¿VARIEDAD FRENTE A ORIGEN?
Fuente: Daniel Cano / www.vivirelvino.com
Hasta ahora en España pertenecer a un vino con Denominación de Origen era un grado, aunque eso sí depende de la denominación y depende del vino. Es una carta de presentación para el consumidor, pero una vez descorchado, es el vino el que debe hablar por sí solo.
Actualmente España cuenta con 71 denominaciones repartidas por el país, siendo las Comunidades de Cataluña, Islas Canarias, Castilla y León y La Mancha las que poseen mayor número de sellos. A este número hay que añadirle el caso excepcional de los vinos de pago, que han conseguido su propia denominación, que actualmente son 11 con otras tantas bodegas en espera de su reconocimiento. El tema es complicado, pero no tanto como nuestros vecinos franceses que cuentan con nada menos que con 364 apelaciones. Por todo esto, en el mercado exterior, las denominaciones son bastante desconocidas, por lo que la forma de clasificar nuestros vinos es por variedades.
La tempranillo es nuestro buque insignia, pero hay otras variedades que se están colando gracias al esfuerzo y empuje de sus zonas de origen. Loable es la introducción de la Albariño y la Garnacha que han conseguido posicionarse como variedades reresentativas de nuestro país pero con la globalización en nuestro país ha habido un desembarco masivo de variedades foráneas que algunas se han adaptado a los terruños divinamente, pero otras han hecho empobrecer la calidad de las zonas y, lo que es peor, ha provocado una pérdida considerable de personalidad.
En los últimos años esta carrera ha obligado a muchas bodegas a una identificación varietal. En muchos casos hay variedades de uvas que reciben nombres diferentes y que los lugareños consideran propias y únicas, que posteriormente se ha demostrado que son la misma. La que puso los pilares de la clasificación mundial de castas fue la investigadora Católe Menedlth, precursora del desarrollo de las técnicas de identificación por ADN de las castas, en la Universidad de Caiifornia-Davis. Se consiguió identificar las diferencias entre unas y otras, y también su árbol genealógico, a veces inimaginable.
Antes la clasificación era simplemente por su apariencia de la planta y sus frutos, pero con estas técnicas el estudio es más preciso y se ha abierto un nuevo campo no sólo sobre cada casta, sino sobre las homonimias (diferentes castas que se esconden bajo un mismo nombre) y sobre las sinonimias (la misma casta, pero con diferentes nombres en diferentes regiones). Algo que se agradece no solo por parte de los viticultores, sino por los consumidores. Así que, por ejemplo, ya sabemos que la alarije extremeña y la malvasía riojana y la subirat parent catalana son exactamente lo mismo.
Recientemente, la editorial Agrícola ha publicado el libro "Variedades de Vid en España", un completo estudio sobre las variedades de uva autóctonas y foráneas presentes en nuestro país. Un libro que aglutina la gran mayoría de los varietales presentes en el viñedo español, especialmente aquellos que son inherentes a zonas específicas de nuestra geografía: las variedades autóctonas. Se trata de un completo estudio realizado por 8 investigadores (Félix Cabello, Jesús María Ortiz, Gregorio Muñoz, Inmaculada Rodríguez, Alejandro Benito, Cristina Rubio, Sonia García y Roberto Sáiz) en el que a través de sus 489 páginas se desgrana las características de hasta casi 200 variedades (148 propias de nuestra tierra. 22 de origen internacional e incluso 22 variedades de mesa de diferente origen). Lo que llevan haciendo países vecinos como Francia e Italia, está en plena ebullición en nuestro país, toda una contribución al conocimiento de la amplísima diversidad varietal de la vid en España.
¿CUÁNTAS VARIEDADES DE UVA HAY EN EL MUNDO?
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) acaba de presentar su última actualización de las listas de referencias de las variedades con un total de 6.154. Casi nada. A nuestro país ha llegado la moda anglosajona de clasificar los vinos por castas, sin tener en cuenta que no tiene nada que ver una Syrah española, australiana o californiana. Son modas que el mayor consumidor de vino del mundo, EEUU, exporta al resto de países como hace con su música, cine, tecnología, comida... Los monovarietales que llaman, sin entender que los coupage de variedades son una delicia o que la procedencia y tiempo en barrica son otros factores que aquí en el viejo mundo era, hasta ahora, un valor a tener en cuenta. ¿Variedad frente a origen?
VARIEDADES MÁS CULTIVADAS EN ESPAÑA
Las variedades estudiadas en el libro "Variedades de Vid en España" están incluidas en el Registro de Variedades Comerciales de España vigente en 2009. Casi todas ellas se encuentran en la actualidad como variedades autorizadas en una o en más D.O. En la mayor parte de los casos se dispone de datos de superficie cultivada, si bien la importancia a escala nacional es muy variable, representando alguna de ellas porcentajes importantes a escala nacional y otras a nivel regional.
Con los datos de superficies de 2009, las variedades más cultivadas e importantes en España son las siguientes:
1. Airén - 24,4%
2. Tempranillo - 20,4%
3. Bobal - 7,4%
4. Garnacha Tinta - 6,6%
5. Monastrell - 5,6%
6. Cayetana Blanca/Pardina - 4,3%
7. Macabeo o Viura - 3,3%
8. Palomino Fino o Listán Blanco de Canarias - 2,2%
9. Cabernet Sauvignon - 2,1%
10. Garnacha Tintorera - 2,0%
11. Syrah - 1,8%
12. Verdejo - 1,5%
13. Merlot - 1,4%
EL LIBRO VARIEDADES DE VID EN ESPAÑA
Titulo: "Variedades de Vid en España" (Editorial Agrícola Española, Madrid, 2012)
Autores: Félix Cabello Sáenz de Santamaría, Jesús María Ortiz Marcide, Gregorio Muñoz Organero, Inmaculada Rodríguez Torres, Alejandro Benito Barba, Cristina Rubio de Miguel, Sonia García Muñoz y Roberto Sáiz Sáiz
Número de paginas: 504 páginas
I.S.B.N. 978-84-92928-13-2
Año publicación: 2012
Precio Aproximado: 50,00 €
Un grupo de investigadores, capitaneados por el doctor ingeniero agrónomo Félix Cabello Sáenz de Santa María, con la colaboración del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDRA), perteneciente al Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha publicado un libro titulados Variedades de la Vid en España.
La obra la completan cuatro anejos que abordan un estudio de la evolución de la superficie de variedades de vid en España, una exhaustiva revisión bibliográfica de cada variedad, un catálogo de sinonimias y una clave dicotómica única en el mundo, conviertiendola en una obra de referencia para el sector de la viticultura española, ya que será un manual de consulta para cualquier técnico, investigador o empresario del sector.
La obra consta de 504 páginas donde se realiza un recorrido por los diferentes puntos de vista de cada casta. Historia, ampelografía, viticultura, genética y posibilidades enológicas son estudiadas de forma minuciosa y presentadas en pequeños capítulos que facilitan su lectura y comprensión. Con muchas ilustraciones en color, más de 200 castas españolas son analizadas, con una clasificación que recoge las autóctonas más relevantes, las minoritarias, las foráneas presentes en España, las uvas de mesa tradicionales y los portainjertos de vid americana autorizados en España.
El libro que ha coordinado Cabello supone un enorme esfuerzo tanto en el hallazgo de sinonimias (misma variedad con diferente nombre en cada lugar) como de homonimias (diversas castas que confluyen en un mismo nombre sin tener nada que ver desde el punto de vista ampelográfico y/o enológico).
La obra, como todo trabajo de investigación, puede tener algunas omisiones, dada la magnitud del estudio, e incluso algunas controversias con investigadores, bodegueros y viticultores, pero lo cierto es que resulta una herramienta más eficaz para el sector en un momento en el que los mercados internacionales reclaman singularidad, vinos diferentes, atuenticos, con personalidad propia y que aporten, además de terruño, casta. En ese sentido, la obra de Editorial Agrícola es un importante avance.
Este libro es una contribución al conocimiento de la amplísima diversidad varietal de la vid en España, donde dicho cultivo se extiende a prácticamente todas las regiones de nuestra geografía, además de ser un cultivo que ha estado con nosotros desde los comienzos de la historia.