QUE VER Y HACER EN TUDELA (TURISMO NAVARRA)
Tudela es un municipio y una ciudad española de la Comunidad Foral de Navarra situada a 94 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Se encuentra al sur de Navarra, entre la abrumadora aridez de las Bardenas y el verde intenso de la huerta de la Ribera. Es la segunda ciudad en extensión e importancia del territorio foral de Navarra, siendo el segundo municipio más poblado de Navarra con una población en 2016 de 35.170 habitantes (INE).
La ciudad fue fundada en el año 802 por "Amrus ibn Yusuf al-Muwalad" bajo mandato del rey "Al Hakan I", es una de las ciudades de "origen islámico" más importantes de España y de Europa. En ella convivieron, durante más de 400 años, musulmanes, judíos y mozárabes, quienes imprimieron a la ciudad un mestizaje cultural reflejado en sus monumentales edificios, calles retorcidas, pasadizos, murallas y atalayas.
Capital de la Ribera y muestra viva del encuentro de culturas que conforman su pasado. En ella convivieron, durante más de 400 años, musulmanes, judíos y mozárabes. Tudela goza de una excelente situación geográfica, a orillas del Ebro, que ha convertido la zona en una próspera comarca agrícola. Bien comunicada, la ciudad, en la que viven alrededor de 30.000 habitantes, destacó siempre por su estratégica posición que la convirtió, primero, en avanzadilla de los musulmanes contra los cristianos, y, después, en atalaya del Reino de Navarra en sus luchas con Castilla y Aragón.
La expulsión de 3.000 judíos, en 1498, y de los moros y moriscos en 1516 y 1610, constituyen algunos capítulos de la historia de Tudela, ciudad incluida dentro de la Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad y en las rutas turísticas sefardíes. Las minorías sociales dejaron una profunda huella, por ejemplo el puente del Ebro, obra de factura medieval, probablemente sobre una construcción previa musulmana, de 17 arcos, unos ojivales y otros de medio punto y 360 metros de longitud, desde el se obtienen una de las mejores panorámicas de Tudela.
La joya artística de la ciudad es la catedral de Santa María, construida hacia 1180 sobre los restos de una antigua mezquita. Es monumento nacional desde 1884, tiene una bella portada y claustro románico y una luminosa nave central gótica. Destaca también la capilla de Santa Ana, trabajada en barroco churrigueresco y restaurado en 1948. Anejo a la seo puedes visitar el Museo Diocesano ubicado en el palacio Decanal (XVI), y repartidas por la ciudad, las iglesias de San Jorge (XVII), del Carmen (XVII), San Nicolás de Bari (XVIII), Santa María (XVI) y de la Magdalena (XII), monumento nacional que conserva una de las pocas torres románicas que podrás ver en Navarra.
Dentro de la arquitectura religiosa, también son interesantes los conventos del Carmen (XVII), Dominicas (XVII), Capuchinas (XVIII) y Clarisas (XVIII). Las ermitas de la Virgen de la Cabeza y de Santa Cruz, y la imagen del Sagrado Corazón, situada sobre un altozano desde el que obtendrás una hermosa perspectiva de la ciudad. Igualmente sorprendente es la arquitectura civil de la ciudad, cuyas calles están protegidas por casonas, palacios y edificios con solera como el palacio del Marqués de San Adrián (XVI), el Palacio del Marqués de Huarte (XVIII), el Centro Cultural Castel Ruiz (XVII), o el museo Muñoz Sola de Arte Moderno. Otro alcázar descansa sobre una de las atalayas que rodean la ciudad. Se trata de la Torre Monreal, la primera cámara oscura de Navarra que regala al visitante panorámico espectacular de la ciudad.
La plaza de los Fueros, punto de transición entre la ciudad antigua y la moderna, es uno de los centros de reunión preferidos de los tudelanos. Construida en 1687, fue coso taurino, dispone de quiosco central y las fachadas de las casas que la circundan muestran escudos heráldicos de las poblaciones de la Ribera de Navarra. La estación intermodal de la ciudad recibió en septiembre de1996 el premio Brunel, galardón que se concede a las mejores obras ferroviarias de arquitectura, por la novedad de su diseño y funcionalidad.
- Turismo: Tudela es una ciudad para recorrer a pie, en la que el encuentro con la historia se combina con lo mejor de la buena mesa. Además de un pujante comercio y numerosas tiendas de calidad. Si viajas con niños, puedes acercarte, durante los meses más cálidos, al Parque Sendaviva (en Arguedas), que cuenta con animales en semilibertad y atracciones. La economía tudelana originalmente se basaba en la agricultura, pero cada vez hay más industria, turismo, y cada vez hay más hoteles. Cabe mencionar: AC Tudela ****, Hotel Tudela Bardenas ***, Hotel Sta María ***, Hotel NH Delta **, Hostal Remigio **, Hostal La Parrilla *.
La ciudad está muy bien situada, se encuentra a mitad de distancia entre Zaragoza y Logroño, en el corredor del Ebro que une el Mediterráneo y el Cantábrico, y en el eje que une Madrid con Francia, pasando por Soria y Pamplona. Tiene un radio de accesibilidad menor de 100 km a cuatro ciudades importantes; tres de las cuales son núcleos industriales de gran relevancia: Pamplona a 95 km, Zaragoza a 83, Logroño a 91 y Soria también a 91 km. Por el municipio de Tudela discurren varias vías de alta capacidad.
Destaca la Autopista Vasco Aragonesa (AP-68), la Autovía del Ebro (A-68) que comunican la ciudad con Bilbao, Logroño y el Mediterráneo y la Autopista de Navarra (AP-15) que la comunica con Pamplona, Vitoria y San Sebastián. También se podría destacar la carretera de Tarazona (N-121-C) que comunica la ciudad con Soria y Madrid y además dispone de una red secundaria que la comunican con las localidades cercanas.
1. - Plaza de los Fueros: Se trata de la plaza más importante de Tudela, conocida también como la plaza nueva y anteriormente fue una plaza de toros. Se encuentra en el centro neurálgico de la ciudad. Está presidida por la Casa del Reloj y cuenta con un quiosco de música. Se trata de una plaza animada, elegante, limpia, y bonita. Es la "alma mater" de la ciudad, donde la gente se reúne, tapea, charla, los niños juegan y los visitantes hacen fotos a diestro y siniestro.
Ha pasado por diferentes usos, entre ellos, ser Plaza de Toros, por lo que está bellamente decorada con pinturas murales de alusión al tema. Tiene una sencilla elegancia, su distribución y lo original de sus pinturas, hacen de ella un lugar pintoresco. El quiosco ubicado en el centro le da un toque romántico. De ella parten recorridos a la judería y las calles más auténticas del casco antiguo e histórico de la ciudad.
2. - Catedral de Santa María de Tudela: Es un templo tardorrománico cisterciense de grandes dimensiones. Declarada Monumento Nacional desde 1884, la Catedral de Santa María de Tudela, guarda bajo su imponente fachada uno de los interiores más espectaculares de Navarra. Sin embargo es la gran desconocida de las catedrales españolas, a pesar de que por su arquitectura, su claustro románico, la variedad, riqueza de sus retablos y capillas, merecería figurar entre las mejores de su tamaño y estilo.
Construida sobre los restos de una mezquita, entre los siglos XII y XVII, de estilo románico, es el edificio más emblemático de Tudela. Es recomendable bordear el exterior de la catedral, para poder ver las tres puertas de entrada y sus bellas torres, hasta llegar a la Puerta del Juicio (entrada principal) por donde se accede al interior de la Catedral. Dentro lo más impresionante son las capillas y el retablo mayor, de una gran belleza.
En el interior de la Catedral y a cada lado del ábside principal, se abren una capilla semicircular y otra cuadrada, dando un total de cinco capillas en la cabecera de la Catedral. Tras la cabecera de la Catedral se encuentra la Sacristía, del siglo XVII pero reformada en estilo neoclásico en 1792, y la Sala Capitular, realizada a mitad del siglo XVII. En la parte central de la Catedral está el Coro. En el ábside central se encuentra el Altar Mayor. A la derecha, en el lado de la Epístola, están las capillas de San Juan Evangelista y la de la Esperanza. A la izquierda, en el lado del Evangelio, las capillas de San Joaquín y de San Martín.
Entrando por la puerta del Juicio hacia su lado derecho (lado de la Epístola), se encuentra la capilla de San Pedro a continuación la de San Joaquín (pero tras la restauración del templo, se trasladó el retablo junto con la imagen a un lateral del templo, al lado de la capilla de Santa Ana) y, a continuación, está la puerta que da acceso al claustro y finalmente la capilla del Espíritu Santo, recién restaurada eliminando la cal de las imágenes. Entrando por la puerta del Juicio hacia su lado izquierdo (lado de la Evangelio), se encuentra el retablo de San Martín, después la capilla de San Antonio (situada en el hueco de la Torre Nueva) y el Baptisterio, seguido de la deslumbrante capilla de Santa Ana y, finalmente, de la capilla de la Dolorosa, donde se encuentra actualmente el Cristo de la cama.
3. - Capilla de Santa Ana: La Capilla de Santa Ana es de estilo barroco, del siglo XVIII. Este pequeño y bello rincón se encuentra en el interior de la Catedral de Tudela y es impresionante, tanto la Capilla como la escultura gótica de Santa Ana, patrona de Tudela, a la que los lugareños le tienen especial cariño. Si entramos por la puerta del Juicio, la capilla se encuentra a la izquierda. Se trata de la capilla más grande de la catedral del estilo barroco dieciochesco. Tiene planta octogonal irregular y está cubierta por una cúpula octogonal sobre un tambor jalonado con ocho ventanas. Su retablo data del siglo XVIII y alberga la patrona de la ciudad, una imagen de Santa Ana Triplex.
4. - Puerta del juicio de la Catedral: Destacaría, del edificio de la Catedral, sus portadas cargadas de riquísima decoración. Los capiteles muestran escenas de la vida de los apóstoles. Pero por encima de todas, sobresale la "Puerta del Juicio". De estilo románico tardío, que recuerda ya, a un gótico en ciernes. Puedes estar horas contemplando esta maravilla escultórica que narra el juicio final durante horas. Tiene una cantidad infinita de pequeños personajes que nos cuentan lo que le ocurre a los pecadores, a los salvados, etc. Filigranas de figuras que juegan al zigzag en un conjunto que parece moverse.
Se trata de un auténtico libro en piedra, de exquisita traza. Maravilloso rincón de una impresionante catedral que guarda otros, no menos, impresionantes tesoros. El tímpano de la Puerta del Juicio no presenta actualmente imagen alguna. De hecho, no se conoce qué pudo lucir ahí, aunque el resto de elementos y el mensaje que transmite la Puerta, relativo al Día del Juicio Final, indica que en el tímpano debió lucir originariamente una imagen de Cristo-Juez.
La Puerta del Juicio de la Catedral de Tudela es el pórtico principal de entrada a la seo tudelana y orientada al Oeste. La Puerta del Juicio fue la última de las citadas tres puertas en abrirse, fechándose su construcción desde los últimos años del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIII, coincidiendo su factura con el reinado de Sancho VII "el Fuerte". En la Puerta del Juicio se mezcla el estilo románico de su iconografía con el gótico de su estructura y escultura. De hecho, se considera a esta obra como una de las primeras manifestaciones de la escultura gótica en la Península Ibérica.
Está formada por un gran arco abocinado dividido en 8 arquivoltas que se apoyan en otras tantas columnas ubicadas a ambos lado de la puerta de madera de acceso, siendo un total de 16 los pilares que sustentan el arco. Las 8 arquivoltas están decoradas con 115 dovelas y 8 claves. La Puerta del Juicio es una obra única en el arte cristiano occidental gracias al tratamiento que el autor del pórtico dio al Infierno, reservando la mitad de su superficie a las escenas del Averno. En total, son 50 las dovelas dedicadas a los castigos infernales, dos más que las reservadas a los bienaventurados del Cielo.
La Puerta del Juicio toma su nombre de la escena que representan las esculturas que contiene: El Juicio Final. En el pórtico se escenifica la separación de condenados y bienaventurados tras la sentencia divina de Dios. Así, la mitad izquierda (desde la posición del espectador) está destinada a los salvados en el Cielo, mientras que en la mitad derecha aparecen los réprobos en el Infierno. Una nueva información descubierta en el 2015 son los Tahúres (Jugadores). Hasta ahora estas dovelas se identificaban como los “cambistas” porque se suponía que lo que tenía en las manos era un ábaco, pero al identificar la tabla como la de un juego medieval, se modificó su interpretación.
Además de esta división en Cielo e Infierno, la Puerta del Juicio presenta otras dos partes: los Elementos Comunes y el Génesis. Los Elementos Comunes son aquellas escenas en las que aparecen personajes que no pertenecen propiamente a escenas de Cielo o Infierno, pero que forman parte esencial en la narración del Apocalipsis y, en concreto, del Juicio Final. Espacialmente, estas escenas se ubican en el eje central del pórtico ocupando la línea de claves, las mochetas y las jambas, además del tímpano, aunque actualmente este elemento no contiene imagen alguna. En cuanto al Génesis, estas escenas se encuentran en los capiteles de las 16 columnas que sostienen el arco. En ellas aparecen imágenes relativas a diferentes pasajes recogidos en el primer libro de la Biblia: el Génesis.
5. - Casco Viejo y Calle de la Cárcel Vieja: Sector de caserío tradicional desde la formación de la ciudad. Teóricamente va desde las laderas del cerro de Santa Bárbara hasta los ríos Ebro, Mediavilla (parte por la mitad el casco histórico) y Queiles (éstos dos últimos hoy cubiertos). La trama urbana es anárquica con frecuentes adarves (restos de la trama judía y árabe), que han ido desapareciendo conforme se iban rehabilitando las calles. Alberga la principal zona monumental y la principal zona de copas de la ciudad. En su conjunto residen casas nobiliarias, la mayoría de ellas restauradas.
En este barrio, en recientes excavaciones en la calle Herrerías, fue descubierto un antiguo cementerio musulmán. Este cementerio fue cubierto por construcciones cristianas tras la expulsión de los musulmanes de la ciudad. Aunque el deterioro y el abandono de las casas en el casco viejo, es palpable, también ha sido el motivo para que varios artistas hayan encontrado el lienzo perfecto para pintar sus obras en las fachadas de estas casas ruinosas. Así que merece la pena un recorrido para descubrir estas obras de artes que aparecen en los rincones menos sospechados.
6. - Mercado de Abastos: Se encuentra al lado de la catedral, es un buen sitio para comprar verduras de la zona (especialmente alcachofas y espárragos) y conservas de calidad. Todo es de primera calidad, muy fresco y bien de precio. Para comprender la calidad hay que reconocer la labor de siglos de los hortelanos. El sol, la tierra y el agua hacen parte del trabajo, pero sería una tarea incompleta sin el esfuerzo, la dedicación y el mimo de todos aquellos que durante siglos han trabajado las tierras para preservar la calidad y las propiedades de las verduras. Esa encomiable labor, las características climáticas del Valle del Ebro, la fertilidad de la tierra de la Mejana y la cultura creada por la convivencia de las Tres Culturas: judía, árabe y cristiana, han traído a nuestros días un tesoro culinario que debemos cuidar, mantener e impulsar.
Cogollos, alcachofas, espárragos o tomates estarían huérfanos sin el apellido “de Tudela” y, sin duda, son los más conocidos, pero no los únicos. Hay otra serie de hortalizas que cada vez son más demandas por su excelente calidad: las pochas, la borraja, las cebollas, el cardo, las habas o los guisantes. Todas ellas, por separado o juntas en el plato más conocido, la menestra, hacen las delicias de locales y visitantes. Y no importa la época en la que nos encontremos, ya que vamos a encontrar diferentes variedades que nos permiten disfrutar de estos productos a lo largo de todo año.
7. - Bar José Luis: Destacan las exquisitas verduras de la Ribera. En Tudela podemos encontrar muy buenos restaurantes, para poder degusta las excelentes verduras (alcachofas, espárragos, cogollos, cardos) y menestras (plato cocinado con alcachofas, guisantes, alubia verde, espárragos, acelga y jamón serrano), productos que también se venden en conserva. El Bar José Luis ofrece una carta de pinchos y cazuelas amplia y elaborada, con clásicos como el huevo, fajico, croquetas, brochetas, etc., y otros con productos de temporada como ocurre con las verduras o los hongos. La Cervecería Zurich fue la primera bocatería y la más popular de Tudela.
La cocina de la ribera navarra está marcada por unas características climáticas especiales y por su condición de zona de paso y pervivencia de tres culturas. Este marco y el Ebro han favorecido el desarrollo de una gastronomía diferencial y diversa con especial renombre en la verdura, permitiendo degustar, en todo su valor, las típicas y autóctonas de Navarra que rozan la perfección vegetal. Los cogollos de Tudela que son prietos, tiernos y sabrosos. La borraja reina de las verduras. Los espárragos comestibles de la cruz a la fecha, las habas, los guisantes, el cardo, los pimientos. La alcachofa con sus tiernas hojas, que pueden ser cocinadas solas, en salsa de almendras, salteadas con jamón, fritas, con almejas.
Entre los platos típicos se encuentra el cocido tudelano. Como plato estrella de la huerta de Tudela "la Menestra" con verduras típica de la huerta. Son típicos los jarretes y las costillitas de cordero, la carne de toro, los callos, las perdices y la popular caldereta. Para postre, todo tipo de frutas: melocotón, pera, manzana, cerezas, y en repostería, los cafareles, las mantecadas, y el especial "manjar blanco". Todo ello regado por los vinos navarros, los tradicionales rosados y los nuevos tintos de gran calidad.
8. - Mirador Sagrado corazón de Jesús (El Cristo): Esta estatua se encuentra en el cerro de Santa Bárbara, al Noreste de la ciudad, a los pies del Paseo del Castillo, sobre las ruinas del castillo medieval de Sancho VII el Fuerte. Este mirador ofrece las mejores vistas panorámicas de la ciudad, de la que sobresale la torre de la Catedral, el barrio de la judería y al frente, al fondo podemos ver la Torre Monreal y el monumento al corazón de María (los tudelanos dicen que ambas estatuas se miran). En la parte trasera del cerro tenemos un excelente mirador al río Ebro, las huertas de la Mejana y a lo lejos podemos divisar las Bardenas Reales.
Un rincón que no podemos perdernos para ver Tudela a vista de pájaro. El Monumento al Corazón de Jesús de Tudela (Navarra) es una gran estatua construida en honor a Jesús de Nazaret. La imagen del Corazón de Jesús es una pieza fundamental de la silueta de la ciudad. Se ubicó sobre lo que fue torreón principal del viejo Castillo de Tudela y, posteriormente, Ermita de Santa Bárbara. El Corazón de Jesús tiene su contrapunto al otro lado de la ciudad con la estatua dedicada al Corazón de María.
La imagen, de 12 metros de altura, fue construida por un escultor italiano J.Buzzi. El proyecto del monumento fue realizado por el arquitecto Víctor Eusa de Pamplona. Para su instalación y acceso, el cerro fue acondicionado y se construyó un camino hasta el monumento, todo ello costeado por suscripción popular. Su entorno está acondicionado como un parque, ya que cuenta todavía con restos del castillo (restos de murallas, aljibes y pasadizos). Desde la explanada, se puede contemplar una hermosa panorámica de la ciudad, del Ebro, de La Mejana y la de sus alrededores.
El Monumento al Corazón de Jesús fue inaugurado el día 25 de octubre, festividad de Cristo Rey del año 1942, por iniciativa del Padre Luis Ortiz, sacerdote jesuita. La propiedad del torreón donde se alza la estatua fue cedida a la Iglesia. Actualmente sigue siendo de su propiedad, donde hace unos años construyeron en su interior una capilla. La estatua ha sufrido varias restauraciones, todas ellas debidas a rayos, como los de 1971 y 2000, que le seccionaron la mano derecha, y el de 1986, que decapitó la imagen. Las dos primeras restauraciones fueron realizadas por Antonio Loperena Eseverri, pintor y escultor arguedano, y la tercera por el murchantino Pedro Jordán, que restauró la mano derecha en 2000.
9. - Torre Monreal: Fuera de la zona antigua, al suroeste de la ciudad, encontramos la torre Monreal (siglo XIII), un edificio defensivo sobre una atalaya. Actualmente es la primera cámara oscura de Navarra y en un centro de interpretación de las 3 culturas (judía, árabe y cristiana). La Torre Monreal es una torre, tradicionalmente considerada de origen árabe, situada en un cerro al sudoeste de la ciudad de Tudela (Navarra), junto al barrio de Lourdes. Según las excavaciones arqueológicas llevadas en su contorno y en el interior (aljibe, que es lo único que queda de su época original) pertenecería a una atalaya de vigilancia para poder controlar la posible llegada de enemigos por esa zona.
Es la única atalaya de Tudela que ha llegado hasta nuestros días. Se alza sobre un cerro que domina la ciudad en el sentido opuesto al del Cerro de Santa Bárbara, donde se situaba la Alcazaba o Castillo de Tudela. Antiguamente, este cerro debió conocerse como Monte del Rey o Monte Real (Mont Real), del que deriva su nombre.Su construcción primitiva era de planta rectangular, midiendo sus lados 9,85 y 8,20 m. Se dividía en varias plantas, reservando la más inferior para aljibe. Este aljibe, sobre el que está construida la actual torre de ladrillo de estilo mudéjar, es lo único que ha llegado en buen estado hasta nuestros días.
A los pies del cerro donde está asentada la torre, en la Cuesta de Horca, se han encontrado unos metros lineales de cimentación en piedra de sillería, con un metro de anchura y en dirección hacia la torre, teniendo trazas de ser restos de alguna muralla o muro. Su aspecto actual es de finales del siglo XIX, una construcción octogonal de tres cuerpos, en ladrillo las dos últimas y remate almenado. Su cerro está hoy en día poblado por pinares y es uno de los parques de la ciudad. A pocos metros se encuentra el Monumento del Sagrado Corazón de María.
10. - Palacio Marques de Huarte: Esta casa señorial urbana construida en el siglo XVI, es la obra cumbre de la arquitectura civil de la Ribera Navarra. De estilo Renacentista, fue la casa principal de la familia Magallón que da nombre a la calle. Hoy es sede de la UNED y de la Escuela de idiomas de Tudela. De su fachada de ladrillo destaca el alero de madera decorado y tallado con figuras de ángeles y niños. Una vez dentro del palacio, la visita es gratuita, pudiendo disfrutar del patio con sus grandes arcos.
Pero sin duda lo más bello de este rincón son los muros de la escalera, hay 12 figuras mitológicas pintadas en grisalla, impresionantes. Tiene una hermosa torre central, pero solo puede verse si uno se aleja de este castillo-palacio. Por lo demás, es una monumental construcción de estilo barroco, muy bien conservada, situada bastante cerca de la iglesia de Santa María Magdalena, a las afueras del pueblo. Tiene dos fachadas, en la calle Mercadal y en las Herrería. Está situada en el Casco Antiguo de la ciudad. Actualmente acoge la Biblioteca y el Archivo Municipal.
11. - Museo Muñoz Sola de Arte Moderno: Este Museo recoge una variada colección de pintura francesa del siglo XIX que el pintor tudelano César Muñoz Sola (1921-2000), fue reuniendo a lo largo de toda su vida, cuyas inclinaciones estéticas estaban vinculadas a ese tipo de pintura figurativa. Se compone de una rica colección de retratos, bodegones, paisajes y escenas de género con notables ejemplos de pintura naturalista y romántica, impresionista y simbolista, salidos de los pinceles de Girodet de Roucy, Carolus Duran, Goupil, Isabey o L’Hermitte entre otros, no faltando ejemplos de pintura española como José Villegas o López Mezquita.
Hay cuadros donde aún se aprecia la influencia del último barroco, como “Cristo y la mujer adúltera”, de J.A. Vallin, o el neoclasicismo que se advierte en “Venus, Adonis y Cupido”, de Girodet de Roucy. El toque romántico lo encontramos en “Ensueño”, de Emile Renouf, “Retrato melancólico de Lizzie”, o el “Retrato de Señora”, de Caminade. La incursión por el naturalismo se constata en los bodegones y cuadros de flores de Bergeret, Couty, Laurent o Boulet, en muchos de los cuales pueden rastrearse aún huellas de la tradición holandesa barroca de las naturalezas muertas, sucediendo algo parecido con los paisajes, marinas o e interiores de Hugart de la Tour, Selmy, Eschbach, Maillard o Isabey. Es decir, pinturas que marcan una 'diferencia' con las pinturas tradicionales pero a las que aún deben gran parte de sus contenidos.
El impresionismo fue el estilo que más influyó en la manera de pintar de Muñoz Sola y que se encuentra ampliamente representado en la colección, principalmente a través de los paisajes y en las marinas. Son cuadros limpios de color y vibrantes de luz, de pincelada suelta y cuyos elementos del cuadro a veces sólo están sugeridos para que los ojos, en la distancia, terminen por construir lo que sólo se insinúa con los pinceles. Impresionismo que deja su huella en paisajes rurales, como los de Cahours, Foubert, L'hermite, Clary, Nozal o Montagne. Paisajes urbanos como los de Wittmann. Marinas como las de Eschbach, Lecompte y Maillard, incluso en la representación del desnudo femenino como puede apreciarse en el de Julien Tavernier.
En otros casos, aunque la técnica se acerque al impresionismo, no faltan toques simbolistas en la manera de tratar el tema. Así lo podemos comprobar en el “Desnudo femenino”, de Xavier Bricard o en “Las dos madres”, de León Faivre. Cabe destacar el lienzo de Jules Adler “Dos hombres en un café”, acaso el de más avanzada estética que por su técnica y composición se acerca a la manera de pintar de Cézanne, ya abiertamente postimpresionista. Tal miscelánea se ajusta muy bien para realizar una visita agradable y llena de atractivo que permite hacerse una idea cabal de las principales tendencias artísticas del s. XIX, así como del desarrollo de los géneros pictóricos.
12. - Parque Natural Bardenas Reales de Navarra: Las Bardenas Reales de Navarra (en euskera Nafarroako Errege Bardeak) son un paraje natural semidesértico de 41.845 ha que se extiende por el sureste de Navarra (España) y tres localidades aragonesas.1 Sus suelos se componen de arcillas, yesos y areniscas que han sido erosionados por el agua y el viento, creando formas sorprendentes entre las que destacan los barrancos, las mesetas de estructura tabular y los cerros solitarios, llamados cabezos. Las Bardenas carecen de núcleos urbanos, su vegetación es muy escasa y las múltiples corrientes de agua que surcan el territorio tienen un caudal marcadamente irregular, permaneciendo secos la mayor parte del año.
La altitud oscila entre los 280 y los 659 m s. n. m. Las Bardenas se sitúan en un punto equidistante entre la cordillera Pirenaica y la Ibérica. Las Bardenas Reales, antigua posesión real, no forman parte de ningún término municipal y son propiedad de la Comunidad Foral de Navarra. Veintidós municipios y entidades (los "congozantes") forman la Comunidad de Bardenas Reales, una entidad de derecho público encargada del aprovechamiento del paraje. En la actualidad, la mayor parte de las Bardenas Reales se encuentra protegidas desde el año 1999 mediante la figura de un parque natural de 39.274 ha. Anteriormente, en 1986, dos parajes de las Bardenas, el Rincón del Bú y las Caídas de la Negra habían sido declaradas reservas naturales. El 7 de noviembre de 2000 el conjunto fue declarado reserva de la Biosfera.
13. - Castildetierra: Es uno de los puntos más fotografiados de las Bardenas. Para acceder al cabezo de Castildetierra, podemos entrar por Arguedas y de ahí seguir las indicaciones hacia el Centro de Interpretación de las Bardenas Reales, y de ahí seguimos hacia el cuartel militar, donde cogeremos la pista que está a mano izquierda. No dejéis de visitar este lugar, sobre todo al atardecer. Me sorprendió mucho, no pensé encontrar un paisaje como este en España. Se pueden hacer excursiones en coche, en bici, andando, etc. Es como la luna, un paisaje fuera de lo común. La compañía de Guías de las Bardenas o Activa Experience: Nos proporcionan interesante rutas, paseos y alquiler de Quad, Buggy, 4x4, bicicletas, caballos, etc.
- Situacióm de Las Bardenas Reales: Se encuentran en la zona sureste de Navarra, lindando con Aragón. Se ubican en la zona media de la depresión del valle del Ebro, al pie de la sierra del Yugo y de la comarca zaragozana de las Cinco Villas. Tienen 45 km de norte a sur y 24 de este a oeste, con una altitud que varía entre los 280 y los 659 m s. n. m. Su superficie es de 41 845 ha. Limita con dieciséis municipios, de los cuales trece son navarros y tres aragoneses, de la provincia de Zaragoza. Los navarros son Valtierra, Arguedas, Carcastillo, Santacara, Mélida, Rada, Caparroso, Villafranca, Cadreita, Tudela, Cabanillas, Fustiñana y Buñuel, en tanto que los zaragozanos son Tauste, Ejea de los Caballeros y Sádaba. En el interior de las Bardenas Reales se encuentra el denominado vedado de Eguarás, que pertenece al término municipal de Valtierra, aunque geográficamente sea parte integrante de las Bardenas. Las Bardenas están divididas en varias zonas claramente diferenciadas donde destacan dos, la Bardena Blanca y la Bardena Negra, aunque hay también otras zonas menores de gran singularidad.
- Bardena Blanca: Es la zona central del territorio y la más desértica. Su relieve se caracteriza por extensas zonas llanas, profundos barrancos por cuyo fondo corren los ríos estacionales, y los rellenos de fondo de valle en los que sobresalen los cabezos. Esta Bardena debe su nombre a la presencia de sales blanquecinas que se extienden por su superficie debido a la abundancia de yesos y arcillas en su suelo. La Bardena Blanca se divide a su vez en dos, la Blanca Baja y la Blanca Alta. La primera es la más deprimida y la segunda se extiende de Pisquerra y Eguarás hacia Carcastillo.
- Bardena Negra: La Bardena Negra se sitúa en la parte oriental-meridional del territorio, en el límite con Aragón. Empieza en la línea que va desde la Nasa hasta Barajas del Rey. Conformada por mesetas de diferente altitud y cortadas por ríos que corren en el fondo de los barrancos, esta parte de las Bardenas está cubierta de vegetación.
- El Plano: Es una pequeña meseta de unos 100 metros de altura sobre los terrenos que la rodean, en donde se cultiva cereal. Las laderas de esta meseta están cubiertas con coscojares, romerales y ontinares.
- Landazuria: Se extiende a los pies del cerro de la Virgen de Nuestra Señora del Yugo al oeste de la Bardena Blanca. Es una zona de contraste entre los cultivos de regadío y secano.
- El Rincón del Bú: El Rincón del Bú es una pequeña zona de 460 ha situada en la parte sur de la Bardena Blanca. Posee una muy singular orografía en donde la erosión ha tenido gran influencia. La vegetación está compuesta por hierbas y sabinar y abundan las aves rapaces como el águila real, alimoche, alcaraván, ortega, ganga o alondra de Dupont. Destaca por la cría del búho real. Esta zona fue declarada reserva natural en 1986.
- Caídas de la Negra: El paraje de Las Caídas de la Negra ocupa una extensión de 1925 ha y se ubica en la Bardena Negra. En ella abundan águilas, buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, jinetas, anfibios y reptiles. La vegetación está compuesta por matorrales, sisallares, saladares y espartales. Tiene un desnivel de 270 m. Esta zona fue declarada reserva natural también en 1986.
- El Vedado de Eguarás o de Peñaflor: Es una extensión de 1200 ha que no pertenece administrativamente a las Bardenas, sino que forma parte del término municipal de Valtierra, aunque no es contiguo al mismo. Se sitúa debajo de la meseta de La Estroza y está protegido por unas pequeñas elevaciones que lo separan del resto de las Bardenas. En su interior abunda la vegetación constituyendo un oasis dentro de la zona desértica. En el interior de esta área se encuentran las ruinas del castillo de Peñaflor, también llamado de Doña Blanca por la leyenda que cuenta que Blanca I de Navarra fue encerrada por su padre en la torre de esta fortaleza cuando se negó a casarse con el príncipe de Aragón, Martín el Joven. Aunque originalmente patrimonio real, en 1357 Carlos II lo cedió a García Bartolomé de Roncal por seis años y contra el pago de 60 libras por año. A mediados del siglo XV la corona donó el Vedado a Mosén Pierres de Peralta y en 1530 hay constancia que pertenecía a Juan de Eguarás, del que tomaría el nombre. Sin embargo, en el siglo XIX su propietario era el conde de Parent. Ya en el siglo XX pasó a estar bajo jurisdicción del municipio de Valtierra no perteneciendo a los terrenos que conforman la Comunidad de Bardenas. Fue declarado reserva natural.
- Erosión: El paisaje de las Bardenas está marcado por la erosión, la cual crea un paisaje que es uno de sus principales atractivos. La propia naturaleza del terreno, materiales blandos como arcillas y yesos, la característica torrencial de la precipitaciones y el cierzo, viento característico y propio del lugar que sopla en dirección noroeste-nornoroeste a velocidades de entre 20 y 30 km/h, la intervención humana con una presión muy grande sobre el terreno y la vegetación con una importantísima disminución de la cubierta vegetal son las causas principales de la erosión. La afectación es muy grave en más de un tercio de la superficie de las Bardenas que, en algunos lugares, llega a alcanzar la tasa de 91,9 t/ha/año.
Se pueden distinguir tres tipos de paisajes dependiendo de la incidencia de la erosión. En el Plano la erosión es escasa, en la Bardena Negra, donde se encuentra la zona de mayor cobertura vegetal, la erosión es moderada, de carácter laminar y en surcos que corren paralelos. En la Bardena Blanca la erosión es importante. La estructura de este terreno, margas limosas con discontinuos paleocanales de arenisca, ha originado un relieve característico muy llamativo, sobre la superficie plana sobresalen los cabezos que se alzan con sus laderas erosionadas, la existencia de algún resto de estrato de glacis o de algo más resistente ha producido que se mantenga cierta superficie sin erosionar mientras que los bordes van desapareciendo. Son llamativos los casos del Rallón o el Castildetierra. En la parte alta de los cabezos la erosión es de forma laminar, en la laderas se aprecia el efecto de solana y umbría. En las solanas hay pendientes más fuertes y erosionadas donde se originan cárcavas que forman bad-lands y escapes mientras que en las umbrías hay una mayor vegetación que hace que la erosión sea menor. Los materiales erosionados se van depositando a los pies de los cabezos formando, entre estos y el fondo de valle, laderas de acumulación de suave pendiente, que también sufren una erosión laminar suave.
Los fondos de valle son la parte más extensa. Están constituidos por una estructura laminar realizada por la acumulación de capas finas de materiales limosos que están cruzados por barrancos que se van ramificando. Estos barrancos son muy activos en cuanto a la erosión, avanzando año tras año. La mayor erosión se da, según el Instituto Navarro del Suelo, en las siguientes zonas: en la Blanca, la más afectada, tiene una gran gravedad en 683 ha de sus 8000 donde se localizan los badlands que ocupan las transiciones entre los distintos niveles y entre estos y los barrancos. Los barrancos son los elementos erosivos más activos. Aumentan en longitud y en anchura a medida que se van derrumbando sus paredes. Se da el fenómeno de la creación de varios agujeros verticales alineados con el barranco y cerca de él que van creciendo hasta unirse y formar un nuevo barranco, este fenómeno recibe el nombre de piping. En las laderas los niveles de afectación de la erosión depende de la vegetación, en más de 5024 ha es muy alta al no existir vegetación suficiente para poder frenarla. Hay 4344 ha donde ya ha desaparecido el suelo y se está dando la erosión sobre el material geológico.
- Fauna: Los diferentes ecosistemas que tienen lugar en el territorio que ocupan las Bardenas Reales albergan una rica fauna entre la que destacan las aves. Sólo las aves que nidifican en el territorio de las Bardenas superan el centenar de especies. Las comunidades de aves rapaces y esteparias de las Bardenas están entre las más ricas de todo el continente europeo. Las rapaces están representadas por veinticuatro especies, de las que veinte se reproducen en el área. Se distinguen tres grupos, dependiendo de donde nidifiquen y del uso del hábitat. Tenemos: Rapaces forestales, diez especies, cinco de ellas son migratorias; Rapaces rupícolas, ocho especies, todas migratorias; Rapaces esteparias, seis especies.
Las aves esteparias están representadas por una colonia muy diversa, entre las que destacan las siguientes especies: la avutarda, casi desaparecida; sisón, en las Bardenas hay unas veinte parejas; alcaraván, muy abundante; alondra de Dupont, hay unas 250 parejas; terrera marismeña; la alondra común; Collalba gris; Cogujada montesina, Curruca tomillera, Collalba rubia, terrera común, cogujada común, bisbita campestre y collalba negra. No se puede olvidar la reserva de búho real que hay en el Rincón del Bú.
Luego hay reptiles, y se han detectado once especies diferentes, aunque podrían ser trece las que hay, como el quelonio, el galápago leproso, el lagarto ocelado, la lagartija ibérica, la lagartija colilarga, la lagartija cenicienta, el eslizón tridáctilo y el eslizón ibérico (sin confirmar). Entre los ofidios destaca la culebra de escalera, culebra lisa meridional, culebra bastarda, culebra viperina y la víbora hocicuda (sin confirmar). Entre los anfibios se encuentran unas ocho especies. Están el tritón jaspeado, tritón palmeado, sapo común, sapo corredor, sapo de espuelas, sapillo moteado, sapillo pintojo común y rana verde. Hay ocho especies de peces, son la anguila, la trucha, el barbo de Graells, el carpín, la madrilla, la tenca y la perca americana. Solo son autóctonas el barbo, la madrilla y la anguila. Hay doce especies de caracoles y dos de cangrejos, el rojo y el señal.
- Festividades: Festeja a su patrona, Santa Ana, del 24 al 30 de julio, y son de interés histórico cultural las fiestas conocidas como El Volatín y la Bajada del Ángel, que se celebran en Semana Santa, entre marzo y abril. Carnaval de Tudela: Los "zipoteros" debieron ser personajes muy populares en distintas localidades de la Ribera de Navarra. Esta figura fue rescatada en el carnaval de Tudela en 1989, que tras tres décadas sin celebrar esta fiesta volvió a hacerse en 1983. Sin embargo, el desfile de los "zipoteros" por las calles de la capital ribera es una tradición muy remota, que ya recogió Yanguas y Miranda en sus escritos sobre la tradición del carnaval de Tudela y el personaje del zipotero. El "zipotero" viste pantalón blanco, faja roja, camisa de color, sobre camisa azul, una máscara blanca, un pañuelo anudado en las cuatro esquinas para la cabeza y, como complemento, una vara con unos cascabeles y una botana. El "capirote" es un personaje de nueva creación que encabeza el cortejo. Lleva la cara cubierta, un alto gorro y una vara con dos cencerros.
El Volatín (de interés turístico nacional): Las tradicionales ceremonias del Ángel y del Volantín, han discurrido siempre juntas en la fiesta y en la costumbre tudelana desde su inicio, que se considera probable en el s. XIII ó XIV. El día de Sábado Santo, a las 10 de la mañana, un muñeco o pelele de madera, con sus miembros articulados, vestido con un atuendo que intenta resumir lo más comentado en la ciudad ese año y con un puro-petardo en la boca recibe asustado al encargado que pone fuego al dicho petardo. El torno al que está sujeto el muñeco comienza a moverse de izquierda a derecha y viceversa dando lugar a que el Volatín o Judas a quien representan, vaya dando vueltas y más vueltas cayendo al suelo pedazos de traje. Así ha llegado hasta nosotros está sencilla ceremonia que recuerda la muerte desesperada de Judas, el Apóstol que entregó al maestro a sus enemigos.
La Bajada del Ángel (de interés turístico nacional): Tan antigua como el Volatín es la Bajada del Ángel, así llamada porque un niño o niña (durante siglos ha sido un niño, pero en 2007 se decidió que las niñas también podían hacer el acto) vestido de ángel, suspendido en una maroma, es llevado por medio de un torno, a través de la actual plaza de los Fueros, hasta llegar a donde, en hombros, tienen la imagen de la Virgen, cubierta su cabeza con un velo negro, en señal de la tristeza que le causaba la muerte de su hijo Jesucristo. El niño le quita el velo en señal de alegría por la resurrección de Cristo. Hasta abril del año 1851 se vino celebrando en esta Plaza Vieja, pero en este año acordó el municipio trasladar la función a la Plaza Nueva en la que desde entonces y sin variación se sigue celebrando, a las 9 de la mañana del Domingo de Pascua. Pocas veces se ha interrumpido esta popular función, en tiempo de guerra y por la llegada de los franceses. Esta fiesta, aunque pudo celebrarse en algunos lugares más sólo se conserva con características similares en Aranda de Duero (Burgos), Alfarrasí (Valencia) y Peñafiel (Valladolid).
Fiestas de San Juan: Se celebran en el barrio de Lourdes en el fin de semana más próximo al día de San Juan desde 1977. Las fiestas comienzan en viernes, con el lanzamiento del cohete anunciador. Seguido de esto se va en pasacalles acompañados por los gigantes y los cabezudos de la Comparse Perrinche. De este modo se llega a la casa del Donante del Rosco de San Juan, que cada año lo hace una persona distinta. Se le hace un baile y todo termina por hoy. El sábado se levanta con los Auroros de San Juan, y por la mañana hay multitud de actividades. Por la tarde se hace el Paloteado de San Juan (una mezcla de baile y teatro), precedido por el desfile de la Guardia de Honor de los Alabarderos de San Juan Bautista y la procesión del Santo. Por la noche hay fuegos artificiales, verbena y la famosa hoguera de San Juan. En el domingo acaban las fiestas con un grandioso espectáculo de gigantes mañana y tarde y con la traca final.
Fiestas patronales de Santa Ana (de interés turístico): Del 24 al 30 de julio. Uno de los actos más entrañables se celebra el día 25, donde se nombra oficialmente al "Tudelano Popular" hombre o mujer que ha destacado por su forma de ser, trabajo por Tudela, y que es conocido por la mayoría de los ciudadanos, que durante años se ha celebrado en el punto más importante de Tudela, la Plaza Nueva, pero que el M.I Ayuntamiento se ha adjudicado para sí mismo el lugar, desalojando de ella a todo lo ajeno a su organización. Fiesta Patronal el 26. Con denso programa festivo popular, destacan la Feria Taurina, los encierros, "la Gigantada", concentración de gigantes el domingo, y "la Revoltosa", baile-carrusel cincuentenario, que pone a prueba todas las noches el temple y vigor de los participantes, en un recio rito folclórico. La plaza de los fueros parece enloquecer.