OPERACIONES EN VERDE DEL VIÑEDO
Los factores que determinan la calidad de la cosecha son la distribución y la exposición de hojas y racimos, algo que depende fundamentalmente del sistema de conducción elegido y de la poda invernal realizada. Pero muchas veces, en viñedos vigorosos, esto no es suficiente y hay que intervenir durante el periodo vegetativo con operaciones complementarias, denominadas operaciones en verde, entre las que se distinguen (reparto de la vegetación, espergura, desnietado, despunte, deshojado y aclareo).
Las operaciones en verde se realizan para cooperar con la poda invernal en la obtención y mantenimiento de la estructura de la planta y con la calidad de cosecha, ya que buscan el equilibrio entre el desarrollo vegetativo y la producción. Es importante conocer cada una de las operaciones en verde, su fundamento, los efectos que provocan en la cepa, la forma de llevarlas a cabo y los momentos en que se realizan. Comprender los objetivos buscados con cada una de las operaciones en verde según el momento en que se realicen, ya que sus efectos varían. A menudo en la experiencia está la sabiduría:
- Distinguir las distintas operaciones en verde y valorar los efectos que producen sobre la planta dependiendo del momento en que se realicen.
- Identificar los métodos con los que efectuar las operaciones en verde.
- Programar y organizar las operaciones en verde en el viñedo según el efecto deseado.
Las operaciones en verde mejoran el microclima de la vegetación y de la zona productiva al eliminar parte de la frondosidad. También es posible reducir la producción por cepa si se realiza un aclareo de racimos. Todas estas prácticas se deben realizar de forma controlada, ya que sus efectos pueden ser variables según su intensidad, el momento en que se realizan y el vigor del viñedo.
Estos trabajos se realizarán en función del estado del viñedo y de la capacidad que tenga para producir uva de calidad. Es lo que se denomina potencial cualitativo del viñedo. Por tanto, antes de planificar estas labores, deberemos identificar el potencial cualitativo de nuestro viñedo y actuar en consecuencia. Indudablemente también dependerán del tipo de vino que se va a elaborar (joven, reserva, afrutado, complejo, etc.) y de la producción deseada. Ya que, las intervenciones comentadas, junto con el mayor número de tratamientos fitosanitarios que realizar en este tipo de viñedos, suponen un incremento de los costes de producción.
Las operaciones en verde son el conjunto de actuaciones que se realizan en viñedos vigorosos durante el periodo vegetativo y que complementan a la poda de invierno. Con ellas se intenta llegar a un mejor equilibrio entre el desarrollo vegetativo y productivo de la cepa y una óptima posición de hojas y racimos. Con estos trabajos conseguimos mejorar el microclima en la zona de los racimos y la captación de energía solar por parte de las hojas, ya que un sombreamiento excesivo provocaría:
- Uva poco madura y con carácter herbáceo.
- Mayor incidencia de enfermedades.
- Menor fertilidad en yemas de rangos bajos.
RECOGIDA Y REPARTO DE LA VEGETACIÓN
Consiste en sujetar los pámpanos de la cepa entre los alambres de los sistemas de apoyo, e intentar distribuir la vegetación de forma que se obtenga una pared foliar uniforme. Lo más cómodo son sistemas con alambres móviles, en los que antes de la brotación se sueltan los alambres de los postes quedando a un nivel inferior a las estructuras de poda y, una vez que las yemas brotan y los pámpanos han crecido, se suben dejando los brotes hacia el interior. La elevación de los alambres y la vegetación puede ser manual o, en caso de utilizar empalizadoras, mecánica. En ocasiones, se juntan los alambres de una misma altura para que no se "abran" con el peso de la vegetación, mediante separadores o grapas de plástico, acero o material biodegradable. También existen tensores para acortar la longitud de los hilos de sujeción, que van cediendo a lo largo del periodo vegetativo. Las revisiones posteriores para introducir la vegetación entre los alambres, serán en cualquier caso manuales.
En la imagen se observa un tensador de alambres de espaldera sobre el suelo. Consiste en una varilla metálica, doblada de manera que queda un círculo entre los dos extremos, que forman a su vez un ángulo de 90º. Uno de los extremos es ondulado. Se coloca el tensador en un alambre quedando el extremo recto en vertical, el aro metálico sobre el alambre y alrededor del extremo ondulado se enrolla el alambre. Se introduce un tubo que hace de tope en el extremo recto, y con una varilla recta que se mete en el aro del tensor, se gira hasta que el extremo ondulado llega al otro lado del alambre y queda sujeto en él. Al realizar esta operación varias veces, el alambre es tensado. Se observa una grapa biodegradable de cartón comprimido en forma de semicírculo, con una mella central en el lado recto. Los alambres de un nivel de la espaldera se introducen en esta muesca, quedando muy juntos y manteniendo la vegetación entre ellos.
ESPERGURA, DESPAMPANADO, DESBROTADO
También se denomina espergura, despampanado, desbrotado, etc. El nombre de esta operación en verde varía según la región en la que se realice. Puede que en tu zona vitivinícola se diga espergurar, despampanar, espampanar, esporgar, esborgar, escardar, esparrar o de alguna otra forma. Francés (Épamprage, Évasivage, Ébourgeonnage); Ingles (Crown Suckering, Desuckering, Shoot thinning); Aleman (Ausbrechen, Ausschneiden). La espergura consiste en la eliminación de los chupones y de los brotes de yemas basales y pámpanos dobles, que aumentan la masa vegetal de la cepa sin incrementar de manera sustancial la producción. La emisión de chupones depende del vigor de la planta y de la carga dejada durante la poda de invierno. Su eliminación se realiza por las siguientes razones:
- Generan una gran masa vegetativa que favorece la proliferación de enfermedades y dificulta la diferenciación floral de las yemas.
- No son productivos y, sin embargo, consumen reservas y fotosintetizados de la cepa.
- Aparecen en lugares inadecuados como el tronco y los brazos de la cepa, o junto a otras yemas bien posicionadas dejadas durante la poda.
- Dificultan la vendimia.
- Los chupones en los troncos pueden absorber herbicidas sistémicos aplicados en la línea de cultivo. Sin embargo, en determinadas ocasiones mantendremos los chupones, ya que sirven para regenerar las estructuras vivaces de la planta deterioradas por enfermedades de la madera o daños mecánicos producidos con tractores y aperos.
La espergura se realiza en mayo, cuando los brotes tienen menos de 10-15 cm y todavía son tiernos y fáciles de desprender con la mano. A esto hay que añadir que en este momento la herida causada es pequeña. Es una labor costosa (20-30 h/ha) y, en ocasiones, es preciso realizar más de una pasada.
En viñedos en vaso la única forma de realizar esta operación es manual, al igual que en los brazos de las cepas en espaldera. Sin embargo, en el tronco de estas plantas elevadas se puede efectuar espergura mecánica o química. La primera consiste en el paso de unos rodillos con dedos flexibles, que giran a gran velocidad y arrancan los brotes nacidos en la madera vieja. En el segundo caso, se aplican herbicidas de contacto dirigidos al tronco, de forma que queman los chupones sobre los que caen.
En las imagenes aparecen agachados al lado de un renque en un viñedo en espaldera dos personasque explicar en qué consiste la espergura. Los pámpanos de las cepas tienen más de medio metro de longitud. Se muestra cómo va eliminando los brotes que aparecen en los brazos de la cepa y en yemas basales de los pulgares dejados, de forma que sólo deja dos pámpanos, los más verticales, en cada pulgar. Se observa un apero cuyo cuerpo principal lleva un eje vertical en el que hay insertadas unas cintas de goma y que puede girar a gran velocidad. Se muestra cómo se puede regular la anchura del apero, ya que en vez de uno sólo, pueden ir dos. Las imágenes posteriores son de este apero funcionando en una viña en espaldera con gran cantidad de chupones en el tronco. Al girar el rodillo, las tiras de goma golpean el tronco y los chupones, eliminando prácticamente todos los brotes tiernos.
DESNIETADO
El desnietado consiste en la eliminación de los nietos, fundamentalmente de la zona de los racimos para reducir la frondosidad en su entorno. Se realizará cuando el brote esté verde. Se tiene que realizar a mano y de forma cuidadosa, por lo que resulta una operación que sólo se efectúa en algunas zonas vitícolas, ya que se pueden llegar a invertir 30-40 h/ha. Los objetivos perseguidos son:
- Aumentar el cuajado: el efecto es muy variable en resultados. Se hace en floración, en variedades con problemas de corrimiento, de forma que se elimina la competencia que los nietos presentan frente a las inflorescencias durante el cuajado. Para potencia este objetivo se puede combinar con la eliminación de los ápices de los pámpanos. Si los nietos están muy desarrollados para ese momento se mantienen, ya que sus hojas serán casi adultas y pueden alimentar a las flores.
- Mejorar el microclima de los racimos: con el desnietado, se airea e ilumina la zona fructífera de la cepa, reduciendo la incidencia de enfermedades y favoreciendo la maduración de la cosecha. Puede ser aconsejable en zonas con baja integral térmica y elevadas precipitaciones.
- Aumentar la eficacia de los tratamientos fitosanitarios: Los productos penetran con más facilidad en el interior de la cepa.
- Facilitar la vendimia: con esta labor los racimos son más visibles y accesibles.
En la imagen adjunta parece Pedro Urbina explicando lo que se va a ver en el viñedo. Llega a un viñedo en espaldera donde se ve personas trabajando en las cepas. Éstas están en desarrollo con pámpanos de más de 50 cm de longitud. Pedro Urbina va paseando por el viñedo y se para a hablar con distintos peones que están trabajando, agachados sobre las cepas. Se observa cómo quitan los nietos y algunas hojas de cerca de los racimos, que se quedan más aireados. Se observan las inflorescencias que están empezando a abrirse. También aparecen imágenes en las que se le ve un tractor con una maquina deshojadora cortante, con la que va eliminando los ápices de los pámpanos a cierta altura, es el despunte.
DESPUNTE
Esta es una de las operaciones en verde más extendida por todas las zonas vitícolas ya que, se realiza buscando distintos efectos sobre la planta. El despunte consiste en la supresión de los ápices de los pámpanos en pleno crecimiento, algo que favorece la posterior emisión de nietos. Se eliminan de 5 a 20 cm, manteniendo como mínimo 8-10 hojas por encima del racimo más alto. Si el despunte es más severo, se prescinde de hojas que son útiles para la cepa.
Los objetivos planteados a la hora de realizar un despunte son muy diversos, y esto determina el momento y la intensidad con que se efectúa la operación. Así podemos buscar:
- Homogeneizar la vegetación: en caso de podas largas o mixtas, en las que se refleja el mayor vigor de los brotes en posición favorecida. Se realizan despuntes ligeros en mayo-junio, antes de floración.
- Mejorar la insolación y aireación: en toda la vegetación en aquellos viñedos vigorosos colocados en espaldera, evitándose así que los pámpanos caigan a la calle sombreando la pared foliar.
- Disminuir el vigor: con reiterados despuntes severos en años sucesivos.
- Luchar contra el corrimiento: ya que es consecuencia directa de una deficiente alimentación de las inflorescencias que compiten con los ápices en crecimiento. Si despuntamos, se retrasa el desarrollo vegetativo, y hasta que los nietos comienzan a crecer, los fotosintetizados se dirigen a las flores. Lo ideal es realizar esta operación en plena floración o al finalizar, aunque sus resultados son variables. Se recomienda sólo en variedades propensas a corrimiento injertadas sobre patrones vigorosos.
- Mejorar la eficacia de los tratamientos fitosanitarios.
- Facilitar el paso de la maquinaria: sobre todo, en viñedos en vaso. Los pámpanos invaden las calles cuando crecen y, entorpecen el paso de los tractores y aperos; con el despunte mantienen el porte erguido. Para lograr este objetivo se puede despuntar una de cada dos calles, justo aquellas por las que pasará la maquinaria. A menudo, uno de estos despuntes se realiza antes de la vendimia para preparar el paso por las calles del viñedo.
- Defender las cepas contra el viento: El despunte se realiza para evitar la rotura del pámpano en variedades quebradizas y plantadas en zonas de viento intenso.
Salvo en los casos señalados, el resto de los despuntes se efectúan entre el cuajado y el envero, momento en que cesa su crecimiento, y suelen ser más severos y reiterados.
El despunte se efectúa de forma:
- Manual, con espada, hoz o tijeras.
- Mecánica, por medio de despuntadoras de distintos tipos: de barras de corte, de cuchillas giratorias o de sierras circulares. Esta operación en verde se realiza simultáneamente con otras, principalmente tratamientos fitosanitarios.
DESHOJADO
El deshojado consiste en la eliminación de las hojas basales del pámpano (3-6 hojas/pámpano), que suelen ser senescentes y no aportan fotosintetizados a la cepa. Se practica sobre todo en viñedos en espaldera y su principal función es mejorar el microclima de la zona de los racimos.
Analizando este objetivo general podemos decir que se busca:
- Disminuir la frondosidad: Así, se aumenta la aireación a nivel de los racimos, que se mantienen en óptimo estado sanitario. También se incrementa la eficacia de los tratamientos fitosanitarios dirigidos al interior de estos órganos.
- Forzar la maduración: de los racimos, sobre todo en lo que respecta a la carga fenólica. Se produce al aumentar la insolación y la temperatura de los racimos.
- Reducir la cosecha: en caso de deshojado temprano (como verás en seguida).
- Disminuir el tiempo en vendimia manual y mejora la limpieza en la mecánica: Este es un efecto añadido, generado al quedar más expuestos los racimos.
Los dos primeros efectos son de gran importancia en viñedos vigorosos plantados en climas frescos y húmedos. Sin embargo, en zonas calurosas no se deshojan las cepas, ya que se podrían provocar soleamientos de las bayas. Por esta razón, cuando se realiza esta operación, sólo se deshojan las caras norte y este de los viñedos en espaldera, nunca las orientadas al sur y al oeste.
La mejora de la maduración de la uva es un elemento interesante en aquellas variedades pirazínicas y en elaboraciones licorosas.
En las variedades blancas se recomienda quitar hojas interiores para evitar pudriciones y a la vez, una exposición directa que reduciría las peculiaridades varietales de la uva.
Los momentos del deshojado pueden variar según el objetivo buscado y los condicionantes de partida, realizándose en:
- Floración: (con un 5 % de flores abiertas). Denominado “deshojado precoz o temprano”. Es una práctica experimental poco difundida. Se realiza en variedades de racimos muy compactos o en viñedos excesivamente productivos, ya que aumenta el corrimiento quedando los racimos más sueltos y las bayas más pequeñas. Es un método de control del rendimiento que puede sustituir al aclareo. Se eliminan hojas con gran actividad fotosintética, por lo que se recomienda no realizar desnietado.
- Cuajado: Realizando el deshojado en este momento, la uva endurece el hollejo, de forma que tendrá menos problemas de asurado y de desarrollo de hongos. Es poco utilizado.
- Envero: Sólo se realizará en viñedos vigorosos, porque en otro caso, las hojas basales todavía son activas. Al quedar los racimos expuestos, se mejora su maduración y estado sanitario. La piel del grano engorda, de forma que se incrementa la carga polifenólica en los mostos obtenidos.
- 2-3 semanas antes de la vendimia: Es un deshojado tardío cuyo principal objetivo es la completa maduración de la uva. Es el único caso en que se eliminan hojas poco activas, pero es el más habitual.
Esta labor saber se puede efectua:
- Manual: o con alguna herramienta como una hoz. Se invierte mucho tiempo (50 h/ha).
- Mecánico: Existen desfoliadoras basadas en distintas técnicas: impulsión de chorro de aire, aspiradores combinados con barras de corte, quemadores, etc.
- Químico: Conlleva añadidos muchos efectos secundarios por lo que todavía está en investigación.
En las imágenes podemos ver un tractor con un apero en la parte delantera, que se acerca a la zona fructífera de las cepas en espaldera. El apero consiste en un prisma metálico y una estructura circular que corresponde al ventilador. Se ve cómo por la parte posterior van cayendo hojas troceadas. También aparecen unas imágenes en las que se captan cómo queda la espaldera tras pasar la deshojadora. La zona fructífera queda aireada, ya que se observan los racimos y muy poca hoja alrededor. En este caso se deshoja por una cara de la línea de cultivo.
ACLAREO DE RACIMOS
Esta es la última operación en verde. Todavía está poco difundida porque a los viticultores les cuesta desprenderse de parte de la futura cosecha. El aclareo consiste en la eliminación de parte de los racimos de la cepa, todavía sin madurar, para reducir la producción, y obtener uva de mayor calidad. El reparto de los sintetizados de la planta se concentra en menos uvas, de forma que maduran mejor.
Intenta equilibrar la producción con la vegetación existente de la cepa: Se efectúa cuando el rendimiento del viñedo es superior al deseado, bien por cuestiones de normativa o relacionadas con la calidad de la uva que se va a obtener. Normalmente se elimina el racimo superior del pámpano, ya que de por sí madura peor, va más retrasado. Si la producción por cepa es muy elevada y hay que descargar mucho la planta, se eliminarán los racimos inferiores que son más voluminosos.
Sin embargo, en ocasiones se puede realizar el "pinzamiento", consistente en eliminar las puntas de los racimos, que también están menos maduros y tienen mayor cantidad de residuos de plaguicidas.
Las épocas en las que se realiza el aclareo varían según el estado del viñedo. Se puede efectuar:
- Tras el cuajado: Es algo arriesgado ya que quedan varios meses todavía hasta la vendimia y no se sabe qué tiempo ni qué patógenos pueden afectar a la cosecha que se conserve en la cepa. Se aconseja en viñedos poco vigorosos (así no se pierden recursos al aclarar más tarde, cuando la baya ya ha engordado), en variedades ácidas o en lugares con una baja integral térmica.
- Antes del envero: Es el realizado mayoritariamente en general, y al que se recurrirá indudablemente si tenemos viñedos vigorosos, con el fin de debilitarlos.
Esta es una operación manual, a la que se denomina "vendimia en verde" y en la que se invierten 40-50 h/ha. También existe el aclareo químico, que utiliza ácido giberélico o etephon, pero con resultados poco fiables. Por último, encontramos en fase de experimentación el aclareo mecánico.