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Preparación del Suelo y Plantación del Viñedo

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PREPARACIÓN DEL SUELO Y PLANTACIÓN DEL VIÑEDO

La vid se desarrolla bien en los terrenos secos o semisecos, calizos, arenosos, e incluso en cantos rodados. Por el contrario no se desarrolla bien en los secanos excesivamente arcillosos ni en ninguna clase de suelo que sea altamente orgánico, fresco o semihúmedo.

Al igual que cualquier otro cultivo, la preparación del suelo es siempre recomendable y hasta indispensable. No obstante, conviene conocer la forma y realización de estas labores, según suelos y circunstancias.

No se puede fijar una norma rígida, ya que el viñedo ocupa, y se sigue plantando en tierras muy variables. La profundidad de estas labores debe oscilar entre 25 a 35 cm en suelos húmedos y compactos y de 35 a 40 cm como máximo en suelos ligeros y secos par facilitar el hincamiento de las cepas.


- Análisis de los suelos: Este también es el momento ideal para examinar visualmente el perfil del suelo, tomar muestreos del suelo, para poder analizar los niveles de nutrientes, la química del mismo y características de sus diferentes horizontes

. Análisis Físico-Químico: Textura, materia orgánica, nitrógeno, fósforo, potasio, carbonatos totales, caliza activa, conductividad eléctrica, etc.
. Análisis Biológicos: Nemátodos. Los productos nematicidos destruyen los nematodos, propagadores de virosis de la vid.
. Análisis de Agua: En viñedos donde se puedan realizar riegos de apoyo, conviene realizar un análisis del agua, especialmente para determinar su salinidad.


Todo esto nos ayudará a entender mejor sus características: drenaje del suelo, la irrigación de las plantas, la pre-labranza profunda, necesidad de nutrientes requeridos por la planta y ajustes necesarios en referencia al pH (incorporando cal).

Si los muestreos del suelo determinan que existen altos contenidos de nitrógeno residual de cultivos anteriores, es recomendable sembrar trigo u otras gramíneas (pastos) como cultivos de cobertura, cuando estos cultivos hayan tomado el Nitrógeno del suelo, habrá que cosecharlos y removerlos del sitio. Los suelos deberán ser analizados nuevamente para residuos de N y si es necesario habrá que repetir la siembra de trigo u otros pastos. El exceso de nitrógeno en el suelo produce plantas de vid exageradamente vigorosas que son más difíciles de manejar y que pueden ser más susceptibles a lesiones y enfermedades durante el invierno.


- Desfonde: El desfonde es excavar la tierra profundamente para airearla y sanearla: Deshaciendo las capas duras; Evitando la formación de arcilla dura; Facilitando el drenaje del agua; Favoreciendo el establecimiento del sistema radicular y Eliminando las malas hierbas.

Los desfondes pueden realizarse mediante dos sistemas: Uno de ellos es abriendo y volteando la tierra (desfonde con vertedera) y el otro rajando el suelo sin voltear la tierra (subsolado).

. Desfonde con vertedera: Voltea la tierra, ayudando a sanear el suelo y a eliminar de raíces residuales del anterior cultivo que podrían dar lugar a enfermedades (filoxera, nematodos, etc.)

. Subsolado: El subsolado es arar la tierra en profundidad, es una operación necesaria para obtener una tierra suficientemente dividida en superficie. Se realiza cando el suelo está estabilizado y seco, ya  que la eficiencia del subsolador disminuye con la humedad y cohesión del suelo, fragmentando menos espacio a una profundidad desproporcionada. Una labor de 30 a 40 cm permite el enterrado de las vides y del abonado de fondo y limita el rebrote de las malas hierbas antes de la plantación.

 
- Desmenuzamiento superficial:
Es realizado preferentemente con el uso de la grada, cultivador, escarificador o rotavator, para que quede mullido y llano el terreno.

- Orientación de las Hileras: Una plantación en espaldera condiciona el régimen lumínico de las plantas, consiguiendo la máxima eficacia cuando se orientan las hileras en dirección Norte-Sur, ligeramente desplaza hacia el Este, unos 30 º. Recibiendo de esta forma más luz solar y mejor movimiento del aire entre las plantas. Esto produce rendimientos ligeramente superiores a que aquellos viñedos orientados de Esta a Oeste.

También cave destacar que en algunas regiones, los fuertes vientos del Sur y Suroeste determinan la orientación de las hileras. Además en muchos viñedos es importante orientar las hileras a través de la pendiente para minimizar la erosión del suelo.


- Densidad de plantación: Entre otros factores, la productividad de la parcela también dependerá de la densidad de plantas por hectárea. En secanos áridos y pobres no conviene pasar de las 1.500 plantas por hectárea. En tierras fértiles y con posibilidad de riego, la densidad puede aumentar hasta 3.000 plantas por hectárea. Por ejemplo en La Mancha la densidad de plantación suele ser unas 3.000 plantas por hectárea, en La Rioja unas 4.500 plantas por hectárea, en Bordeaux unas 7.500 plantas por hectárea y en Borgoña o Champagne unas 11.000 plantas por hectárea. De esta forma se debe procurar un equilibrio vegetativo, para obtener cosechas adecuadas y de calidad.

- Espacio entre hileras: Cuando se decide la distancia entre las hileras debe analizase el vigor de la planta y los factores que influencian este vigor, como son, el tipo de suelo, la variedad o porta injerto que se utilizará, y el manejo cultural del viñedo. Todos estos factores, incluyendo la experiencia que se tiene en ese sitio específico, determinan la distancia adecuada entre las hileras


El viticultor necesita decidir a qué distancia estarán las hileras de manera que pueda comprar el equipo adecuado para trabajar dentro de ese espacio. Si el productor ya cuenta con algún tipo de equipo o maquinaria en el viñedo, la decisión de la distancia entre las hileras deberá ser tomada considerando el tipo de equipo que ya tiene.

También debe considerarse el alto de la planta. La relación entre la altura y la distancia entre las hileras debe ser de 1:1 para evitar la sombra en el área de las uvas, particularmente en regiones frías. Por ejemplo, si la altura de la planta es de 2 m, la distancia minima entre las hileras debe ser de 2 m.

- Espacio entre las Plantas de Vid: La distancia entre las plantas en la hilera se determinara en base al vigor potencial del suelo, el clima en la región en donde se estableció el viñedo, y la combinación entre la variedad y los patrones utilizados.


- Cabeceras y Pasillos: Debe dejarse suficiente espacio al final de las hileras para el equipo pueda dar la vuelta y regresar. Los tractores que frecuentemente se usan en los viñedos requieren de un mínimo de 9 m para dar la vuelta.

- Patrones o Portainjertos: El portainjerto o patrón se elegirá basándose en las características del terreno, de acuerdo con los resultados del los análisis de suelo realizados, según el sistema de cultivo previsto. En la elección de las variedades viníferas, deberán tenerse en cuenta las restricciones de cada comunidad autónoma o denominación de origen protegida.

El injerto es un método de propagación vegetativa en el que una porción de tejido procedente de una planta (la variedad o injerto propiamente dicha) se une sobre otra ya asentada (el patrón, portainjerto o pie), de tal modo que el conjunto de ambos crezca como un solo organismo.


La razón primordial del empleo de patrones en la vid, es evitar la muerte de las plantas de V. vinifera L. por los daños causados a sus raíces por la filoxera, si bien en la viticultura moderna se considera, además, como un factor agronómico primordial para adaptarse a distintas condiciones edáficas (estudio de los suelos) y optimizar el desarrollo vegetativo y productivo.

Los factores de elección de patrón son la resistencia a parásitos del suelo (Filoxera y Nematodos), adaptación a las características del suelo (Caliza; Sequía; Exceso de humedad; Salinidad del suelo y Toxicidad), afinidad con la variedad (Nutricional, Traslocacional y Hormonal) y adecuación al modelo de plantación. Ejemplos:


. Vigor: Los híbridos de "V. Berlandieri x V. rupestris" son más vigorosos en general que los de "V. Berlandieri x V. riparia", y en suelos fértiles exaltan este vigor, produciendo algunos problemas debidos a rendimientos demasiados altos, una acumulación de la vegetación, un retraso en la maduración y un empeoramiento de la uva, pero esto no quiere decir que los V. Berlandieri x V. riparia sean mejores pues los V. Berlandieri x V. rupestris, puesto que producen mayor cantidad de glúcidos por m2 de superficie elaborante y por 100 gr. de agua transpirada, es decir, tienen una eficiencia mayor. Las plantas con un débil desarrollo sólo permiten obtener unos rendimientos muy limitados, tienen un envejecimiento más prematuro, aunque, a cambio, pueden permitir una mejor maduración de la uva. La utilización de un patrón vigoroso contribuye a aumentar la capacidad de producción de la planta y, con ello, a conseguir rendimientos más elevados.


. Ciclo vegetativo: La duración del ciclo vegetativo es importante, cada portainjerto tiene un ciclo con una duración determinada que transmite a la variedad injertada, lo que permite, en los de ciclo corto, reducir la duración del ciclo vegetativo y adelantar la maduración del fruto. Pero por el contrario, los patrones del ciclo vegetativo largo pueden retrasar el momento de la madurez. Aunque existen unas estrechas relaciones entre mayor vigor y ciclo más largo, no son fenómenos idénticos y su correlación no es absoluta.

. Características del suelo: la "V. Riparia" sufre en los terrenos calizos, "V. Rupestris" se adaptaba mal a la sequía y presenta problemas de producción con algunas variedades, la "V. Berlandieri" se multiplica mal, etc. Pero en la actualidad son híbridos adaptados a diferentes suelos.


En el Estatuto de la Viña, del Vino y de los Alcoholes, publicado en el B.O.E. de 11 de abril de 1972, se da la lista de los portainjertos autorizados para su cultivo en España y que son:

99 Ritcher (Berlandieri Las Sorres x Rupestris de Lot)
110 Ritcher (Berlandieri Resseguier x Rupestris Martin)
3309 Couderc (Riparia tomentosa x Rupestris Martin)
41 B Millardet-Grasset (Vinífera Chasselas x Berlandieri)
161-49 Couderc (Riparia x Berlandieri)
420 A Millardet-Grasset (Berlandieri x Riparia)
196-17 Castel (Vinífera Mourviedro x Rupestris x Riparia)
34 E (Berlandieri x Riparia)
333 E (Vinífera Cabernet Sauvignon x Berlandieri)
44-53 Malégue (Riparia gran glabra) x (Cordifolia x Rupestris)
1616 Couderc (Solonis x Riparia)
31 Ritcher (Berlandieri Resseguier n.º 2 x Novo Mexicana)
228-1 Castel (Solonis x Rupestris de Lot)
8-B Teleki (Berlandieri x Riparia)
5BB Teleki-Kober (Berlandieri x Riparia)
6736 R Castel (Riparia x Rupestris de Lot)
Rupestris de Lot
 

- Época de plantación: En invierno o primavera.

- Protección con parafina: Se puede también proteger las plantas con parafina: Ay que sumergir las puntas superiores de las plantas en un baño de parafina liquida temperatura entre 80°C y 85°C. Esta operación evita el recalce (Amontonar en la base de la planta en forma de montículo una pequeña cantidad de tierra para estabilidad, aumentar el drenaje, evitar encharcamientos y proteger del frío).

- Recepción de las plantas: Asegurarse del estado de frescura de las plantas en el momento de la recepción y mantenerla. Puede ser preferible sumergirlas durante un día en agua fresca, conservando las plantas en sitios frescos y húmedos, a cubierto del viento para evitar su desecación.

Las plantas injertadas han sido podadas dejando dos yemas, se limpian de raíces intermedias y en cuanto a las de la base, pueden dejarse unos 5 cm. de longitud aproximadamente. Normalmente estos trabajos han sido efectuados por el viverista.


- Plantación: Es importante realizar una plantación firme, con un contacto lo mas perfecto posible entre la tierra y las raíces, evitando las bolas de aire. La unión del injerto (soldadura) tendrá que quedar por encima del nivel del suelo para evitar que se arraigue un vástago (tallo que nace en el tronco y es capaz de engendrar una nueva vida independiente del mismo) y si esto llegara a ocurrir desaparecería el efecto del patrón sobre la vid, y la planta no resistiría a la filoxera.

No se debe prescindir de cubrir la planta con dos o tres centímetros de tierra sobre la misma, aporcado o mortero. Demasiada tierra dificultaría aflorar o que salga a la superficie el nuevo brote, sobre todo en tierras fuertes o compactas. Otra solución es utilizar tubos protectores de acuerdo con los consejos del fabricante.

- Cuidados posteriores: Se reducen a facilitar la salida de los brotes. La utilización de tutores, así como la realización de operaciones en verde, permitirán conseguir una formación adecuada, así como realizar las labores correspondientes con arado.

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