LLORET DE MAR QUE VER Y HACER (TURISMO COSTA BRAVA)
Lloret de Mar es un municipio español de la comarca de la Selva, en la provincia de Gerona, Cataluña y junto al mar, en la Costa Brava. Está dotado de unas playas excelentes de arena granulada. Posee también unas magníficas vistas al castillo en un extremo y al otro el monumento a "La dona Marinera" que representa el sufrimiento de las mujeres esperando la vuelta de sus maridos pescadores.
- Historia: El núcleo actual de la población se formó en el s. XV alrededor de la playa (anteriormente, se hallaba a 1km tierra a dentro, para evitar o si fuera necesario para prepararse a los ataques de los piratas, y junto a la Ermita de Les Alegries, que fue la iglesia principal de la Villa antes de que se edificase la actual Iglesia de San Román). A partir del s. XVIII el puerto de Lloret (actualmente sin vestigios) fue tomando cada vez mayor importancia gracias al comercio, del que son recuerdo las casas edificadas por los indianos.
El elevado nivel económico que se había alcanzado en ciertos sectores de la población lloretense (comerciantes, navieros y americanos) favoreció que se derribaran las viejas casas y que se levantaran pequeños palacetes neoclásicos, modernistas o eclécticos. Se edificaron las casas del paseo del Mar, de la calle San Pedro y de la plaza de España.
El descenso de la marina y del comercio transoceánico y las pérdidas de las colonias americanas provocaron un estancamiento en la construcción de nuevos edificios públicos y privados. En el primer decenio del siglo XX, llegaron a Lloret los primeros veraneantes. En 1918 se empezaron a levantar los primeros chalets de verano, cómo la casa indiana de Emilio Heydrichen 1921, y en 1920 se abrió el primer hotel, el hotel "Costa Brava". Pero la Guerra Civil Española y el periodo de posguerra trajeron restricciones y dificultades económicas y detuvieron la incipiente actividad turística de Lloret. Con todo, pronto llegaron los primeros veraneantes que procedían del área barcelonesa y que generalmente se trataban de fabricantes de textil bien situados o de ocupaciones similares.
El momento clave de la eclosión turística y de la transformación urbanística, fue a partir de 1950, donde Lloret de Mar comenzó a recibir los primeros visitantes extranjeros en mayor número. Las antiguas casas señoriales fueron cayendo y se convirtieron en hoteles e instalaciones de servicios. Las viñas fueron urbanizadas y cuando se terminaron las viñas, el bosque. Parte del paisaje fue destruido para siempre. En pocos años Lloret creció hacia el interior (barrios de Más Carbó, Mas Baell, el Molino y Puig Ventós), y a la vez se enlazan las edificaciones del núcleo urbano central con las de la zona de la playa de Fenals. Sus habitantes lo apuestan todo a una sola carta, la turística, tal vez temiendo que otras alternativas puedan hacer fracasar un futuro que con el turismo y la hostelería, se prevé bueno.
- Playa Grande de Lloret de Mar: La playa más extensa de Lloret, con más de 1500m de longitud, esta playa es la más conocida de Lloret de Mar. Es de arena gruesa y dorada y cuenta con numerosos servicios como ludoteca infantil gratuita, duchas, aseos, chiringuitos, salvamento y primeros auxilios, etc. Si bien es la playa con más afluencia de esta población, también es la que cuenta con más oferta lúdica. Podemos hacer parasailing, esquí acuático, kayak, motos acuáticas o realizar actividades con monitores en la zona deportiva de la playa.
Desde la playa grande de Lloret también podemos realizar excursiones en barco a cualquier zona de la Costa Brava (desde un crucero a Les Illes Medes en El Estartit, hasta un viaje por el fondo marino resiguiendo la costa con un barco de fondo de cristal). Está situada en el centro del pueblo y el acceso es fácil tanto a pie como en coche. Dispone de un parking público al aire libre y diferentes zonas azules a lo largo de todo el paseo marítimo.
- Monumento a la Mujer Marinera: La Dona Marinera, un rincón con vistas al mar. Este monumento de bronce, de más de 2m de altura, se levanta sobre un acantilado de situación privilegiada que limita la playa de Lloret por el sur. Desde el monumento a la Dona Marinera se puede ver toda la bahía de Lloret, que se extiende desde este punto hasta el castillo, rincón que acota la orilla por el extremo más septentrional de esta población.
Representa un homenaje a las mujeres de la antigua época marinera de Lloret de Mar, durante la cuál los hombres navegaban hasta las Américas en busca de fortuna mientras ellas se quedaban al cargo de la familia y la casa. Cuenta la tradición que el visitante que toque el pie derecho de la estatua mientras mira al horizonte (imitando la postura de la Mujer Marinera) verá sus deseos cumplidos.
- Jardines de Santa Clotilde: Situados en un maravilloso y romántico paraje de Lloret de Mar, sobre un acantilado de arrebatadora belleza con vistas al mar, justo encima de Cala Boadella, estos jardines de estilo renacentista italiano fueron diseñados por el arquitecto y urbanista Nicolau Maria Rubió i Tudurí en 1919, bajo las órdenes del Marqués de Roviralta, en un entorno arquitectónico en perfecta armonía con el diseño del jardín.
El Jardín de Santa Clotilde conjuga elementos muy parecidos a los jardines de Boboli, Villa Medici o Giusti. Se trata de unos 26.000 m2 de jardines con un diseño sobrio y elegante que transmite además una enorme tranquilidad y paz interior. Compuesto por vegetación mediterránea, el jardín contiene además una enorme cantidad de estatuas de mármol, además de las famosas siete sirenas de bronce de Maria Llimona. Entre otros árboles podremos encontrar naranjos, cedros o pinos, árbol éste el más característico de esta zona mediterránea.
El jardín se vertebra alrededor de una majestuosa escalinata central cubierta de enredaderas y flanqueada por altísimos cipreses, a lo largo de la cual van sucediéndose terrazas que progresivamente descienden de altitud sobre el acantilado hasta el final, desde donde se goza de una impresionante vista del mar. En ese emplazamiento unas tumbonas permiten al visitante gozar con tranquilidad de las vistas que se sitúan sobre la Cala Boadella, una tranquila cala que se sitúa justo debajo de los jardines.
- Iglesia San Román: El modernismo arquitectónico religioso tiene su máxima expresión en la Costa Brava con la iglesia de Sant Romà. La iglesia es original del siglo XVI, sustituyendo como iglesia parroquial en Lloret a la Ermita de las Alegrías, y en aquella época fue construida en estilo gótico transición al renacimiento. Se conservan en el interior retablos de pintura catalana que datan de ese momento.
Por entonces la iglesia era de una sola nave, de manera que las capillas laterales y otras oficinas anexas se fueron construyendo en siglos posteriores. En concreto las dos capillas laterales, la del Baptisterio y la del Santísimo Sacramento, fueron construidas en 1916 en estilo modernista por Bonaventura Conill i Montobbio, discípulo d’Antoni Gaudí, creador de la Sagrada Família de Barcelona.
La iglesia de Sant Romà es una de las más queridas por los habitantes de Lloret y buena prueba de ello es que acoge festividades como la de San Antonio Abad el 17 de enero (bendición de los caballos), la procesión del Viernes Santo, la fiesta del Corpus y la dedicada al propio santo mártir San Román, que se celebra a mediados de noviembre.
Se encuentra en el centro del pueblo, y además suele ser el escenario de diversos conciertos de música clásica. Como se encuentra a pocos metros de la Platja de Lloret, en su lado sur, es una oportunidad perfecta para visitar este edificio tan curioso si pasamos la jornada en la playa.
- Castillo d'en Plaja: Pocas veces un edificio con tan poco pedrigí arquitectónico ha despertado tantas pasiones. Ni ha sido nunca una torre de defensa ni es de la época medieval, pero es igual: el Castillo d’en Plaja, situado sobre la Cala de Sa Caleta de Lloret, es uno de los edificios más fotografiados y admirados del pueblo.
Lo que ocurre con el Castillo d’en Plaja es que a veces los expertos miran para un lado y el público para otro. Da igual que tras esta casa de indiano haya una historia mucho más interesante que la subyacente tras una edificación de los años 30 del siglo XX. Da igual. Verás al visitante fotografiando el castillo, imaginando una dama encantada dentro de él y un marinero desde el mar dispuesto a rescatarla.
Y sin embargo en el Castillo d’en Plaja nunca ha habido ningún señor medieval, ni ninguna dama secuestrada ni nada que se le parezca. Fue construido por los años de la Guerra Civil Española y finalizado en 1941. Lo hizo erigir el empresario de las galletas Narcís Plaja (de ahí su nombre) y el diseño neo medieval correspondió a Isidor Bosch. Ciertamente, sus torres almenadas proporcionan una bella estampa de la costa de Lloret. Está situado en la parte norte de la principal playa, por tanto, justo en el extremo opuesto del monumento a la Mujer Marinera.
El edificio es totalmente privado pero estoy convencido de que a la larga, a la larga, se acabará convirtiendo en un patrimonio más de la localidad. La mejor vista de él se obtiene desde la mencionada Playa de Lloret, y quien quiera acercarse a él podrá hacerlo por el camino de ronda que lo rodea, que pasa además por la cala de Sa Caleta.
RUTA PLAYAS LLORET DE MAR
- Ruta de las Playas de Lloret: Saliendo de la Playa de Canyelles, con destino a la Cala de Santa Cristina, esta ruta de 11Km recorre todo el litoral lloretense cruzando las playas más emblemáticas de esta población. Conoceremos la acogedora Cala d'En Trons, seguiremos el camino de ronda pasando por detrás del castillo de Lloret de Mar hasta la Caleta y seguiremos por la playa de Lloret hasta Fenals para descubrir a pocos metros la Cala Boadella, la única playa virgen de Lloret. Acabaremos en la playa de Santa Cristina, emblemática por su situación especial, a los pies de la mítica Ermita de Santa Cristina, patrona de Lloret de Mar.
Es un recorrido sencillo, apto y accesible para toda la familia. Puede realizarse de corrido en una sola jornada o dividiendo las visitas en dos partes para poder comer alguna de las especialidades de la gastronomía de la Costa Brava y disfrutar con más calma de cada rincón de esta ruta.
- Playa de Santa Cristina: La playa a los pies de la Ermita. La Playa de Santa Cristina, una de las más emblemáticas para los lloretenses, recibe en procesión por mar las reliquias de Santa Cristina hasta la ermita que lleva su mismo nombre durante la Fiesta Mayor de la población. Esta playa se encuentra entre los acantilados del Jardín Botánico de Pinya de Rosa y los pinares que rodean el camino que lleva a la Ermita de Santa Cristina.
Es una playa familiar de aguas cristalinas poco profundas y arena fina, visitada principalmente por bañistas locales y algunos turistas que llegan a través de los barcos que recorren la Costa Brava. La playa está dividida en dos partes separadas por una característica roca con una apertura que permite el paso entre la playa de Santa Cristina y la Cala Treumal. Un secreto para los aficionados al snorkel: existe una imagen de Santa Cristina oculta en algún sitio bajo el mar, delante de la costa de la playa de Santa Cristina.
La primera, de unos 500m de longitud, se abre delante del camino que llega desde la ermita, atravesando la arboleda bajo la presencia del Hotel Santa Marta, único establecimiento turístico de la zona. La Cala Treumal, mucho más recogida e íntima, mide apenas 200m y su aspecto es mucho más salvaje y natural que su playa vecina. Es la playa de Lloret más cercana a la población vecina de Blanes y se encuentra justo a los pies de la Ermita de Santa Cristina.
- Playa de Cala Canyelles: La playa más alejada de Lloret de Mar. Cala Canyelles es la playa más septentrional de Lloret de Mar y posee el único puerto deportivo de la población. Rodeada de pinos y acantilados, es una playa concurrida, de fácil acceso, con multitud de instalaciones deportivas, alojamientos, cámpings y apartamentos en sus inmediaciones.
La playa, de unos 800m de costa, está dividida en 2 zonas: la que da acceso al puerto, en la derecha, que se puede visitar paseando entre los amarres y embarcaciones o incluso comiendo una paella en el bar; y la más alejada, que se extiende hasta una zona rocosa con recónditos rincones donde apenas caben unas 20 personas. En esta playa más alejada encontramos un lounge bar ideal para tomar un cocktail o un batido a orillas de la Costa Brava.
Si sois aficionados al snorkel o a la pesca submarina, encontraréis un rico fondo marino lleno de cuevas y fosas (muy propio de esta zona de la Costa Brava) en la parte norte de la playa, siempre nadando hacia esa dirección. Es recomendable, después de una mañana de playa en Cala Canyelles, comer en el restaurante que hay justo en la entrada de esta playa. Llevan más de 15 años funcionando y su especialidad es el pescado y marisco de la costa mediterránea.
- Cala d´En Trons: Un rincón íntimo y tranquilo. Cala Trons es una de las calas más íntimas y tranquilas de Lloret de Mar. Tiene apenas 100m de longitud y su nivel de ocupación es normalmente bajo. En un entorno agreste, encajada entre acantilados y vegetación, el acceso no es difícil. Se puede llegar por el camino de ronda que resigue la Costa Brava partiendo de Lloret hacia Tossa, o aparcando el coche en la urbanización La Montgoda, a unos 300m de la entrada a la playa.
Es una cala rocosa, de arena gruesa, con un rico fondo marino ideal para la práctica del snorkel, la pesca submarina o el buceo a poca profundidad. Si tenéis tiempo, saliendo del Castillo de Lloret de Mar en dirección norte, encontraréis el camino de ronda que resigue el litoral hasta Cala Trons. Se tardan unos 20' en recorrer esa distancia, disfrutando de las maravillosas vistas de los acantilados y pequeñas calas de esta zona de la Costa Brava, hasta llegar a Cala Trons, el exquisito premio en forma de rincón que encontraréis en Lloret de Mar.
- Rincón de Sa Caleta: Resiguiendo la playa de Lloret en dirección al Castillo d'En Plaja, encontramos una pequeña cala de pescadores donde multitud de embarcaciones de pesca se acumulan durante el verano. Justo donde termina el paseo de Lloret de Mar se encuentra Sa Caleta, inicio del camino de ronda en dirección Tossa, que nos llevará por distintas calas y rincones como La Cala d'En Trons, Canyelles, Cala Morisca, Cala Gran, etc.
Está protegida por el Castillo d'En Plaja, que se levanta en un enclave privilegiado por encima de los acantilados que rodean la cala. Su arena, como toda la de las playas de esta zona de la Costa Brava, es dorada y de grano grueso. Aún y siendo una cala de gran afluencia, es mucho más tranquila y familiar que la playa de Lloret. Tiene aseos públicos, ducha y una caseta de helados. Su acceso peatonal es fácil y hay un parking municipal a pocos metros.
Es una cala bastante abarrotada, y sus apenas 100 metros de largo por los 10 de ancho, tienen que compartirse entre balistas, sombrillas y embarcaciones. El fondo marino es de poca profundidad pero de gran atractivo visual. Esto hace que sea el lugar ideal para que los centros de buceo cercanos realicen bautizos de submarinismo.
- Playa de Fenals: A apenas 1km del núcleo urbano de Lloret encontramos Fenals, una urbanización con identidad propia que posee una gran oferta de apartamentos y hoteles en primera línea de La Costa Brava, lejos del bullicio del ambiente nocturno de Lloret de Mar. Fenals cuenta con una playa de unos 700m de longitud, rodeada de hoteles y apartamentos, muy similar a la Playa Grande de Lloret en cuanto a composición de la arena, ocupación y servicios, dentro de los que destacan actividades de ocio com el vuelo náutico, esquí acuático, kayac, etc.
- Cala de Sa Boadella: La Cala de Sa Boadella es prácticamente la única playa virgen de Lloret de Mar. Situada en un enclave privilegiado, accessible a través de un pinar entre los Jardines de Santa Clotilde y la playa de Santa Cristina, esta cala posee un encanto natural digno de visitar. Sus aguas cristalinas, su arena dorada y la tranquilidad de un rincón poco explotado, hacen de esta playa un lugar ideal para disfrutar de tu visita en la Costa Brava.
El fondo marino es poco profundo en los primeros metros desde la orilla y lleno de rocas, grutas y cuevas naturales a medida que nos adentramos en el mar. Es un sitio ideal para pasar el día en familia practicando actividades acuáticas como el snorkel o el kayac. Una solución idílica y tranquila a pocos metros de las abarrotadas playas de Fenals o Lloret. En la parte de la playa más alejada del camino de acceso está autorizada la práctica del nudismo. La cala está equipada con duchas y un bar-terraza que sirve bebidas, helados y comida ligera.
- Bar Playa Cala Banys: Situada entre las playas de Fenals, al sur, y la de Lloret, al norte, la Cala Banys sorprende al visitante por su entorno escarpado. Sin embargo, tras entorno tan exótico, encontramos que Cala Banys es una cala sumamente acogedora y de fácil acceso a través de su camino de ronda excelentemente acondicionado.
Realmente la Cala Banys de Lloret de Mar, de unos 100 metros de longitud, no es tanto una cala en la que pasar el día tomando el sol (no tiene arena) sino una cala para ver y sobre todo para relajarse. También los pescadores de caña gustan de este entorno, dada su abundancia en las diversas especies de peces de roca que hay en la Costa Brava.
En la propia cala se encuentra el Bar Cala Banys, ya desde finales de los años 60, un histórico bar-restaurante que es en realidad una amplia terraza sobre la cala con sofás y ambiente chillout en el que podremos acomodarnos y disfrutar del entorno saboreando un buen refresco.
El camino de ronda de la Cala Banys tiene muchas posibilidades. Podremos sentarnos en algunos de los rincones habilitados para ello, o bien continuar recorriéndola hacia el norte hasta llegar a la Playa de Lloret, justo donde se encuentra el Monumento a la Mujer Marinera, excelente mirador, a sólo 10 minutos a pie.
Por otra parte, en el lado sur de la cala, subiendo unas escaleras, se encuentra el mirador Joan Llaverías, una pequeña e íntima terracita dedicada por el pueblo a este pintor enamorado de Lloret de Mar, donde pasó sus últimos veranos.
Quien desee llegar en automóvil a este idílico paraje debe saber que es posible hacerlo dado que justo encima de la cala existe un aparcamiento. Para llegar a él hemos de seguir desde el centro de Lloret el mismo camino señalizado que lleva hasta el Castillo de Sant Joan, el cual se encuentra, hacia el sur, a unos 10 minutos andando, también por una zona muy natural y no urbanizada.
- Lloret de Mar Fiesta y NightLife: Salir de fiesta en Lloret es como aterrizar en otro país. En concreto, Inglaterra. Cabezas rubias por todas partes y el inglés como única lengua. La lucha del Ayuntamiento de Lloret contra el turismo de borrachera parece hoy por hoy una batalla perdida. Los esfuerzos para minimizar el impacto del turismo de masas y los paquetes hoteleros de bajo precio parecen no tener resultado en las calles de esta población de la Costa Brava. La noche está hecha para el turista extranjero.
Pero para quienes disfruten de las celebraciones y fiestas populares, así como de las tradiciones que datan de cientos de años atrás, también hay fiestas de este tipo ya desde la primavera. Es durante el mes de mayo cuando se celebra una romería en la ermita de Santa Cristina, con conciertos de sardanas interpretados por orquestas de primera línea; poco más adelante, en junio, continúan las celebraciones con la Noche de Sant Joan, plena de hogueras, bailes y fuegos artificiales.
Pero no es hasta el 24 de julio cuando se celebra la fiesta mayor de Lloret de Mar: se trata de las Fiestas de Santa Cristina, Sant Jaume y San Elmo. Con motivo de este evento, se realiza una procesión marina que traslada las reliquias de la Santa desde la iglesia parroquial hasta la ermita. Las reliquias se trasladan en barcas guiadas por pescadores ataviados a la antigua usanza, acompañadas de música y campanas. Resulta curiosa la participación de los espectadores, que con el grito tradficional de “s’amorra, s’amorra” avisan del momento en el que la barca que traslada la imagen llega a la playa. Después se celebra una romería con degustación de cocidos y bailes tradicionales, y la jornada concluye con un despliegue de fuegos artificiales en la Playa de Lloret.
Agosto es mes de música en Lloret, con conciertos que se celebran en la Plaza del Pino y la ermita de Santa Cristina. Ya el día 11 de septiembre tiene lugar la clásica Diada, la Fiesta Nacional de Cataluña, que como en el resto de la Comunidad se celebra con gran cantidad de actos, entre los cuales destaca el concurso de sardanas, el baile regional de Cataluña. Durante este mismo mes, los turistas también tienen su homenaje en la localidad; a finales de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, con conciertos, bailes, certámenes de habaneras y fuegos artificiales.
Y durante el invierno, concretamente a mediados de noviembre, tiene lugar la Fiesta Mayor de Invierno de Lloret de Mar, concretamente el día de Sant Romà (18 de noviembre). Estas fiestas duran nada menos que quince días plagados de diversión, con festivales, conciertos, competiciones, bailes y un Encuentro de Vehículos Clásicos que se realiza desde el año 2005, y que se ha convertido en un evento ya tradicional dentro de estas celebraciones.