ESPERGURA DESBROTADO DEL VIÑEDO BODEGAS URBINA
- Espergura o desbrotado: Es la operación realizada a comienzos de la primavera consistente en arrancar los brotes o tallos, generalmente improductivos, que surgen de los cordones (brazos conducidos de la vid) o varas en la parte superior de la vid para mejorar su rendimiento y la calidad de la uva. Los brazos son las partes leñosas de la vid que surgen del final superior del tronco y que son susceptibles de ser podadas y pueden ser artificialmente conducidas. En este caso se suelen denominar cordones. Una vara es el sarmiento de la vid que ha madurado y lignificado (cambiando de color del verde a marrón). Tras la caída de las hojas, el número y grosor de las varas son indicativos del vigor de la planta y determinan los sistemas de poda (largas o cortas) y de gestión de la copa, que a su vez marcan la selección y cantidad de yemas productivas (ápices no desarrollados o embrionarios del tejido vegetativo).
La finalidades principales de este aclareo o supresión de brotes herbáceos es la de cooperar con la poda propiamente dicha a la obtención mantenimiento de la forma adoptada y favorecer la producción de fruto y su calidad. Con ello, el viticultor actúa directamente sobre el equilibrio vegetativo, vigor, producción y calidad, factores que integran sus posibilidades totales o potencial vegetativo. Se realiza cuando cese el peligro de heladas primaverales, ya que en esta época los pámpanos se desprenden fácilmente, y al hacerlo dejan una herida insignificante, que cicatriza pronto y bien. En climas de verano no muy extremados en calor, se registrara una mejor calidad en el fruto, efecto debido, por una mejor aireación y soleado de las hojas conservadas. Además las primeras invasiones de mildiu, originadas por las esporas de invierno que están en la tierra, alcanzan más fácilmente los pámpanos más bajos, y la supresión de éstos reducen las probabilidades de contagio, y además limita el riesgo de fitotoxicidad de los herbicidas sistémicos.
- Eliminar órganos vegetativos excesivos que pueden romper el equilibrio vigor-producción de la cepa.
- Evitar el riesgo de mildiu, porque estos brotes que se encuentran en la base son mucho más sensibles debido a la humedad ambiental del suelo y a la facilidad de llegada de esporas desde el suelo por el trabajo de campo.
- Por otra parte si se utilizan herbicidas sistémicos también es perjudicial para la cepa porque estas formaciones bajas absorben mucho herbicida.
- Se facilita la poda de invierno y se evitan las heridas gruesas en el tronco que se realizarían durante la poda de invierno.
Esta operación se puede hacer de forma manual con unas tijeras antes de la floración o mecánicamente mediante unos látigos de goma que se adaptan a los laterales del tractor viñero cuando está arando. Este sistema de látigos en España no se usa realmente. Otro método es el químico utilizando una mezcla de dicuat + paracuat al 1%. Un problema de este último método es que como esta mezcla es tóxica para la cepa, se debe tratar con un aparato con forma de capilla de lona que lleva unas lengüetas de goma que pasa por bajo de la cruz y unas boquillas que pulverizan el tronco. Este método solo tiene fundamento cuando se utiliza escarda química.
- Desborre o brotación: describe el momento del año en el que las yemas se abren para dar lugar a los brotes de la temporada. Viene precedido por el lloro de los cortes realizados durante la poda de invierno y normalmente tiene lugar durante el comienzo de primavera, aunque depende mucho de los cambios de temperatura. Debido a la fisiología natural de la vid como planta trepadora, es el desborre más acusado en las yemas más alejadas del tronco, de ahí la importancia de la poda y cuando se realiza, por ejemplo las podas tardías demoran el desborre. También hay que tener en cuenta que en igualdad de condiciones, no todas las variedades de vid brotan al mismo tiempo ni reaccionan igual a los cambios de temperatura.
La brotación de las yemas se debe a la multiplicación y agrandamiento celular del meristemo terminal de sus conos vegetativos, teniendo su iniciación en invierno y principios de la primavera, cuando la temperatura ambiental alcanza el umbral de crecimiento que se corresponde a los 4-5ºC. En principio, con las bajas temperaturas la actividad celular es débil, acreciéndose con la elevación de la mismas, con acciones diarias acumulativas, que dan lugar al hinchamiento y apertura de las escamas, hasta llegar al umbral de crecimiento aparente con medias diarias de 10ºC, también llamado "cero de vegetación", con aparición de la borra y posterior de la punta verde, estados fenológicos que determinan la iniciación aparente de la brotación.
Las cepas muy vigorosas brotan generalmente más tarde que las que no lo son tanto. Las cepas jóvenes brotan antes que las viejas. Las debilitadas por cargas excesivas, accidentes en la vegetación del año anterior (pedriscos, enfermedades, etc.), al tener pocas sustancias de reserva, brotan más tarde. El agricultor puede actuar sobre la fecha de brotación, alterando las condiciones de circulación de las savia en los sarmientos, mediante la poda y arqueado de los mismos que limiten los efectos de la acrotonía y de la inhibición correlativa, y puede actuar con la aplicación de reguladores de crecimiento como el etephon y la cinamida de hidrógeno, estimulantes de la brotación. Es posible también retrasar la brotación mediante podas muy tempranas o muy tardías, práctica habitual.
A partir del brote, la vid desarrolla los órganos que en miniatura se encuentran en los conos vegetativos y crea otros órganos nuevos (raíces, yemas, nietos y racimillos de los mismos, etc.). En su primera edad, y hasta una fecha bien avanzada, este crecimiento es a costa de las reservas, y más tarde, por la savia elaborada por las hojas. Además la temperatura e insolación tiene una influencia capital sobre la velocidad de este fenómeno de fotosíntesis. La vid seguirá creciendo, hasta que llegue un momento en que cese de hacerlo, esta detención puede estar influida por las variaciones de clima y suelo, siendo las sequías de verano y sus altas temperaturas las mayores responsables de tales detenciones. También conviene tener presente que las vides vigorosas crecen durante más tiempo que las débiles, haciéndolo también las que reciben riego y abonos nitrogenados.
- Espergura en La Rioja: En primavera los días calurosos se alternan con días fríos y ventosos. El calor activa el crecimiento de los pámpanos y es en este momento cuando se realiza en el viñedo una de las operaciones más importantes de todo el año la espergura. La espergura consiste en la eliminación o limpieza (la palabra proviene del latín ex-purgare que significa “limpiar”) de brotes herbáceos que nacen tanto en la madera vieja (tronco y brazos), como en los pulgares y/o varas con el objetivo de definir exactamente las yemas dejadas en la poda de invierno, mantener el sistema de formación del viñedo y favorecer la producción y la calidad de las uvas. En la Rioja se dejan dos brotes por cada pulgar. Un pulgar es un trozo de sarmiento con un número variable de yemas que se deja al podar la cepa en invierno.
Debido al rápido crecimiento de los brotes en esta época, la espergura es una labor a realizar en un corto periodo de tiempo lo que implica una gran necesidad de mano de obra, con tiempos entre 15 y 20 horas/ha. Junto con el tiempo de vendimia, es cuando más gente se ve trabajando en los viñedos. Esta labor se realiza manualmente y, aunque se han ensayado métodos mecánicos y químicos, estos no son del todo satisfactorios. La espergura es una más de las múltiples operaciones en verde que se pueden realizan en los viñedos, aunque es la más importante por su influencia en el posterior desarrollo del viñedo. Otras operaciones en verde son el despunte, el guiado de la vegetación, el desnietado, el deshojado y el aclareo de racimos.
El momento en el que se comienza a espergurar está influenciado por el desarrollo de los brotes. Es conveniente esperar a que los brotes tengan unos 15-20 centímetros. Si se comienza antes existe riesgo de una posible helada, además habría que volver al viñedo para dar un repaso y eliminar pámpanos que entonces no habían brotado. Si la espergura se realiza tardíamente habrá más competencia, será más costoso el arrancar los brotes al estar mucho más duros y provocaremos mayores heridas y una mala cicatrización de las mismas, provocando enfermedades de madera.
La realización de una adecuada labor de espergura conlleva muchos beneficios para el viñedo:
- Se regula la producción a los objetivos buscados con la poda de invierno
- Se equilibra la relación vegetación/producción.
- Se estimula el crecimiento de los pámpanos que permanecen.
- Se eliminan los pámpanos situados en las zonas no deseables, evitando el envejecimiento prematuro de la planta.
- Se mejora la sanidad de la planta mediante la aireación, la penetración de la luz, la fácil introducción de los tratamientos fitosanitarios.
- Se facilitara la posterior mecanización de viñedo.
- Se favorece un microclima propicio del racimo para su correcta maduración, etc.
En diferentes partes de España a la espergura se la denomina como despampanar, escardar, esparrar, desforrecinar, esforijinar esporgar, esforgar, esforguinar, espampanar castrar, destallar, destallicar, despleguetear, despimpollar, despollonar, desramillar, desarrocinar, sarracinar, esbordegar, espurgar, dar de mano, despampanar, deslechugar, desmamonar, deslechuguillar, desfollonar, etc. (Frances: ébourgeonnage o épamprage, Ingles: crown suckering o desuckering, Aleman: Ausbrechen o Ausschneiden).