce y Desacollar: Se realiza a la salida del invierno, pasados los fuertes fríos. Consiste en ir echando la tierra hacia el centro de la calle, quedando al pie de la cepa un hoyo o caballón. Pudiendo eliminar fácilmente las raicillas que nacen de la púa y en la parte alta del patrón, los brotes o renuevos de la raíz y la vegetación espontánea. La profundidad de esta labor es de 8 a 12 cm en las regiones septentrionales y hasta 15 a 20 m en el Midi o en suelos ligeros, sensibles a la sequía.
De esta forma se estimula a la planta con la eliminación de las raíces altas para que sus raíces inferiores busquen el agua necesaria para subsistir en las profundidades del suelo y no en la superficie. También ayuda a que las aguas de la lluvia se acumulen en el pie de los troncos, procurando que allí penetren más profundamente en el terreno. Permitiendo al sistema radicular establecerse en profundidad, lo que aumenta la resistencia de las plantas jóvenes a la sequía, este trabajo es realizado con intercepas, espirocultores, escarificadores, descaballonadores, etc.
El establecimiento del sistema radicular en profundidad o también llamado destrucción de raíces superficiales permite la penetración de otras en profundidad, lo que es favorable para una buena regulación de la alimentación hídrica de la vid, particularmente en los años secos. El desaporcado también hace una labor al suelo de gradeo con extirpado mediante la cual se destruyen malas hierbas que afectan la viña y consumen la escasa humedad. El terreno también se esponja para recibir fácilmente la lluvia que caiga. Si el terreno no estuviera suelto y esponjoso la lluvia, al caer, sobre todo en laderas, correría sin penetrar en el suelo.
Esta labor puede hacerse con arados de vertederas o discos múltiples, disponiéndolos en la posición de desaporcado. Si el marco de plantación lo permite y la conducción del viñedo fuera en forma libre se puede cruzar la labor, que es lo deseable, pero si no fuera así, al hacer el desaporcado se emplearán, en los lados de las líneas, vertederas intercepas desplazables.
- Púa: en la vid es el fragmento de sarmiento que lleva una o varias yemas que será unido a otra cepa mediante el injerto. La púa constituye la parte aérea de la cepa injertada.
- Portainjerto, Patrón o Pie: Es una cepa o vid, generalmente no desarrollada, que ha formado raíces y sirve para la propagación asexuada de la planta (plantación). Puede nacer por plinización natural o artificial (en vivero) o, más frecuentemente, por selección clonal o masal como clon, cruce o híbrido, y en formas de esqueje o plantón. Si proviene de una cepa injertada, y sobre él se injerta una variedad de Vitis vinifera que será la que fructificará, se denomina portainjerto o por extensión, simplemente patrón o pie.
Por el contrario, si no proviene de una cepa injertada y se planta sin injerto, se conoce como pie franco. La gran mayoría de patrones pertenecen al primer grupo, sobre todo desde la llegada de la filoxera a Europa en el siglo XIX. Tienen importantes propiedades (ej: resistencia a inclemencias del tiempo o enfermedades y plagas) que influyen de manera concluyente en el desarrollo de la planta, así como en la maduración y calidad del fruto.
CUIDADOS POSTERIORES A LA PLANTACIÓN
El éxito de una plantación no está tan sólo en una buena planificación y una acertada ejecución posterior. Después de realizar la plantación, hay que cuidarla, lo que implica controles frecuentes y la realización de labores adecuadas. No podemos permitirnos estropear el trabajo hecho hasta ahora, por no darle los cuidados oportunos a la reciente plantación. Según cómo y cuándo se haya realizado la plantación, el sistema de conducción decidido, las condiciones del medio y el estado sanitario de las cepas, habrá que realizar alguna de las siguientes labores con mayor o menor frecuencia:
- Protección del aporcado: En caso de que se hayan aporcado las cepas durante la plantación, se debe evitar tocar este recubrimiento para no romper los brotes nacidos. Sólo en los suelos en los que se forma una costra superficial, es decir, suelos compactos y arcillosos, se rascará ligeramente la superficie para que los pámpanos no tengan problemas al emerger. Normalmente, se desaporcará al año siguiente.
- Eliminación de raíces superficiales: Cuando la planta se entierra demasiado, se puede producir la emisión de raíces en la zona del injerto, e incluso en la propia variedad; es lo que se conoce como franqueamiento. Estas raíces son sensibles a la filoxera y, al ser superficiales, a la sequía, por lo que es aconsejable eliminarlas y favorecer el crecimiento de otras más profundas generadas a partir del patrón, de forma que resulten tolerantes a este parásito y aumenten la resistencia de la cepa al déficit de agua.
Para evitar o eliminar el franqueamiento tenemos dos opciones:
- Utilizar planta parafinada: Esta cera que recubre la variedad y la zona injertada, impide la emisión de raíces.
- Descalzar la zona del injerto y cortar las raíces: Las heridas se dejan expuestas para que se sequen. Esta operación se puede realizar en dos momentos:
- Aporcar: En julio o agosto del mismo año de plantación. Las heridas se quedan al aire uno o dos días, y luego se vuelve a aporcar la zona de injerto para protegerla del frío del invierno venidero.
- Al comienzo del ciclo vegetativo del segundo año si es planta-injerto, y del tercero con plantaciones con barbado.
LABOREO CON UN INTERCEPAS AUTOMATICO
La unidad principal del intercepas automático es para retirar la tierra del caballón o montón de tierra en la operación de descalce. Dispone de un cierre automático para su maniobra al final del giro, de tal modo que al levantar el apero se cierra sobre sí automáticamente. Un palpador antena copiadora manda el cierre del arado y automáticamente hace su retorno una vez traspasada la cepa. Con los restores, se gradúan las distancias de cierre antes de llegar a la cepa, como igualmente la compensación necesaria para absorber las diferentes clases y formas del terreno.
En labores de verano puede acoplarse con una cuchilla sin vertedera para eliminar parasitarias. En cultivo entre árboles frutales se le adapta una antena palpadora provista de una pequeña rueda revestida de caucho, a fin de no dañar la corteza del tronco. Igual precaución es recomendable en cepas no muy robustas, así como en todas ellas si las irregularidades del tronco no entorpecen la misión de la rueda protectora. Hay modelos distintos y para acoplamiento a derecha o izquierda.
El laboreo mecánico tiene como objetivo la eliminación de las malas hierbas disminuyendo su competencia con la cepa, a la vez que mejora las propiedades físicas y biológicas del suelo al restablecer su aireación. La profundidad de trabajo es inferior a 15-20 cm en el periodo vegetativo de la vid, pero puede aumentar durante el reposo invernal. En ocasiones se aprovecha para incorporar abono orgánico o mineral al suelo. En invierno se puede realizar un laboreo profundo en calles alternas para descompactar capas profundas del terreno. Esta labor rompe muchas raíces principales de la cepa por lo que no se realiza todos los años.
Para los aperos si se precisan labores especiales o más profundas se recurre a:
- Reja de vertedera: Se coloca en el extremo del apero y se utiliza para aporcar y desaporcar las cepas.
- Brazo subsolador: Se pasa un brazo subsolador por el centro de la calle cada 5-7 inviernos para descompactar las capas profundas.
Los aperos pueden llevar un elemento de labranza con un mecanismo retráctil que se denomina intercepas. De esta forma el laboreo se realiza en la calle y en la línea, y cuando el apero se aproxima al tronco de una cepa o a un poste, el intercepas lo retrae hacia la calle, salvándolo. Es peligroso utilizar este sistema en plantaciones jóvenes en las que todavía no se ha endurecido el tronco. En caso de no contar con este sistema, es necesario realizar un desyerbado manual en las líneas.
