PODA CORTA PULGARES DOCa LA RIOJA
En la DOCa Rioja se ha practicado tradicionalmente la poda corta en pulgares, tanto en los viñedos en vaso como en espaldera. En el vaso riojano, con tres brazos, tradicionalmente se han dejado dos pulgares en cado brazo, con dos yemas cada uno. En viñedos en espaldera, conducidos normalmente en cordón royat (doble o simple) se practica una poda corta, en pulgares de dos yemas. Tanto en vaso como en espaldera la carga (número de yemas) máxima admitida en la DOC Rioja es de doce yemas por cepa. Un máximo de seis pulgares por cepa y dos yemas por pulgar.
También existen algunos viñedos podados a guyot, es decir, con una vara y un pulgar. Estos viñedos están conducidos en espaldera y son bastante poco frecuentes en toda la Denominación de Origen. El doble Guyot, es exclusivamente para las variedades blancas Chardonnay, Sauvignon blanc, Verdejo, Maturana blanca, Tempranillo blanco y Turruntés. En estos sistemas de vara y pulgar, la carga se distribuirá en una vara y uno o dos pulgares de dos yemas, con un máximo de 10 yemas por cepa y para la variedad Garnacha, la carga máxima será de 14 yemas por cepa.
La época de poda es el reposo invernal, desde finales de noviembre hasta principios de marzo. En las zonas más frías de La Rioja la poda se puede retrasar con el fin de promover un retraso del desborre (primera manifestación del crecimiento de la yema. Cuando en primavera las yemas comienzan a hincharse, las escamas protectoras que las recubren se abren y la borra aparece al exterior) y, por tanto, evitar o aliviar la incidencia de las heladas de primavera. Pero por lo general, la poda suele terminar a finales de febrero o, como mucho, a principios de marzo.
La poda del viñedo se realiza de forma manual con unas necesidades medias de 40-50 horas por hectárea. Cada vid necesita de cuatro o cinco golpes de tijera. Una hectárea exige repetir el mismo gesto de 20.000 a 25.000 veces, contando una media de 4.000 a 5.000 pies por hectárea. Un viticultor que domine perfectamente el arte de la poda manual logrará ejecutar con exactitud en una cepa con radio de pulgares no superior a 60 centímetros y altura no mayor a un metro, una vez situado frente a ella, todas las operaciones de corte sin mover los pies del sitio. Es prueba de escasa práctica cuando se necesita dar rodeos circunvalatorios.
Tanto en vaso como en espaldera es muy frecuente el uso de prepodadoras mecánicas, que facilitan la poda manual posterior, especialmente el "desengarrado" de los sarmientos de los alambres de la espaldera. La prepoda disminuye la longitud de los sarmientos a podar, quedando con 5-6 yemas. Después, se realiza la poda manual y definitiva dejando las yemas deseadas en cada sarmiento. Para esta poda indiscriminada, se necesita maquinaria especial llamada prepodadora o podadora, que va enganchada al tractor y provista de elementos de corte. Puede realizarse la prepoda de 1 ha en 1,5 hr y su coste es aproximadamente 50 €/ha.