RESTAURANTE LA CUEVA DE DOÑA ISABELA (CASALARREINA - LA RIOJA)
- Nombre: La Cueva de Doña Isabela
- Dirección: Calle de los Jardines, 1. 26230 Casalarreina. La Rioja (España)
- Telelefono: 941 324 122
- Web: www.lacuevadedonaisabela.com
- Historia: El edificio del SXVII, donde se ubica el restaurante, y cuyo origen fue una bodega, es uno de los ingredientes que inspiró y culmino el nacimiento de La Cueva de Doña Isabela en 1998, en la localidad de La Rioja Alta de Casalarreina (España).
El propietario y gerente del restaurante Jorge Blanco, un hombre que lleva inmerso en el mundo de la hostelería desde su infancia, encontró en este entorno el escenario idóneo para dar molde a un proyecto de restauración que le impulso a la búsqueda continua de la excelencia y de esta aventura gastronómica.
La llegada en 1999 del navarro Nicolás Fuentes a la cocina es el impulso que recibe el lugar para construir una gastronomía innovadora con raíces riojanas que busca ante todo la máxima expresividad de las materias primas tradicionales,y respetando su lenguaje.
La filosofía de la cocina de Nicolás Fuentes y la filosofía de servicio al cliente de Jorge Blanco conectaron y crearon así un ensamblaje perfecto. A él se sumo en 2001, como jefe de sala Félix Guijarro. La Cueva de Doña Isabela inicia a partir de esta fecha una transformación progresiva para mejorar sus servicios, un esfuerzo que se ve reconocido en 2005 con la Q de Calidad Turística Española, único restaurante que posee esta certificación en La Rioja. Además el restaurante es miembro de la Asociación Riojana de Calidad en la Mesa, Ricamesa, que agrupa a 23 restaurantes y que pretende desarrollar y proteger los valores culinarios de La Rioja, favoreciendo su promoción y su progreso, salvaguardando, además, la cultura gastronómica regional. También en 2005 Yolanda Mata se une al equipo para ejercer la administración y la gestión de la calidad.
La madurez de Nico en la cocina, la profesionalidad de Félix en sala, la sensibilidad de Yoli en la atención al cliente y la visión estratégica de Jorge en la gestión visten y dan forma a La Cueva de Doña Isabela, un proyecto que se escribe su éxito en plural y convirtiéndose así en el sueño gastronómico de un equipo que aboga por la fusión de la buena cocina, con buenos vinos y con el buen servicio.
- Filosofía: La cocina de La Cueva de Doña Isabela es una arte culinario intangible, que crea sensaciones, que reinterpreta recuerdos, que dialoga con el comensal y le invita a viajar con los sentidos. Son recetas de armonías, detalles, cariños, imaginaciónes y sueños que ponen sobre la mesa una gastronomía respetuosa, que huye de la excentricidad y se escapa de las definiciones. Un recopilación de ingredientes que conviven en equilibrio y harmónica que son la materia prima de una cocina actual, con sabores apegados a la tierra riojana, que dice sí a la innovación técnica.
La materia prima de los productos es lo más importante y la base del éxito de su cocina. Ponen su esfuerzo al servicio de una cuidada elección de los manjares con los que elaboran cada día los platos de su carta.
En la preparación, el cariño, y el tiempo que dedican a la creación de cada uno de sus platos es el ingrediente fundamental de una cocina con raíces riojanas que se reinventa en cada preparación y cocción.
Finalmente el resultado, es una propuesta de gatronomía que auna el equilibrio entre tradición y modernidad, buscando crear una cocina particular y única que sorprenda y evoque recuerdos inolvidables a sus comensales.
- Restaurante: La calidad en la cocina se corresponde y ensambla con la afectuosidad y cordiabilidad que se recibe por estos profesionales en la sala.
La capacidad total del restaurante es de 110 personas distribuidas en varios comedores, todo ello, al abrigo de tres salones separados por tres paredes de piedra de sillería que nos transladan a esta fabulosa experiencia gastronómica:
El Comedor Oriente tiene una cabida para 50 personas en comidas de grupo y 30 personas a la carta
El Comedor Poniente ofrece una capacidad a 60 personas en grupo y 40 personas en comida a la carta
El Salón Victoria es el escenario perfecto donde prolongar la sobremesa y culminar este fabuloso viaje culinario, todo ello entre una decoración rústica con numerosos objetos de la época y bajo un techo abuhardillado muy acojedor.
El Restaurante de La Cueva de Doña Isabela, también ofrece todas sus salas y amplios comedores como un espacio idóneo para la celebración de eventos, reuniones familiares, bodas, comuniones, comidas de empresa, así como agradables rincones para veladas más íntimas y románticas. En un marco donde todo detalle está pensado para el confort de los comensales.
- La carta: La carta inspira creatividad, llevando al plato aromas de primavera, colores de otoño,y sonidos de invierno.
Es una carta de autor con un estilo personal en donde las nuevas tendencias culinarias y la cocina tradicional se equilibran, consiguiendo como resultado una excelente armonía entre ambos.
La carta también suele cambiar utilizando siempre productos de temporada.
Entrantes: Jamón Ibérico de Bellota, Embutido Artesano de (Cerdo, Jabalí y Ciervo), Foie-Gras con (Frutos Secos, Chutney de Pera y Lechugas en Tempura), Croquetas de Jamón Ibérico, Gratín de (Queso de Cabra con Compota de Manzanas y Pasas), Espárragos Extra de Navarra (4-6 frutos/kg), Crêppes de Morcilla con Salsa de Tomate, Pimientos Asados en la Brasa.
Ensaladas: Ensalada Templada de Vieiras y Berberechos, Ensalada de Perdiz Escabechada, Ensalada de Bacalao y Patata con Ligero Alioli.
Primeros platos: Verduras Frescas Salteadas Alcachofas con (Cardo y Almejas), Tagliatelli con Ragú de Gamba Fresca, Sopa de Pescado y Marisco, Alubias de Temporada.
Pescados: Bacalao al Ajoarriero, Lomitos de Bacalao Confitado con Crema de Zurrukutuna y Su
Pil-Pil, Calamares en su Tinta con Guarnición de Arroz
Vieiras con (Foie y Pera).
La brasa: Rodaballo con Patatas a lo Pobre y Rape con Vinagreta de Almejas.
Carnes: Carrilleras de Ternera al Vino Tinto de Rioja y Vainilla, Cordero Asado con Ensalada (fin de semana o encargo), Brick de Manitas de Cerdo Deshuesadas con Rissoto de Hongos, Carrilleras de Cerdo Ibérico al Aroma de Vermut Blanco y Oporto, Cochinillo Confitado a Baja Temperatura con Pera y Pasas.
La brasa: Solomillo de Vaca con Patatas al Tomillo, Chuletillas de Cordero con Patatas y Pimientos, Chuleta de Vaca.
Postres: Bizcocho de Pera con Crema Fina y Coulis de Frambuesa, Nuestra Torrija, Canutillos Rellenos de Crema Pastelera, Mousse de Arroz con Leche y Helado de Canela, El Chocolate de la Abuela, Sorbete de Limón y Lima, Tarta de Tres Chocolates, Cuajada con Crema de Nueces, Milhojas de Manzana, Sopa Fría de Chocolate con Piña Marinada en Anís, Compota de Frutas con Helado de Avellana, Cremoso de Cabrales con Helado de Queso Artesano.
- La carta de vinos: En sus calados del siglo XVII encontramos una bodega donde reposan los vinos que forman una carta en la que encontramos un abanico de los mejores vinos de Rioja y denominaciones de origen como Priorato, Toro, Bierzo, Ribera de Duero, Rueda y Jumilla. También están presentes los grandes vinos del resto del mundo.
La carta es el resultado de una selección personal del sumiller, que elige los diferentes vinos por su estilo personal, ya sea tradicional o moderno pero que contienen el sello o terruño de la zona de origen o del sistema de vinificación, buscando que estas características armonicen con la cocina de la casa, llena también de matices, texturas y aromas.
Hoy día el restaurante además de verse sumerjido en un mar de maridajes con el vino, emprende una hazaña gastronómica en la cual desean recuperar la memoria enológica de Rioja para elaborar vinos dulces a partir de uvas sobremaduradas, vendimiadas en invierno, como se hiciera en siglos pasados, recobrando de esta forma una tradición ya extinguida Los aromas de estos vinos únicos reflejan los de las uvas pasas de partida y tienen notas a higos secos, dátiles, fruta en compota, siendo en cualquier caso dulces y golosos. Vinos dulces que forman el matrimonio perfecto con algunos de los platos presentados.
- Postremus: El restaurante la cueva de doña Isabela fue pionera en explorar nuevas posibilidades de elaboración de vinos dulces en España, bebiendo de las fuentes de los grandes vinos del mundo como los franceses de Sauternes, los húngaros de Tokaji o los Ice Wines alemanes que comparten la filosofía de que una vendimia tardía permite elevar los parámetros de calidad del mosto y además confiere al futuro vino unos aromas únicos y golosos, que recuerdan a los de las uvas pasas de partida, con una larga acidez y volumen en boca.
Debido al importante proceso de deshidratación sufrido por las bayas durante el invierno, el rendimiento en mosto obtenido es muy bajo, necesitándose como mínimo 5 kilos de uva para obtener un litro de vino.
La elaboración de este vino dulce a partir de uvas sobremaduras se caracteriza por su larga fermentación, que puede prolongarse varios meses, debido a su gran riqueza en azúcares y a la baja temperatura a la que realiza la fase fermentativa.
El vino resultante es un vino dulce blanco con tonalidades ambarinas, elevada complejidad aromática con notas a compotas, manzanas asadas e higos secos, que armonizan con los tonos golosos que aportan los dátiles y las pasas. En boca se trata de un vino potente con gran cuerpo y un ataque dulce inicial que es rápidamente compensado con una acidez sorprendente en este tipo de vinos, provocando una sensación de redondez difícil de olvidar.