PARQUE DEL RÍO IREGUA EN LOGROÑO
Muy recomendable!! Me gusta mucho este parque, es bonito, bien cuidado, tranquilo, ideal para dar largos paseos, hacer deporte, actividades aire libre, leer, comer o descansar. Se trata de un lugar magnífico al lado de la ciudad de Logroño y el río Iregua de agua cristalina. Es una ruta muy accesible para personas mayores y niños con muchas zonas verdes, lugares de descanso y columpios. Si tienes más ganas de andar puedes seguir por la vía romana hacia las localidades de Villamediana, Alberite y Albelda, o yendo en sentido contrario hasta llegar al parque de la Ribera en Logroño, siempre evitando por completo el tráfico de coches.
El parque del Iregua es uno de los parques de Logroño, La Rioja. Discurre desde la desembocadura del Iregua en el Ebro hasta la localidad de Puente Madre, perteneciente a Villamediana de Iregua, pero prácticamente unida al logroñés barrio de La Estrella. Su trazado forma parte del sendero de Gran Recorrido GR-99, también denominado Camino Natural del Ebro.
El parque del Iregua es la continuación de otro parque, el de la Ribera, y comienza próxima a la desembocadura de este afluente del Ebro, próximo a la localidad de Varea, y junto al parque del Ebro forman el denominado cinturón verde de Logroño. Para su realización, se acondicionaron 37 hectáreas, y se plantaron 350 árboles y 1.500 arbustos, para dar lugar a un recorrido de unos dos kilómetros de longitud que transcurre paralelo al último tramo del Iregua.
La última ampliación del parque fue en 2012, por el Presidente de La Rioja Pedro Sanz, quien inauguró un tramo de 2,2 kilómetros desde el final del parque del Iregua, en Puente Madre, hasta el límite de las localidades de Villamediana de Iregua y Alberite, que terminó enlazando con la denominada Vía Romana del Iregua,3 dando lugar a un recorrido ininterrumpido de 77,2 kilómetros entre Varea y Lumbreras, cercano al puerto de Piqueras.
El río iregua es un afluente emblemático del río Ebro que nace en la Sierra de Cebollera (Hoyos de Iregua), cruza La Rioja de sur a norte y recorre 64 km hasta desembocar en la capital riojana. Atraviesa, en este orden, las localidades de Villoslada de Cameros, Villanueva de Cameros, Pradillo, Torrecilla en Cameros, Viguera, Nalda, Albelda de Iregua, Alberite, y Villamediana de Iregua, hasta desembocar en Logroño. Soporta dos embalses: Pajares y González-Lacasa. Este último abastece agua potable al 60% de la población riojana.
Desembocadura del Iregua. En el encuentro de los dos ríos bulle la vida. Sobre estos depósitos aluviales que se renuevan de forma cilindrica se da un vertiginoso proceso de colonización perfectamente organizado. Fijate en esta desembocadura, el encuentro de los dos ríos constituye una zona de gran riqueda y variedad. Aquí el río es muy dinámico y puedes ver en él depósitos de arena y grava que la vegetación coloniza rápidamente.
En las corrientes de agua viven numerosos organismos, como algas, moluscos y larvas de insectos que son el alimento básico para el chorlitejo chico o la culebra de agua. Otros habitantes de estas riberas son el sapo partero, el tritón jaspeado, la rata de agua y el erizo europeo. Fruto de cadillo (Xanthium echinatum). Esta planta ruderal de origen americano coloniza con facilidad estas orillas, junto a la hierba mora, el cenizo, la acedera, la cachurrera menor, el estramonio, la persicaria, la alicaria, etc. Posteriormente, sauces y chopos ocupan el espacio.
Camino Natural del Ebro GR 99. Desde Fontibre, en Cantabria, al Faro del Garxal, en Tarragona, El Ebro recorre 930 km por la cuenca más caudalosa y extensa de la peninsula (85.997 km2). El Camino Natural del Ebro lo acompaña atravesando Cantabria, Castill y León, País Vasoco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. Su cultura, historia, arte y naturaleza se disfrutan por sendas y caminos. En La Rioja Media el Ebro avanza por la región central de la Comunidad, compuesta por municipios sitios junto a los ríosIregua, Leza y Jubera. El territorio se suaviza y los amplios meandros, sotos y extensos territorios cultivados son la tónica del paisaje.
Varea es un barrio del municipio de Logroño, situado al este del mismo, junto al río Iregua. Poblada desde la Edad Antigua, la primera mención de su nombre apareció en unas monedas escritas en alfabeto ibérico en el siglo II a. C. Bajo la dominación romana se convirtió en el puerto fluvial del Ebro más cercano a su nacimiento, como narra Plinio el Viejo en su Naturalis Historia, o Avieno en su Oda Maritima. Así, hasta este centro portuario llegaban las embarcaciones procedentes de Tortosa, que recalaban en en otros fondeaderos, como Caesaraugusta (Zaragoza).
En la actualidad conserva restos de aquella época, ejemplo de ello es un tramo de la calzada que unía Tarraco (Tarragona) y Asturica Augusta (Astorga). Otros historiadores hacen referencia al hoy barrio de Logroño: Tito Livio o Ptolomeo la consideran una de las tres ciudades más importantes de los berones, junto con Tritium Magallum (Tricio) y Calagurris Iulia Nassica (Calahorra). En la actualidad, sus pobladores combinan las actividades agrícolas y secundarias, debido a la cercanía del casco urbano de Logroño y sus polígonos industriales.
Los restos romanos conservados en Varea ofrecen la posibilidad de contemplar una interesante villa, en la que se aprecia gran cantidad de sus antiguas dependencias, concretamente bajo el colegio Varia, en el parque de los Artesanos, así como en dos lonjas de propiedad municipal.
Huerta Tradicional de Varea. Varea posee una de las mejores vegas agrícolas de La Rioja, en la que se obtienen distintas variedades de frutas y hortalizas. La excelente conservación de sus ecosistema agraio por parte de sus habitantes ha impulsado la catalogación de su huerta como espacio de interés natual (Huerta Tradicional, HT-3). Es un amplio conjunto de vegas y regadíos tradicionales de enorm productividad y calidad paisajística extendido a lo largo de 335 ha.
Las orillas del Ebro guardan tres sotos de gran interés meioambiental: El Mediano, La Sabuquera, y especialmente, las 145 ha protegidas de Los Americanos, espacio catalogado en el Plan de Especíal Protección del Medio Ambiente Natural (CR-1), con abundante flora, de bosques de ribera excepcionalmente conservados (chopos, alisos, sauces, álamos o fresnos) y una variada fauna (donde destacan, además de la rica diversidad de aves de ribera, especies tan frágiles como el visón europeo y la nutria) que, sin duda, hacen las delicias de los amantes de la naturaleza y de todo el que se acerque hasta estos enclaves naturales.