HIERVA NATURAL CUBIERTA VEGETAL VIÑEDO
Es posible adoptar el sistema de cubiertas vegetales en el viñedo para mejorar los niveles de sustancia orgánica de los terrenos sino también, para poder mejorar las condiciones de la rizosfera, gravemente afectada por la compactación de tierras y asfixia, además de resolver exigencias de cultivo particulares, como la mejora de las capacidades del terreno, el control de la erosión, el tratamiento de algunas clorosis, la pobreza del vigor de la tierra, el favorecimiento de la maduración y el reequilibrio del terreno, frecuentemente dedicado desde hace generaciones al monocultivo de la viña.
La hierba natural es la permanente, formada por la flora espontánea y con una duración que coincide prácticamente con la vida del viñedo. Es la práctica más difundida, limpiando la hierba con máquinas apropiadas y con una periodicidad variable, generalmente de dos a cuatro veces al año, según la frecuencia de las precipitaciones. En algunos casos, de forma periódica o esporádica durante algunos meses al año, o bien alguna vez cada determinado número de años, unos tres o cuatro.
Este tipo de hierba es la asociación vegetal que presenta un mayor equilibrio con el ambiente y determina continuos cambios en las relaciones entre las numerosas especies presentes, si bien, a veces, por desgracia, adquieren protagonismo algunas especies muy exigentes con el agua y otros elementos minerales, y, por ello, se ha de contener su crecimiento.
La selección de las especies más frugales se puede hacer con medios agronómicos, limpiándolas antes de que las especies más competitivas generen semillas, o con medios químicos, utilizando herbicidas selectivos en el momento oportuno o herbicidas que afecten a la totalidad de las especies.
El punto más crítico de esta forma de controlar las hierbas está en la lentitud para alcanzar un buen nivel de cobertura de unos dos a tres años, en la presencia de especies muy competitivas con la vid en sus requerimientos de agua y nutrientes, y en la dificultad de gestionar el manto herbáceo, cómo época, frecuencia e intensidad de la siega.